Kisa's P.o.v:
No creí que acabaría así... No es desagradable, pero también me gustaría algo mejor. No me malinterpreten, sé que lo que hago es malo (¿En serio a eso se le puede llamar algo "malo"?), pero no lo puedo evitar...
"¿Quieres venir conmigo esta noche? ~♥"
Ya es algo que llevo haciendo durante años. Mi vida es bastante estresante, trabajando como editor de mangas shoujo... Hay veces que no duermo por más de 3 días, ni me baño... Ni como. Necesito una salida, algo para desestresarme, y, al menos para mi, eso siempre parece la mejor opción. Tal vez la gente piense que es algo asqueroso; hacerlo con alguien que apenas conoces. Hacerlo con él/ella por que pienses que es muy atractivo/a. Pero ponganse en mis zapatos alguna vez... Si tuvieran esta oportunidad, ¿La desperdiciarían?
Lo dudo.
"Eres muy lindo, ¿Cuántos años tienes? ¿18, 19?"
A pesar de ya estar empezando mis 30 años, me veo mucho más jóven que eso... Algunas personas hasta han llegado a pensar que tengo 15 años. Tengo suerte de ello, y lo aprovecho cuando quiero salir con alguien. Siempre es la misma rutina. Voy a algún bar, me acerco a los chicos que tengan una linda cara (o ellos se acercan a mi), hablamos, tomamos, y todo termina en su casa... En su cama, para ser exactos. A veces, guardo su número, por si quiero una "segunda ronda" otro día. Aprovecho las oportunidades; eso no es nada malo.
"¿Estás solo ahora? ¿No quieres "divertirte" un rato?"
Es simplemente un capricho, una excusa, un "Time out". Pero siempre viene una pregunta después de eso... ¿Que haré después? No crean que solo ando por ahí acostándome con todo el mundo sin pensar nada tampoco. Sé que no puedo seguir así toda mi vida: debería conseguir novio o algo así; siempre fui gay. Desde que era muy joven, creo yo. Las mujeres nunca me atrajeron en ese sentido... Siempre preferí a los hombres.
He intentado enamorarme, en serio que sí, pero todo siempre resulta igual... Simplemente no puedo lograrlo. Es algo tonto, ¿Cierto? Tengo 30 años, y no tengo ni las más mínima idea de como estar enamorado... Hay veces en las que he llegado a pensar que sencillamente no puedo enamorarme. Que no sirvo nada más que para tener sexo con desconocidos, sin la posibilidad de enamorarme, tal vez, de alguno de ellos. Además, sería difícil para alguien mantener una relación conmigo. Trabajo muchas horas semanales, a veces seguidas; no tendría tiempo para verlo nunca, y la relación, seguramente, no duraría mucho.
"¡Eres cruel Shouta-kun! ¿No me dejarás hacer lo que yo quiera?"
Me rindo fácilmente ante ese tipo de preguntas... ¡Sus caras son tan lindas que no puedo negarme!
"Bien... Solo por esta noche ~♥"
Es inevitable... Sentir que eres tomado por un desconocido... Es una sensación muy...
Exitante.
Si fuera un pecado, sin dudarlo un segundo, sería la lujuria.
"Haa... Nngh. ¡A-ah! ♥"
Últimamente, he estado demasiado tiempo en la librería "Marimo Books"*. La gente "normal" iría para leer o comprarse un buen
libro... Yo no; pensándolo bien, ¿Acaso soy normal?. Me siento como un stalker* haciendo esto, pero encontré a alguien de esta librería que es endemoniadamente guapo. Tiene todo lo que a mi me gusta... Lindo cabello, lindos ojos, es alto, y tiene una hermosa sonrisa. El trabaja en la sección de manga shoujo, y por lo que veo, es muy popular con las chicas; es como si las hipnotizara con esa mirada y su voz al decir "Qué lástima... De verdad quería que compraran ese libro" ¿Quién no lo compraría si lo dice así? De seguro la hace a propósito, sabiendo que es tan lindo...
