Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nabari No Ou por BLove

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

OK! pues realmente amo este anime y me da una pna tremenda no encontrar ni un solo fic, asi que inaguro (?) de cierto modo la seccion esperando poder aportar algo de mayor calidad la proxima vez y mas apegado a los personajes  (nwn)/

ammmmmmmm no se que decir XD ha pasado mucho tiempo desde

el copyright y esas cosas no me va, los personajes no son mios y blah blah blah~ 

 

Te empezaste a quedar... solo,
Bajo una lluvia torrencial.

Entró a esa iglesia sin saber realmente  que encontraría mas no temía en lo absoluto, la información brindada era confiable y él ya había tomado una decisión.

Reparó brevemente en los ornamentos religiosos del lugar, antes de encontrarse con esa figura que conocía perfectamente bien ya ahora descansaba en una de las butacas.

Le observó por un momento, se acercó llamándolo sin ningún tono especial en su voz, aun cuando por dentro un sinfín de mociones amenazaban con desbordarse no podía evitarlo, él era así.

—Yoite—pronunció.

—Vete—contestó en el mismo tono.

—Yoite—repitió esta vez elevando un poco su voz al tiempo que notaba el deplorable estado del mayor.

—Ya no necesito el Shinrabanshou—añadió esperando que con esto el menor se marchase, aunque sabía no lo haría. 

— ¿Por qué? Me prometiste que no morirías solo— se acercó un poco mas sintiendo su angustia crecer a cada paso.

—Ya basta—sus palabras sonaban vacías, carentes de cualquier tipo de vida o sentimiento.

—Yoite— sin pensarlo apresuró sus pasos  hacia él.

No lo entendía, y no lo quería entender, ¿no habían hecho una promesa? ¿por qué había desaparecido?

Notaste que estabas... vacío,
Pero ello no te importaba.

Una ráfaga de viento le atravesó de repente, no, no era eso, abrió sus ojos sorprendido dirigiéndolos a quien le había atacado.

—No te acerques… Déjame solo—apuntaba contra Miharu el poseedor de Kira.

— ¿Por qué? ¿Has abandonado tu deseo? ¿Es porque mataste a Hattori-san? — cuestionó un poco molesto el menor.

 — ¡Cállate! —pronunció el angustiado chico.

— ¿O porque dejaste morir a Raikou-san? —  siguió sin atender a la demanda.

—Cállate… ¡cállate! —dejo de apuntarle cubriendo ahora su rostro con sus manos, la culpa era demasiado para él.

—No es tu culpa, todo es culpa mía…—intentó explicarle pero fue interrumpido.

— ¡No es verdad! Fui yo quien te involucró en esto. Por culpa de mi deseo todos…-reflexionó dolorosamente-No tengo derecho a desear nada. Ya no te pediré que me elimines. Solo me queda morir. Tener una muerto dolorosa… es lo único que puedo hacer.

Escucharle hablar así, de  esa manera tan arrepentida le provocaba una ira desconocida, sí, le dolía que tanta gente se hubiera visto involucrada, pero ya había aprendido a no cargar con las decisiones de los demás y necesitaba que Yoite también lo hiciera.

—Estás equivocado, fue decisión mía querer cumplir tu deseo, porque tú eres un amigo muy importante para mi –y más que eso- y no sólo yo, Raikou-san, Gau-san, quisieron salvarte porque eras importante para ellos; incluso Yukimi-san. Y si te expresas de esa manera, ¿Cómo quedaran los sentimientos de los demás? –y mis sentimientos… sé que dije que guardaría esto para mi, pero quiero ser egoísta, por favor, esta vez, déjame serlo - Yo no conozco tu pasado, tampoco sé por qué quieres desaparecer. Pero para mi… eres muy importante. No quiero   que desaparezcas… –no quiero-Pero si tú lo deseas, yo quiero cumplirlo –y desaparecer contigo-

La firmeza de su voz y la manera tan clara de expresarse desconcertaba al mayor, es decir su relación estaba basada en un chantaje, y él no tenía nada que ofrecer.

—Eso es extraño. Querer involucrarse con alguien que siente que no esta ni vivo ni muerto…

—Estas faltando al respeto de todos con tus palabras -entiéndelo Yoite, estas aquí, estoy contigo- Hablas de los demás, ¿pero que es lo que realmente sientes? ¿Qué es lo que quieres hacer, Yoite? Tienes que decidir por tu cuenta –así como yo lo he hecho- No crees que es la mejor forma de responder a los sentimientos de los demás.

Te alcanzaré con mis manos,
Pero no mires hacia atrás…

Los segundos pasaron lento en aquel recinto, hasta que el mayor rompió el silencio.

— ¿Esta bien que decida yo? —aun cuando las palabras del menor habían calado hondo en su interior aun le acechaba un poco de duda.

