Demasiado nerd por satsuki_

La semana siguiente, Minhyun y Aron crearon una ruta que les permitiera llegar a sus respectivas casa. La ruta era un camino de aproximadamente diez minutos juntos y luego en medio de una plaza se despedían y se iban por lados opuestos.

Aron estaba cada vez menos intimidado con la presencia del otro. En un principio ver a un chico tan popular y apuesto le había hecho dudar de las intenciones del otro, atribuyendo el interés y acercamiento del chico a segundas intenciones. Con los días esa idea había desaparecido completamente. No era que pensara que era menos, pero con las palabras hirientes de Ren últimamente se había sentido más y más inseguro de lo que siempre había creído ser.

Con JR la situación no había mejorado y parecía que el otro estaba apropósito ocultándose de él. Después de su corta conversación en la que ni siquiera le pudo sacar una razón había perdido las esperanzas. Aún así su corazón dolía cada vez que lo recordaba a él y esos buenos momentos que habían pasado juntos. En el interior muy bien sabía que JR pensaría mejor las cosas y algún día se dignaría a hablarle. Algún día, eso sonaba terrible. No quería que llegara el momento en que perdiera ganas completas de oírlo y allí llegara JR a pedir otra oportunidad para su amistad.

Aron miró con cierta tristeza al techo del colegio. Allá podía ver claramente a JR con otros tipos. No sabía si fumaban o estaban solamente conversando, pero saber que el otro había preferido a esos chicos malos antes que a él le hacía cuestionarse si él era el único que creía que él mismo era genial y que era un buen partido en todo sentido. JR al parecer no lo veía tan especial como le había dicho todos esos años que era.

A su lado oyó que alguien se acomodaba. No tuvo que preguntar quién era para saber que Minhyun se estalaba con su pote de comida. Los días anteriores eso se había convertido en rutina, y si quería ser honesto consigo mismo, disfrutaba la compañía del otro.

A veces hablaban, otras no, solo era estar con el chico más alto lo que le proveía tranquilidad cuando las cosas parecían estar difíciles o cuando los pensamientos amargos acudían.

—¿Qué miras?—preguntó un interesado Minhyun siguiendo la visión de su amigo y abriendo la boca ligeramente al darse cuenta de lo que era.—Ni siquiera me había acordado de tu amigo

—¿Uh?—miró al otro y bajó la vista cuando vio que Minhyun ya había visto lo mismo que el miraba.

—¿Novio?—inquirió volviendo la vista a Aron y mirándolo fijamente.

—¿Qué? ¡No!—dijo rápidamente, frunciendo el ceño. ¿Qué le hacía al otro pensar semejante cosa? Con JR jamás había pensado algo más que amistad.

—No lo sé, solo pregunto—se encogió de hombros y una sonrisa acompañó en todo momento sus labios.—El se veía todo el rato tan protector hacia ti que solo pensé que ambos podrían ser pareja, una muy mala pareja, por cierto.

—¿Qué?

—No te veo como el chico al que se deba proteger, es todo. Ese amigo tuvo estaba tratándote como si no pudieras actuar por ti mismo, lo que me pareció exagerado y fuera de lugar.

—¿No te parezco estúpido y débil?

Ahora Minhyun lo miró con confusión y con una mueca que demostraba extrañeza.

—No. No sé qué es lo que ves de ti, pero no creo que sea lo que todos ven.

Aron se mordió el labio y miró hacia abajo. ¿A qué se refería Minhyun con que los otros veían otra cosa de él? ¿Qué era exactamente lo que veían? Estaba aterrado por un segundo de escuchar que Minhyun soltaba esas palabras con tanta despreocupación como si no tuviera nada de malo.

—Todos de cierta forma somos débiles, en distintas situaciones, pero eso no define lo que somos. Si últimamente te has sentido así lo comprendo, pero no comprendo que estúpido o débil te definan. Eso es algo que no me gustaría escuchar otra vez.

Aron sintió que sus mejillas se calentaban. No tenía idea si por fuera se notaba que estaba avergonzado, pero daba igual porque al parecer Minhyun lo leía como un libro abierto.

—Tienes una gran boca, ¿sabes? Solo debes saber con quien usarla, y no me refiero a boca para besar...eh...entiendes...eso fue tonto—un silencio incómodo siguió y Minhyun no lo hacía mejor con su cara de desconcierto al haber dicho algo que podía malinterpretarse.

—Idiota.

—A eso me refiero—rió Minhyun.—No deberías usar esa rudeza conmigo, sino con los que te hacen daño porque te tienen envidia o porque no te aprecian como yo.

—¿Me aprecias?—una sonrisa se pozó en sus labios al escuchar tan abiertamente como el otro dejaba ver su cariño. Se conocían hace un par de semanas tal vez, pero escuchar eso de Minhyun no era ajeno, entendiendo que el chico más alto era una persona muy expresiva y honesta. Nunca podía callarse lo que pasaba por su mente y eso era algo que encontraba extremadamente atractivo, además de lo atractivo que era por fuera.

