Los días que continuaron fueron mucho mejor para Aron, quien finalmente vió la luz luego de muchas semanas de conflictos internos y externos. Todo esto no había sido en vano, sino que lo había hecho madurar en distintos aspectos. No se trataba de ser la persona más madura transitando por la tierra, pero todo lo que había aprendido lo hacía sentir distinto y listo para enfrentar las situaciones con altura de mira.
Minhyun había sido el factor clave en esta nueva fase por la que atravesaba. Ese chico que había juzgado tan mal en un comienzo, se había convertido en algo realmente importante en su vida. No podía decir que estaba enamorado porque jamás lo había estado, pero toda esa clase de cosas que sentía en su estómago le decía que quizá por ahí iba la respuesta.
Sonrió al estar pensando tanta tontería. No debería estar pensando en Minhyun cuando tenía algo que resolver primero para que todo estuviera bien. Finalmente JR había hecho aparición, pero no una borracho para besarlo o decirle tontas palabras que solo el alcohol le habían dado el valor de decir.
Sus manos sudaban, realmente estaba nervioso por saber qué pasaría entre ellos. Si bien JR le había confesado todo lo que sentía y eso hacía querer salir corriendo a cualquiera, no podía evitar querer que las cosas entre ellos tuvieran un vuelco positivo para su amistad. Ese nuevo pensamiento que traía hace días le daba la seguridad para tomar esta dicisión. JR era alguien especial que no estaba dispuesto a perder por algo así, pese a que sabía que sería incómodo a veces pensar que JR lo miraba con otros ojos.
Cuando vio que el otro se acercaba pensó que no podría hacerlo y que todas esas cosas que había pensado y ensayado se irían a un lugar muy especial a tomar vacaciones. Tenía tantas cosas que decir que no quería que todo resultara un desastre por los nervios.
No necesitó ser el primero que dijera algo o actuara, JR lo primero que hizo al verlo fue abrazarlo. No era un abrazo de pareja, tampoco era un abrazo de desconocidos, era un abrazo de compañerismo que le hizo emocionarse. Con eso comprendía que el otro venía con la intención de arreglar las cosas y no en afán de pelear o decir algo que acabara definitivamente con lo que tenían.
—He estado pensando en la forma en la que me he comportado. Primero creí que era lo que quería hacer y que esto me haría feliz, pero pienso que seguir este camino y dejar gente dañada en el proceso no hace más que hacerme sentir una persona terrible. Quiero que las cosas sean como antes, no quiero perderte.
Aron no dijo nada y solamente lo abrazó. Definitivamente lo que tenía pensado decir no era suficiente para transmitirle al otro el modo en el que se sentía.
—Me di cuenta de la clase de relación que tienes con ese chico—se detuvo y vio a Aron bajar el rostro levemente. —Y te ves tan feliz que creo que sería un tonto si me interpongo entre ustedes. Cuando lo vi por primera vez inmediatamente pensé que era alguien que podría ganar tu corazón. Y creo que no me equivoqué, ¿verdad? Ahora que lo pienso, fue tan inmaduro de mi parte odiarlo a primera vista—negó con la cabeza.
—Nosotros…
—No tienes que contarme si no quieres—ladeó el rostro contemplando el sonrojo de su amigo.
—Él es muy especial, solo que aún no sé bien lo que hay entre nosotros. JR—lo vio seriamente—,no deberíamos hablar de esto…
—Debemos ya que somos amigos—sonrió.—No me siento mal, ¿bien? Si quieres compartir lo que sientes por él puedes contármelo sin problemas. Estaría feliz de darte algún consejo o simplemente escucharte.
—Bien—rió Aron.—No sé si alguna vez pueda hablar de cómo me siento cuando estoy con él, pero…lo intentaré—asintió.
—Siento que perdí—comentó luego de un rato de silencio.
—¿Uh?—lo miró con cara interrogante.
—Perdí desde el segundo en que ese chico te vio. Estaba tan enojado por lo agradable y a la vez guapo que se veía, por cómo te miraba… como si fueras la única cosa que estaba allí en ese momento. Eres tan idiota—le dio un leve golpe en el brazo.—Su mirada gritaba haber encontrado a una mina de oro y tú frustrado total por la forma en que iba tu día.
—No me culpes—rió e hizo un gesto de inocencia con ambas manos.—No estaba pensando en esas cosas.
—Nunca piensas en nada más que en los estudios.
—Hasta que lo conocí—rió, y JR alzó una ceja con una sonrisa socarrona.
—Y de a poco se te terminará saliendo cómo inició todo—negó con la cabeza.
Aron de pronto se sonrojó hasta las orejas y JR no pudo evitar soltar una enorme carcajada.
—Detente, bobo. Lo estás haciendo apropósito—se quejó Aron.
