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Parental Control por Jaswhit

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Notas del capitulo: Guess who´s back, back again, Jassy´s back, tell a friend

Guess who´s back (x5)

Me disculpo por mi alargada ausencia. 5 años de hiatus está bien canijo…Espero aún tener lectores que esperen la actualización y sino, que al menos alguien lea la historia para entretenerse un rato.

Disclaimer: No son míos, nunca lo serán, jamás de los jamases.

NOTA: Exceso de machosidad (?)

P.D.: La idea de este fic la cree cuando tenía 15 así que no recuero mucho del plot ni del programa en si XD espero que aún sea interesante.

Para recapitular:

- Mathew: Padre de Matt.

- Miley: Madre de Matt.

- Linda: Novia actual de Matt.

- Mello y Misa: Citas.

NOTA: Den por hecho que hay errores, es la 1 de la mañana y no tengo beta :'u
Capitulo 3. Cita 2

Misa-Misa sin dejar de sonreír había tomado asiento en un sillón individual a un lado de la madre mientras que esta la interrogaba sobre la sesión de fotos y muy disimuladamente la convencía de obsequiarle un autógrafo. Matt esperaba a su siguiente cita sentado en las escaleras de su casa jugando con su PSP y fumando un cigarrillo hasta que el timbre sonó.

Un silencio denso se apoderó de la sala hasta que la puerta fue aporreada bruscamente. El padre de Matt se apresuró a abrirla mientras refunfuñaba entre dientes sobre la pintura que recién había aplicado a dicha puerta la semana pasada. Matt sonrió nervioso y se acomodó el cabello. Conocía el gusto de su padre, si su madre era indicio de ello, así que sabía que una chica sensual lo esperaría.

Sus deseos se volvieron añicos cuando finalmente el padre reveló a una muchacha parecida a Misa-Misa en cuanto al color del cabello y afición al negro. Pero esta nueva candidata estaba plana como tabla, tenía una cicatriz en la mitad de la cara y un sospechoso bulto en los pantalones.

"La" recién llegada sonrió sensualmente al posar su penetrante mirada azul en el joven pelirrojo que lo miraba boquiabierto.

— Vaya, eres mucho más atractivo en persona — comentó una voz ronca proveniente de la 2da cita dejando muy en claro que de mujer podría solo tener sus delicadas facciones. El padre de Matt frunció el ceño ante la mirada voraz que se posaba en su inocente pequeño y estaba a punto a decirle que le bajara unas rayitas o lo echaría de su propiedad, cuando Matt como hipnotizado pasó a su lado hasta llegar al rubio. — Un placer al fin conocerte Matt, me llamo Mello. ¿Listo para divertirte? — preguntó el rubio al embobado gamer. El susodicho asintió con una sonrisa guardando con prisa su PSP y siguiendo a Mello diciendo apenas una inaudible despedida a su familia.

Miley, la madre del chico pelirrojo, se quedó pensativa hasta que una sonrisa perspicaz se posó en sus delicados labios, el reconocimiento llenando sus ojos. El padre a cambio, ya se estaba arrepintiendo de haberle siquiera hecho caso a su esposa en todo ese show de Parental Control porque de control, él no tenía nada.

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Dando inicio a la cita…

— ¿A dónde iremos primero?— preguntó curioso y emocionado el pelirrojo. Caminaron un corto trayecto a una motocicleta negra y moderna que de inmediato encantó a Matt. Este silbo facinado y el rubio le mando una mirada conocedora.

— Puedo ver que no eres ajeno al gusto por estos vehículos así que el lugar al que te llevaré te gustará. Dime Matt, ¿alguna vez haz montado una moto? — preguntó Mello mientras se ponía su casco negro a juego y le extendía otro a Matt. El susodicho negó mientras tiraba el resto de su cigarrillo al suelo y lo pisaba.

— Sólo en video juegos, aunque reconozco que soy muy bueno — respondió Matt con una sonrisa de suficiencia mientras se ponía su caso y se sentaba detrás de Mello en la motocicleta. Mello rodó los ojos ante las palabras del chico y encendió su vehículo con agilidad.

— Agárrate fuerte — advirtió simplemente mientras aceleraba de inmediato. Matt agrandó los ojos asustado ante la repentina velocidad y envolvió la cintura del rubio sin pensarlo dos veces, apreciando el aroma a chocolate que desprendía este.

En la cámara de parental control sólo se apreció como se alejaban de la casa de Matt con gran rapidez.

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En casa de los padres…

— Hmm, tiene una buena moto. — apreció Mathew. Linda asintió impresionada y pensando si no tendría ella una oportunidad con ese chico malo y sexy.

La mamá miraba horrorizada como manejaba el rubio la motocicleta. Iban a una velocidad increíble y apenas los podían seguir lo del show de Parental Control. Algo que le gustaba de Matt, y que reconocía que podía sonar mal viniendo de ella, es que se sumergía en sus juegos de video evitando precisamente hacer ese tipo de locuras en la vida real.

