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Romeo v/s Romeo por Higary

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Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita!! Antes que se me pase, a nombre del Comité organizador del Festival Literario Sasunaru 2012, ¡muchas gracias por su participación! Ahora sí volviendo al fic, regresamos a los lunes de actualización y el día de hoy les traigo la cuarta parte de este loco fic, jeje, nuestras parejitas irán tomando forma... o algo así (Kyuu: Los cuatro personaes principales son un desastre ¬¬0). Como no tengo mucho tiempo, decidí poner mientras aquí breves respuestas a los reviews, todavía estoy tratando de ponerme al corriente contestándolos en la página X.x (Kyuu: Pero va a paso demasiado lento). Creo que es todo de momento, no quiero alargarme más de la cuenta. Así que por ahora: ¡¡a leer!!

 

Pared de honor: LEGNAEL (Kyuu: Concuerdo contigo, pero ellas son más peligrosas que el universo ¬¬), Zanzamaru (Kyuu: Saludos), yingyang (en cuanto tenga tiempo prometo leerlo!!), KONEKO-CHAN (gracias!! Se supone que van a ser 12, pero conmigo todo es posible), PelucheTaiwan (Kyuu: Ya verás cómo será su relación -_-), drew yaoi (conti aquí), Tsumi 13 (gracias!!), KIRAdesu (y espera a ver en otro restaurante la anécdota que recordarán, muajaja), estrella carmesi (gracias!!), HanaKuroi (es porque aquí ha crecido rodeado de toda su familia con cariño), kaia shirley (me atrasé porque no tenía laptop, pero las actualizaciones serán quincenales), goten trunks5 (gracias!!), Izumi_sakachita (jojo, más adelante revelaré con qué lo chantajea n.n) (Kyuu: Con gusto se lo doy, kukuku) (Sasu: >.<), NatalieUchiha (gracias!!), Sunaru (Kyuu: Las peleas estarán a la orden del día en este fic ¬¬0), KAISER (jeje, hacía tiempo que quería poner a Bee en un fic), Kasumi (aquí está!!), sayu-san (siguen las tonterías de estos dos), marizu194 (jajaja, el teme es un exagerado), yume hinamori (conti aquí!!), Marionette Lu (déjame pensarlo!! XD) (Kyuu: Lo irónico es que no es la primera propuesta que recibe u.u0), Colett (jajaja, conti lista!!) y hana-no-tenkai (no te preocupes, te comprendo TT_TT) (Kyuu: Ella tampoco tiene internet en su casa -_-)

 

Disclaimer: La trama está inspirada en la vieja película mexicana Como perros y gatos. Hacerla versión yaoi utilizando los personajes de Kishimoto y con más de una pareja protagonista fue idea de mi fumado cerebro.

CAPÍTULO 4: DE PELEAS Y CELOS

 

Sai se encontraba en su habitación revisando algunos de sus bocetos, pues pronto en una pequeña galería exhibirían algunas de sus obras y quería asegurarse de tener todo listo. Reparó en el dibujo del cuadro que pintaba la mañana en que conoció a Gaara y sonrió levemente. El día anterior había podido platicar más con el pelirrojo; aunque era bastante serio, también resultó ser muy agradable.

-Es un chico demasiado interesante -sonrió un poco

Apenas pronunció las palabras, sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos y su mirada se tornó melancólica. Por unos instantes olvidó que él no tenía permitido pensar algo así. No podía traicionar la memoria de alguien sumamente importante.

 

Mientras tanto, Gaara se encontraba en la empresa Uchiha porque había entregado algunos documentos a Fugaku. Ya que tenía tiempo libre, se encaminó a la oficina de Vicepresidencia y saludó a Yamanaka Ino, la rubia secretaria.

-¿Él está aquí? -le preguntó

-Sí, Sabaku-sama -contestó ella-. Enseguida le aviso de su presencia.

La mujer tomó el teléfono y llamó a su jefe. Intercambió algunas palabras con él mientras el de ojos color aguamarina observaba a través de una ventana.

-Adelante, Sabaku-sama. Lo está esperando.

-Gracias.