"Te llamaré después"
Creo que en serio tengo que dejar eso de acostarme con cualquiera con tal de que sea lindo... Últimamente los chicos de ahora quieren meterse en tu vida a la fuerza, o simplemente no aceptan que eso fue cosa de una noche y ya. Me molesta lo inmaduros que son.
Ya desde hace unos días que un mocoso me está persiguiendo, ¡Prácticamente tengo que esquivarlo y huir cada vez que lo veo en la calle! De verdad insoportable. El chico piensa que tenemos una relación o algo así, incluso cuando se lo dejé bien claro esa noche: "Solo es por diversión, osea una sola noche". Creí que lo había entendido. Pero obviamente no lo hizo; Se la pasa mandandome mensajes y llamándome siempre, incluso cuando bloquee su número. No sé como lo hace.
Tenía todo bajo control (O eso creía yo) hasta esa noche... Esa noche en la que Yokozawa-san me presentó a el chico que siempre espiaba de la librería. Su nombre es Yukina Kou. Hablé con el un rato, pero estaba casi como embobado con su rostro, su perfecto rostro; bajé la guardia y no me dí cuenta que él estaba afuera de la librería, esperándome.
- ¡Al fin te encuentro Kisa! Te dije que no quería romper contigo
- ¡Baja la voz! -Le dije, jalándolo de la corbata, acercándolo a mí- Te lo dije, ¿No es así? Tuve sexo contigo por que tu cara es linda, y eso es todo. No quiero nada contigo... -Susurré, acercándolo un poco más- Ahora, ¡Piérdete! -Lo empujé, logrando que cayera de espaldas al suelo-
Ese mocoso es bastante insistente... Yo intenté seguir con mi camino a casa, pero él se levantó y me agarró del brazo rápidamente, haciendo que la pequeña carta de presentación que me dio Yukina cayera al suelo. Él la levantó y sonrió amargamente
- Ja -Río por lo bajo- ¿Quién es él? ¿El chico con quien te acostarás esta noche, Shouta? -Decía mientras agitaba la tarjeta en el aire, así como presumiendo- Ha de ser lindo... Me pregunto si sabrá que te acuestas con cualquiera -Volteó la cabeza y miró el papel- y luego lo dejas al día siguiente -Dijo, como si le hablara a la carta de presentación-
- ¡No digas eso en voz alta! -Exigí, quitándole el papel de la mano- Y ya vete a casa, estás haciendo un drama -Volteé a los lados- y la gente está empezando a mirar
- ¡Espera, Shouta! ¡Aún no hemos acabado! -Se agarró de mi brazo de nuevo-
- ¡Ya te dije que-
- Oii
En menos de un segundo, aquel mocoso estaba en el suelo, con alguien de cuclillas a su lado. Espera... ¿Quién es ese chico?
- Lo siento, ¿Interrumpía algo importante?
¡Mierda, es Yukina!
- Temee...
- No creo que alguien como usted deba estar armando pleitos en la calle, y menos con Kisa-san. O deberá abstenerse a las concecuencias -Dijo Yukina, con una sonrisa fria-
- ¿Que mierda estás intentando decirme mocoso, ¡huh!?
- Te estoy diciendo -Agarró por el cuello de la camisa al chico, y lo levantó, mientras se levantaba él tambien- Que te alejes y que nunca vuelvas por aquí a molestar a Kisa-san, ¿Está claro? -Y lo soltó-
Obviamente, que al instante de Yukina soltarlo, salió corriendo como si no hubiera un mañana, alejándose de mi vista. Me
quedé estático unos momentos... Aún no lo tenía todo claro en mi cabeza. No se muy bien que acaba de pasar...