Ambos se miraron y sonrieron levemente. Era extraño, en pocos minutos habían vuelto a ser los amigos de siempre. Aron estaba agradecido por tener de vuelta a ese JR que siempre lo había comprendido y apoyado. No podía perder a la única persona que lo había apoyado en los momentos más difíciles cuando la mayoría lo había ignorado por ser un tanto callado y estudioso.
—Pero de verdad—JR lo miró con el rostro ladeado y con una expresión un poco más seria.—Eres realmente feliz, puedo notarlo. Estoy asombrado y a la vez agradecido de ver finalmente una sonrisa permanente.
—Sí…—asintió y miró hacia un punto imaginario en la pared.
—Le romperé los dientes si te hace daño.
—¡JR!
—De acuerdo, charlaremos muy seriamente si te hace daño. Ahora me siento como el hermano mayor sobreprotector que tiene una nueva misión, la más difícil.
Aron lo miró no comprendiendo a qué se refería.
—Debo dejarte ir. Es la hora de que te cuides solo, así que lamentablemente no existirá charla con él si es que te hace daño—puso expresión de lamento a la vez que juntaba ambas manos.
—Eso es bueno—le entregó una sonrisa—,porque aún seguimos siendo hermanos.
***
Minhyun estaba preocupado, mirando de un lado para otro. No había visto a Aron en todo el día y éste no le había contestado ningún mensaje ni llamada. Quizá era porque el celular de Aron era nuevo y tal vez aún no estaba acostumbrado a usarlo. Estaba tan preocupado de sus manos sudaban y no podía dejar de mover la cabeza de un lado a otro en búsqueda de su novio.
Habían pasado casi un mes desde que se habían besado por primera vez. Minhyun sabía que en ese instante había logrado derribar la pared de Aron, esa pared que lo hacía tan inalcanzable a pesar de que eran amigos en ese entonces. Desde ese día las cosas habían cambiado drásticamente, pero todo había sido para mejor. No empezaron a ser novios inmediatamente, todo fue algo confuso en amistad y amor no se reconocían muy bien. Pero, un día, finalmente Aron había tomado la iniciativa y lo había besado como jamás nadie lo había besado en su vida, y le propuso ser su pareja. Quedó dos minutos sin reaccionar, pero luego se tiró sobre sus brazos y se la pasaron todo el resto de la tarde besándose como si no fuera a existir un mañana.
Desde ese episodio habían sucedido muchas cosas más. Los besos se habían transformado en caricias, esas caricias se habían convertido en agarrones y esos agarrones habían terminado con ambos en la cama tratando de comprender cómo funcionaba el sexo entre hombres. Ambos torpes, habían decidido que tal vez no era bueno ir tan rápido y mejor investigar un poco el tema para dar el importante paso.
Minhyun suspiró y comenzó a lamentarse sobre todo lo que habían vivido la noche anterior. Finalmente todas esas cosas que habían investigado y sus intentos por acercarse mucho más de lo que ya habían dado frutos. La noche anterior había vivido una experiencia extraña pero a la vez placentera. Aron había cuidado tan bien de todos los detalles que no había tenido tanto miedo como los días previos. Hacer el amor con Aron había sido justo lo que necesitaba para reafirmar el amor que sentía por él, pero no tenía la certeza que fuera lo mismo para éste.
—¿Qué haces en nuestra mesa?—alzó una ceja Ren.
—¿Tienes algún problema con eso?—contestó un tanto irritado Minhyun. Hasta ahora había sido pacífico con Ren, pese a que la mayoría del tiempo se había comportado como una perra.
—No nos hablas para nada y ahora estás sentado en nuestra mesa.
—No veo otra mesa disponible—se encogió de hombros y finalmente se concentró en su comida.
—Pero esta es nuestra mesa—miró a Baekho como para que lo ayudara a corroborar lo dicho. El aludido, solo asintió y volteó la vista, pareciendo incómodo con la situación.
—No necesitas a Baekho para esto. Deja de comportarte como el rey del universo y solo siéntate. De todas formas, no tienes porqué hablarme.
—No puedo creerlo. ¿De verdad es así como quieres que las cosas sean?
Minhyun alzó una ceja y miró a Ren con cara de nada esperando que continuara.
—Tienes todo para ser igual de popular y respetado que yo, no entiendo porqué tienes que jugar al difícil.
—No estoy jugando a nada. Tal vez no me agradas, es todo.
La cara roja de furia de Ren fue lo que hizo Baekho interviniera.
—Creo que puedes sentarte aquí, al fin y al cabo no nos compramos la mesa, ¿verdad Ren?
Ren lo miró con confusión, pero no dijo nada más y se sentó.
¿Era su idea o de tan solo mirar a Baekho Ren se había serenado? Eso jamás había pasado anteriormente.
Minhyun no podía creer su suerte. A un problema se le había agregado otro más, un Ren enojado que había iniciado una guerra sin siquiera mencionarlo. Genial.
