¡Yo quiero estar en... Su lugar!
Capitulo 02: “Equivocación...”
- ¡¡“Adiós... Sasuke”!! –
No ha podido olvidar Mi corazón
Aquellos ojos tristes
Soñadores que Yo amé.
- “ ¡¡Naruto!! ” – Escucho su voz... era Su Dobe... ¿Suyo? No ya no... después de lo que le hizo estaba seguro que el rubio ya no lo quería a su lado, ni como amigo. Apenas había despertado de aquella pesadilla, era tan real... como si... “No... Naruto no haría algo así” se obligaba a pensar el azabache “Solo fue un sueño”.
- Un horrible sueño... - susurro nuevamente Sasuke, ahora se daba cuenta de donde estaba, paso sus blancas manos por su melena azabache y separando un poco mas las sabanas para poder levantarse sin despertar al doncel pelinegro que yacía totalmente dormido porque era lo que siempre había añorado... regresar con Neji o ¿No?...
Lo dejé por conquistar una Ilusión
Y perdí su rastro
Y ahora sé que es El
Todo lo que Yo buscaba.
Años que quiso saber del paradero del pelinegro pero nada, Su padre había hecho una labor impecable al alejarlo de él, solo por la diferencia de “Clases”, estaba atado de manos y pies al ser menor de edad pero al cumplir la mayoría de edad se alejó completamente de su padre, durante esos años estaba vacío, solo, perdido no encontraba la luz... hasta que lo conoció gracias a un Gran Amigo... Naruto fue esa luz que lo saco de los tormentos de la desdicha con tan solo 20 años el rubio supo colarse y ganarse su helado corazón, encendiendo el fuego que creía apagado... Volvía a encontrar la felicidad al lado de ese rubio atolondrado y soñador, estuvieron a punto de casarse y formar quizás algo... pero “Neji” regreso, que podía hacer sentía la confusión dentro de él, no quería traicionar al rubio pero aquellos sentimientos guardados por el pelinegro... se apoderaban de él, al punto de terminar la relación y caer en los brazos del ¿Amor de su vida?...
Tres años completos se llevo Naruto Uzumaki, no lo olvidaría jamás, sus sonrisas, sus anhelos, el rubio en verdad lo amo... pero él le pago de la peor manera. Quizás Sasuke no quería darse cuenta de sus sentimientos en verdad, “Aferrarse al pasado de que servía cuando quizás el presente te ofrece lo que tanto buscaste... y que por error confundiste”...
Y ahora estoy aquí
Buscándolo de nuevo
Y ya no está
Se Fue.
Ahora debería estar feliz, su corazón debía de volver a latir con esa fuerza que alguna vez sintió por el rubio, pero porque no era de esa manera, miraba una y otra vez a Neji dormir tranquilo y sereno. Pero porque no sentía ese fuego... esa pasión... ¿Por qué?
- ¿Acaso hice mal? – susurro el Uchiha, miraba a la nada, pensando una y otra vez.
En verdad le dolió al ver al rubio en ese estado, Naruto se humillo por el y el ¿Que?... no lo había escuchado, solo se hizo el duro a los sentimientos del rubio por el... fue un completo ¡Maldito!... “No merezco tu perdón... Dobe”...
- No lo merezco... – susurro nuevamente.
Tal vez usted lo ha visto
Dígale...
Que Yo siempre la adoré
Y que nunca lo olvidé
Que mi vida es un desierto
Y muero yo de sed
...
******
Un pelirrojo acompañado de otro azabache subían por el ascensor impacientemente a que llegara a su destino, “El apartamento de Naruto”, después de la llamada Gaara no espero ni un minuto mas y salió rápidamente acompañado de su “Amigo” Sai que llegaba en aquel momento, ambos preocupados por el rubio habían llegado ya al “Hogar del rubio, al que tantas veces iban a festejar”... es esta ocasión era distinta. Sai inmediatamente de una sola patada abrió el apartamento burlando la cerradura, si era lo que sospechaban... “No mejor ni pensarlo” se obligaban a pensar ambos.
