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Romeo v/s Romeo por Higary

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Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita!! ¡¡Feliz día del sasunaru!! ¿Cómo están? Una vez más les doy la bienvenida a este loco y gustado fic XD No he tenido oportunidad de responder sus comentarios, pero saben que siempre los leo y me alegran mucho, jeje (Kyuu: La comedia de aquí es un gran contraste con el otro fic dramático ¬¬). Las cosas irán poniéndose más interesantes, sobre todo en las relaciones de nuestras parejitas consentidas. En fin, de momento no tengo mucho más que decir, así que por ahora les dejo para que pasen a lo que vinieron: ¡¡a leer!!

 

Pared de honor: LEGNAEL, Zanzamaru, KIRAdesu, KAISER, sayu-san, HanaKuroi, Tsubaki Nekita Uchiha goten trunks5, ne-chan, hana-no-tenkai, yume hinamori, marizu194, Izumi_sakachita, Colett, Lee Hara, Sakuma_Shuichi Eiri y Sabaku no Akemi.

 

Disclaimer: La trama está inspirada en la vieja película mexicana Como perros y gatos. Hacerla versión yaoi utilizando los personajes de Kishimoto y con más de una pareja protagonista fue idea de mi fumado cerebro.

CAPÍTULO 3: CITA CON EL ENEMIGO

 

Sai se encontraba en una banca de la universidad esperando a su amigo, ya que ese día había ido a la reunión donde se decidiría si lo aceptaban como asistente de profesor. El moreno alzó la mirada y se encontró al rubio quien caminaba hacia él con una sonrisa radiante.

-Adivino que te dieron el puesto -dijo el pintor

-¡Exacto!

-Felicidades, sabía que lo conseguirías.

-Jejeje, muchas gracias. La verdad me sentí nervioso -se rascó una mejilla-. Pero ya superé esta prueba y ahora me muero de hambre. Volvamos a casa.

-De acuerdo.

Justo en ese momento un lujoso auto deportivo rojo se detuvo frente a ellos y de él descendió un alto y musculoso hombre de piel morena, cabello blanco peinado en rastas, usaba lentes de sol y vestía todo de negro. El pintor lo observó con desconfianza, pues lucía como alguien peligroso, de modo que se sorprendió al ver a Naruto sonreír con emoción y lanzarse sobre el desconocido.

-¡Bee! -gritó

-¡Naruto!

El hombre sonrió y con un brazo sujetó al rubio del cuello para con su otra mano revolverle el cabello con rudeza.

-Cuando te fuiste eras tan latoso, pero vaya que has crecido, mocoso -dijo en tono de rap

-Ya no soy ningún mocoso, idiota. Y no hables así.

-... Disculpen -habló Sai-, creo que estoy un poco perdido.

-Ah, lo siento -dijo Naruto-. Este es Killer Bee, el jefe de seguridad de mi familia, cuando yo era niño él se desempeñaba como mi guardaespaldas -miró al peliblanco-. Bee, él es Tokiya Sai, el amigo que vino conmigo de Italia.

-Oh, yeay, creo que Minato mencionó algo semejante -se acercó al pelinegro y lo examinó de arriba a abajo-. Niño, ¿has estado en la cárcel?

-¿Eh? No -contestó el pintor

-¿Alguno de tus parientes ha estado en la cárcel?

-No que yo sepa.

-¿Sabes utilizar armas de fuego?

-Nunca he tocado alguna -cada vez parecía más confundido

-Mmm... ¿Alguna vez has pensado en secuestrar a Naruto?

-Uh... creo que no.

-Basta ya, Bee -lo golpeó en la cabeza-. Sai no se acercó a mí para intentar asesinarme o algo semejante. Déjalo en paz.

-Sólo le hice las preguntas de rutina, es mi trabajo -justificó

-Exageras demasiado. Como sea, ¿qué haces aquí?

