No era hijo de Odín, no era tampoco hijo de Frigga, mucho menos hermano de Thor… Era el hijo de Laufey, Rey de los Gigantes de Hielo. Todo lo que antes carecía de sentido, ahora tenía lógica; la razón por la que nunca había sido parecido a ningún Asgardiano, por la que Odín siempre mostraba una preferencia hacia a Thor, por la que todos parecían temerme…
-¡Loki! ¡Hermano! –gritaba una voz sumamente conocida a mi oído- ¡Loki!
Se trataba de mi hermano; no aquel no era mi hermano…
-¡Loki! –volvió a gritar con nerviosismo-
Después de toda aquella carga emocional, había sufrido de una pequeña falla y caído desmayado, por supuesto me encontraba en brazos de mi hermano, quien me llamaba con desesperación y temor. Abrí lentamente mis ojos y como supuse, estaba tendido sobre sus hercúleos brazos, intenté incorporarme rápidamente pero un fuerte mareo se apoderó de mí.
-Hermano, ¿Te encuentras bien?-preguntó Thor examinándome cuidadosamente con la mirada, cargándome en vilo con expresión seria y antes de que pudiera responder a sus preguntas, se apresuro a hablar- Te llevaré al cuarto de sanación a que te den una revisión… -dijo y comenzó a caminar hacia la salida-
-¡No! –dije casi al instante, lo último que quería era estar rodeado de alguien más que no fuera él- Limítate a sacarme de aquí y yo iré por mi cuenta a mi habitación –le pedí casi suplicando-
-No te voy a dejar solo Loki –dijio, fulminándome con la mirada y cambiando el rumbo ahora hacia mi habitación-
Aquello era demasiado, ya de por si las personas del palacio pensaban había algo más entre mi hermano y yo; si alguien veía que iba en brazos de Thor seguramente armarían un escándalo y por supuesto, no podía permitir que eso ocurriera; forcejee inútilmente para zafarme de él pero sin darme cuenta ya habíamos llegado a mi habitación.
-¡¿En qué demonios estabas pensando Loki?! ¿Te das cuenta de que si no hubiera sido yo el que estuviera ahí, alguien pudo haberse dado cuenta y además hubiera salido herido? –espetó furioso una vez me hubo recostado cuidadosamente sobre la cama-
Aquello carecía de sentido para mí, en todo caso lo único que había hecho dentro de la cámara de tesoros era tomar el cofre que después regresé a su lugar mientras hablaba con Odín, ¿Acaso tanto le había irritado eso a mi hermano?
-No tengo idea de lo que hablas Thor, pero de cualquier manera no te concierne, además yo hago lo que yo quiero… Y por favor vete, quiero estar solo. –dije ceñudo-
Para sorpresa mía mi hermano se abalanzó sobre mí a la cama y me abrazo, me abrazo tan fuerte que comenzaba a hacerme falta el aire.
-¡No pienso dejarte solo hermano! -gritó sollozando suavemente, suavizando su hercúleo abrazo-
Aquello no me extrañaba, después de todo Thor siempre había sido un sentimentalista de primera; y aun que me doliera aceptarlo, aquel gesto suyo siempre me había encantado.
-Déjame hermano… No deberías estar conmigo, no después de que también sabes ahora la verdad. –la nostalgia me invadió de nuevo, aquello me había impactado más de lo que imaginaba-
-Ya te lo he dicho Loki, y digas lo que digas no me apartaré de ti… La única verdad para mí es que tú eres mi hermano, y eso nunca nada lo podrá cambiar… -volvió a abrazarme con fuerza y pego cada parte suya a mi cuerpo- Te amo hermano… -susurro en voz baja, apenas audible y después deposito un beso en mis labios, tan dulce y sereno que me hizo olvidar el dolor punzante que mi corazón sentía-
Moralmente aquello no era correcto, incluso aun que por nuestras venas no corriera la misma sangre, habíamos crecido juntos, habíamos crecido como hermanos y ante todos eso era lo que éramos: HERMANOS. Y aun que gozamos de privilegios mayores que los demás por ser hijos de Odín Padre de Todo, tampoco es como si el hecho de que cometiéramos incesto fuera a sernos discrepado. Aquello tenía que parar eso era lo que la razón me decía, pero mi cuerpo se negaba a obedecer, eso era lo que por muchos años había llegado a desear y ahora que era capaz de apoderarme de sus labios no tenía ni la menor intención de dejarlo pasar por alto.
-T-tu aroma es demasiado dulce, hermano… -susurré inconscientemente y enseguida me ruborice-
Mi hermano soltó una carcajada y me estrecho más fuertemente, rompiendo la pequeña distancia que nos separaba… Podía sentir cada parte de su musculatura y algo más; y aun que jamás lo admitiría en voz alta, su físico siempre había sido otra de las razones por las que me sintiera atraído por él.
-Hermano… -me besó más insistentemente y con un fácil movimiento, me acomodó en una posición un tanto extraña-
-No Thor… ¡Espera! –solté nervioso, aquello iba a terminar mal- Piensa en las consecuencias que podrían traer tus actos, además ¿Qué si Heimball nos ve? ¿Qué harás entonces?
Aquello pareció haberle caído como una cubetada de agua helada, era claro que no había pensando en ello.
-No me interesa si él o Padre nos ven, yo no me apartare de tu lado Loki, ni tampoco dejaré de hacer esto… -dijo y arrancó de un tirón la parte posterior de mi traje, acariciando gentilmente mi pecho-
-Nghh… No hagas eso, me dan cosquillas… –dije sumamente sonrojado, aquello ya estaba yendo demasiado lejos-
Thor no parecía tener ni la más mínima intensión de parar y siendo honesto yo tampoco. Comenzó a dar pequeños besos a lo largo y ancho de mi pecho, dejando de vez en cuando ligeras marcas rojizas.
-Sé que esto no es correcto –dijo besando mi cuello- Perno no quiero detenerme… Quiero que seas mío, Loki.
“Quiero que seas mío, Loki” resonó una y otra vez en mi mente, aquello era mucho más de lo que podía imaginar, esas eran las palabras que nos iban a condenar si realmente pasaba algo. Inmediatamente reaccione y con un veloz movimiento de manos, haciendo uso de mi magia lo aparte de mí.
-¡Ya basta Thor! No tienes idea de lo que dices, y aún si lo supieras yo no caeré en este juego –dije con toda la firmeza de la que fui capaz- Retírate por favor, y no me molestes.
Mi hermano me observo con gesto dolido, se incorporó del suelo, donde había terminado después de que lo lanzara lejos de mí y se limitó a salir en silencio de mi habitación. Sin duda estaba molesto, aun que no hubiera armado un escándalo como es costumbre suya lo conocía tan bien como para saberlo, aquel comportamiento mío lo había herido.
Las cosas habían cambiado en un abrir y cerrar de ojos; primero que nada la indiscutible verdad sobre mi origen y segundo… Lo sucedido con Thor. Sumido en mis pensamientos, buscaba todas las posibles “soluciones” a lo acontecido, pero por más que pensara algo dentro de mí las rechazaba todas ya que sin lugar a dudas amaba a mi hermano más de lo que debería.
-Las cosas no pintan bien –me dije a mi mismo- …