—Así es –por fin lo has entendido, ¿verdad, Yoite? Ahora dime tu deseo- El Shinrabanshou que se encuentra dentro de mi quiere salir. Siento que ahora pudo cumplir tu deseo –y el mio-

—Mi deseo… ¿mi deseo?

— ¿Tu deseo es…?

—No… No necesito el Shinrabanshou. Deja que me quede como estoy ahora.-no quiero desaparecer-

—Yoite -¿Por qué?-

—Porque no quiero borrar tus sentimientos ni los de los demás. Ya no necesito el Shinrabanshou.

—Si es así. Puedo borrar el Kira que llevas dentro. Puedo salvarte. –puedo salvarte, Yoite-

—Eso no es posible. Gracias a ese pasado, existo ahora. Además pude conocer a Miharu, a Raikou, a Yukimi y a muchas personas más. Por eso, aunque no sea por mucho, quiero vivir el tiempo que me queda con ese sentimiento en el corazón.

—Esta bien, si es lo que decidiste. No utilizaré el Shinrabanshou

“Adiós, hada del Shinrabanshou”

Quiero estar junto a ti,
Déjame permanecer así.

—Yo estoy junto a ti, para grabar los momentos que nos quedan en el corazón –no son solo palabras, es una promesa, recordemos cada momento juntos, Yoite-

 — Si

Volvieron a la aldea y junto con los demás intentaban atesorar cada momento.

Mas a pesar de la tristeza del evento próximo .Miharu se mostraba sereno y no esto no formaba  parte de la personalidad apática que le caracterizaba, ya que al pasar de los días tanto el como Yoite se habían abierto más al grupo por lo mismo Thobari se mantenía alerta; con el paso del tiempo le tomo aprecio a Yoite, pero no permitiría que Miharu utilizase el Shinrabanshou para salvarlo, aunque esto no parecía formar parte de los pensamientos de Yoite, prefería no bajar de cierto modo la guardia, solo ellos dos sabían lo que pensaban el uno del otro, y Thobari tenia una promesa que mantener con la memoria de Asahi-san, protegería a Miharu aun contra su voluntad.

Los días transcurrieron su curso repletos de tranquilidad y armonía, cada recuerdo vivido entre ellos y los demás chicos se convirtió en algo único e irrepetible, mas la salud del mayor constantemente se iba agravando, y el efecto irreversible de quien posee el Kira lo consumía día a día

La primavera estaba por llegar…

Y de ese modo,
De esa manera,
Quiero vivir mi vida entera…

—Oh Miharu, has llegado temprano hoy— saludaba débilmente Yoite mientras  terminaba de tejer la bufanda.

—Si, mi tía me ha dado disculpado en la escuela, así que vine apenas termine de recoger algunas cosas—sonrió alegremente

—Ya veo,  no deberías de faltar, pronto serán los exámenes, ¿no es cierto? —preguntó con cierta preocupación, notando algo extraño en el ambiente.

—Si…—respondió apenas

—Miharu…

—Iré a hacer limonada—se adentro a la casa antes de que Yoite pudiera cuestionarle algo más.

 

***

Esperaba tranquilamente la llegada de aquel excéntrico personaje.

— ¡Mi-ha-ru-kuuuuuuuuuuun! —saltó desde un árbol, abrazando al menor desde atrás.

—Kotarou-san, me lastima —fingió una de sus ya tan naturales líneas con cara de sufrimiento.

—Lo lamento mucho Miharu-kun—tomó una actitud seria —he traído lo que me has pedido, pero me ha costado mucho conseguirlo, podrías tal vez, ¿recompensarme con el Shinrabanshou?

—Kotarou-san creo que usted mismo estaba ahí cuando le selle.

—No me culpes por intentarlo—le extendió un frasco— ¿estas seguro que esto es lo que quieres? Lastimaras a muchas personas con tu decisión, puede que inclusive al propio Yoite.

—Lo sé, pero ya tome mi decisión.

—OK! Entonces hasta luego Miharu-kun, buen viaje… realmente eres un chico interesante…

Se escuchó a lo lejos mientras el remolino de hojas desaparecía

 

***

 

Regresó en si con el sonido de la tetera marcando la temperatura del agua, fue hasta ella dejando caer  los ingredientes que marcaba la receta de la limonada.

 

***

— ¿! Que!? —gritaron al unísono Raimei y Aizawa

— ¿Por qué tanto escandalo? — se les unió Gau que sostenía a la felina inmortal.

—Como no hemos visto a Miharu desde el descanso fuimos a su casillero y esto es lo que encontramos

 Los chicos le extendieron la nota:

“Gracias por todo… Adiós”

Miharu

—Miharu-kun…

—Será mejor ir con su tía—decretó el peliplata adelantándose.