-Nagato me envió a recogerlos, ya que los mocosos salieron sin automóvil ni guardaespaldas es mi deber protegerlos.

-Deja de rapear, Bee. Además quería caminar para mostrarle a Sai los alrededores.

El pintor se intimidó un poco al sentir la penetrante mirada del mayor sobre él; parecía estarlo culpando de que Naruto fuera tan descuido.

-¡L-Lo siento, lo siento! -gritó disculpándose- ¡Le prometo que no permitiré que Naruto vuelva a ser tan irresponsable!

-¡Yeay! Pareces ser un buen compañero, de modo que no tendré que hacer de tu vida un infierno.

-Eso ni siquiera rimó -dijo el Namikaze suspirando-. Y tú tampoco dejes que te intimide, Sai. Es una de sus técnicas para hacer a la gente hablar.

-Pues te aseguro que funciona -respondió su amigo con temor

-Bueno, vámonos de una vez -ordenó Bee y los empujó hasta subirlos al auto

-Eh... Bee-san, disculpe -llamó Sai

-¿Sí? -preguntó mientras se acomodaba frente al volante

-Este... si se supone que tu trabajo es proteger a la familia Namikaze, ¿no es un poco peligroso transportar a Naruto en un vehículo descubierto como éste?

-...

El ojiazul intentó contener la risa al ver la expresión de Killer Bee, pues seguramente él no había reparado en ese detalle hasta que el ojinegro lo mencionó.

-... No hay ningún problema -declaró el guardaespaldas en voz alta-, porque no existe quien pueda superar mi velocidad y habilidad frente al voltante, yeay.

-Mentiroso -murmuró el rubio

-¿Dijiste algo, mocoso?

-Sí, que tengo hambre, así que démonos prisa.

 

Sabaku no Gaara era el heredero más joven de la familia Sabaku, la cual poseía una prestigiosa cadena de hoteles en diversas partes del mundo, también eran dueños de diversos museos de renombre y otros negocios más pequeños. Gaara era el administrador de los hoteles en Asia, mientras su hermano mayor Kankurou se encontraba en Europa; en cambio su hermana Temari trabajaba como fotógrafa y se la pasaba viajando por el mundo. En esos momentos el pelirrojo se encontraba en su oficina reunido con Uchiha Mikoto y Uzumaki Kushina. Las quería mucho pues las conocía desde niño, además ya que sus padres llevaban varios años viviendo en América, ellas estaban  muy al pendientes de él y su salud.

-Un momento, por favor -pidió el joven-. Quisiera que me lo repitieran más despacio, me parece que no escuché bien.

-Pero si tu oído es muy bueno, Gaara-kun -rió Mikoto

-Es que no estaba seguro de haber entendido lo que me están pidiendo.

-No es nada que del otro mundo, Gaara-chan -habló Kushina, sonriendo-. Sólo queremos que organices una cita para Naruto y Sasuke-kun.

-Kushina-san, con todo respeto, pero en cuanto se los proponga, ambos intentarán asesinarme.

-Descuida, Gaara-kun -intervino la morena-. Para evitar eso disfrazaremos la cita como una salida grupal, de modo que tú y Sai-kun irán con ellos dos. Sólo queremos que supervises la interacción entre nuestros dos orgullosos niños y de paso evites que detruyan la ciudad o algo semejante.

El pelirrojo tenía un tic en el ojo, sólo pensar en llevar a cabo ese plan le provocaba dolor de cabeza. Si no fuera porque quería y respetaba a ambas mujeres, las mandaría al diablo y las echaría a patadas de su oficina.

-Sai-kun estará al tanto de todo -añadió la pelirroja-. Él también aprueba la relación entre Naruto y Sasuke-kun, de modo que será un valioso aliado.

-... Creo que no tengo otra opción, ¿verdad?

-¡Muchas gracias, Gaara-kun! -le sonrió Mikoto

-Sabíamos que no nos decepcionarías, jajaja.