 

Gaara ingresó a la oficina y se encontró con Itachi quien leía algunos documentos. Sin decir nada el más joven tomó asiento frente al escritorio. El pelinegro dejó sus papeles y sonrió mientras volteaba a verlo.

-Hoy no tienes negocios conmigo -dijo-, ¿entonces a qué debo tu visita, rojito?

El aludido hizo una mueca al escuchar el apodo, pero decidió hacer de oídos sordos. De todos modos el Uchiha seguiría llamándolo así sin importar cuántas veces le dijera que odiaba ese estúpido apodo.

-Simplemente quería platicar -contestó

-Bien.

Sin borrar su sonrisa esperó a que Gaara hablara, sin embargo los ojos verdes del otro observaban la oficina con nerviosismo y sin atreverse a abrir la boca.

-Rojito, por más que me entretengas, no puedo pasar todo el día esperando a que te animes a hablar, de modo que mejor empieza de una vez.

-De acuerdo -suspiró y lo miró a los ojos-. Creo que tenías razón.

-Siempre la tengo, así que tendrás que ser más específico.

-Maldito presumido -gruñó y desvió la cara con vergüenza-. Dije que creo que tenías razón... respecto a lo de Tokiya Sai.

-¿El amigo de Naruto? -pareció meditarlo unos instantes y luego sonrió- Ahh, claro. El chico que te dije que parecía gustarte, lo cual negaste y ahora resulta que sí te gusta.

-Tampoco necesitas restregármelo, idiota.

-Jajaja, es que resulta muy gracioso verte así, Gaara. Bueno, ¿qué piensas hacer ahora?

-¿A qué te refieres?

-Sobre ese chico, Sai. Imagino que intentarás seducirlo o algo así. Eres atractivo, inteligente, rico, si sólo tuvieras un mejor carácter, no tardarías en tenerlo a tus pies.

-Estoy a punto de darte un puñetazo, Itachi -bufó-. Me pregunto por qué rayos vine a hablar contigo.

-Porque me quieres, respuesta obvia.

-Comienzo a dudarlo -se puso de pie-. De todas maneras te agradezco por escuchar mis desvaríos.

-¿Eh?, ¿no piensas decirme tu plan de acción? -rió- No importa, tarde o temprano volverás a mí, lo sé.

-Cállate, idiota.

Dicho eso Gaara se marchó a toda velocidad antes de que dijera cosas que después fueran usadas en su contra. El pelinegro por su parte continuó en la oficina sonriendo con gracia. Él y Gaara solían llevarse así desde hacía años, conocía muy bien al pelirrojo, por eso le alegraba ver que parecía estar interesado románticamente en alguien.

-Será interesante ver qué sucederá a partir de ahora entre ese pintor y tú, rojito.

 

Mientras tanto en Sharinan, hospital perteneciente a la familia Uchiha (en alianza con la Namikaze), Sasuke se encontraba en su oficina revisando los estudios de algunos pacientes hospitalizados. Intentaba concentrarse en su trabajo, pero de repente recordaba las palabras de sus padres sobre que lo obligarían a disculparse con Naruto por lo ocurrido con el restaurante.

-Pero si ese usuratonkachi también tuvo la culpa -murmuraba con enojo-. Maldición, Tou-san ni Kaa-san me dejarán en paz hasta que lo vea.

Apenas si tenía una semana desde que el rubio regresó de Italia y ya le estaba causando dolores de cabeza. Al menos sus familias parecían haber desechado la idea sobre el ridículo y forzado compromiso matrimonial.

-Seguro nos mataríamos antes de llegar a la noche de bodas.

 

En la mansión Namikaze, Naruto se documentaba pues en el siguiente semestre comenzaría a trabajar como profesor asistente. Sin embargo él también de pronto divagaba acerca del momento en que tendría que encontrarse a solas con su "némesis natural" para ofrecerle disculpas debido al escándalo que provocaron en el restaurante y el cual los periódicos no dudaron en reportar.

-Maldita sea, ya deberían saber que el teme y yo así nos llevamos -decía con fastidio-. Es imposible cambiar después de veintidós años.

-¿Sigues pensando en tu futuro novio, cariño? -oyó que le preguntaron

-No lo digas ni siquiera en broma, Sai.

