Banner y Clint se encontraban en la torre Stark, solos, ya que Steve y Tony desde que eran pareja, lo único que hacían era salir.
Clint se encontraba en el cuarto de televisión viendo una película de acción. En frente de esa habitación se encontraba el laboratorio, donde su novio se encontraba muy estresado.
Barton detestaba verlo así, ya que luego cuando iban a casa a veces llegaba de mal humor, o con mucho sueño, y lo comenzaba a extrañar a pesar de verlo todos los días.
El rubio le puso pausa a la película, quería buscar la forma de ayudar a su novio, y de ayudarse a él, ya que no solo lo extrañaba sentimentalmente, si no sexualmente también. Clint se levantó y sin que lo viera Banner salió del cuarto, para comenzar a buscar algo interesante en todas las habitaciones de Stark.
Entro a la principal, donde la dulce pareja dormía. Él no quería ser chismoso, pero realmente quería estar íntimamente con Banner y sabía que en la torre de Tony, encontraría cosas muy interesantes.
Comenzó a buscar entre los muebles, encontró todo tipo de juguetes, se sonrojo Barton y su mente comenzó a volar, sintió como si piel se erizo y apretó sus manos con fuerza, respiro profundo y apretó los ojos de la misma forma que apretó las manos.
Tenía que calmarse, o una vez más, el solito tendría que solucionar su problema, ya que Banner si no lo provocaban no hacía nada. No por ser malo, o por no querer ayudarle a su novio; el doctor cuando esta concentrado en el trabajo, es muy difícil sacarlo de ahí.
Clint necesitaba buscar la forma más atrevida y sensual, era un reto y lo tenía que cumplir como buen súper héroe. Se fue al closet del millonario y muy en el fondo comenzó a ver trajes de conejito, bombero, policía, etc.
Perfecto…-Susurro Ojo de halcón, el primero que vio, fue el que saco. Vio las orejitas, el mini short con una pequeña cola redonda y esponjosa, con collar que va en el cuello igual esponjoso. El rubio no podía creer lo que estaba a punto de hacer.
Volvió al mueble donde se encontraban los juguetes sexuales y saco un vibrador, con todo traje y juguete salió del cuarto para ir a la cocina de manera rápida, abrió el refrigerador y vio un pequeño bote que decía “chocolate” .
Aun mejor… -pensó mientras lo agarraba, volvió a subir al cuarto de televisión, sin que lo viera el doctor comenzó a quitarse la ropa, se colocó el traje de conejito y sintió como el short apretaba su culo y sus testículos, eso le excitaba bastante.
Vio el vibrador unos momentos y comenzó a dudarlo, luego una pequeña sonrisa traviesa se formo en sus labios, no iba dar pasos hacía atrás, tenía que hacerlo.
Se acostó en el sofá, y comenzó a masturbarse, lamio varios de sus dedos y luego los llevo hacía atrás, bajo un momento el short y comenzó auto penetrarse, tenía que prepararse antes de meter el vibrador. Movió sus dedos muy rápido, los saco y metió todo lo que pudo.
El rubio estaba sudando, tenía un ligero rubor en las mejillas y la boca semi abierta, soltando varios jadeos y pequeños gemidos. Dio el segundo paso Clint, y comenzó a penetrarse ahora con el vibrador, lo encendió antes de metérselo por completo.
Abrió los ojos sorprendidos, se sentía delicioso, no tanto como cuando Banner lo folla, pero cualquier cosa en esos momentos era deliciosa para él. Semanas sin ser atendido, eso fue la gloria.
Quería detenerse para colocarse el chocolate encima y llamar a su novio, pero lo estaba disfrutando, sentía que se iba a correr muy rápido. En eso se escucho la puerta, volteó el rostro con mucha pena y ahí estaba el amor de su vida parado, lo veía con la boca abierta, un gran sonrojo y los ojos como plato.
El hombre verde no podía creer lo que tenía en frente esos momentos. Su lindo novio era un pequeño conejito con un vibrador dentro de su culo. Él fue a la habitación ya que quería apapachos porque se encontraba muy estresado, cual fue su sorpresa, tenerlo de ese modo.
Banner tragó saliva, vio como se puso nervioso más no podía detener. Se comenzó a excitar el guapo doctor y mordió su labio inferior con fuerza, dejándolo rojo e hinchado.
Que…Quería hacerte una sorpresa, pero esto es delicioso… -Al pobre de Clint le costó hablar, entre cada palabra salía un gran gemido. Sentía mucha pena, pero el placer le ganaba y no iba a detener, sabiendo que lo estaba logrando.
Con que este conejito se divierte solo, -poco a poco comenzó acercarse Banner, mientras lo veía de pies a cabeza- merece un castigo, porque no le dijo nada a su dueño.
Mh… El dueño de este conejito… ah…-su espalda se arqueaba, quería hablar pero le costaba mucho trabajo.- El dueño de este conejito esta muy ocupado… -Repitió Clint. La mirada del rubio se encontraba encima de la mirada de Banner.