- Kisa-san, ¿Estás bien? Ese hombre parecía estar molestándote mucho
- A-ah, si... G-gracias -Le respondí tartamudeando. ¿Por qué mierda estoy tartamudeando?- Yo estoy bien, él no me hizo nada
- Kisa-san ¿Lo conocías? -Me preguntó apuntando sus hermosos ojos color caramelos hacia los míos-
Los latidos de mi corazón comenzaron a acelerarse de repente, y empecé a sentir como mis rodillas temblaban. No había podido ver de cerca los ojos de Yukina. Son... Hermosos. ¿Qué es esta sensación? Siento... Siento como mariposas en el estómago. ¿Qué me pasa? ¡Tan solo me hizo una pregunta! Tengo que entenderlo: hay chicos inalcanzables en este mundo, y él definitivamente es uno de ellos
- Algo así... -Respondí algo bajo, rascándome la cabeza. justo en ese momento empezó a llover fuertemente- ¿Por qué siempre tiene que llover de repente?
Sentí algo cálido, muy cálido en una de mis manos. Era Yukina, que la estaba sosteniendo...
- ¡Vamos Kisa-san! -Habló, mientras corriamos- Mi casa queda cerca, a unas cuadras de aquí
No respondí. A pesar de la violenta lluvia que caía, sus manos eran muy cálidas y suaves. Literalmente, Yukina me estaba guiando y controlando a través de las personas; estaba demasiado desconcentrado y concentrado al mismo tiempo: estaba desconcetrado de prácticamente todo lo que me rodeaba, sólo me concentraba en la corriente que sentía correr en todo mi cuerpo, desde el punto donde Yukina tiene su mano junto con la mía ¿Qué significa esto?. Después de un rato, llegamos a la entrada de su apartamento, bastante mojados por supuesto; estabamos recuperando el aliento, corrimos sin parar.
- Bien Kisa-san -Dijo ya tranquilo, sonriéndome y abriendo la puerta- Adelante
Entré un poco nervioso al departamento de Yukina. Estaba bastante ordenado, en comparación con el mio. Yukina entró detrás de mi y cerró la puerta.
- Siéntete como en casa -Me dijo encaminandose hacia la cocina- Solo tengo café y té, ¿Cuál te gustaría Kisa-san?
- Ca-café, por favor
- Bien, por favor espera en mi cuarto, está al final del pasillo
¿Por qué me siento tan incómodo? Siento mi cuerpo extraño y mis rodillas siguen temblando. Como pude, me dirigí al cuarto de Yukina. Era bastante cómodo, tenía bastantes cuadernos para dibujos y algunos mangas... Esperen un momento
- Esos son todos los mangas a los que yo estoy a cargo -Susurré, acercándome al mueble lleno de libros- Que extraño...
- ¿Estás a cargo de todos estos mangas, Kisa-san?
Yukina estaba en la entrada de su cuarto, con dos tazas con café, una en cada mano, sonriendo sorprendido. Yo me limité a asustarme al escuchar su voz... Rayos, en serio ¿Qué me estaba pasando? Tan solo su voz hace que me ponga nervioso. Intenté disimular eso lo más que pude
- S-si... Yo he estado a cargo de todos estos mangas -Dije acercándome a Yukina un poco para agarrar una de las tazas con café caliente, señalando los mangas- No creí que algún chico leyera shoujo
- Si -Se sentó en su cama, tomando un sorbo de café- ¡Me gustan mucho ese tipo de historias! La última me hiso llorar -Dijo con un tono gracioso, burlándose de sí mismo-
- Ha... Ya veo, haha
Una vez ya acostumbrado a hablar con él, las cosquillas en mi vientre no eran tan fastidiosas, pero seguían ahí. ¿Que significa eso? No creo estar enfermo ni nada por el estilo. Cada vez que me miraba a los ojos, sentían una punzada en el corazón y este empezaba a latir más rápido...
¿Qué me está pasando?
- Y al final Kisa-san -Habló llevándose la taza a la boca- ¿Quién era ese hombre que te fastidió? Dijo algo de "¿Acaso él aún no lo sabe?" O algo así
¿Escuchó la conversación? Demonios ¿Ahora qué le digo...?