-Vamos, no tiene nada de malo. Yo creo que Sasuke-kun es un buen partido para ti: es guapo, rico y muy reconocido como médico. Además tú me comentaste que querías un hermano como Uchiha Itachi, ¿cierto?

-Sí, ¿eso qué tiene que ver?

-Pues casándote con Sasuke, Itachi-san automáticamente se convertiría en tu hermano político. Y tu sueño se volvería realidad al fin.

-Oye, Sai... te quiero mucho, pero eso no impedirá que te golpee.

El pelinegro rió con diversión y, llevando consigo su cuaderno de dibujos, tomó asiento en otro sillón.

 

Cada uno estuvo trabajando en sus propias actividades durante un buen rato hasta que Nagato apareció en la habitación. Al percatarse de su presencia, los más jóvenes lo observaron.

-Qué bueno que estás aquí, Sai-kun.

-¿Ocurre algo, Nagato-san? -preguntó el aludido

-Hace un rato me reuní con algunas personas, entre ellas Deidara, el esposo de Uchiha Itachi, y le comenté que eres pintor. Él es escultor y está bastante involucrado en eventos artísticos y culturales, así que me pidió decirte que le gustaría ver algunas de tus obras.

-¡Eso es genial Sai! ¡Felicidades! -gritó Naruto pasándole un brazo sobre los hombros- Esta es una maravillosa oportunidad.

-Muchas gracias por esto, Nagato-san.

-Ni lo menciones -le extendió una tarjeta-. Ahí viene el número de celular de Deidara, dijo que te pusieras en contacto con él lo más pronto posible.

-De acuerdo, lo haré enseguida.

 

Al día siguiente, Naruto se encontraba desayunando solo, pues sus padres y tío ya se habían ido a trabajar y Sai se reuniría con Deidara en una galería. El rubio saboreaba su ramen muy a gusto cuando Bee llegó junto a él.

-Hey, Naruto, ¿listo para el gran momento?

-¿Cuál gran momento?

-Me refiero a cuando te reúnas con Uchiha Sasuke y le tengas que ofrecer disculpas, yeay.

-Kaa-chan no me había dicho nada -se jaló el cabello-. ¡Arg! ¡Has hecho que pierda el hambre!

-Como sea, prepárate porque al mediodía debes reunirte con Sasuke en la biblioteca central. La señora dijo que eligió un lugar neutral donde no se puedan matar, yeay.

-Parece que estás disfrutando con mi sufrimiento. ¡Al menos deja de rapear!

 

Mientras tanto, Sai le había llevado a Deidara su cuaderno de bocetos. El de cabello largo observaba las hojas con aire crítico bajo la ansiosa mirada de Sai. Investigó y supo que el rubio era un reconocido escultor muy influyente en Japón, por eso deseaba causarle una gran impresión.

-Eh... ¿qué le parecen? -preguntó el moreno

-Tranquilo, puedes tutearme -le sonrió-. Eres muy talentoso, tus bocetos son preciosos. Estoy seguro que en un mes puedo lograr que expongas tus obras en esta galería.

-¿De verdad? ¡Muchas gracias, Deidara-san!

-No tienes nada qué agradecer, esto es debido a tu propio talento. Bueno, ¿qué opinas de ir por un café para así charlar más relajados? Mi bebé está resultando muy antojadizo.

-Ahh, ¿está esperando un hijo? ¡Felicidades!

-Jejeje, muchas gracias. Entonces vayamos por ese café y quizá un trozo de pastel de chocolate. Tengo hambre.

 

En la cafetería platicaron bastante sobre arte; era agradable poder hablar de esos temas con alguien más que se apasionara del mismo modo. Luego de la charla Deidara se ofreció a llevarlo de regreso a la mansión Namikaze. Estaban ya sentados dentro del automóvil listos para marcharse cuando vieron a Itachi y Gaara llegar a esa misma cafetería. El de cabello oscuro parecía estarse burlando del Sabaku, ya que él lucía como si tuviera ganas de golpearlo. Sai se sorprendió de que Gaara pudiera mostrar aquél tipo de expresiones, le daban un aire de inocencia y obstinación. Aunque parecía comportarse así únicamente con ése hombre.