Buscaron por toda la casa y nada no había señales de Naruto, temiendo por el mismo se acercaron a la habitación, fue cuestión de segundos para poder hallarlo... ambos no podían creer lo que veían sus ojos, la imagen era de total horror como si el rubio estuviera sumido en profundo sueño rodeado de una charco de sangre, el olor metálico de aquel liquido rojizo inundaba sus fosas nasales, sino hacían algo pronto... Naruto ya no estaría con ellos jamás.
- ¡Por dios Naruto! ¡NARUTO! - el primero en reaccionar fue Sai, quien trataba de ubicar señales de vida en el doncel.
- ... – Gaara miraba horrorizado la escena, aun no sabia que hacer solo gruesas lagrimas caían de sus ojos aguamarinas – Naru... ¿Por qué? – se preguntaba una y otra vez.
- ¡Reacciona Gaara! – llamaba Sai, sacándolo de su aturdimiento - ¡Llama una ambulancia... aun esta vivo...! –
- Ehh... ¡Si!... – rápidamente se comunico el pelirrojo con una unidad médica, unos minutos y llegaban - ¡Vamos Naru... tú puedes salir de esta! -
- ¡Vas a estar bien... tienes que estar bien Naruto... me escuchas! – Sai trataba de traer nuevamente al rubio con ellos, no dejaría que el rubio se valla... No lo permitiría...
Cada vez se alejaba más y más, pronto vería aquella luz que todos decían ver al estar a punto de morir, quien podría imaginar que su solitaria vida acabaría de esa forma... solo el, sus fuerzas se estaban yendo ya, por primera vez se sentía libre, quizás no era la solución... pero ya no quería sufrir, dolía y mucho, los parpados le pesaban su piel estaba demacrada, su rostro ya no tenia aquella luz que antes poseía... se estaba apagando.
Lo llamaban... débilmente podía oírlos... ¿Sai? ¿Gaara?, sus voces claramente eran ellos, no quería que sintieran pena por el, no quería su lastima ¿Por qué insistían? ¿Por qué no se rendían? Como él lo hizo...
De pronto mas y mas bullicio escucho cerca de él, solo podía escucharlo mas no podía hacer nada para que lo dejasen ir ¿Acaso no entendían?... después de esto no oyó mas... y el silencio reino.
******
Fueron tantos los momentos que lo amé
Que siento Sus caricias
Y Su olor está en Mi piel...
Aun no lograba conciliar el sueño, no podía simplemente, una opresión muy fuerte en el pecho tenia intranquilo al azabache, ¿Qué podía ser? que no lo dejaba articular algún pensamiento, le venían a la mente una y miles de imágenes que había pasado al lado del Dobe... “¿Por qué sigues en mi pensamiento Naruto?”... Sus bellos ojos azules y esa gran sonrisa que iluminaba todo, ese cabello rubio que le encantaba acariciar “¿Qué me hiciste Naruto?”... Todo sucedió tan rápido, hizo las cosas sin pensar en las... “Consecuencias”.
- Dobe... – pronunciaba una vez mas Sasuke, a la par que guardaba el único recuerdo que le quedaba del rubio “El collar que alguna vez le regalo”, lo que le recordaba aquellos hermosos ojos azules que poseía, su color era tan puro como el... como Naruto.
Flash back
Un hermoso rubio terminaba una vez mas una de sus tantas pinturas, nuestro rubio era un prodigio en la pintura que poco a poco iba teniendo renombre en toda Konoha, en los ratos en que le entraba la inspiración como en ese momento solo se dedicaba a pintar lo que le viniera a la mente: Unos bellos y penetrantes ojos negros tan negros como la oscuridad y el miedo juntos, tan oscuros como la noche y tan enigmática... estaba totalmente enamorado.
- Sasuke... – suspiro una vez pronunciando aquel nombre, estaba seguro... no había dudas, compartiría aquel recuerdo que alguna vez le dio su querida obachan. Tenia los ojos cerrados que no sintió ni se percato cuando fue abrazado fuertemente por la cintura, unos fuertes brazos estrechándolo... sabia quien era...
- Tan temprano y ya me extrañas... Dobe – era el Uchiha, entro sigiloso sin hacer ningún ruido “Como de costumbre”, se quedo absorto al ver a tan bello ángel, con los ojos cerrados y tan frágil... simplemente no pudo resistirse.