- Eh... -Tragué en seco- ¿Q-qué tanto escuchaste?
- Escuché que él dijo algo de que no piensa romper contigo, o algo parecido... -Dijo mirando hacia otro lado, como tratando de recordar algo más-
Así que escuchó eso... Genial.
- Ahh... -Bajé la mirada, hacia donde estaba sosteniendo la taza con café en mis manos- Si, yo soy "esa clase" de persona... -Susurré-
- "Esa clase" de persona... -Repitió- Por mi, no hay problema Kisa-san -Dió un último sorbo a su café, y me dirigió una mirada gentil-
- ¿Eh...? ¿En serio? De verdad que eres raro -Me acosté en el suelo, aprovechando que estaba sentado al lado de su cama- La mayoría de la gente seguramente diría que es asqueroso, o algo por el estilo, ¿Sabes? Haha...
- Por mi está bien, y además, me di cuenta de eso cuando viniste muchas veces a verme en la librería -Lo dijo como si no fuera la gran cosa, mirándome-
Traté de no pegar un grito al escuchar eso. Mierda, ¿¡Se había dado cuenta que lo veía!? Sentí mi cara arder en un gran sonrojo que llegaba hasta mis orejas. Me senté de inmediato, llevando mis piernas a mi pecho y ocultando mis cabeza entre mis rodillas, pero no sin antes darle una rápida mirada. Estaba sonriendo... Solo pude pensar "¡Tierra, trágame! ¡¡Trágame ahora!!"
- Haha, ¡No te pongas así Kisa-san! -Dijo tratando de tranquilizarme, colocando una de sus manos en mi cabeza- La verdad, es que mucha gente hace eso. No eres el único
- ... -Seguía muy avergonzado-
- Hay mucha gente que viene a la tienda... -Se sentó frente a mí, y levantó mi cabeza, sujetándola con las dos manos-
Me estremecí al sentir sus manos en mi cara
- ...Solo para verme. Pero sinceramente solo ha habido una persona que llamó mi atención... -Dijo acercándose un poco más a mi-
Tenía mis ojos bien abiertos. ¿Por que mi cuerpo se estremeció tan solo por eso? ¿Por qué mi corazón latía tan rápido? No entendía nada de lo que me estaba pasando. Nunca había sentido esto antes... Es muy raro, siento que este raro sentimiento invade mi cuerpo.
¿Acaso es... Amor?
- Solo Kisa-san llamó mi atención -Dijo finalmente, alejándose un poco de mí, quitando sus manos de mi rostro-
Amor. Amor... ¡¿Amor?! ¿Yo? ¿Enamorado? ¿En serio? Bueno, no sé donde lo escuché, pero hay una frase que dice: "Sigue al amor y huirá. Huye del amor y te seguirá"* Me parece que es cierta. Pero no puedo enamorarme de Yukina, y ademas-
...
¿Acaso oí bien? ¿Dijo que yo fui el único que llamó su atención? Dios, no estoy pensando claramente, ¿Qué se supone que ignifica eso...?
- A-am... -Parpadeé un par de veces; aún estaba confundido-
- ¿Sabes lo que eso significa, Kisa-san?
- No mu-muy bien -Respondí nervioso, mirando a otro lado-
Antes de que me respondiera, tomó mi rostro y me olbigó a mirarlo. Aún estaba sonrojado, y sentía que en cualquier momento estallaría de vergüenza.
- Kisa-san, ¿Por qué estás tan nervioso?
- ¿Ha...? -Hablé abriendo los ojos de golpe. ¿Acaso puedes leerme la mente?
- Es como si te pusiera nervioso Kisa-san
¡¿Quién demonios no se pondría nervioso con alguien a escasos centímetros de tu cara?!
- ¿Aún quieres saber la respuesta, Kisa-san? -Me preguntó entrecerrando un poco los ojos-
- C-claro
- Eso significa que me gusta Kisa-san
- ¿Eh?
Tengo la mente en blanco. ¿Dijo, lo que yo creo que dijo...?