-Esos dos -oyó suspirar a Deidara-. Itachi debería dejar de molestar tanto a Gaara. A veces parecen niños.

-Uh... ¿ellos siempre se llevan así?

-La mayor parte del tiempo -rió levemente-. Es graciosa la forma en que interactúan. En fin, mejor te llevo a casa de una vez.

Mientras encendía el auto, el pintor lo observó con curiosidad. Siendo su esposo, entendería que le molestara ver a Itachi actuar de esa manera con otro chico, sin embargo Deidara parecía estar acostumbrado también. A pesar de eso, a Sai le provocaba una ligera incomodidad. Ahí parecía haber algo más de lo que se mostraba a simple vista.

 

Llegó la hora pactada y Naruto caminaba entre los estantes de la biblioteca. Llegó al área de lectura y en la mesa más alejada enontró a Sasuke quien consultaba su reloj y parecía molesto, como siempre.

-Al mal tiempo darle prisa -murmuró Naruto con desanimo

Apenas se acercó al Uchiha éste volteó a observarlo con el ceño fruncido y los brazos cruzados.

-Llegas un minuto y treinta segundos tarde, usuratonkachi.

-¿Qué? ¡Eres un exagerado, idiota!

-Silencio, por favor -ordenó la bibliotecaria, una mujer de unos cuarenta años y expresión estricta

Refunfunñando, el ojiazul tomó asiento frente al moreno y ambos se observaron en silencio. El ambiente estaba tenso, ya que ninguno de los dos quería dar su brazo a tocer y ser el primero en hablar. Aprovechando el silencio, tuvieron tiempo de evaluar los evidentes cambios físicos ocurridos en el otro. Sasuke primero se cortaba la lengua antes de admitir en voz alta que el rubio se había puesto tan atractivo, incluso sus ojos lucían más llamativos que antes. Por su parte, Naruto se lanzaría de un puente antes de aceptar que el azabache despedía un aire seductor que se había intensificado en esos cuatro años que no lo vio.

-Como sea -suspiró el Namikaze-, mejor acabemos con esto de una vez por todas.

-¿Te ordenaron que vinieras a disculparte conmigo?

-Ni si quiera lo menciones, teme. ¿Ah?, ¿hicieron lo mismo contigo?

-Evidentemente -bufó-. Digámosles a nuestros padres que hablamos, nos... disculpamos -hizo gesto de asco- y sigamos con nuestras vidas sin volver a mencionar esto.

-Mmm... Es buena idea.

-Yo siempre tengo buenas ideas, dobe.

-¿Qué insinuás, bastardo?

Justo en ese momento una joven de unos dieciocho años se acercó a los chicos. Era una castaña realmente atractiva que miraba a Sasuke con especial agrado. Pasó olímpicamente de la presencia del rubio para dirigirse al moreno.

-Disculpa, eres Uchiha Sasuke, ¿verdad? El famoso neurólogo.

-Sí -contestó con indiferencia

-¡Es un placer conocerte! Soy Ayanami Kagura, estudiante de medicina y una gran admiradora tuya.

-Hum.

La chica no parecía desanimada por su actitud tan seca, al contrario. Naruto bufó ante semejante escena, ganándose una furiosa y despectiva mirada de parte de Kagura.

-¿Hay algún problema, niño?

-¿Niño? -repitió él- Seguramente soy mayor que tú, jovencita.

-Podrás lucir lindo, pero ni con esa cara podrías seducir a Uchiha-sensei.

A Naruto le tembló una ceja por sus comentarios. Siempre había odiado a las personas que actuaban así con los demás. Y detestaba que la gente lo denigrara sin conocerlo.

-¿Tú estás ciega o qué?, ¿quién en su sano juicio querría seducir a ese amargado?

-¡Mira quién lo dice, usuratonkachi! -reclamó el aludido- ¡Ni es tus mejores sueños podrías lograr eso!

-¡No me retes, teme!

Kagura miraba la pelea sintiéndose totalmente ignorada. La bibliotecaria se acercó atraída por todo el escándalo y se colocó frente a aquellos jóvenes.