El joven ya se estaba arrepintiendo, pero no podía echarse para atrás. A decir verdad él también creía que tras toda la tensión que existía entre sus amigos se escondía una mutua atracción, así que era momento de comprobarlo a la fuerza. Y también podría hablar más de cerca con Sai. Se sentía intrigado tanto por sus obras como por él.

 

Hacía un rato que Sai y compañía habían llegado a la mansión Namikaze. Naruto se encontraba platicándole a Killer Bee acerca de sus cuatro años en Italia. El pelinegro los observaba con curiosidad, ya que parecían llevarse realmente bien.

-¿Qué sucede, Sai? -oyó que le preguntaron

-Ah, Nagato-san -le sonrió-, no sabía que estaba aquí.

-Vine por unos documentos -volteó hacia donde Sai mantenía fija la mirada unos segundos antes-. Oh, son Naruto y Bee.

-Se nota que son cercanos.

-Sí. Antes Bee era el guardaespaldas encargado de cuidar y proteger a Naruto. Mi sobrino solía burlarse de él diciéndole que era como su niñera.

-Imagino que no fue nada fácil cuidar de un niño tan hiperactivo como Naruto.

-Ambos tienen un carácter bastante inquieto, así que hacían más desastre juntos -rió un poco-. Pero Bee es muy protector con Naruto, de hecho al único niño que le permitía pelear con él era precisamente Sasuke.

-Parece que todos han confabulado para que ellos dos terminen juntos, ¿verdad? -sonrió con gracia- Creo entender por qué.

 

Por la tarde Gaara fue al hospital en el que Sasuke trabajaba. Ese lugar le pertenecía a la familia Uchiha en alianza con los Namikaze, anteriormente Minato (el ídolo profesional del joven moreno) también trabajaba ahí, sólo que ahora se dedicaba de lleno a la administración de los demás negocios de su familia.

-Me dijeron que viniste a buscarme -Sasuke arqueó una ceja-. ¿Qué pasa, Gaara? Es raro que lo hagas.

-Tenía que informarte en persona porque seguro por teléfono me hubieras colgado -lo miró seriamente-: mañana vamos a salir con unos amigos todo el día.

-¿De qué rayos hablas? -bufó- Tengo demasiado trabajo, así que...

-Tu padre dijo que te daría el día libre.

-¿Qué? -le tembló la ceja- Como sea, no tengo el más mínimo interés en salir por ahí. Además tú tampoco eres muy sociable que digamos, ¿por qué este cambio de actitud?

-... Cosas mías -suspiró-. Sasuke, si no accedes a ir, tomaré mi teléfono, haré una llamada y me asesguraré de que cierta persona se entere de esa semana en la que...

-¡Cállate, ni si quiera lo menciones! -gruñó molesto- Maldita sea, iré. Pero esta me la pagarás, Gaara.

-Sí, claro, tú y tu complejo de vengador. Pasaré por ti a las nueve de la mañana, más te vale estar listo a tiempo.

 

La noche cayó y Naruto se encontraba mirando televisión en la sala. Sai llegó y se sentó a su lado, tratando de hallar un modo sutil y convincente para comenzar a hablar sin levantar sospechas. Kushina ya le había platicado del plan en el que el joven Sabaku estaba involucrado, de modo que era su turno de actuar. No quería hacer enojar a la mamá de su amigo, podía volverse demsiado peligrosa.

-Eh... Naruto.

-Dime.

-Kushina-san me comentó que en el día se encontró con Gaara-kun y él le dijo que mañana deberíamos salir con otros de sus amigos... Algo así como una salida grupal.

-¡Suena divertido! Pero es raro que Gaara planee algo como eso, a mí no me ha dicho nada.

-Es que... parece que no estaba seguro de si mañana estarías libre y supongo que no quería presionarte a que aceptaras.