- Si. Me enamoré de Kisa-san -Me dedicó una de sus tiernas sonrisas-
No me moví ni respondí. No lo puedo creer. ¿Está enamorado de mi? Imposible... Yukina al ver que no le respondí nada, se acercó a mi lentamente. Nuestros estaban de nuevo a escasos centímetros de distancia
- Yukina, yo-
Sentí como era aprisionado hacia la pared; un montón de sentimientos y sensaciones renacieron en mi cuerpo, al sentir como Yukina juntaba sus labios con los míos, en un beso que me hiso llegar más allá de las estrellas. Sentí como perdía todo el control sobre mi cuerpo y como se iban cerrando, correspondiendo el beso. Rodeé su cuello con mis brazos, mientras él ponía una mano en mi cabello, enredándolo con sus dedos, y otra en mi cadera, acercándome más a su cuerpo. Podía sentir su calor corporal en todo mi cuerpo; fue la mejor sensación del mundo, hasta que la falta de aire obligó a separarnos.
Kisa's P.o.v End
Yukina, sin separarse mucho de Kisa, separó sus labios de los ajenos y miró a los ojos al mayor. Al peli-negro lo adornaban un lindo sonrojo y unos ojos con unas pequeñas lágrimas acumuladas en ellos. A Shouta, la palabra "felicidad" le quedaría pequeña. Nunca había sentido algo así en su vida... El oji-caramelo Yukina era lo necesitaba para no sentirse vacío nunca más.
- Te amo, Kisa-san...
- Yo también te amo... Yukina
El menor volvió a unir sus labios con los del oji-miel, pero esta vez dió un paso más allá y metió su lengua en la cavidad ajena, recorriendo cada centímetro, disfrutando cada sensación. Kisa se estremecía ante esto, pero al más alto le gustaba. En un súbito movimiento, Kisa estaba en brazos del peli-caramelo; Yukina quería estar más cómodo, por lo que dejó a Kisa sobre su cama, mientras el se colocaba sobre él, siguiendo con su labor, pero aventurándose un poco más abajo con sus manos, dirigiéndose a la camisa del otro, metiéndo su mano debajo de ésta buscando los botones rosados del peli-negro.
- Ngh...
Yukina bajó de los labios del oji-miel a su cuello, dándo pequeñas mordidas a medida que pasaba, dejándole marcas en la piel. Retiró la camisa de Kisa, y fue bajando un poco más, hasta su otro botón rosado, el cual empezó a lamer en diferentes direcciones; hacía círculos con su lengua al rededor de ésta, y la mordía suavemente, haciendo que el otro soltara exquisitos gemidos para el menor. Pero eso no era suficiente... Siguió bajando, mordiendo y lamiendo a medida que bajaba, hasta llegar a donde quería llegar. Unos estorbosos pantalones estaban en su camino, así que delicadamente los fui bajando, hasta que quedaron en el suelo; se econtró con el miembro del peli-negro, el cual se veía que quería atención. Empezó a lamerlo lentamente, desde el tronco hasta la punta, concentrándose en esta por nos momentos, logrando que Kisa encorvara la espalda de placer
- Yu-Yukina... Ahh
El menor no quería perderse ni una de las deliciosas reacciones del más pequeño. Siguió con su labor, recorriendo el miembro de Kisa tediosamente. Lamía la punta de esta, subía y bajaba, lo rodeaba con su lengua, en fin, hasta que lo metió a su boca y empezó a moverse de arriba a abajo, haciendo que el oji-miel colocara sus manos en los cabellos del peli-caramelo, intentanto deternelo un poco. Iba demasiado rápido para Kisa; sentía que ya estaba cerca del final debido a lo que hizo antes de meter su miembro a la boca...
- ¡Ahh...! Yukina, n-no tan r-rápido. Si si- ¡Ah! Si sgues, yo... Nngh, yo voy a- Ha...
