Eran las seis de la mañana cuando un rubio se despertaba, el golpeteo de las gotas de lluvia en su ventana lo habían despertado. Bufó, no le gustaban los días lluviosos porque el día se volvía tan apagado y tendría que quedarse ese sábado en casa si no quería pescar un resfriado. Suspiró, pensó en incorporarse y calentar un poco de chocolate, pero en el primer movimiento un brazo lo apresó por la cintura.
-A dónde crees que vas- dijo una voz profunda
Naruto sonrió y volteó para ver a su interlocutor. El moreno estaba cerca de su espalda con los ojos cerrados pero con el abrazo firme. Naruto después de haberse volteado completamente hacia su acompañante, levantó los brazos hasta aprisionar el cuello de este.
- Está lloviendo - le susurró mientras acariciaba su cuello y se acomodaba entre los brazos de Sasuke
- Si – respondió mientras se acercaba al cuello de Naruto
- Eso es algo triste - dijo el rubio ignorando deliberadamente los besos que sentía en su cuello
- ¿Ah si? Por qué –
- Bueno… - dijo el rubio pensativo, sabía que a su pareja le gustaba el clima de allá afuera – ¡es sólo que quería pasar el día contigo! Y con esta lluvia… es difícil salir-
El moreno se incorporó en un movimiento brusco hasta que quedó por encima del rubio.
- Vamos ¡sonríe!, yo puedo demostrarte que puedes estar conmigo incluso sin salir – dijo Sasuke con una sonrisa de lado
- ¿Ah si?- imitó sus palabras mientras sonreía - ¿Y cómo lo harás?
Sasuke sonrió nuevamente, se inclinó y besó los labios de la persona a la que amaba. Los besos eran suaves y tiernos pero poco a poco se tornaron voraces, exigentes, apasionados. En pocos minutos Naruto se había olvidado de su sábado fuera de casa y sólo se concentraba en las caricias prodigadas por la lengua de su pareja y se percató que una mano traviesa descendía por un costado hasta llegar a su glúteo y masajearlo. Desnudos como estaban se perdieron en las caricias atrevidas que cada uno ofrecía al otro.
Sasuke sonrió al ver a su pareja sonrojarse.
-Sa… Sasuke- decía jadeando Naruto – Sasuke, no… si- decía mientras su amado sonreía
-¿Qué pasa Naruto?... ¿No te gusta? -
-Por favor… -
- ¿Mmm?... no entiendo -
- Por favor… tu sabes - decía el rubio cerrando los ojos por la vergüenza
- Si, yo se - respondió Sasuke - pero quiero oírtelo decir –
- Pero… ah-
- Dilo, sólo yo lo escucharé –
- Ese es el problema –
- Dímelo, conoces las reglas, si no me lo dices no haré nada – dijo Sasuke masajeando con más viveza
- Amor-
- ¿si? –
- Amor, quiero sentirte… mm… sentirte dentro… de ¡ah!... mi… por favor – dijo Naruto muy apenado
- Eso es lo que más deseo – susurró Sasuke mientras su rostro quedaba a la altura del miembro de su amado
Con mucha ternura besó el falo de su pareja provocando un quejido como respuesta, con muchos besos y lamidas consiguió ver a Naruto fuera de si, para después colocar en su boca el miembro. Naruto se retorcía en las sábanas entre suspiros, quejidos y palabras a medias hasta que sintió el primer dedo de Sasuke en su entrada.
- No aguanto Sasuke, por favor –
- Espera amor, te podría lastimar si no tengo cuidado –
Después de pasar un tiempo atendiendo la parte que consideraba su paraíso personal Sasuke decidió continuar.
- Aquí voy – advirtió el moreno – relájate… eso es –
- Sasuke… mm… -
Continuaron así hasta que Sasuke pudo estar por completo dentro de Naruto.
- Muévete mi vida – dijo Naruto haciendo sonreír a Sasuke que como siempre trataba de ser cuidadosos
Un frenesí los invadió, de movimientos lentos pasaron a movimientos feroces. El sudor perlaba sus cuerpos, besos fugaces, palabras indescifrables y corazones latiendo desbocados.
- Naruto … Naruto… es tan delicioso estar dentro de ti – decía Sasuke mientras tomaba al rubio por las caderas
- ¡Ah!… voy a morir – respondió Naruto mientras acariciaba el rostro de su amante – Te amo –
- Ven, termina conmigo –
Juntos llegaron al final de su clímax. Sasuke no aguantó más y se desplomó sobre el cuerpo de Naruto. Así se quedaron un buen tiempo hasta que Naruto volvió a hablar.
- Eso fue muy bueno – dijo mientras acariciaba los cabellos de Sasuke
- Si – contestó Sasuke mientras miraba a Naruto
- Creo que me puedo acostumbrar a esto- dijo Naruto mientras le sonreía a Sasuke
Sasuke se quedó sin habla, era esa sonrisa tan despreocupadamente hermosa la que siempre hacía estragos en su corazón y cerebro, la responsable de haberlo conquistado, la sonrisa que lo había impulsado a declararse al chico que se encontraba enfrente.
- Qué pasa – preguntó Naruto sin imaginar todos los pensamientos que bullían de su pareja
- Te amo – simplemente respondió
Naruto se impresionó al escuchar esto, Sasuke era el tipo de persona que no expresaba sus sentimientos tan fácilmente, pero sonrió.
- Yo también te amo – dijo mientras besaba al amor de su vida
Sasuke bajó del cuerpo de Naruto para quedar a un lado hasta que recordó algo.
- Por cierto ¿A dónde ibas? –
- Mmm… por un poco de chocolate – respondió mientras volteaba para quedar de frente a Sasuke – pero eso puede esperar –
- Ven, déjame abrazarte – dijo el moreno mientras Naruto se acurrucaba en sus brazos – duerme, hoy no vas a salir de esta casa –
- Porque está lloviendo – dijo Naruto inocente
- En parte – contestó Sasuke sonriendo – Aunque incluso dudo que puedas salir de esta cama –
Naruto sonrió y dirigió una mirada al gran ventanal de su recamara y pensó en la gran posibilidad de que le gustaran los días lluviosos.