Los chicos asintieron y  no se molestaron en limpiar las lágrimas que libremente corrían por sus rostros, dejando atrás la escuela.

 

***

Volcó el contenido dando los últimos toques, al parecer ya había perfeccionado la receta de Yukimi-san, preguntándose si extrañaría todo lo que le rodeaba, probablemente sí,   pero no se arrepentía de su decisión.

— ¿Qué estas diciendo Miharu-kun?—su mente seguro le estaba gastando una broma o el chico frente a él, se había vuelto completamente loco.

—Sensei, no me haga repetirlo por favor.

— ¿! Pero que tonterías estas diciendo!? —le tomó fuertemente por los hombros tratando de hacerlo razonar.

— ¡Sensei!

— ¡Miharu-kun reacciona! ¡Todos los que dieron su vida por tu bienestar! ¿¡Todos… piensas traicionarlos a todos!? ¿¡Que sentido tiene sus muerte ahora!? ¿! Dime Miharu-kun!?

— ¡Sensei! ¡Me lastima!

Y no mentía esta vez, realmente le estaba apretando bruscamente. Miharu no pudo mas que abofetearle y este le soltó dándose cuenta de su reacción, deslizándose hasta quedar de rodillas frente al chico.

— ¿Por qué?—  pronunció apenas.

—Ya se lo he dicho es mi decisión.

—Pero, tu tía, ¡piensa en tu tía!, y… tu madre, yo… ¿Cómo voy a vivir sabiendo que no mantuve mi promesa?

—Ella ya lo sabe, al aparecer sabia que tarde o temprano algo así sucedería, solo que usted tendrá que explicarle muchas cosas, yo… aprendía no culparme por todo,  las personas que murieron en esta batalla no solo lo hicieron por mi, sino también por sus propios intereses…  y Kumohira-sensei sobre la promesa usted la ha cumplido, y ahora yo le hago libre, sé que no entenderá mi manera de pensar y no le estoy pidiendo que lo haga, pero no puedo vivir por otras personas, así como usted tampoco. Agradezco todo lo que hizo por mí y estoy seguro que mi madre también —sonrió antes de darse la vuelta y perderse colina abajo— Adiós sensei.

De tu mano me agarrare fuerte

 

Vertió el frasco recién adquirido y revolvió solo un poco, fue hasta donde se encontraba Yoite aun tejiendo.

—Toma—le extendió la taza humeante, pero antes de retirar su mano Yoite la tomó débilmente.

—No, Miharu—susurró

Retiró su mano y se sentó a los pies del mayor, sonrió levemente y con cierta nostalgia dio el primer sorbo, ciertamente el sabor no cambiaba mucho.

El mayor solo atinó a suspirar con pesar y cerrando sus ojos se sumieron en un silencio sepulcral que segundos después fue roto por el menor.

No importa a donde, podremos volar.

—Sabes Yoite, nunca escuché tus razones para querer desaparecer, pero supongo que ahora no tiene sentido hacerlo porque…

—Porque voy a morir—completó de manera neutral.

—No, porque ahora no importa a donde vayas, yo sostendré tu mano y nunca te dejaré escapar, así que nunca desaparecerás.

El mayor sonrió con una alegría que no sabia que su corazón podía albergar, termino de beber su limonada y agregó.

—Tú has sido el único que siempre ha estado sosteniéndola. Miharu—le llamó en un susurro.

El más bajo  termino de beber el líquido y lentamente se incorporó hasta llegar con el mayor.

— Ninguno de los dos somos buenos con las palabras, pero si algo puedo decir es que me alegro de haberte conocido, tú me salvaste.

—Tú también me salvaste Yoite.

—No me queda mucho tiempo, tal vez en otra ocasión deberíamos hablar de esto—sintió como perlas cristalinas descendían por sus mejillas

—Tal vez…—sonrió imitando al mayor.

—Miharu

—Yoite

Se perdieron en los ojos del otro hasta que la distancia entre ellos fue nula, un beso, su primer y único beso, por lo menos en esa vida, Miharu sintió el ultimo cálido aliento de Yoite mezclarse con el suyo, al exhalarlos sus ojos se empezaron a volver opacos y a medida que el mayor se desintegraba lentamente, él también lo hacia, al parecer la pócima prohibida de Fuuma  “La Voluntad de la Existencia” había funcionado y ahora  ellos eran dos almas unidas en la eternidad.

No importa cuan lejos, si estamos juntos

O tal vez solo eran dos almas que  por breves momentos se separaron y ahora volvían a rencontrarse y volar juntas hacia un lejano horizonte.

De ese modo será.

 

Notas finales:

*nota: no sal la "novia" del sensei porque no me agrada e________e

Disculpen los errores m(u.u)m 

es que esta lap me dificulta la vida XD 

NOS LEEMOS!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).