Hablaba tan tenuemente, casi susurrándole las frases, de una manera muy sensual y que le dio al ambiente un momento exquisito.
- ¡Teme!... urusay – callaba el Uzumaki al azabache, ese teme siempre dándole “sustos”, aun no se acostumbraba a la compañía, ambos ya vivían juntos el azabache había insistido en que fuera así, si sacaba cuentas ya tenían medio año como pareja... pareja.
- Shh... es hermoso – Naruto si que tenia talento, sus cuadros eran bellos pero mas lo era el rubio, cosa que fascinaba a Sasuke.
- ¿Te gusta teme? – el azabache pocas veces le decía que sus cuadros le gustaban, ambos se miraban fijamente.
Cada noche lo abrazaba junto a mí
Lo cubría de besos
Y entre mil caricias
Lo llevaba a la locura...
- Más me gustas... Tú – el sonrojo de Naruto no tenia comparación, se veía realmente bello. Sin duda era un adicto a su rubio atolondrado, tomo suavemente su rostro y se apodero de aquellos labios que lo volvían loco, Naruto sorprendido pero respondió a la caricia lentamente para luego tornarse mas pasional, envolvió sus brazos al Uchiha y este se apodero de su diminuta cintura, las cosas subían de tono y el odioso oxigeno les estaba faltando.
- Teme... teme – mas tranquilos después de aquel momento, ambos mirándose a los ojos, no existía mas que ellos dos, luz vs oscuridad, fue bajando lentamente sus manos hasta llegar al fornido torso de su Sasuke, sentía sus latidos, profundos, fuertes...
- ¿Qué me hiciste rubio?... – el azabache se dedicaba a acariciar al blondo una y otra vez, Naruto era lo único que tenia... lo único y eso era lo que quería, besando su frente y la comisura de los labios... esos deliciosos labios – Mi pequeño brujo –
- ¡Brujo yo... dattebayo!.... hump – haciendo un tierno puchero el rubio, esquivando juguetonamente al Uchiha.
- Jajaja... Dobe – solo Naruto sacaba lo mejor de el... solo el.
- Hump... ¡Teme! – levantándose rápidamente, librándose de los brazos del Uchiha, que al acto se sorprendió mucho.
- ¿A dónde crees que vas... Dobe? – levantando un poco la voz... siguiendo el juego del blondo – Rompes mi corazón... – a veces el Uchiha era muy dramático.
Y ahora estoy aquí
Buscándolo de nuevo
Y ya no está
Se Fue.
Tal vez usted lo ha visto
Dígale...
- ¡Espera... espera... ttebayo! – se movía de un lado a otro buscando de entre los cajones - ¡¿Dónde esta?... ¿Dónde esta?! – Naruto seguía ensimismado en su búsqueda, el azabache solo lo veía divertido - ¡Aquí estas!... – sonriendo feliz de su hallazgo.
- ¿Qué tanto buscas eh? – tomándolo nuevamente de la cintura, que al solo tacto estremeció al rubio.
- ¡Esto!... – enseñándole al Uchiha una pequeña caja azulada, abriéndolo poco a poco – Etto... yo quería... dártelo – al abrir totalmente la cajita, el Uchiha vislumbro un hermoso collar, con un zafiro incrustado en forma de media luna... pero ese era el collar del rubio...
- Pero es tuyo... yo no podría Dobe – negándose a recibir la joya.
- No...no... teme – el rubio también era terquito – Mira... – abriendo un poco su camisa mostrando uno igual al que tenia en la cajita – Este es mio – señalando la joya – Este collar era de mi abuela... solo hay dos en el mundo... fue un regalo muy especial... yo quiero que lo tengas tu también... ttebayo – sacando la joya de su caja y colocándola al azabache – Mi abuela me conto una leyenda que rige a estos collares... Aquellos que lo lleven puesto... siempre encontraran el verdadero amor – para terminar con una hermosa sonrisa – Se que tu no crees en estas cosas... pero yo quiero que lo tengas Sasuke... solo tu –
- Naruto... – el rubio lo sorprendía con cada acto que realizaba el ojiazul, volvía a estrecharlo en sus brazos, esa sensación de calidez y calma que solo podía darle el Uzumaki – Eres lo mejor que me ha pasado... – para terminar con un beso apasionado.
