Cap.-2 salida entre amigos, que pasa después de un beso por ira...
Eso sí que lo había sorprendido y sin proponérselo una sonrisa se asomó en los labios del castaño, la energía positiva le regreso y las ganas de tener un cómodo momento con kaito le llegaron después de ver como rechazaba a la chica
-quieres un poco? está muy bueno-dijo tranquilo mientras sacaba un poco de la crema con la cuchara que el había usado momentos antes
-está bien-dijo sonriente, acercando su boca a la cuchara para probar-está muy rico, cómelo tú, yo quiero probar este guisado, se ve interesante- le dijo mientras comía con su amigo tranquilamente-como quisiera que fuéramos novios, me encantaría que estas citas, fueran más que encuentros amistosos, y se convirtieran en encuentros románticos contigo, y poder darte un dulce beso en esos labios tan tentadores- pensó
-está bien, pero le hace falta más azúcar a tu vida, lo sabias?-estaba seguro de lo que decía, tal vez así se divertirían aún más estando juntos
Una etapa de silencio le llego a aquella mesa, algo poco común a decir verdad, ya que el castaño solía hablar mucho, de la cosa más común a la más compleja, lo que pasaba era que el tenía un problema y le gustaría consultarlo con kaito, pero no quería arruinar el ambiente, les costaba mucho poder salir a dar una vuelta como para ponerse a hablar de problemas
-qué es lo que pasa?-preguntó, su amigo siempre se la pasaba hablando, tenerlo frente a él, calladito, comiendo como si fuera por obligación, le era muy raro-sé que tienes algo, no por nada estás tan callado, soy todo oídos, anda, dime-
-eh? n-no es nada, no te preocupes-respondió sonriendo torpemente, pero al ver esa expresión que el pelinegro solo ponía cuando sabía que le mentía se decidió a contárselo-bueno...es que... desde hace algún tiempo eh tenido cierto inconveniente en el trabajo, un chico nuevo que entro, se la pasa mandándome flores a mi casa, me deja tarjetas y demás cosas, él dice...que se enamoró de mi desde que me vio y quiere un oportunidad conmigo, no sé qué hacer-se notaba que estaba confundido y que el tema le incomodaba bastante-no sé si hacerle caso, tu más que nadie sabes que no he vuelto a involucrarme con nadie desde aquella mala relación con tu hermano-y es que si por algo kaito y él se conocían era gracias a que el castaño fue pareja de su hermano años atrás y que por infidelidad terminaron-que crees que deba hacer?-
-darme a mí la oportunidad!!-pensó, atragantándose mientras tomaba del jugo de arándanos y trataba de relajarse-pues honestamente, yo diría que el amor a primera vista, si existe, pero... yo no aprobaría que ese chico nuevo te quiera de verdad, puede ser solo un método para hacerle creer a la gente que son algo tú y el, yo no quisiera que le dieras una oportunidad -le dijo sinceramente, desde su extremadamente cerrado corazón, solo abierto para yun, sabía a la perfección que sus ideales era que nadie se metiera con él, lo conocía desde mucho tiempo antes, y que su hermano le contara todas esas cosas de él, hicieron que lo conociera desde otro punto de vista que yun nunca supo que el conocía
-creo que tienes razón, no me gusta la idea de ser utilizado solo por mi trabajo, gracias kaito, me has evitado un nuevo error en mi vida, por eso es que eres mi mejor amigo-dijo con una sonrisa muy linda, sintiéndose mucho más aliviado, el ya no quería equivocarse, aunque honestamente el ya no creía en ese sentimiento llamado amor, para el al final una relación terminaba basándose en sexo o interés
-te amo-pensó, sabía que los ideales de su amigo eran que el amor no era algo que en su vida funcionara bien, sabía que se basaba más en lo amigos, y también sabía que lo suyo era ser social, no ser de alguien en específico-pero yo quiero que seas mío, no de nadie más-pensaba mientras comían, el su postre y kaito su platillo
el resto del tiempo fue bastante entretenido, cada ocurrente comentario por parte del chico de ojos miel era muy divertido, terminaron de comer, el pelinegro pago la cuenta y salieron de aquel lugar
-fue bastante divertido salir contigo, ya extrañaba poder hablar con alguien así de bien-se expresó muy feliz, ese encuentro lo ayudo a liberar estrés y todo aquello que el trabajo le provocaba-me gustaría poder hacer esto más seguido-pensó mirando el cielo por un momento-supongo que tienes que regresar a tus ocupaciones-
-pues si tú quieres que me vaya lo haré, porque tengo el resto de la tarde libre, Samantha ya tiene llave de la casa, podríamos pasar más rato juntos, pero si no quieres está bien- le dijo mientras se volvía a poner los lentes que se había quitado cuando comieron, ahora era como si los lentes fueran el detonador de todas esas miradas de mujeres y hombres que pasaban por su lado
