*MINNIE NO, DIESPIERTA!!!!!!!!!!!*
Fue la frase que LeeTeuk grito cuando los paramedicos arrancaban el cuerpo de SungMin de entre sus brazos, metiendolo a la ambulancia encaminandose a la velocidad de la luz hacia un hospital de Seul.
LeeTeuk habia llamado a la policia cuando no pudo encontrar a SungMin y a la ambulancia en el momento en que se arrodillo frente al golpeado cuerpo de un debil Minnie.
Iba montado en ese ruidoso vehiculo, tomando fuertemente la mano izquierda de la persona que le habia robado el corazon en cuestion de dias, el conejo que ahora parecia irsele de las manos, observo como le conectaban oxigeno a su nariz, como su brazo derecho era invadido por una larga y fina aguja, la cual venia ensamblada al suero, esas personas instruidas con el conocimiento medico parecian lastimar aun mas el torso de por si descubierto del menor, colocando un par de placas de metal en su pecho, mandando fuertes descargas electricas que sacudian ese pequeño y fragil cuerpo.
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5 descargas, nada... la pantalla aun mostraba una fina y verde linea continua, indicando que el corazon del chico rosa ya se habia rendido, Minnie parecia haber aceptado su derrota, parecia ya no querer luchar por afianzarse a la vida.
LeeTeuk tambien se veia derrotado, un sentimiento de decepcion y culpa lleno su cuerpo y su corazon, no habia llegado a tiempo para poder salvar la vida del cantante, las desfibrilaciones continuaban convulsionando el delicado cuerpo del ahora dueño de su triste corazon.
Pero un rayo de esperanza llego en forma de sonido, esa fina linea en la pantalla comenzo a saltar anunciando que el conejito habia decidido volver y luchar por su vida, el alma de LeeTeuk tambien regreso a su lugar.
-Conejito por favor pelea por tu vida, regresa a mi-... aclaro mientras las puertas de la van se abrian de prisa, haciendo camino para poder entrar al quirofano con ese pequeño niño de 18 años, que se encontraba batallando por alejarse de las garras de la muerte.
LeeTeuk se quedo solo, ahi en la sala de espera del inmenso y poblado nosocomio, a pesar de estar rodeado de medicos, enfermeras, familiares y pacientes, el mayor sentia soledad y desolacion, a pesar de que habian traido de vuelta a su Minnie, la ultima palabra no estaba dicha, ahora todo quedaba en manos del propio SungMin y de Dios, porque si LeeTeuk no llego a creer en Dios en algun momento, ahora lo hacia con todas las fuerzas y fe que podia poseer.
Cuanto hubiera dado por cambiar papeles, daria su vida y mas alla por poder evitar el dolor y sufrimiento de ese niño, que cuando conocio parecia un ser apagado, pero el Angel logro ver a traves de la muralla edificada por SungMin, pudo ver un pequeño lleno de talento, ternura, belleza y por esas y mas razones el DongSaeng debia vivir, el queria ser quien lo protegiera, el queria verlo triunfar, salir adelante, queria presenciar cuando su niño rosado se pudiese parar sobre un escenario y tocar a los demas con esa voz que parecia provenir del mismisimo cielo, pero sobre todo queria ser merecedor de una oportunidad para llenar de amor a Min, queria amarlo y ser amado por su pequeño Minnie, deseaba con todas sus fuerzas ser digno del titulo:
"HYUNG"
Dos dias habian pasado ya desde que LeeTeuk llego con SungMin al hospital, el pequeño conejo logro abrir sus ojos, un segundo tiempo habia sido concedido al menor y porque no decirlo asi, a Teukie tambien, sin separarse ni un segundo del niño, que poco a poco sanaba fisicamente, pero el Angel sin alas sabia que lo dificil no era sanar la heridas corporales, el problema seria que Minnie fuera lo suficientemente capaz y fuerte para curar sus heridas del corazon y del alma, algo que tomara aun mas esfuerzo, pero eso no le importaba a Teuk, el estaria al lado del menor, acompañandolo y guiandolo por ese largo camino, siendo su apoyo y su luz, siempre y cuando el conejito lo permitiera.
Los dias pasaron, Minnie ya estaba sano, era cuestion de tiempo para ser dado de alta, durante el lapso que permanecio en cama, el menor debio ser valiente y entre sollozos le conto al mayor su vida y pasado, sin omitir un solo detalle, creyendo que en cualquier instante el Angel saldria huyendo, horrorizado por saber la clase de persona que SungMin sentia ser, pero no... eso nunca paso.
LeeTeuk permanecio a su lado, escuchando atento el lastimoso relato, no podria creer todo lo que el chico habia tenido que enfretar a su corta edad.
-Y ahora que sabes quien soy, comprendere si decides no volver a verme Hyung-... Minnie se dirigia a LeeTeuk con un sentimiento de resignacion, estaba completamente seguro que el mayor se sentiria asquedo y en cualquier momento el se pararia de su silla para desaparecer y alejarse lo mas posible del conejito, pero eso no sucedio.
-No existe ninguna razon para dejar de verte Minnie-... aclaro Teuk, incorporandose y con lentitud entro en la cama de hospital, levanto solo un poco al niño rosa y lo acomodo de tal forma que quedara recostado en su pecho y poder rodear al pequeño con sus brazos, el menor solo se dejo hacer, cerrando sus ojos, escuchando los latidos del Angel sincronizandose con los propios, aspirando el aroma a cafe que despedia el cuerpo de la persona bajo el, sintiendo una tranquilidad que de hecho nunca habia conocido.
