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Descenso por gris-chan

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Notas del capitulo:

Hola!! espero que les guste, como dice la advertencia este es un fic 100 x 100 incesto, si a alguien no le gusta, abstengase de leer.

Gracias y disfruten!! 

Ahí se encontraba de nuevo, entrando a hurtadillas en la habitación de su pequeño hermano menor, contemplando su perfecto rostro; con aquellos rebeldes mechones cayéndole a los constados, sus perfectos labios que se le antojaba besar, su perfecto cuerpecito propio de un niño de 6 años muy deseable, aunque él no podía tener esa clase de pensamientos para con el, porque su amor era puro y perfecto, pero, algo de perversión no podía evitar, porque su ototo era así. Pequeño puro y perfecto, todo en él era perfecto.

 

-          Itachi, ve a despertar a tu hermano – sonaba la dulce voz de Mikoto.

De inmediato Itachi dejó su tostada a medio comer para despertar a su adoración, porque lo adoraba, lo adoraba desde que siendo un bebe con una de sus pequeñas manecitas sujetó las manos del menor, lo adoraba desde que su primera palabra; fue su nombre “Itachi” había sonado tan perfecto, que todo aparte de su pequeño Sasuke dejó de tener sentido. Su mundo encontró su verdadero sentido. Y el haría todo por el, por su felicidad.

Lo haría todo.

-          Sasu, ¿estás despierto? – se sentó en la pequeña cama observándolo dormir, no pudo evitar darse cuenta que la frazada se había corrido y dejando con ello el perfecto cuerpo del pequeño a su disposición, sus piernitas tan blancas como el reflejo de la luna, apenas cubiertas por un short que no dejaba mucho a la imaginación, mas aún a la suya.

Su mano empezó a recorrer el camino desde la espalda, deteniéndose ligeramente en el trasero del menor hasta terminar en el ultimo dedo del pie, y así repitió su recorrido, más veces de lo que su “amor fraternal” abarcaba.

-          Diablos – murmuró bajito, mientras sentía una pequeña molestia en su parte baja, el pequeño enfrente de él empezó a revolverse mas inquieto aún, despertando completamente a su miembro.

-          I-Ita-Itachi? – preguntó Sasuke despertando por completo, mientras trataba sin éxito de reprimir un bostezo.

-          Por fin despertaste ototo-baka – ignorando completamente las atenciones a su miembro.

-          Mmm no me llames así – trató de sonar enfadado pero el efecto se rompió al darle un pequeño casto beso en los labios a su hermano mayor – no soy baka –  dijo mirando directamente a Itachi negro con negro, noche oscura con noche estrellada, sentimientos equivocados se reflejaban en las puertas del alma.

-          Mejor te apresuras, sino quieres llegar tarde a la escuela – Itachi hizo el amague de irse dejando al pequeño cambiarse, y con una replica que jamás saldría de sus labios.

Itachi tenía 15 años, el primogénito de los Uchiha, el orgullo de sus padres, y la admiración secreta de su ototo, nadie podría sospechar los sentimientos equívocos hacia su pequeña adoración, ni lo lejos que podía llegar para defenderlos. Tenía un novio de su mismo grado, Deidara Uzumaki, quien estaba perdidamente enamorado del azabache, pero Itachi no sentía nada por él, era una pantalla para ocultar sus verdaderos sentimientos.

-          Itachi – contestó del otro lado de la línea Deidara con una voz enamorada – te estaba apunto de llamar pero…

-          En 15 minutos – fue su fría y cortante frase – donde siempre – y sin esperar la respuesta del otro colgó.

-          Itachi…  -  suspiraba mientras las lágrimas contenidas se desbordaban de sus preciosas orbes azules.

Terminó de alistarse, trató de no prestarle atención a su miembro, que necesitaba atención urgentemente, disimulando como pudo se despidió de su familia.

-          Pero Itachi – la voz de su mamá lo sacó de sus pensamientos – no llevas a Sasuke?

-          Estoy apurado – la verdad moría por pasar todo el tiempo que pudiera con Sasuke, pero ahora tenía un pequeño asunto que implicaba a Deidara. – Me voy, adiós.

-          No me iré con Itachi-niichan? – la infantil vocecita de Sasuke le sacó una sonrisa mientras apresuraba el paso.

 

 

Deidara se encontraba como siempre esperándolo en la azotea de la escuela, con su rubia cabellera bailando en el viento, sabía que a Itachi le gustaba que lo llevara así aunque él lo prefería amarrado.

-          Itachi, te extrañé – de inmediato se percató de su error, a Itachi no le gustaba que le dijera esas cosas, ni que lo llamara de alguna forma mas cariñosa – perdóname.

-          No importa – de inmediato se acercó al rubio besándolo con furia, quitando la estorbosa camisa que llevaba puesta. Atacando a los pezones del menor sin cuidado alguno, pasando por uno para acabar con el otro, pellizcándolos, mordiéndolos. No le importa el molestar del otro.

-          Itachi, espera – fue ignorada la pequeña súplica de Deidara.

-          Quítate el pantalón – fue lo único que respondió, obedeciendo de inmediato se bajó todo el pantalón y con ello el bóxer que cubría su hombría. Itachi no lo preparó cuando de una estocada metió todo su miembro en su rosada entrada, arrancándole un gemido de dolor, que a medida que aceleraba las estocadas se fue convirtiendo en uno de total placer. Porque si bien a Itachi no le importaba como se sintiera Deidara, éste no podía evitar sucumbir ante él.

