“Ya han trascurrido muchos meses desde el último partido contra Sannoh, en el cual por una jugada me lesione la espalda. Ahora, producto de eso no he podido jugar y mucho menos entrenar y, a pesar de que siempre he sido optimista esta vez…esto me supera…”
El chico pelirrojo quien fue indispensable para el equipo de shohoku ahora se encontraba divagando en la oscuridad de la noche. Con el balón entre sus manos y la mirada perdida en algún punto del cielo nublado, estaba parado en el centro de la cancha balbuceando cosas que a cualquier persona le costaría entender. A pesar del frio de la noche el se encontraba con una ligera camiseta sin mangas.
Cerro los ojos y armonizo su respiración que era lo único que se escuchaba en ese silencioso lugar para luego prepararse y correr hacia la canasta. Mientras lo hacia recordaba cada partido que tuvo y las cosas que pudo lograr en tan solo cuatro meses. También recordaba a sus compañeros de equipo, sus amigos, haruko y…el kitsune, a quien se supone debía derrotar. Realmente el era un genio, un prodigio del basquetball si se lo proponía pero ahora….
Dio un gran salto para intentar encestar esa pelota logrando una gran clavada. Hizo retumbar el tablero mientras el aun estaba colgado de la canasta. Podría haber sido algo magnifico para él en ese momento ya que hace tiempo no tenia un balón en sus manos pero la dura y cruel realidad se hizo notar en tan solo una mueca de dolor. Soltándose y cayendo al suelo todo se derrumbo para él.
- Mierda….mierda…MIERDA!!!- arrodillado en el suelo con los puños apretados comenzó a golpear el duro pavimento de la cancha- MALDICIOOOON!!- el eco resonaba en el lugar. El mundo en ese momento parecía tan irreal que todo su cuerpo parecía temblar. Las desbordantes lagrimas que brotaban de sus ojos eran la prueba del dolor que sentía en ese momento tanto física como emocionalmente. Llevo sus manos hacia su rostro el cual por primera vez tenia una mirada de miedo.
“me estoy perdiendo en este horror… debo admitir que me estoy dejando superar por el miedo… tanto es el cariño que le tome al basquetball? Tanto así que es por eso que temo dejarlo? no, no es solo eso…No quiero decepcionar a nadie. No quiero estar demás pero tampoco quiero la compasión de ellos!”
Su mente cada vez mas era un caos, un conflicto que fue solo producto de aquella lesión que lo alejo de las canchas. Estaba realmente perdido, sintiéndose solo y vulnerable.
La escena era observada por su compañero de equipo, aquel que desde el primer dia en que se conocieron se hicieron llamar rivales. El moreno no podía creer lo que observaba. Tenía su cuerpo estático y se podía apreciar su rostro sorprendido. No podía creer lo que veía y de hecho la escena le causo mucho dolor.
Hace tiempo que no veía al pelirrojo y pensó que la próxima vez que se encontraran seria con uno de sus exuberantes saludos arrogantes.
Sin darse cuenta su cuerpo comenzó a moverse por inercia hacia donde se encontraba hanamichi. Estaba nervioso por verlo en ese estado. Trato de calmarse y mantener su siempre fría mirada y al momento en que estuvo a solo un par de pasos del pelirrojo le dijo- Torpe…- pero este ni se inmuto ante la presencia de su compañero. Eso le extraño ya que siempre el otro respondía llamándolo zorro apestoso entre otras cosas.- Ey, torpe!!!
Hanamichi reacciono después de la turbulencia de pensamientos pero aun así no fue como esperaba Rukawa. El pelirrojo solo se levanto limpiándose la cara con sus manos y comenzó a alejarse de su compañero que lo miraba incrédulo. Rukawa en un acto de reflejo tomo la muñeca del pelirrojo para evitar que se fuera del lugar.
- Dime que te ocurre?- soltó sin más. La mirada de hanamichi se poso sobre los ojos de Rukawa y este noto que el pelirrojo había perdido su chispa.
- Lo siento…- kaede abrió los ojos sorprendido al no saber a qué se refería- ahora déjame ir…
- Porque te disculpas?- se asusto al verlo así.
- Son…son tantas mis carencias y recién me doy cuenta o más bien recién lo admito-comenzó hablar el pelirrojo mostrando una leve y falsa sonrisa- desde que comencé a jugar mi razón solo fue para complacer a…- se detuvo y cerró los ojos con fuerza-…pero a medida que iba jugando con el equipo, entrenando arduamente bajo las enseñanzas del gori y el gordito… le fui tomando cariño a esto…- su cuerpo estaba tenso y las lagrimas solo querían escapar- incluso una de mis metas era derrotarte. Siempre te lo dije pero ahora… retiro lo dicho
“A que viene eso?” pensaba el moreno. Una de las cualidades de Hanamichi era que jamás se rendía y lo había dejado más que claro desde que lo conoció.
- Estas diciendo que ya te rendiste?- dijo el moreno ante la atenta mirada del otro
- Ya no puedo…- trato de calmarse- ya no puedo jugar…- su cuerpo comenzó a temblar producto de una brisa a lo que el moreno se percato y le ofreció su chaqueta pero su compañero no la acepto.- no te preocupes ya me voy.