-¡Guarden silencio o salgan de aquí!

-¡Usted no se meta! -gritó Sasuke

-¡Sí, váyase a molestar a alguien más! -ordenó Naruto

Esos dos continuaron discutiendo sin prestar atención a la furiosa cara de la bibliotecaria. En cualquier momento iba a corrrer sangre en ese lugar, por lo que Kagura decidió huir haciendo nota mental de mejor no volver a acercarse a Uchiha Sasuke y su celoso novio rubio (o al menor esa fue la impresión que le dio).

 

Un rato después, podía verse al moreno y al rubio dentro de una celda en la estación de policía. Si hubieran sabido que la bibliotecaria a la que gritaron era esposa de un policía, pues nunca lo habrían hecho en un principio.

-Me pregunto por qué siempre que nos reunimos terminamos metidos en algún problema -suspiraba Naruto

-Esto fue tu culpa por ponerte a discutir con esa chica. Sólo tenías que haberla ignorado, dobe irritante.

-Hum... Cállate.

El ojiazul desvió la mirada. No iba a admitir que peleó con ella porque, sí, le molestó que lo tratara de forma despectiva, pero tampoco le gustó que coqueteara tan descaradamente con el Uchiha. No sabría explicar por qué.

-Ustedes dos -se acercó un policía-, tienen derecho a una llamada, así que utilícenla bien.

-Gracias, oficial -dijo el moreno disimulando su sarcasmo

-Propongo una tregua temporal hasta que salgamos de aquí, teme.

-Ya qué, usuratonkachi.

-¿A quién deberíamos llamar? Tanto tu familia como la mía nos asesinarán si se enteran que terminamos aquí cuando se suponía que íbamos a disculparnos.

-Mmm... Lo tengo solucionado.

 

El policía los guió hasta el teléfono público que había dentro de la estación. Sasuke marcó rápidamente unos números que se sabía de memoria y esperó a que le contestaran.

-¿Quién es?

-Soy yo, Gaara. Necesito que vengas a la estación de policía número tres y pagues mi fianza y la del dobe.

-... A ver, creo que no escuché bien. ¿Tú y Naruto están en la cárcel?

-Sí -bufó-, por alboroto en un lugar público o una tontería de esas. Date prisa antes de que algún reportero se entere y filtre la noticia.

-Maldita sea, siempre se meten en problemas y terminan arrastrándome con ustedes.

-Eres nuestro amigo, ¿no?

-Rayos, de acuerdo. Iré enseguida por ustedes.

-Dile que por favor le avise a Sai -pidió Naruto

-Tsk. Gaara, dice el usuratonkachi que le avises al italiano ése.

-No lo llames así, bastardo.

-Ni se les ocurra comenzar a pelear ahí dentro ­-ordenó Gaara-. Traten de no matarse ni destruir el lugar en lo que llego y logro que los liberen.

­-Apúrate, mapache.

-Te estoy haciendo un favor, idiota, de modo que sé más amable o solamente voy por Naruto y a ti te dejo ahí para luego avisarle a Itachi dónde está su otouto.

 

Una vez que la bizarra llamada desde la cárcel terminó, Gaara suspiró mirando su celular y marcó al teléfono de la mansión Namikaze. Para bien o para mal, fue Kushina quien le contestó.

-Ah, Gaara-kun. ¿Cómo estás?

-Bien, Kushina-san. Disculpe, ¿puede comunicarme con Tokiya Sai?

-Vaya, ¿cuál es tu interés en él?, ¿acaso hay algo entre ustedes dos?

-...

-Jajaja, es broma, cariño. Enseguida te lo paso.

 

Una hora más tarde, pelinegro y pelirrojo entraron a la comandancia de policía. El pelirrojo se había vestido de manera que no le reconocieran, ya que se armaría un gran escándalo si sabían que Sabaku no Gaara fue a pagar las fianzas de Uchiha Sasuke y Namikaze Naruto para sacarlos de la cárcel.

-Pareces acostumbrado a este tipo de situaciones, Gaara-kun -comentó el ojinegro

-Esos dos idiotas nunca han sabido controlarse -suspiró-. Siempre era yo el que tenía que ir a reparar su desastre.