—Si no te habías dado cuenta.

¿Qué tengo yo que no tengan los otros?, quería preguntar, pero no se atrevió porque no sabía si quería escuchar más de la honestidad del otro.

—Y no tienes que decirlo de vuelta porque presiento que es mutuo.

—Te quieres demasiado—rió.

—Nací con una confianza a prueba de balas. Yo sé lo que soy, Aron.

—¿Qué eres?

—Lo que tú ves en mi.

—Veo muchas cosas.

—Bueno, eso es. A veces no tienes que cavar tan profundo, creo habértelo dicho. No todas las cosas tienen alguna extraña fórmula o deben estudiarse, algunas cosas se sienten.

—¿Estás en el club de poesía o algo por el estilo?—alzó la ceja Aron.—No sabes cómo quedarte callado y siempre tienes que decir cosas que hacen sentido pero de una forma particular.

—¿Te gusta eso de mí?

—Sí, creo que...eres más de lo que esperé—reconoció.

—Quizá no siempre tienes que esperar algo.

—Dentente—le pegó en el hombro levemente.

—Tú igual detente con esa violencia y guárdala para cuando sea indicado.

—¿Promoviendo la violencia?

—Se llama solución inmediata a los problemas. Yo no soy un problema.

—Deja de ser tan críptico y dime a quién quieres que golpee.

—Tu puño sabrá cuando reaccionar—largó una risa que fue inmediatamente copiada por Aron.—Soluciona lo que tengas que solucionar—señaló hacia el techo donde aún continuaba JR y los otros chicos.

***

Aron pensaba si Minhyun se refería en abofetear a JR o a alguien más. Estaba fuera de opción golpear a Ren o a Baekho porque seguramente Baekho lo arrastraría por el piso...o quizá no y sí podía derribarlo con el puño del mal. ¿Tendría que tomar clases de karate o algo?

Estaba pensando demasiado.

Tenía tanta tarea que decidió enfocarse de vuelta en la pila de libros y cuadernos. Estaba recién comenzando con el primer libro de matématica cuando oyó que alguien tiraba una piedra a su ventana. Cuando abrió casi le cae otra pequeña piedra en la cara. Su furia fue tal cuando vio a JR que inmediatamente bajó y salió a prevenir que rompiera los vidrios de su casa.

—Finalmente, pensé que tendría que despertar a toda tu familia.

—¿Qué diablos te pasa, idiota?—preguntó Aron contrayendo sus puños en rabia de ver a su amigo tan tarde dando un espectáculo de esa proporción. Podía ver que evidentemente el otro estaba tomado y eso no mejoraba las cosas.

—Creo que ahora estoy dispuesto a hablar. Te extraño, amigo.

—¿Sabes que es inmaduro de tu parte ir a tomar y reunir recién el valor allí para venir a hablar?—se cruzó de brazos.

—Estoy mal, lo sé, lo supe desde el principio.

—Wow, un poco más de dos semanas te tomó darte cuenta de lo obvio.

—Te vi con ese idiota—se acercó, pero Aron lo empujó levemente y el otro fácilmente se tambaleó, recuperando estabilidad en la pared más cercana.

—¿De dónde sacaste para beber?—preguntó escandalizado.—No puedo creer que te atrevas a venir aquí oliendo así.

—Me cambiaste por ese chico idiota. ¿Cómo fue posible que pudieras tirar por la borda una amistad de seis años por un chico como ese?

—Ahora yo tengo la culpa de todo, esa es una muy buena—rodó los ojos.—Por si no sabes Minhyun llegó en el instante preciso, así como para ayudarme a superar todos mis malditos problemas cuando tú—lo señaló—,no estabas. No tienes derecho a pedir explicaciones y creo que menos a pedirme que te perdone.

Las palabras de Minhyun acudieron a su mente. Tenía que solucionar sus problemas y uno muy importante era JR. No podía mandarlo al infierno y no hablar de sus problemas, pero viendo lo patético que el otro lucía le hacía dudar.

—Lo siento, lo siento mucho—negó con la cabeza y se quedó un momento en silencio, tratando de respirar pausadamente.—Siento celos.

—¿Qué?—abrió desmesuradamente los ojos ante eso.

—Estoy celoso de ese chico con el que has estado. Creo que le gustas y eso hace que muera de celos.

—No sé de qué hablas pero creo que sí, eso que tomaste te pasó la cuenta. Ve a casa, lávate la cara, descansa y luego hablamos, ¿de acuerdo?

—No—se acercó nuevamente a Aron y ésta vez Aron no reaccionó recibiendo un forzado beso. En ningún minuto respondió ese atrevimiento, pero dejó que por varios segundos el otro profanara sus labios. Reuniendo la fuerza que no sabía que tenía, lo empujó.

—¿Qué diablos fue eso?—le dio una cachetada, pero al instante de ver lo triste que se veía el otro con lágrimas en los ojos y tambaléandose lo hizo sentirse mal.