-Mmm, eso no sería raro viniendo de él. ¡Muy bien! Le llamaré para decirle que sin falta pase por nosotros, jejeje. Me muero por saber quiénes más irán.

-Sí, yo también, cariño.

En lo que el rubio sacaba su celular, Sai giró la cabeza y se encontró con Kushina quien se ocultaba tras una pared. El pelinegro sonrió y levantó el pulgar para hacerle saber que el plan había funcionado. La mujer asintió comprensiva y casi se pone a gritar de emción de no ser porque no podía permitir que Naruto sospechara antes de tiempo. De lo contrario lucharía con uñas y dientes para no salir de la casa.

 

A la mañana siguiente el par de amigos aguardaban la llegada de Gaara. El rubio se emocionó al ver aparecer el automóvil del pelirrojo, sin embargo su expresión se borró y en su lugar podía sentir cómo le temblaba un ojo.

-¿Qué hace el teme amargado aquí?

-Yo me pregunto lo mismo, usuratonkachi -miró al conductor con enojo-. Explica esto, Gaara idiota.

-Dejen sus números de odio para después -ordenó éste-. Naruto, Sai, suban.

-Olvídalo -contestó el rubio

-Anda, no seas así, cariño -pidió el pintor mirándolo-. Gaara-kun ya vino hasta aquí, no es bueno que desaires así a tu amigo.

-Pero...

-Por favor, cariño, hazlo por mí -puso ojos tristes pero esperanzados

-Me estás chantajeando con esa cara, Sai -se jaló el cabello-. ¡Maldición, está bien! ¡Vamos! ¡Pero ya me las pagarás!

-Claro.

-Tú y Naruto son fáciles de convencer con las mismas tácticas -comentó el Sabaku con malicia

-No molestes o te arrojaré del vehículo en movimiento.

 

El cuarteto llegó a una pista de carreras en go kars. Había varios jóvenes en el lugar, sin embargo apenas vieron a Gaara los dejaron pasar, ya que esa instalación pertenecía a la familia del pelirrojo.

-¡Esto es genial! -gritó Naruto, emocionado- Hacía mucho tiempo que no venía a un lugar así.

-Ni siquiera sabes manejar bien, usuratonkachi,

-Eso dilo después de que me derrotes en una carrera, teme.

-Cuando quieras, perdedor.

-¡Vamos ahora!

-Me parece bien.

Lanzándose miradas retadoras fueron  casi corriendo a pedir un vehículo y el equipo necesario. Dejaron a Sai y Gaara quienes presenciaban la escena sin emitir palabra alguna hasta que el ojiverde suspiró.

-Siguen siendo igual de competitivos -dijo

-¿Esto es común entre Naruto y Sasuke-kun? -preguntó Sai

-Demasiado. Siempre se la pasaban compitiendo hasta por las cosas más insignificantes.

-Pareces alguien demasiado tranquilo, Gaara-kun. Me sorprende que hayas soportado ser amigo de esos dos durante tanto tiempo.

-Yo también me sorprendo a veces.

-Jajaja, eres bastante gracioso. ¿Eh?, ¿por qué me ves así?

-Es que... nunca me habían dicho eso.

-Ahh. Tal vez no has dejado que las personas te conozcan lo suficiente.

Los ojos aguamarina se abrieron con sorpresa y contempló fijamente al moreno. Quiso decir algo más, pero justo en esos momentos en la pista de carreras pasaron dos go cars a toda velocidad mientras los conductores se gritaban un montón de insultos.

-... Sólo espero que no vayan a matarse -comentó el pintor

-... Lo dudo, son muy resistentes.

 

La carrera terminó, tanto el moreno como el rubio bajaron de los vehículos y se quitaron los cascos para encararse de frente.

-Yo gané.

-Estás ciego, usuratonkachi. Gané yo.

-En tus sueños, Uchiha. Soy mucho mejor que tú.