"Al menos lleva el casco", pensó desconsolada. Se giró para ver la reacción de la rubia invitada ante su competencia y se sorprendió al notar que...Misa-Misa estaba completamente distraída leyendo otra de sus tantas revistas de pop adolescente que la protagonizaban, ajena al hecho de lo que sucedía en la cita de su "galán".

— Bueno, al menos solo estarán en la moto para ir a la cita y de regreso. No es tan malo. — río nerviosamente la mamá intentando calmar su angustia ante el peligro en el que su hijito se encontraba.

Miley no sabía lo que le esperaba a su hijo en esa cita.

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Regresando con Matt y Mello…

Después de andar por una media hora en moto, llegaron a un establecimiento que de inmediato reconoció el pelirrojo. Era un gran campo abierto de tierra con bordecillos y pequeños montes que estaba rodeado de una cerca de alambre.

Matt bajó con prisa de la moto saltando emocionado y se giró hacia el rubio, que se sacaba el casco con estilo y se bajaba de la moto sensualmente mostrando su definido vientre que se asomaba por debajo de su chaleco de cuero.

— No lo creo, ¡Vamos a montar cuatrimotos! — recalcó extasiado Matt y con los ojos brillando. Se había quitado sus googles y sus ojos verdes relucían hermosamente con su felicidad y emoción. Mello asintió feliz por la reacción de Matt y se le acercó tomándolo de la cintura y guiándolo a la entrada.

— Sabía que te gustaría. — comentó Mello a la ligera, sonriedo ladeadamente y apreciando lo guapo que se veía Matt cuando sonreía de aquella manera tan despreocupada.

Al llegar con el encargado Mello lo saludó con un apretón de manos, la suya cubierta en un guante de cuero. Le murmuró unas palabras y el otro asintió feliz guiándolos a dos cuatrimotos iguales y de color negro, cada una con un casco.

— Estas son unas Yamaha Grizzly 450 del 2013. Son de un cilindro, estándar y pueden ir hasta a 80km por hora. — explicó el encargado apuntando a las cuatrimotos. — El lugar estará cerrado para ustedes hasta las 6, así que tienen unas buenas 3 horas para divertirse. Sobre las cuatrimotos encontrarán los trajes protectores. Diviértanse. — con eso, el tipo se fue y los dejó solos para hacer lo que les plaza con las cuatrimotos.

Matt y Mello se miraron con complicidad y de inmediato se pusieron los trajes y cascos. Se miraron una vez más y sin perder el tiempo arrancaron con velocidad manejando casi de manera experta los vehículos. La adrenalina los recorría de pies a cabeza haciéndolos gritar y hacer maniobras peligrosas. Se la estaban pasando en grande haciendo carreritas y compitiendo entre ellos.

Ambos siendo muy competitivos no se dejaban someter y cada vez más aceleraban mientras gritaban extasiados.

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En casa de los padres...

— Eso se ve peligros. Espero que estén siendo cuidadosos— Miley miraba preocupada la pantalla de su televisor con un nudo en el estómago. Lo único que la calmaba era ver como su Matty se la pasaba en grande montando en esa cosas.

— No te preocupes cariño, puede que no lo parezca pero nuestro hijo sabe lo que hace. — Mathew parecía confiado y hasta algo celoso de su hijo. "¿Por qué nunca nadie me llevó a montar en cuatrimoto?", pensó tristemente. Miró de reojo a su esposa y suspiró. Así menos le dejarían montar una.

— Ay no, Matty se va a a lastimar y todo será por culpa de ese tipo motociclista. — dijo Linda tapándose los ojos gimiendo angustiada. Los padres rodaron los ojos antes su actitud infantil y decidieron ignorarla.

Por mucho tiempo se pudo apreciar como Matt y Mello manejaban las motos, de vez en cuando tomando un break para beber agua, para después continuar como si nada. El tiempo pasaba lento para ellos pero estana en trance viendo cada cosa que hacían.

— Supongo que es mejor a que esté en ese mini bañador rojo. — murmuró la madre pensativa. Al padre le recorrió un escalofrío al recordarlo y casi deseo bañar su cerebro en lejía para borrar esas memorias.

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De vuelta en la cita...

Después de un buen rato, al fin detuvieron su extenuante actividad. Tomaron aire, bebieron agua y se quitaron el casco y el traje. Con tanto esfuerzo el estómago de ambos rugía ferozmente, más el de Matt, quien solo había probado bocado de unas cuantas lechugas al medio día con Misa-Misa.

— Esto fue genial Mello, gracias por traerme aqui. — Matt lo miraba como si fuera su héroe y a Mello le encantaba la atención. Se encogió de hombros, modesto y sonrió de lado.

— Ha sido un placer venir aquí contigo Matt, eres realmente divertido. — compartieron una mirada intensa hasta que el pelirrojo rompió el contacto visual sonrojado y riendo tontamente. — Ahora ya es algo tarde. ¿Te parece que vayamos a comer algo antes de que te lleve a casa? — el rubio se acercó a Matt y lo tomó de los hombros guiándolo a su moto nuevamente, despidiéndose con la mano del encargado y recibiendo un guiño cómplice a cambio.