El más alto ignorándo lo anterior dicho, fue más rápido y usó un poco más su lengua, haciendo gemir de placer al otro. Ya no podría aguantar mucho más, y el más alto lo sabía
- ¡Yukina, e-espera...! ¡Yo-! Ah Ahh... Yo- ¡A-ahhhh!
Sin siquiera poder completar la oración, el mayor soltó su escencia en la boca del peli-caramelo, sintiendo una corriente recorrer toda su espalda. El menor se trago aquel líquido blancuzco, relamiéndose los labios. Por su parte, el peli-negro se acostó de lado, un poco cansado y muy sonrojado. Yukina se quitó el resto de la ropa y sentó en la cama; acercó al mayor hacia sí y le dijo muy suave al oído
- Kisa-san, ya no aguanto... ¿Puedo ponerlo dentro? -Y mordió el lóbulo de la oreja del otro-
Kisa se estremeció al oír esa pregunta y al sentir como el oji-miel mordía su oreja. Después de unos momentos, asintió levemente, mientras abrazaba el cuello de Yukina. Éste, por su parte, fue introduciendo el primer dedo en la entrada del oji-miel, haciendo que este curve un poco la espalda y levantara sus caderas instintivamente. Sacando y metiendo su dedo repetidamente, el de cabellos caramelo introdujo otro dedo, moviéndolo en tijeras y en círculo; Kisa moría de vergüenza y de placer, a pesar de haberlo con muchas personas antes, no se había sentido nunca de esta manera. Sus gemidos se unía con el aliento agitado de Yukina, formando uno solo.
- Kisa-san... Estás muy caliente
- Haa... Yukina, A-ahh...
Un tercer dedo irrumpió en la entrada del de cabellos azabache, haciendo que este rasguñara un poco la espalda del menor con sus uñas. Se sentía muy bien, aunque fuera tan vergonzoso. Después de asegurarse de que su entrada estuviera bien lubricada, Yukina sacó sus dedos y fue metiendo lentamente su miembro, sentándo a Kisa sobre sus piernas. Primero la punta, y bajó cuidadosmente, hasta que todo su miembro estuviera en el interior del mayor. El peli-negro ahogó un gemido en el cuello del más alto, mordiéndolo, y soltándo algunas lágrimas por la sensación.
- ¿Duele, Kisa-san...?
- E-estoy bien... Nnhg
El menor empezó a moverse, algo lento para ir acostumbrando al otro. Kisa empezo a mover sus caderas al ritmo del oji-caramelo, dejándose llevar por el placer. Yukina cambió de posición, dejando al mayor boca arriba sobre la cama y él arrodillado, con las piernas del oji-miel sobre sus hombros. Empezó a moverse más rápido, haciendo temblar la cama, hasta que encontró con ese punto especial dentro del mayor
- ¡Ahh! ¡Ahí...!
- ¿Dónde? ¿Aquí? -Dijo, dando una estocada un poco fuerte en ese lugar-
- ¡S-si! Ha-aah... Ahh
El más alto daba estocadas rápidas en el punto G del mayor, haciéndolo perder el control. El interior del oji-miel era muy cálido y se sentía delicioso; Yukina podía sentír como el interior de este apresaba su miembro, haciendolo sentir cosas fuera de este mundo. El oji-caramelo se acercó al peli-negro y lo besó apasionadamente.
El final estaba cerca, ambos podían sentirlo. Yukina sólo aumentó las estocadas
- Ya no puedo... Haa, aguantar- ¡Ahh! Mu-mucho más... Hng
- Corrámonos juntos... Nhg, Kisa-san
Unas estocadas más, y ambos hombres se corrieron juntos; Yukina dentro de Kisa, y el oji-miel en el vientre de ambos, manchando la cama con su escencia. El de cabellos caramelo salió del mayor, para acostarse a su lado. Ambos estaban cansados, y ya sus párpados se estaban cerrando, pero no si antes, unas dulces palabras antes de caer en los brazos de Morfeo
Te amo...
Que tengan dulces sueños.