LeeTeuk acariciaba tiernamente los cabellos color caoba de su niño, inhalando el singular aroma que provenia del cuerpo que tenia encima, un olor a cereza llego a su nariz arrancandole una sonrisa al mayor, estuvieron en silencio dandose pequeñas caricias, sus ojos cerrados sin necesidad de palabras pues en ese momento sobraban, esa paz que hacia mucho ambos necesitaban, quien sabe el tiempo que paso, ya que el sueño los vencio, llendo a un lugar lleno de luz, seguridad y amor, estaban los dos en la tierra de los sueños.
-Hyung donde estas???-... se pregunto Min al verse solo en una inmensa oscuridad, comenzando a caminar tratando de acostumbrar sus ojos ante la falta de luz, le era practicamente imposible ver, extendiendo sus brazos para intentar tocar algo, lo que sea que le indicara donde ir o lo mas importante donde estaba el mayor, comenzo a desesperarse, se sentia perdido y asustado, cuanto odiaba la sensacion de miedo en su corazon.
-De nuevo solos juguetito-... una voz se oyo frente al niño rosa, sabia bien de quien se trataba, aunque no pudiera visualizar al dueño y por enesima vez, el aire no entraba a sus pulmones, estaba otra vez a merced del ser que lo habia atormentado durante su niñez, adolescencia y que parecia que nunca lo dejaria en paz.
-Hyung!, TEUKIE HYUNG... Ahhhhh!!!-... grito el conejo, LeeTeuk desperto debido al cuerpo que se movia agitadamente sobre el, alcanzo la pequeña lampara que se posaba en la mesa derecha, encendiendo su luz, revelando a un inquieto Minnie.
-Minnie, Minnie despierta-... sacudio un poco al menor intentando sacarlo del mal sueño.
-Hyung, TEUKIE HYUNG... Ahhhhh!!!-... grito el conejo ante un preocupado LeeTeuk.
-SungMin despierta, aqui estoy-... dijo mientras movia mas fuerte a su pequeño haciendo que Min abriera por fin sus ojos.
-Oh Hyung, lo siento-... aclaro el chico rosa abrazando afligidamente a Teuk, escondiendo su cara en el pecho del mayor.
-Tranquilo Minnie, solo fue una pesadilla, shhh-... hablo LeeTeuk pasando los brazos alrededor del pequeño cuerpo, que ahora tiritaba.
Y asi permanecieron, SungMin llorando, mojando de a poco la playera azul de su Hyung, por otro lado el Hyung subia y bajaba sus manos por la espalda del DongSaeng, diciendole palabras dulces, haciendole saber de su prescencia, dejando que el menor de los dos se desahogara, permitiendole llorar sus miedos, dandose cuenta del tortuoso viaje que les esperaba recorrer.
El llanto comenzo a convertirse en sollozos y poco a poco en pequeños hipos, la respiracion empezo a controlarse, fue entonces que Min levanto la vista para encontrar la de Teuk.
-LeeTeuk Hyung, lo siento-... repitio un pequeño conejo, haciendo un puchero y bajando de nuevo su vista.
El Angel tomo delicadamente la barbilla del niño, levantandolo para verlo a los ojos.
-¿LeeTeuk Hyung?, creia que ya me llamabas Teukie-...hablo el mayor soltando un suspiro, Minnie abrio su boca para contestar la pregunta, pero LeeTeuk puso su dedo indice en los labios de Min, señalandole que no debia decir nada.
-Minnie escuchame bien, debes de dejar de disculparte, pues yo no tengo nada que perdonarte, te pido que confies en mi, creeme que lo unico que no haria seria lastimarte, se bien lo dificil que debe ser para ti-...
-Hyung, pero mi pasado, lo que soy... yo-... interrumpio Min con la mirada triste, pero manteniendola, observando a detalle el hermoso rostro frente a el, pauso para inhalar, cosa que LeeTeuk aprovecho para intervenir.
-Niño hermoso, no te juzgo, eso no fue tu culpa, por favor dame una pequeña oportunidad para protegerte, para caminar juntos y te des cuenta lo bella que es la vida y lo bello que eres tu-... enuncio el Angel sin alas, pasando lentamente ese dedo indice que habia tocado los ansiados labios, recorriendo de forma sutil los rasgos del niño que se asemejaba a un tierno conejo, SungMin cerro sus ojos sintiendo ese delicado toque disfrutandolo, manteniendose en calma.
-Hyung... ¿Que haces?, grabandome en tu corazon?-... pregunto Minnie abriendo sus ojitos.
-No Minnie, tu ya estas en mi corazon!!!-... pronuncio LeeTeuk acercandose gradualmente a la cara del pequeño niño rosa, sin movimientos bruscos para no asustarlo, sorprendiendose ya que SungMin hizo lo mismo.
Asi ambos se dejaron llevar, un segundo despues sus labios se rozaron, fundiendose en un tierno e inocente beso, sus bocas se entrelazaron encajando a la perfeccion, como si hubiesen sido hechas para estar juntas, continuaron recorriendose, memorizando en sus mentes, corazon y alma los labios del otro, cuando el aire se hizo necesario se separaron sonriendose el uno al otro.
LeeTeuk abrazo protectivamente al conejito, debia detenerse, sabia que seria un error apresurar las cosas, ya habria tiempo, tenian toda una vida por delante, se rescosto acercando el cuerpo del pequeño hacia el, atrayendolo de nueva cuenta a su pecho.
-Minnie descansa, duerme, mañana te daran de alta-... anuncio para asi volver juntos al mundo de los sueños en cuestion de segundos.