— La verdad es que la idea me encantaría, muero de hambre. — contestó honestamente el pelirrojo, ignorando el hecho de como la cercanía de Mello casi lo hace trastabillar con sus propios pies. Antes de darse cuenta ya se encontraba con el casco puesto, agarrado firmemente de Mello y andando a gran velocidad en la moto, destino: desconocido.

No después de mucho llegaron a un establecimiento de pinta no muy agradable pero tampoco terrible. 50/50, si es que el pelirrojo puede opinar.

Al entrar al lugar notó que el interior era mucho más acogedor que la fachada y al ser guiados por el mesero a una mesa apartada y en la esquina, Matt pudo apreciar todo el lugar. Parecía ser un restaurante italiano, por los manteles a cuadros rojos y blancos, tiras de pan como aperitivos y una estatua algo vieja y maltratada de un chef con bigote y un delantal con la frase: Bon Appetit! en el centro.

Si, en definitiva era italiano el restaurante.

— ¿Qué tanta hambre tienes? — preguntó Mello mientras hojeaba el menú más por costumbre que por necesidad de conocer los platillos.

— Demasiada. — admitió el pelirrojo con un rugido de estómago secundándolo. El rubio río divertido y llamó al mesero.

— ¿Te parece una grande con todo?— Matt no pudo evitar mirar a la entrepierna del rubio al escuchar la palabra grande, y avergonzado desvió la vista mientras asentía rápidamente. Mello notó la mirada y sonrió divertido, acercándose disimuladamente al pelirrojo y haciendo el pedido de la comida. Matt pidió una coca cola y Mello una cerveza.

Se sentaron en un silencio agradable hasta que Mello decidió poner su brazo alrededor de Matt y sacarle plática. El pelirrojo estaba algo nervioso y sonrojado por su cercanía pero la conversación era amena y hablaron de trivialidades, como gustos y hobbies, entre otras cosas. Descubrió que la razón por la que el rubio huele tanto a chocolate es porque lo consume en excesivas cantidades. Raro, pero de que se queja, él mismo hace eso con los cigarrillos que tanto ama. También le contó que la cicatriz en su cara (y que después notó que bajaba por su cuello hasta su pecho y hombro) la obtuvo en un incendio en donde murieron sus padres. Este hecho impresionó a Matt y lo hizo ver a Mello en una nueva luz. A pesar de lo que había sufrido aquí estaba, feliz y dispuesto a seguir fuera cual fuera el camino que tomara.

Después de un momento su comida llegó y la disfrutaron entre plática y plática, olvidando por un momento que era una cita planeada y actuando como si se conocieran de toda la vida. No tardaron mucho en comer, y pronto estaban haciendo su camino de regreso a casa de Matt.

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En casa con los padres…

— Tengo que admitir que a pesar de que Mello sea un chico, parece la mejor opción para Matt. — la madre del susodicho miraba encantada como habían interactuado los chicos y la gran química que había entre ellos. Elpadre tuvo que asentir a regañadientes, pues a comparación de la rubio, Mello si parecía tener más de dos neuronas y ser una persona al nivel de su hijo.

— Ya quedará a decisión de Matt. — agregó el papá encogiéndose de hombros. No sabía quien sería peor para su hijo, pero si sabía quien sería mejor, aunque le costara admitirlo.

Linda miraba desdeñosamente la pantalla y hasta con cierto grado de envidia. Matt siempre la ignoraba por estar en su PSP y con Mello parecía que no podía cerrar la boca. Ya no estaba tan confiada de que sería escogida por su Matty, pero la esperanza no la abandonaba.

Después de unos momentos se escuchó la motocicleta del rubio y todo los presentes esperaban ansiosos el regreso de Matt para que al fin se tomara una decisión.

Matt y Mello entraron por la puerta principal, ambos sonriendo amplia mente y con miradas igualmente satisfechas. El pelirrojo parecía ajeno al brazo que rodeaba su cintura, a pesar de la mirada penetrante y acusadora de Linda, Mello tomó asiento en un banquillo de la cocina y el presentador del programa apareció.

— Parece que es momento de que alguien aquí tome una decisión. Estén al pendiente, que después de unos momentos sabremos con quien se quedará este joven y encantador chico. — se acercó a Matt y lo tomó de los hombres. — ¿Acaso será con la chica lolita? ¿O tal vez el peligroso macho con mirada asesina? — ante esto, Mello solo rodó los ojos y se acomodó más cómodamente en el taburete, esperanza invadiendo su pecho. — ¿O tal vez regrese con novia original? Después de una pausa, lo sabrá. — con esto, el presentador guiñó a la cámara y dejó en suspenso a la audiencia.

Se llevaron al pelirrojo a otra habitación para que diera un update de las citas a las que fue y pudiera meditar mejor. Sus padres se quedaron nerviosos en la sala intercambiando miradas con los tres invitados adolescentes, deseando en unísono un mismo resultado.
Notas finales: No sé que tan seguido actualizaré porque justo escogí la semana antes de finales para volver a escribir :'T

De todos modos, sólo queda el siguiente capítulo y al fin estará terminada esta historia.

Atte: Jaswhit :3

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