 

En cuanto sus dos amigos fueron puestos en libertad, lo primero que el rubio pudo ver fue la sonriente cara de Sai. Siempre ponía esa burlona expresión cuando quería molestarlo.

-Ni se te ocurra hacer algún comentario acerca de mí en la cárcel.

-Yo no pensaba decir nada, cariño.

-Te conozco demasiado bien, Sai.

-Vámonos de una vez -ordenó el Uchiha-. Debo estar en el hospital para la ronda nocturna.

-Esto se los voy a cobrar con intereses -advirtió Gaara-. Todos al auto, primero pasamos a la mansió Namikaze y luego a la Uchiha. Itachi quiere hablar conmigo.

Apenas lo dijo, Sai se le quedó mirando de forma intrigada. Definitivamente había algo fuera de lo común en la relación entre el Sabaku y ese hombre de largo cabello negro.

 

La noche cayó y Naruto se encontraba junto con su amigo en la habitación del primero. Se estaba refugiando ahí para evitar que su madre le preguntara sobre la reunión con Sasuke, no fuera a ser que se le escapara lo de su pequeña estadía en la estación de policía.

-Oye, Naruto -llamó Sai-, desde la mañana hay algo que me llamó la atención.

-¿Qué cosa?

-Bueno, pues... Ya sé que no tengo mucho tiempo aquí, apenas los conozco y tal vez no es de mi incumbencia, pero he notado que es curiosa la forma en que Gaara-kun se lleva con Itachi-san.

-Ahh, sí. Es raro por lo serio de Gaara y lo formal de Itachi-san, ¿verdad?

El rubio estaba tratando de contener la sonrisa. Era la primera vez, desde que conocía al pintor, que lo veía interesado en alguien de esa manera. Y le daba mucho gusto por el pasado doloroso de Sai.

-Bueno -continuó Naruto-, no es sorprendente que ellos dos se lleven así , ya que anteriormente fueron novios.

-... ¡¿Qué?!

-Sí. Podríamos decir que Itachi-san fue su primer amor y su primer pareja formal. El teme solía decir que era escalofriante que su amigo de infancia anduviera con su hermano.

-Vaya... jamás lo hubiera imaginado.

-Lo sé, pero créeme que hacían buena pareja. Duraron un año y medio y luego terminaron, no sé con exactitud por qué.

-Pues a pesar de eso se llevan muy bien.

-Claro, la ruptura fue en buenos términos. Gaara incluso les regaló un viaje a Itachi-san y Deidara-san cuando se casaron.

Naruto disfrutó los siguientes minutos analizando la expresión de Sai, quien de seguro no era consciente de ello. Ya habría tiempo para ver cómo evolucionaba dicho tema  y contribuir a eso; tal vez y lo distraería lo suficiente para no ser invadido por esos pensamientos que le rondaron en la cárcel.

Notas finales:

HIGARY-NOTAS:

A ver, sean sinceros, ¿quién ya sospechaba lo de Gaara e Itachi? XD (Kyuu: La historia de esos tres va a ser tan distinta de la que tenían en TnH ¬¬0) Jajajaja, cierto. Y nuestros protagonistas que por sus peleas hasta la cárcel fueron a dar... Gaarita sí que sabe ser un buen amigo, jejeje (Kyuu: Sí. Pocos amigos son capaces de ir a pagar tu fianza para liberarte. Aunque de seguro ganas no le faltaban de dejarlos ahí a ver si aprendían la lección u.u). ¿Qué les puedo adelantar del siguiente capítulo? Habrá más peleas (Kyuu: Obvio ¬¬) y verán por qué el fic se llama así, muajajaja. Como siempre saben que esperaré sus comentarios con saludos, pedradas, cebollazos, flores, bombas, felicitaciones, jitomatazos, amenazas, golpes y demás. Ya subí también el quinto capi de Un año contigo (Kyuu: Para que sigan llorando), la próxima semana les traigo el sexto y dentro de dos semanas el séptimo y también el quinto de esta fumada historia, jeje. Pero por hoy es todo, se me cuidan mucho, queridos lectores, y nos leemos luego. Bye byeee!!


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