-no! me gustaría pasar contigo el mayor tiempo posible-un tono un poco exaltado se dio a conocer mientras lo sujetaba con sus manos del brazo, pero cuando se dio cuenta de lo que hizo se separó de el-es que prácticamente tengo que hacer una cita contigo para poder verte de lo ocupado que estas, no quiero desaprovecharlo, a donde te gustaría que fuéramos?-el había escogido el primer lugar, así que se le hacía justo que el ojiverde tomara la decisión esta vez
-a dónde íbamos cuando seguíamos estudiando- dijo sonriente, caminando hacia el auto para dirigirse a…-el boliche- pasaban ahí la mayor parte del tiempo gracias a que kaito trabajaba ahí después de la escuela
Conocía el lugar como la palma de su mano, y aquí entre nos, la conoce muy bien. Cuando entraron escogieron una mesa donde poner sus cosas y fue kaito quien tiró primero…
-los primeros dos tiros son de calentamiento-pensó, estar ahí le traía buenos recuerdos, como que cada que yun hacía una chuza corría a él y le abrazaba-y creer que después de cuatro años sigues siendo el mismo-sonrió al recordarlo y dar la primera bola, no fue una chuza pero había derribado varios pinos
-waaaa eso fue sorprendente para ser el primer tiro-dijo dedicándole una sonrisa-ahora es mi turno-tomo una de las bolas y la tiro mirándola fijamente, como si su trayecto fuera muy importante, pero no le fue tan bien como esperaba, ya que cuando estuvo a punto de llegar a los pinos, termino yéndose por la canal-esto es deprimente, creo que he perdido la poca practica que adquirí de ti kaito-dijo haciendo un leve puchero
-hay que practicar- le dijo amablemente, tomó una bola y comenzó a enseñarle de nuevo cómo tirar, No la tiraba al trayecto, pero luego de que practico mucho por un buen rato, yun le agarró confianza completa mientras practicaban-listo, ahora sí, inténtalo de nuevo- le dijo accesiblemente, y es que a kaito se le conocía solo la faceta de director de la escuela de artes y música, un maestro que aunque era estricto y riguroso, se le conocía como alguien que se sabía hacer lazos emocionales y afectivos con sus alumnos, por eso se le consideraba un muy buen maestro
-hai sensei-dijo divertido, seguro que estaba vez si lograba algo bueno, solo tenía que hacer lo que kaito acababa de enseñarle y esta vez si les dio a los pinos, muchísimo mejor, milagrosamente realizo una chuza, se quedó estático por un momento y luego la euforia lo lleno por completo-hice una chuza!! Viste eso kaito!-grito emocionado, abalanzándose a abrazar al pelinegro con mucha felicidad, como si fuera el mayor logro del mundo
-si, si lo vi, fue increíble-dijo sonriente, riendo, cosa que no hacía desde hace mucho con él-fue increíble volver a sentir este tipo de contacto contigo-pensó, abrazándolo con cariño, le dejó volver a tirar y estuvieron jugando por un largo rato, hasta que su tiempo finalizó-te divertiste?- preguntó, saliendo del local con su amigo a un lado suyo
-por favor kaito, divertirse es poco para lo bien que me la pase, fue increíble!!-se le notaba a kilómetros que estaba muy feliz, quien sabe cómo podía sonreír tanto y expresar tanto sentimiento con una sola expresión- si te soy honesto, extrañaba poder divertirme contigo de esta forma-
-yo también-le dijo-necesitaba tiempo de calidad con la persona más importante para mí- le dijo, haciéndole creer a yun que se lo decía en forma de amigos, cuando él mismo sabía que no era de esa forma-quieres pasar a mi casa?- preguntó, despeinándole el cabello, esperaba que le dijera que si, más porque a yun le gustaba ir a su casa, por su estructura, por sus jardines, y no se diga el columpio en la entrada
-mooo te he dicho que no te metas con mi cabello-se quejó arreglándose algunos mechones que salieron de su lugar-respondiendo a tu pregunta, me encantara ir a tu casa-dijo dando la vuelta sin dejar de caminar para poder mirarlo, sabiendo perfectamente lo mucho que kaito detestaba que el caminara de espaldas
-no camines así, sabes que no me gusta que camines así- lo agarró de la cabeza con una mano y la movió para que terminara de frente, caminando bien-sabes que no me gusta y aun así lo haces-pensó, y es que era cierto, le preocupaba que si no lo cuidaba al caminar, chocara con alguien o se resbalara con algo en el suelo
-y yo te he dicho que no me pasara nada, le quitas lo divertido-dijo dando un leve suspiro, solo porque una...está bien, varias veces terminaba chocando con alguien o visitando a su amigo el suelo, no era razón para que se lo impidiera, a veces sentía que lo trataba como un niño
-nada jovencito, mientras estés en mi compañía evitarás caminar así por favor- le dijo, llegando al auto.