 

Gimió como siempre que estaba con el mayor, porque él podía gemir cuanto quisiera y gritar el nombre de su amante, pero, Itachi nunca soltaba el mínimo gemido, ni daba signos de que lo disfrutaba, menos  siquiera mencionar el nombre del rubio. A veces se le escaba un pequeño Sasuke pero Deidara hacía como si no escuchara, aunque le matara por dentro.

-          Termina… adentro….por favor- decía entre jadeos suplicando que esta vez le hiciera caso.

Pero ignorando como siempre al rubio, terminó fuera manchando el cuerpo de semen, Deidara también había llegado al orgasmo ensuciándose mas aún.

Itachi guardó su miembro y se subió la bragueta, tomó sus cosas y empezó a alejarse, rompiendo una vez más el corazón te quien tanto lo amaba.

 

 

 

-          Señor Uchiha, por favor traduzca lo que acabo de leer

El moreno que fue alejado de sus pensamientos, se levantó con una elegancia propia de un Uchiha, sacando suspiros a mas de una chica o chico de su clase, y despertando la envidia de sus rivales; pues éstos decían autonombrarse así aunque, por supuesto, Itachi nunca los tomaba en cuenta.

-          Porque el ser humano, aunque dotado de una maravillosa mente, ésta está corrompida por los más grotescos pensamientos, la búsqueda del poder, fama y gloria se resume en una sola palabra. “Placer”, eso que nos lleva a nuestros instintos más primitivos, a cometer los pecados mas inimaginables, por buscar placer.

-          Excelente señor Uchiha.

Placer, era el primer obstáculo para acercarse a su hermano, gustaba de placer cuando su padre lo elogiaba, sentía placer al demostrar mas de una vez su superioridad a comparación del resto, pero, lo que mas le daba placer era ser el centro del mundo para su hermano menor, el éxtasis era saberse dueño de las sonrisas de Sasuke, de su admiración y atención, gozaba cuando su ototo le regalaba aquel casto beso en los labios.

Pero ahora se debatía, ¿se podría conformar con aquello? ¿No buscaba más en esos pequeños labios? Qué placer le causaría domar esa boquita con su fiera lengua, qué placer sería ser el dueño de sus orgasmos? Hasta cuándo estaría prohibido llegar a tomarlo con delicadeza y enseñarle los límites de el placer?

 

 

-          Nii-san estoy muy cansado – se quejaba infantilmente el pequeño Sasuke – porqué no volvimos en el auto con Tanaka-san?

-          Porque así tenemos más tiempo de estar juntos – esa clase de respuestas tan impúdicas que lanzaba Itachi dejaba un lindo sonrojo en las mejillas del menor, a quien el bochorno no le dejaba responder.

Mikoto los esperaba como siempre en el comedor de su elegante mansión, era sin duda la esposa perfecta, una madre modelo, y una mujer completa, su indiscutible belleza a pesar de su edad era sin duda, el objeto de placer de su esposo, era una dama de la alta sociedad, anfitriona perfecta que despertaba el cariño de sus amigos. Pero lo que más destacaba en su persona, era el amor que le tenía a Sasuke, a pesar de que Itachi era el primogénito, amaba más a Sasuke, y su intuición de madre le llevaba a sospechar lo que había detrás de las intensas miradas de Itachi para con su hijo menor, mas el recato y lo terrible que se sentía por pensar así la llevaba a guardar silencio a su marido.

Pero tenía que defender a su pequeño, no podía pretender ignorar las intenciones de Itachi para siempre, protegería a Sasuke al precio que sea, porque después de todo era una Uchiha.

-          Ahora que la cena está servida, tengo un importante comunicado que hacerles. – tomando la mano de su esposo juntó el valor para encarar a Itachi – Viajo por 9 meses a Europa, con Sasuke. Si las cosas salen bien, nos quedaremos a vivir allá.

El tiempo que le tomó aprender a ser un digno Uchiha fue lo único que lo salvó de perder el control en sus actos, mas la elegante copa de vino no pudo evitar ser derramada, manchando el inmaculado mantel de un ferviente carmín.

La noticia fue tomada como se espera de la familia Uchiha, felicitaciones falsas de parte de Fugaku, quien ahora tendría tiempo para sus amantes, un seco “espero que les vaya bien” de parte de Itachi y un anonadado asentimiento de parte de Sasuke quien todavía no comprendía porqué lo separaban de su hermano.

 

Más tarde en la habitación del mayor, se coló el pequeño Sasuke abrazando a Itachi de manera posesiva.

-          No quiero que nos separen – fue la súplica del menor, abrazando aún mas a un complacido Itachi. Quien sólo se dejó abrazar, mientras acariciaba los rebeldes mechones de su pequeño. Mikoto los quería separar, eso era más que obvio, por algo era su madre, bastante inteligente y sagaz, se había dado cuenta de lo que sentía por el menor y había elegido el mejor de los caminos, siempre viajaba por determinados periodos de tiempo. Encontraría una escuela ideal para Sasuke en Europa, hablaría con Fugaku para que darse a vivir allí, cosa que no sería negada por su promiscuo padre, su ototo se olvidaría de el para siempre, y mas nunca se podrían ver.

Él era lo bastante inteligente, y carecía de amor para alguien que no sea su pequeño Sasuke, sabía lo que tenía que hacer, cuánto placer le podría provocar ver a su madre bañada en carmín? Era algo que estaba dispuesto a averiguar.

-          No nos separarán nunca – le dio un beso en la frente – te lo puedo jurar.

Notas finales:

Espero que les haya gustado leerlo, tanto como ami escribirlo. 

Merezco algún review? 


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