Un Beso
-¿Qué quieres ahora?- dijo Yong Guk desde el balcón cuando escuchó la puerta abrirse.
La casa de la diva estaba en total silencio, solo se oía algún que otro ruido del exterior, de gente que volvía de fiesta, pero poco más, ya que eran más de las 3 de la mañana.
El rubio se acercaba lentamente a la puerta corrediza que daba al balcón donde estaba Yong Guk.
-Sólo quería algo de compañía y hablar un poco, pero como solo estás tú me tendré que conformar con la compañía- Key sonrió apáticamente mientras avanzaba un poco más hasta ponerse a su lado, apoyando los brazos en la barandilla.
-¿Y por qué demonios no te vas con el insecto?- soltó el rapero refiriéndose a Dong Woo, el novio de él. Se dio la vuelta, quedando con la espalda apoyada en la baranda para así verla desde un mejor ángulo. Se percató de la mueca que hizo y de cómo se le humedecían los ojos.
-Porque Dong Woo es, exactamente como tú dices, un insecto. No sé cómo he podido estar tan ciego-Dijo con rabia mientras sacaba un cigarro del paquete y lo encendía.
-Hmpf… ¿Ahora te enteras de que te ponía los cuernos con otros? Si que debías de estar cegato, siempre que te venía a buscar se notaba que había estado con otros hombres, sobre todo cuando le costaba andar- contestó el de pelo morado con los ojos cerrados y sin ningún pudor. Escuchó como Kibum le daba una calada a un cigarro y se imaginó los labios de él alrededor de ese fino cilindro que sostenía entre dos de sus dedos. Chistó por lo bajo por haber pensado en aquel estúpido.
-¿Por qué no me lo dijiste?-Le preguntó mirándolo directamente. Él se encogió de hombros y añadió:
-No me lo preguntaste nunca, además, la gente siempre dice que la ignorancia hace la felicidad y tu siempre dices que eres muy feliz y mierdas de ese tipo- Ambos odiaban tener que convivir con el otro, pero no les quedaba más remedio. –Además-vio como él volvía a darle una calada al cigarro y sin darse cuenta paró de hablar hasta que soltó todo el humo mientras lo observaba. Hizo una mueca de desagrado y prosiguió-, es normal que buscase la compañía de otros- le quitó el cigarro y le dio una larga calada-, necesitaba a alguno que no fuese tan feo- mientras hablaba iba expulsando el humo del cigarro-, tú lo eres demasiado.
Key se había quedado embobado mirándolo. Se veía demasiado sexy fumando y con esa camiseta sin mangas que le marcaba a la perfección aquel cuerpo que tenía… Por Dios, Kibum, ¿Qué estás pensando? Sacudió un poco la cabeza habiendo podido distinguir cuatro palabras buscase, otros, feo y tú.
-¿Insinúas que Dong Woo me puso los cuernos porque soy feo?- preguntó la diva con una ceja alzada y algo enfadada alargando la mano para quitarle el cigarro de la suya.
Apartó la mano antes de que Key pudiese quitarle el cigarrillo-No lo insinúo-Le dio una última calada-. Lo afirmo - dijo él con una media sonrisa de diversión en el rostro.
-¡¡Tú sí que eres feo, maldito imbécil!!-Le gritó.
-Hmpf, encima de feo, gritón y estúpido, sería un mayor castigo para el insecto seguir contigo, pero claro, es imposible que nadie se enamore de ti.-Dijo Yong Guk con los brazos cruzados y una mirada extraña que ni el mismo sabría decir qué significaba.
Kibum tenía la cabeza gacha, con los mechones del flequillo ocultándole medio rostro, tras las duras palabras del rapero; normalmente habría seguido discutiendo con él, pero ese día estaba más sensible por lo pasado con Dong Woo. Se había pasado todo el día llorando y creía que ya no le quedaban más lágrimas. ¡Cuán equivocado estaba! Peo consiguió retener las lágrimas un poco más.
Sin poder evitarlo, el Todopoderoso Key apretó en un puño la mano y la volvió a estirar, dándole una bofetada al de pelo morado con todas sus fuerzas. Intentó salir corriendo, pero Guk lo agarró del brazo con fuerza con su mano mientras con el otro lo agarraba del pelo para que lo mirara directamente. Y con una mirada furiosa dijo:
-¡¿Qué te crees que estás haciendo, Kibum?!- Un escalofrío recorrió al chic de arriba abajo al presenciar la ira del rapero.
-Lo… lo siento, no ha sido mi intención- Guk apretó el agarre del brazo, como siguiese así le haría daño de verdad-. Yo-Yong Guk, me-me haces daño-Sollozó mirándolo a los ojos con los suyos felinos llenos de lágrimas.
El pelimorado, ante aquella visión lo dejó caer al suelo del balcón y salió de allí.
En aquel piso, la diva rubia lloraba en el balcón de aquel con el que tan mal se llevaba.
¿Qué acababa de pasar? ¿Por qué le habían afectado tanto las palabras de Yong Guk? No, no era por Dong Woo, se había pasado todo el día llorando por él, eso era cierto, pero ahora se daba cuenta de que no tenía ningún sentido, ¿Realmente sentía algo por el que había sido su novio durante tanto tiempo? ¿Realmente lloraba por él antes o por qué se había dado cuenta de que sentía aquello mismo que decía que sentía por el chico pero hacia otra persona?
Cuando Yong Guk lo había agarrado con esa furia animal, había sentido que su corazón se estremecía, pero no de miedo. ¿Estaba enamorado de aquel bruto?
Sí, sí que lo estaba.
Su llanto se hizo más fuerte al darse cuenta de eso. ¿Por qué? ¿Por qué de él? ¿Qué había hecho ella para tener que sentir eso?
No quería encontrarse con el rapero en esos momentos, pero tampoco tenía la fuerza física ni psíquica como para levantarse en aquel momento.
Maldita diva… ¡se ha atrevido a pegarme! Pensó Pero a pesar de mi agarre no he visto miedo en su mirada, solo el dolor que yo le estaba causando.
-¡¡¡AAAHHHH!!!- gritó mientras daba un puñetazo a una pared para apaciguar su rabia.
¿Por qué no le había pegado a él en aquel momento? ¿Por qué lo había soltado cuando él le dijo que le hacía daño? Maldita sea, se estaba dejando ablandar, en otros tiempos no hubiese dudado. ¿Por qué se había arrepentido de las palabras que le había dicho? Pero solo lo hizo cuando parecieron sentarle tan mal, e iba a retirarlas justo cuando le pegó la bofetada. Es solo porque si no me quedaría sin un sitio donde vivir se intentaba convencer.
Pero la cruda realidad era otra. Era algo que su orgullo jamás admitiría. Aunque así era. Sentía cosas por aquel chico que casi parecía una chica, y no era cualquier cosa…
Siguió llorando. Siguió pegando puñetazos a lo que se interponía a su paso. Se quedó dormido en el suelo. Se lo encontró en su balcón. Notó unos fuertes brazos que lo cargaban. Lo levantó y lo llevó a su habitación.
Un susurro dicho. Un nombre escuchado.
-Yong Guk…
Una respuesta. Un murmullo.
-Kibum…
Se desvela. Se acerca. Lo mira. Lo mira. Cierra los ojos. Se deja vencer. Un corazón reparado. Un orgullo hundido. Una mirada de amor. Una mirada de derrota.
Un beso