Simplemente excelente, perfecto.
Miraba por la ventana de aquel lugar, una cafetería a la cual acudía a menudo con su novio, tenía un ambiente agradable, relajante, por fuera se veía como cualquier otro lugar o cafetería a la que hubiera acudido anteriormente pero en el interior, el sabía muy bien que no era así, no solo porque sus ojos así lo decían pues aquellos toques y decoración como si de una cabaña se tratase le hacían sentir realmente cómodo, había ocasiones en las que si el clima era demasiado frio o por el simple hecho de que algún cliente lo pidiera se juntaba un poco de leña para ponerla dentro de la chimenea con la que el lugar contaba, para dar un cálido ambiente y sobre todo un excelente servicio a sus clientes, contaba hasta con sillones y una pantalla plana en la cual transmitían las noticias del país, a veces espectáculos o cualquier cosas que se desease, y si se trataba de una ocasión especial se rentaba el lugar como salón de fiestas, realmente eso era lo que el pensaba hacer para aquel día tan especial cumpliría un mes de relación con su novio, Choi Seung Hyun.
-Simplemente excelente- escupió de mala gana aquellas palabras el joven rapero de cabellos rosados como si de un algodón de azúcar se tratara, subió sus pies a la pequeña mesa que se encontraba frente de él suspirando con bastante tristeza, no sabía ni por que se había enojado la noche anterior con su novio, volvió a suspirar con pesadez mirando a su alrededor dándose cuenta como las personas ahí presentes sonreían, sonreían y disfrutaban de su tiempo juntos, mientras el estaba solo, acompañado de toda esa gente pero bastante solo, y, como anteriormente hacía, giró su cabeza mirando por la pequeña ventana que se encontraba muy cerca del techo y apenas dejaba que unos pequeños, débiles y efímeros rayos de luna se colaran y alumbraran la tristeza que sentía en ese momento.
Estaba cayendo en desesperación, se sentía realmente solo y ¿cómo no hacerlo? Si ya se había acostumbrado a la presencia del mayor a su lado, tomando cálidamente su mano, dándole cálidos besos, algunos profundos, algunos más fugases, ya fuera con ese tipo de muestras de cariño o con el simple hecho de hablar, con saber que le prestaba su atención era realmente feliz, pero siempre terminaba haciendo algo que, o hacía enojar al mayor o lo hacía enojarse por sí solo terminando en una pelea pero esa vez, hace tan solo unas horas había hecho algo realmente estúpido, se enojó por que el día de su aniversario el mayor tenía otro compromiso con su familia, se puso furioso, es decir, que podía importar más que el ese día? Sabía que tenía que comprender al mayor, que el no era todo en su vida, quizá tenía prioridades, claro, la familia era importante, pero, por que justo el día en que cumplían un mes?, quizá no era gran tiempo el que llevaban saliendo pero para el si lo era, ya que nunca pensó que amaría tanto a su hyung, que se volvería tan importante en su vida como el respirar, en tan solo un mes, si bien ya habían convivido por 5 años y unos meses más el ultimo había marcado realmente su vida.
-Lo mejor será que me vaya, no vendrá-volvió a hablar consigo mismo echando su cuerpo hacia adelante mientras que apoyaba sus codos en sus rodillas y recargaba su cara en las palmas de sus manos en señal de desesperación y también de aburrimiento-No vendrá, y es tu culpa Kwon JiYong- dijo nuevamente con un tono de fastidio y quizá de odio hacia su persona , y si, todo era su culpa, la noche anterior cuando SeungHyun le había dicho que lo encontraría en aquel lugar, en el que estaba en ese mismo momento para celebrar su primer mes y se encontró con algo que no esperaba, el típico “pero” si, lo vería en ese lugar pero después de atender el asunto familiar y, de haber pasado a dibujarse una gran sonrisa en su rostro al pensar que pasarían un genial día su sonrisa se transformó en una mueca bastante fea, se puso celoso, se enojó y exploto-
-No, no vayas a ese lugar, no iré yo- bufó bastante molestó mientras se cruzaba de brazos-
-Ji… no te pongas así- había exclamado el mayor un tanto decepcionado de su reacción.-Bueno, si no quieres no vayas, pero yo igual iré si?- lo tomo de ambas mejillas con sus manos delicadamente y besó su frente, pero al instante el menor se apartó.
-Pues que te diviertas entonces- dijo un tanto frío y aún enojado , tenía que admitirlo era un caprichoso, y solo sintió como su novio se iba alejando de el y se dirigía a la puerta del departamento tomando lentamente la perilla de esta para girarla y hacer que la puerta se abriera, sintió que debía hacer algo y detenerlo, pero su orgullo no iba a permitir que alguna palabra saliera de su boca impidiendo que el otro siguiera con su camino, o eso pensó, ya que se había olvidado de que desde que lo conoció no tenía más orgullo así que algo arrepentido de lo que había dicho se giró sobre sus propios eje y caminando hacía el grito “No te vayas, por favor…” con apenas un hilo de voz, si, era un estúpido.
-No, ya no quiero estar aquí, me enoje- soltó el mayor ignorándolo saliendo del departamento, el menor pensó que azotaría la puerta del enojó al cerrarla, pero para su sorpresa, la cerró lo más cuidadosamente posible que podía haber hecho.
Y fue así como algo triste y con la culpa de haber hecho enojar al mayor fue a dormir a su cama, con la esperanza de verlo en aquel café al cual había dicho que no iría pero al no poder resistirlo salió desde muy temprano de su casa, no sin antes arreglarse como era su costumbre, algunos accesorios en sus muñecas, algunos anillos, titubeo un poco al colocarse uno ya que recordó que ese día iba a darle un anillo de pareja el cual le había costado mucho escoger, después de unos minutos coloco otro anillo en su dedo medio, tomo una chaqueta ya que el clima era un tanto frió lo que noto por que las ventanas de su departamento estaban empañadas, se miró en el espejo y después de arreglarlo salió con rumbo a la cafetería, donde después de unas tres horas comenzó a lamentarse… estaba por irse, había pagado ya la cuenta y se encontraba por abrir la puerta de la cafetería para regresar a su casa cuando se topó con la mirada penetrante del mayor, de su novio, después de todo había acudido al lugar dejando de lado la pelea de la noche anterior, moría de felicidad al verlo así que solo se tiró a sus brazos y lo lleno de besos por toda la cara, simplemente… eso era excelente, su novio lo era… más que excelente perfecto…
-Te amo tabi, feliz 29 de julio, nuestro aniversario- sonrió infantilmente como solía hacerlo al estar a su lado y sin dejar que el otro contestará lo beso tiernamente en los labios disfrutando nuevamente de sus cálidos y dulces labios.