- ... Lo se teme... lo se –
Fin del Flash back
Que yo siempre lo adoré
Y que nunca lo olvidé
Que mi vida es un desierto
Y muero Yo de sed
...
- El verdadero amor... - eran tantos lo recuerdos que los unían, que se le hacia difícil no pensar en el Uzumaki, observaba cada detalle de aquel collar – Lo único que me queda de ti – era mejor guardar todo lo referente al rubio, ahora su situación era otra... ahora estaba con Neji.
Con un último suspiro se dirigió a la cama que en esos momentos compartía con el pelinegro, sin darse cuenta que ya había despertado al doncel que había escuchado todos los susurros del Uchiha.
Con sumo cuidado el azabache procuro guardar el collar, que noto el doncel claramente...
- Es un hermoso collar... – hablo de pronto el pelinegro apoyándose en el Uchiha, llamando la atención del moreno.
- Ya despertaste... si es muy hermoso – contesto el azabache mirando fijamente la joya.
- ¿Es una joya de familia? – preguntaba el pelinegro, nunca antes lo había visto, el semblante en el moreno cambio drásticamente.
- ... Si... era de mí... madre – pronuncio débilmente el azabache, Perdóname...
“Mentira”
Guardando por completo el collar en su buro, apartándolo de la vista del doncel, al parecer no había quedado muy conforme con la respuesta, noto a su “Novio” muy ¿Nervioso?...
- Vamos a dormir... – acostándose al instante el moreno, comportándose algo frio con su compañía, a veces las actitudes valen mas que mil palabras... Sasuke.
- “Ya no eres el Sasuke que conocí... ya no eres mi Sasuke” – aquellos eran los pensamientos del ojiblanco... que tristemente se acostó al lado de su...
“Novio”
Dígale también
Que sólo junto a el puedo respirar
No hay brillo en las estrellas
Ya ni el sol me calienta...
Y estoy muy Solo aquí
No sé que donde... fue
!Por favor dígale usted¡
!Dígale¡
******
Al parecer la noche había sido tranquila... muy tranquila para el, uno que otro caso de intoxicación pero después de todo podría dormir unas cuantas horas mas, se acercaba ahora a la salida del recinto hospitalario, caminando relajadamente... no por nada era uno de los doctores mas reconocidos de toda Konoha y también porque no decirlo el mas codiciado entre los enfermeras(os), cosa que a el morocho lo tenia sin cuidado aun no había llegado el indicado para su corazón...
- Aun por aquí Dr. – saludaba la recepcionista del hospital coquetamente, el medico que tenia ante sus ojos era todo un adonis... cabello azabache, piel albina, ojos como la noche misma y ese porte de galanazo – Hace unas horas... que termino su turno – seguía informando la mujer.
- Hmp... horas extras Konan – hablaba cortésmente el medico.
- Si hay alguna emergencia... le avisaremos... descanse bien doctor – trataba de ganar puntos la mujercita.
- Con su permiso... gracias – ya se retiraba cuando pudo notar el sonido insistente de la ambulancia lo que indicaba... “Una emergencia”.
- ¡Necesitamos un docto ahora! – entraban los paramédicos abriéndose paso por los pasillos - ¡Un doctor! –
- ¡Muy bien que tenemos! – reaccionaba rápidamente el galeno, dispuesto a atender la emergencia.
- ¿Medico de turno? – preguntaron a lo que solo asintió el moreno - ¡Intento de suicidio... rubio, 23 años, doncel! – mientras seguían es su labor de primeros auxilios – Ha perdido mucha sangre... –
- ¡A mi señal! – ordenaba eficientemente el medico - ¡1...2...3... ahora! – trasladando al doncel a la otra camilla.
- ¡¿Konan... que tenemos libre?¡... ¡¿Konan?! – llamando la atención a la enfermera, haciendo que reaccione.
- Trauma 2... Doctor Itachi... –
Continuara...