Continuaban alegando sin prestar atención a sus otros dos acompañantes que se les acercaban a paso lento. No tenían prisa por soportar sus peleas.

-A veces me pregunto si es buena idea emparejarlos -bufó Gaara con fastidio

-¿Y por qué los obligaste a venir entonces?

-Porque fue algo que Kushina-san y Mikoto-san me pidieron. Oigan -llamó a sus amigos-, déjenlo en empate y punto.

-¡¿Qué?!

-¿Ahora a dónde vamos? -preguntó Sai antes de que se reanudara la pelea

 

Una hora después los cuatro se encontraban en el cine. Entraron a ver una película de terror, pero como había mucha gente, sería muy difícil que pudieran sentarse todos juntos. El Sabaku decidió que esa era una buena oportunidad para torturar, es decir, para unir a ese par de obstinados que tenía por amigos de la infancia.

-Nosotros buscaremos lugar en otra fila -les dijo señalando al pintor con la cabeza-. Traten de no matarse.

-Pero... -iba a protestar el rubio

-Lo siento, Naruto -interrumpió el pelinegro-, pero no traje mis lentes de contacto y necesito sentarme enfrente -dicho eso huyó junto con Gaara

-¡Sai! ¡Tú ni siquiera usas lentes!

-Deja de hacer escándalo, dobe irritante -habló Sasuke-. Ya que estaremos aquí, veamos la dichosa película y punto.

-Hum, está bien. Pero más te vale no intentar nada raro, teme.

-Ya quisieras. No tienes tanta suerte.

 

Muchos de los presentes (sobre todo chicas) gritaban en las escenas más sangrientas y escalofriantes de la película, sin embargo había un par en la fila del fondo que se reía con burla criticando el filme.

-Esos efectos son pésimos -decía Sasuke

-Jajaja, y mira a la actriz -opinó el rubio-. Yo podría actuar mucho mejor.

Los demás les pedían que se callaran a cada rato, pues sus risas y comentarios despectivos no cesaban. En una de las primeras filas el Sabaku sólo suspiraba.

-Tienen muchas cosas en común -susurró Sai, divertido

-Sí, como que son un par de idiotas.

 

Cayó la noche y fueron a un elegante restaurante para cenar. Gaara les aseguró que sería la última parada, ya que sus necios amigos seguían con sus quejas y peleas y a decir verdad comenzaban a acabar con su paciencia (no es que tuviera mucha, claro). Los guiaron a una mesa en el centro y ordenaron sus respectivos platillos.

-Esto se ve delicioso -decía el ojiazul-. No te preocupes, Sai, come con confianza -le sonrió

-Gracias, Naruto -sonrió también, pues su amigo notó que se sentía incómodo por estar en un lugar tan lujoso

Sasuke observó su intercambio de sonrisas, hizo un sonidito despectivo y continuó comiendo. Gaara notó esto, pero no hizo comentarios al respecto, sólo sonrió un poco. El Uchiha era tan necio y ciego cuando se trataba de sus propios sentimientos. Pero eso es lo que volvía tan divertido el soportar sus peleas.

 

El ambiente estaba relativamente tranquilo hasta que el mesero llegó con los postres. Al dejar el platillo de Naruto le lanzó una sonrisa seductora e incluso rozó ligeramente sus manos.

-Que lo disfrute -dijo en tono galante

-Muchas gracias -el ojiazul sonrió sin darse cuenta de nada

-De nada, es un placer servirle.

Una vez el mesero se marchó, podía percibirse una extraña sensación en el ambiente. Sasuke bebió un poco de vino y sonrió con sarcasmo.

-Sólo te faltó darle tu número telefónico, dobe.

-¿De qué hablas, teme?

-Por favor, si se estaban coqueteando descaradamente. Al menos deberías ser un poco sutil, no vienes solo.

-No seas idiota, yo no estaba coqueteando con nadie. A diferencia tuya, soy alguien amable y por eso le agradecí.