Ya suelto del agarre del moreno se dio media vuelta y camino con desgano hacia quien sabe qué lugar. Rukawa no podía aceptar eso y aunque no sabía por qué razón se estaba preocupando por su compañero no iba a aceptar jamás que se rindiera tan fácil. Corrió hacia Hanamichi quien ya se encontraba bastante alejado. Aun no sabía que le diría cuando lo detuviera pero que más daba. Lo alcanzo y lo tomo por el hombro bastante brusco para el gusto del pelirrojo.
- Que intentas, kitsune?
- No permitiré que te rindas… que ocurrió con el genio que siempre presumía de su talento?!
- Eso ya no importa, suéltame!- se estaba cabreando- tú no tienes que cargar con esta lesión! Tu aun puedes jugar, eres…eres… grandioso y puedes cumplir tu sueño! Siempre has sido bueno en el basquetball el mejor de todos… AH!!! Para que te digo esto si ya lo sabes!!!- Rukawa quedo sorprendido ante aquellas palabras. Jamás había destacado algo bueno de él.
- Tu....- dudo un poco por la vergüenza- tu eres fabuloso
- Eh?!- hubo un breve silencio- tú dices que yo soy….- no pudo terminar
- “no me hagas repetirlo” pensaba- tienes que hacer bien tu rehabilitación, debes tener paciencia ya que yo…. Estaré contigo- dijo sonrojado. Hanamichi no supo que decir, estaba algo confundido.
Las miradas de ambos cruzaron pero esta vez les fue algo bastante embarazoso. Estaban tan cerca el uno del otro que podían sentir su aliento rozar por sus rostros pero aun así no se alejaban. Simplemente algo en el ambiente había cambiado llevándose consigo algo de cordura de ambos chicos que estaban cada vez más próximos a besarse.
- Y…yo no…- kaede le impidió hablar cuando posiciono sus labios sobre los del pelirrojo, quien sin pensarlo le correspondió. Fue un beso recargado de cariño pero algo timido y cuando se separaron al darse cuenta de lo que habían hecho se sonrojaron desviando sus miradas hacia un lado.- yo… yo no quiero que te compadezcas de mi…- soltó el pelirrojo. Rukawa lo miro confundido.
- Jamás haría eso… tu eres.. importante para mi.- soltó a su compañero y se volteo, no quería que lo viera así.
- Tan importante como para... besarme?
- Realmente no se porque…- se revolvió sus cabellos- solo lo hice.
- A ya veo…- dijo con un poco de tristeza a lo que el moreno se dio cuenta.
- No lo tomes a mal es solo que…-“como decirlo”- tu… creo que tú me gustas…- el mundo pareció detenerse para el pelirrojo. Gustarle?- se que suena raro pero creo que no quería admitirlo…hasta ahora.
- Mm…no sé qué decir ante eso
- No debes decir nada…(suspiro) el punto es que tu eres un buen jugador, alguien que aprende muy rápido y has logrado mucho perfeccionándote en cada partido que tuvimos- dejo de hablar por un momento- a lo que voy es que eres increíble. Tu naciste para ser grande, Hanamichi.- el pelirrojo al escuchar su nombre se sintió algo nervioso ya que era el kitsune quien lo pronuncio - siempre espero grandes cosas de ti…
- Valla… no sabía que pensabas eso de mi…- se mantuvo callado analizando cada palabra del moreno y como por arte de magia su ego volvía a él. Aun así no se sentía capaz de recuperarse completamente pero debía admitir que esta vez haría el intento por…- Kaede…- pronuncio su nombre a lo que el aludido se sorprendió.- yo… yo naci para superarme- Rukawa lo escuchaba atentamente- YO NACI PARA GANAR! No me dejare vencer tan fácil, te lo prometo. Hare bien mi rehabilitación y… (sonrió) te derrotare- el moreno le devolvió la sonrisa. Sabía que ese torpe necesitaba tan solo unas palabras para restaurar su ego.- seguirás siendo mi rival, que te quede claro, kitsune - esas palabras no le agradaron mucho pero bueno con el torpe todo era así.- bien ahora si me voy, ya es demasiado tarde y tengo bastante frio- se iba a dar la vuelta pero antes se acerco al moreno un poco inseguro y le dijo- necesito que tengas paciencia- susurro pero aun así Rukawa pudo escucharlo.
- Lo se, tomate todo el tiempo para recuperarte. Estare apoyándote- se preparaba para ir- no me dejare derrotar tan fácil- comenzó a caminar dándole la espalda a su compañero.
- No idiota, no me refiero a eso- sin avisar y sin el permiso del otro se acerco a darle un fugaz beso que dejo algo shockeado al moreno- ten paciencia para que tu también puedas gustarme- aun estaban muy cerca- aunque eso no será difícil (sonrió) – y se alejo despidiéndose con la mano hasta perderse en la oscura y fría noche dejando al moreno inmóvil tocándose los labios con la punta de sus dedos.
- No creo tener tanta paciencia para esperar eso- ahora si se alejo del lugar sintiéndose extrañamente feliz- eres un torpe… provocándome así (sonrio) creo que no solo me gustas…. (susurro)
Ahora ambos se sentían nerviosos por lo que les deparara el futuro pero aun asi si lograsen estar juntos las cosas cambiarían para mejor ya que los dos tenían cualidades diferentes que hacían que se complementaran mutuamente.
- Sin ti estaría perdido…- susurraba Hanamichi mientras llegaba a casa.
- Sin ti, todo seria monótono y vacio…- susurraba Rukawa en la dirección contraria.
“tengo suerte de haberte conocido…”
FIN
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