Subieron al auto y después un rato llegaron a casa de kaito, cuando yun entro noto que estaba tan limpia e impecable como siempre solía estar, pintada con colores que no eran ni tan llamativos ni tan apagados, colores agradables armoniosos para la vista
-es momento de probar tu pastel- dijo sonriente, fue hasta la cocina y sacó dos platos, un cuchillo y dos tenedores, tomó el pastel y cortó dos piezas, las dejó sobre un plato cada pieza y le dio una a yun, lo probó y dio su veredicto-vas mejorando-dijo, continuando con su degustación
-sí, ya sé que la cocina no es lo mío, no por que seas mi amigo tienes que decirlo de forma amable-dijo cortando un trocito con el tenedor y metiéndolo en su boca-por lo menos esta comestible y eso ya es mucho avance-se tomó la libertad de sentarse en una de las sillas del comedor-como tu cocinas de maravilla, no por nada eres el "chico perfección"-dijo con mucha diversión, esa era otra cosa que a kaito no le gustaba que el castaño hiciera, que lo llamara de esa forma
-si supieras lo imperfecto que soy-pensó, mientras lo miraba fijamente para que se retractara de decirle así-no me gusta que me llames así, no sabes lo imperfecto que soy, si lo supieras te aseguro de que no estarías aquí conmigo-le dijo, yendo hacia el refrigerador a sacar las fresas, él todo lo comía con fresas, más si eran postres-me gustaría que supieras que la imperfección me representa, soy cobarde y demasiado tímido en mis sentimientos, los cuales van hacia ti, por eso seguimos siendo amigos, porque si te dijera que te amo, estoy seguro de que te vas a alejar de mi por siempre, y eso es lo único que no quiero-pensó
-no lo creo, yo te quiero así como eres, sabes que solo me gusta molestarte...si fueras alguien perfecto ten por seguro que ni siquiera te hablaría, por que las personas que hacen todo bien, son aburridas, tu eres divertido en toda extensión de la palabra, tu estuviste conmigo en los momentos difíciles y en los recuerdos más felices que tengo-dijo con total sinceridad, comiendo otro trozo de pastel-y por eso para mí eres el mejor en todo, hasta por soportarme siendo mi amigo-
-amigo…claro, solo me vez como un amigo, sería bueno que dejara este amor por ti de una buena vez, me has dicho amigo tantas veces, que pienso que el dolor ya no me cala tanto-pensó, mientras le regalaba una nostálgica sonrisa, mirándolo a los ojos-gracias por estar conmigo siempre yun, eres el mejor-susurró sonriente, terminando sus fresas, comiéndolas tan dedicado como siempre, tan interesado en ellas como solía comérselas
-porque de repente me siento incomodo?-pensó sin entender la razón exacta, sentía claramente que kaito se había deprimido de un momento a otro y no sabía el motivo
Por qué el no consideraba a kaito como alguna oportunidad de pareja? si los dos se llevaban así de bien, se conocían demasiado y tenían gustos muy parecidos, entonces por qué? había una simple razón, más bien una regla básica "amistad larga en vez de un romance corto", esa regla regia su vida, por eso es que no veía al ojiverde esa manera, por qué era lo más importante para el
-lo siento kaito, prometo que no volveré a molestarte con eso de nuevo-se disculpó arrepentido, con una expresión de tristeza en su cara, sentía que él era la causa de que su amigo se pusiera así
-aquí vamos otra vez-susurró, dejando el plato con la fresas en la mesa-la culpa no es tuya, tu no me provocas este dolor, soy yo por seguir creyendo que algún día me vas a querer como yo te quiero a ti- pensó, se acercó a él y le volvió a despeinar -decir que te disculpas por nada no sirve, aprende ya mocoso, estás muy grandecito como para decir lo siento cada que me veas serio y aburrido- le dijo accesiblemente, caminando hacia la sala y prendiendo la televisión, a ver algo, lo que sea-vete haciendo a la idea kaito, él no te va a amar jamás-se dijo mentalmente
Eso lo había dejado...con una mezcla de sentimiento muy rara, si había algo que lograra molestarlo era que le dijera que era un mocoso, nadie! ni siquiera kaito lo podía tratar como un niño sin pagar por eso, lo que iba a hacer iba en contra de su regla de vida, pero su impulsividad y su ira lo controlaron por completo, se levantó y fue directo a apagarle la tele, para después quedar muy cerca de el
-atrévete a decirme mocoso después de esto-declaro, y sin dejarlo decir nada le planto un beso de muy alto nivel, metiendo su lengua sin permiso alguno, tomándolo del cuello para no dejar que se separara ni a tomar aire
-qu-yun!-alcanzó a decir, mientras...quedaba en shock, su amigo le estaba besando apasionadamente!!!
Su amigo castaño lo estaba haciendo sin negarse, con toda su enojo al cien, con esa adrenalina que de cierta forma le hizo sentir ansiedad al pelinegro, ganas de más de ese contacto, pero qué pasaba si accedí a más y yun se alejaba? optó solo por esperar a que yun se detuviera, observando su entrecejo molesto, muy fruncido
- eres demasiado cruel, más cuando no sabes que me haces sufrir-pensó, viendo cómo lo hacía con toda su ira, sin ese sentimiento que él sentía en ese momento, su corazón corría a mil por segundo, se había quedado en un completo shock, más cuando su amigo se alejó, se dio a conocer una cara de sorpresa, los ojos abiertos como platos y boquiabierto, como si... hubiera pasado algo que nunca creyó sucedería
Continuara….