-Vaya, no sabía que a eso se le llama amabilidad.

-Sasuke... -llamó Gaara

-En cambio yo ya sabía que eres un idiota sin remedio.

-Naruto... -ahora llamó Sai

-¿Qué dijiste? -el Uchiha se puso de pie

-¿Acaso no oíste? -lo imitó el rubio

-Esto se pondrá feo -murmuró el pintor

 

Al día siguiente la familia Namikaze-Uzumaki se encontraba desayunando tranquilamente. Kushina se moría por preguntar los detalles sobre lo ocurrido el día anterior, pero los chicos se habían idio a sus habitaciones apenas llegaron, por eso no tuvo oportunidad de cuestionarles nada.

-Minato-sama -llegó un sirviente-, aquí está su periódico.

-Gracias.

El líder de la familia hojeó el periódico con alegría mientras bebía su café. De pronto se atragantó con la bebida y miró a su hijo con los ojos abiertos de sobremanera.

-Naruto, ¿qué significa esto?

Les mostró la sección de Sociedad, donde aparecía una nota diciendo que Uchiha Sasuke y Namikaze Naruto, herederos de dos poderosas familias, protagonizaron una escandalosa pelea en un famoso restaurante. Y se corría el rumor de que se debió a una escena de celos (aunque no especificaban quién comenzó).

-¿Peleaste con Sasuke y se arrojaron la comida? -preguntó su tío leyendo la nota

-¡Fue su culpa! -se defendió- ¡Él comenzó a molestarme!

-Piensa bien las cosas, Naruto -dijo Minato con seriedad-. No puedes protagonizar escándalos de este tipo.

-Lo lamento mucho -intervino Sai-. Gaara-kun y yo intentamos detenerlos, pero fue imposible.

-No te preocupes, Sai-kun -contestó Kushina-. Naruto, vas a reunirte con Sasuke y le ofrecerás una disculpa, ¿entendido?

-¡¿Qué?!

 

-¡¿Por qué debo ir y ofrecerle disculpas a ese usuratonkachi?! -alegaba Sasuke en el despacho de su padre, quien junto a su madre lo miraban seriamente

-Porque no puedes tratarlo así -dijo Mikoto

-Él es un doncel y debes respetarlo -añadió Fugaku

-¡El dobe tampoco me respeta a mí!

-Sasuke, no puedes tratar de esa manera a alguien tan lindo como Naruto-kun -volvió a decir su madre-. No te preocupes, me encargaré de organizarles una reunión para que puedan hablar.

-Realmente no me preocupa en lo más mínimo, kaa-san.

Claro que fue totalmente ignorado. Parecía que el universo estaba confabulando en su contra para seguir reuniéndolo con su rubio enemigo. Por supuesto que el chico no sabía que las principales mentes malévolas detrás de todo esto eran su querida madre y la mejor amiga de ella.

Notas finales:

HIGARY-NOTAS:

Jojojo, la primera cita fue un desastre, ¿pero qué ocurrirá en la siguiente reunión para supuestamente disculparse? XD (Kyuu: Nosotros lo sabemos, créanme, será algo digno de leer ¬¬0). Esperaré sus comentarios con saludos, pedradas, golpes, felicitaciones, jitomatazos, flores, cebollazos, amenazas, bombas y demás. Ya están también el gran final de Nuestro Presente y el capítulo 3 de Un año contigo. En dos semanas les traigo la continuación de esta historia, mientras tanto la próxima semana vendrá el 4 de Un año contigo. Antes de que se me pase, recuerden seguir visitando la página del Festival Literario Sasunaru para que revisen los fanfics participantes y voten por ellos, esta celebración se extenderá hasta final de mes (Kyuu: El video que grabaron en el Shinigami Fest quedó muy loco u.u). Pero por hoy es todo, queridos lectores, nos leemos tanto en este fic como en el otro que queda activo, jeje. Bye byeee!!


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