Vaya forma de quitarme el estrés, amor –Pensó el hombre verde. No pudo más, comenzó a quitarse la ropa muy rápido. Al doctor no le importaba si no era su casa, necesitaba follarse a Clint cuanto antes. La ropa queda quien sabe donde, provocando una sonrisa en el rubio.
Lo logre… -Pensaba, mientras movía las caderas de manera sensual. Quería y tenía que aguantar, extrañaba las caricias, los besos y mordidas de su novio.
El doctorsito se coloco encima de él y tomo las muñecas ajenas con fuerza pero sin lastimarlo. Dejo el vibrador ahí adentro, mientras le devoraba el cuello, dejando varios chupetones en el camino. Llegó a los pezones, cada uno tenía la misma atención, quedaron duros y rojos de tanta succión.
Clint se revolcaba en el sofá por el placer, tener esa cosa extraña en el culo y las caricias de su novio era muy delicioso y excitante.
Ah… amor…-Barton se acercó al oído contrario, sabía perfecto que a Banner le excitaba demasiado escucharlo gemir muy cerca. Este mordió una vez más con fuerza su labio, ya que todo su cuerpo tembló por culpa de los gemidos de su lindo conejito.
Te extrañaba tanto… -Susurro Clint disfrutando cada beso, cada mordida, succión, caricia que le regalaba su futuro esposo. Banner levantó la cabeza, lo miro con amor y le dio un beso en los labios, metió de manera brusca la lengua y comenzó a jugar con la ajena.
Prometo… mhh… No abandonarte de nuevo…-Con mucha dificultad dijo Banner, mientras le devoraba la boca movía las caderas con fuerza, para que sus miembros chocaran. Clint ahora si sentía que no iba aguantar mucho, se iba a correr en cualquier momento.
Se separo de manera brusca de la boca de Bruce, y soltó un fuerte gemido, cerro los ojos con fuerza y sintió tan delicioso después de tanto tiempo. Por fin se corrió como tanto extrañaba, machando su abdomen y el de su novio.
Banner relamió los labios.- Ya disfruto él, me toca a mi.-Pensó, saco de manera brusca el vibrador y sin pedir permiso, ni preguntar lo penetro con fuerza. Clint apenas se recuperaba, al sentir eso tan grande y grueso lo volvió loco.
Oh… te extrañaba tanto…-Susurraba jadeante el hombre verde, mientras lo embestía se dedicaba al rubio, dejando varios chupetones. Tenía bastante tiempo de no marcarlo como suyo y eso le daba rabia.
Clint siempre se encontraba con alguna marca por culpa de los agasajos que le daba el lindo doctor.
Nada como tener la polla de mi hombre –Pensaba el rubio mientras movía las caderas con fuerza para aumentar el placer en ambos cuerpos. Los dos se encontraban unidos, cada uno aferrado al cuerpo ajeno, necesitaban estar lo más pegado posible, ya que se extrañaban con locura.
La sexy pareja disfrutaba como nunca. Recorrían cada parte y recordaban como era el placer, cada uno estaba concentrado en disfrutar.
Tanto Banner como Clint se encontraban sudados, con la piel brillante por lo mismo, las mejillas rojas por el calor, y los labios mojados e hinchados por el beso apasionado de hace rato. El rubio no tenía los ojos abiertos, los apretaba con fuerza y mordía su labio, ya que sentía delicioso. Al contrario Banner lo veía de pies a cabeza mientras relamía loa labios varias veces, verlo de ese modo lo excitaba más, no podía evitarlo.
Sigue así, así por favor… -Clint estaba a punto de la locura, se iba a correr por segunda vez en cualquier momento y no quería hacerlo sin Banner, así que apretó con fuerza sus nalgas y vio como él se retorcía.
Joder, joder, joder…- Bruce no soportaría ni un minuto más si Clint seguía apretando de esa manera tan jodidamente deliciosa.- Me voy a correr si sigues así…
Eso quiero…-Apenas escucho esas palabras el doctor, lo embistió más rápido y profundo, entrando de manera brusca y saliendo por completo. Barton abrió los ojos muy sorprendido ya que Banner lo estaba matando, abrió la boca y comenzó a gritar del placer.
Una gran ola se presento en ambos cuerpos, ninguno pudo más, llegaron juntos al delicioso orgasmo. Clint mancho de nuevo todo el abdomen de Banner y este se corrió por completo dentro de él, llenándolo con sus jugos.
El hombre verde se tiró encima de su novio y comenzó a tranquilizarse, quería hablar, e igual besarlo con mucho amor. Clint se encontraba con los ojos cerrados y una linda sonrisa se poso en los labios finos apenas sintió las caricias del doctor.
Perdoname amor…- Susurraba Bruce, mientras lo besaba de manera lenta y suave- Ahora en adelante, mi prioridad serás siempre tú, y mi trabajo va en segundo plano… Te amo, me vuelves loco y te extrañaba demasiado…
-El corazón de Barton comenzó a latir muy rápido, se sentía feliz por esas palabras, necesitaba escucharlas. No quería que su novio se dedicara siempre a eso, el igual necesitaba atención, caricias, amor y besos. Como respuesta le dio un lindo beso, se acomodaron y se quedaron dormidos, sin importarles que en cualquier momento llegaran sus amigos.