Miró su reloj para comprobar la hora y se mordió los labios una vez más. No quería que existiera la posibilidad de que Aron estuviera arrepentido de haberlo hecho con él. Quizá Aron se estaba cuestionando qué era lo que quería en su vida y él no formaba parte de eso. Pero Aron todos esos días le había demostrado lo mucho que lo quería con distintos gestos que siempre lo sorprendían.
Estaba tan angustiado que no se dio cuenta de la presencia de Aron hasta que este se sentó a su lado y tomó su mano suavemente, susurrándole dulces palabras. Minhyun, un poco tomado por sorpresa, miró al otro como si le hubiera crecido una cabeza extra.
—¿Estás bien?—Aron ladeó el rostro con preocupación.—No me digas que te hice daño anoche y…
—No—suspiró aliviado.
—Oh, Dios, ¿qué demonios haces tú aquí?—habló Ren mirando a Aron con molestia.
—No vine a verte a ti—contestó.
—¿Perdón?—alzó una ceja Ren y se cruzó de brazos.
—Dije que no vine a verte a ti. Vine a buscar a mi novio, así que si no te molesta me lo robaré y llevaré—le hizo una seña a Minhyun para que lo siguiera.
Minhyun podría haber saltado de felicidad al ver lo rudo que se estaba comportando Aron con Ren, pero sonrió imperceptiblemente y tomó sus cosas para seguir a su novio. En el proceso vio la cara de Ren que se veía visiblemente desencajada, lo que le provocó cierta satisfacción.
Cuando estaban fuera de la cafetería, un tanto alejado del bullicio de los pasillos, Minhyun arrinconó a Aron y lo besó apasionadamente. Se sentía tan feliz que no creía que existía modo posible para hacérselo saber al otro más que con un beso.
Sus labios estuvieron juntos por un tiempo considerable hasta que Aron presionó ligeramente el pecho de Minhyun para que éste le tomara atención.
—Creo que es demasiado bueno esto, pero de verdad necesito saber si estás bien.
—Silencio—volvió a besarlo un segundo y se alejó.—La forma en la que te comportaste adentro me hizo recordar lo dominante que estuviste anoche—susurró lo último, haciendo que Aron riera y lo golpeara.
—Estaba preocupado—entrecerró los ojos.
—Yo también—confesó.—Pensé que no te aparecías porque estabas arrepentido de lo que pasó.
—Ven aquí—abrió los brazos y sonrió ampliamente.
—Idiota, no respondiste ninguno de mis mensajes.
—Oh…olvidé que tengo celular.
Minhyun rió y se acercó para besar esta vez tiernamente a su novio. No podía cansarse de besar esos labios que deseó desde el momento que vio a Aron poner cara de circunstancia por el accidente en el que se habían visto envueltos. Tan dulce, tan bobo, tan puro, que al verlo había olvidado por completo su torpeza.
—Deja de pensar tanto—acarició su rostro con ternura.—Sé que cuando pones esa expresión estás analizando demasiado las cosas.
—Estaba recordando—entrelazó sus manos e hizo que el otro lo siguiera.—Estaba recordando la primera vez que nos conocimos y cómo fue amor a primera vista—se lamió los labios, gesto que hacía cuando estaba nervioso.—Allí supe que tenía que ir por ti.
—¿Sí?
—Sí—asintió.—Tuve un buen sentimiento.
—Yo estaba tan frustrado que creo que lo único que sentí fue intimidación frente a tu presencia—reconoció Aron mirando sus manos.
—Nunca pregunté porqué me aceptaste finalmente. Nunca pareciste tan interesado como yo.
—Tuve un buen sentimiento—copió las palabras previamente dichas por el otro.—Cuando te sientes atraído hacia alguien, cuando sientes una tensión rara en tu estómago, cuando no puedes dejar de pensar en lo que le pasa a esa persona, cuando te das cuenta que al ver a esa persona todos los sentimientos negativos se van de ti….
Minhyun no quería llorar, pero con esas palabras sintió que una lágrima se deslizaba silenciosamente por su rostro. Era la primera vez que podía decir que estaba plenamente feliz a pesar de aún tener algunas dificultades en otros aspectos. Sentirse correspondido, apoyado y amado hacía que todas las otras cosas quedaran empañadas y olvidadas.
Era tan joven para decir que Aron sería el hombre de su vida, pero en ese momento eso era lo que sentía. La simpleza de ese chico, la dulzura, el modo en el que lo miraba, sus palabras, hacían que tuviera la confianza de que lo suyo sería algo duradero. Simplemente se sentía correcto.
Minhyun jamás pensó que sería posible llegar a esa instancia, pero no se arrepentía de nada. Haber luchado tanto para ganar ese escurridizo corazón le había dado tanta satisfacción que si alguien le hubiera preguntado si volvería a pasar por eso nuevamente no dudaría en responder que sí.
FIN