—¿Es porque lo quieres a él? Puedo ser una mejor persona para ti—prometió.

—Vete a casa—negó con la cabeza. ¿En serio JR estaba confesándole algo más que amistad en ese estado? No era que lo fuera a aceptar en estado sobrio, pero era más difícil de lidiar con alguien así.

—No me quieres para nada, ¿verdad? Dime que estoy haciendo el ridículo y que no quieres volver a saber de mí.

—No te diré nada ahora, solo vete a casa—dijo esto último con un nudo en la garganta.

JR se quedó varios minutos en el mismo lugar hasta que Aron se acercó y lo empujó.

—Vete. Si te vas prometo que hablaremos esto con más calma.

En su garganta quedaron atrapadas palabras hirientes. No valía la pena caer bajo para herirlo y empeorar las cosas. Además, ¿quería herirlo?

JR suspiró y caminó solo, pero luego Aron lo consideró y decidió acompañarlo a su casa.

El camino fue difícil al principio pero casi cerca de su casa JR pareció recuperar balance. Aron no comentó nada y solo cuidó que el otro no se cayera o tropezara con alguna piedra o algo.

Su mente estaba nublada de pensamientos y uno muy fuerte que recurría era la posibilidad de perder para siempre al chico. No quería que eso pasara, pero con estos nuevos sentimientos todo parecía haberse vuelto distinto, más peligroso. No quería que las cosas estuvieran incómodas entre ellos y con esto todo cambiaba drásticamente.

De vuelta a su casa agradeció que la noche estuviera así de tibia, porque si hubiera estado congelada no hubiera dudado en quedarse allí en alguna calle para morir congelado. No, estaba siendo muy exagerado.

¿Por qué cuando las cosas parecían fáciles todo se complicaba?

***

Al otro día su modo no estaba triste ni se sentía débil, al contrario, estaba listo para pegarle a quien se cruzara por su camino. Con JR sabía que no se cruzaría muy pronto, entonces sus posibilidades de golpear a alguien se reducían.

Minhyun se dio cuenta que algo no andaba bien, pero prefirió guardar silencio a la espera que Aron se manifestara. Era paciente, por lo que solo decidió acompañarlo en silencio.

A la salida, Aron vio que Minhyun lo esperaba en el mismo lugar donde solía estar, pero no estaba solo sino con Baekho y Ren. Ante eso, decidió darse la vuelta, pero no fue exitoso su intento por pasar desapercibido y rápidamente Baekho y Ren estaban a su lado viéndolo con las miradas de maldad que los caracterizaba. Frente a eso, Aron no se inmuto.

—¿Qué tenemos aquí?—preguntó el chico al que le apodaban "Tigre blanco".

Minhyun estaba observando todo y permaneció en silencio pese a que Baekho empujó rudamente a Aron.

—No tengo tiempo para ustedes—contestó.

Ren ante esto alzó una ceja y se cruzó de brazos.

—¿Qué dijiste?

Aron no respondió y siguió caminando, cuando alguien tiró su bolso bruscamente logrando que sus libros y cuadernos quedaran repartidos en el suelo. Este miró hacia arriba observando que Minhyun estaba con los brazos cruzados apoyado en uno de los casilleros y tenía una expresión seria pero no parecía querer intervenir. Negando con la cabeza recogió los libros aunque tuvo problemas en el proceso porque ren puso su pie sobre su mano.

—Vas a tener que empezar a respetar—dijo Ren, levantándose y haciendo una seña para que Minhyun y Baekho lo siguieran. Minhyun permaneció donde estaba mientras que Baekho lo siguió y quedó viendo con una ceja alzada a Minhyun que no se movía, pero no dijo nada.

—Pude haberlo golpeado—murmuró Aron.

—Pero no lo hiciste—le ayudó a recoger los cuadernos pero Aron le dio un manotazo.

—Aléjate de mí—se levantó al mismo tiempo que el otro.—Aléjate de mi vida, imbécil.

—Hey, cálmate—dijo Minhyun, viéndolo con seriedad.

—Hablo en serio. Gracias a tus consejos estoy aquí. Tu compañía no es buena así que desaparece. Ve con ellos, te esperan, no creas que no me di cuenta que estabas con ellos antes de que yo llegara.

Cuando Minhyun se le puso delante para detenerlo, Aron lo empujó violentamente generando que el otro se tocara el pecho y le viera al mismo tiempo con shock.

—Sé cómo golpear fuerte, solamente que no es parte de mi personalidad andar golpeando a la gente, así que no vuelvas a darme clases de comportamiento. Si quieres entrenar a alguien para que se haga hombre ve a entrenar a Ren que siempre está buscando alguien para que lo defienda. Ya comprobaste que puedo golpear, ahora ve a ayudar a otro.

Sin escuchar lo que el otro decía se fue.

No tenía ánimo para seguir lidiando con gente que creía que lo conocía todo. A lo mejor en el principio le había parecido algo acertado la presencia de Minhyun, pero ahora que lo pensaba una y otra vez no estaba seguro de nada.