Al fin Shion decidió volver a su casa encontrándose con una llorosa Safu esperando su vuelta.
-¿Y Nezumi? -pregunto recibiendo un gesto de negación de un abatido peliblanco- ¿tu lo amas?
-Si, si lo amo –respondió incapaz de mentir a su amiga que tuvo que contener un nuevo sollozo.
-He hecho algo horrible -confesó abrazando fuertemente a Shion al borde de la histeria- encuéntralo, yo se lo explicare y todo estará bien aunque me odies encuéntralo ¡Aaah, me duele! -chilló llevándose la mano al vientre.
-¡Tranquila Safu!, ¡Voy a llamar al hospital! -dijo cogiendo a la embarazada en brazos tratando de calmarla mientras la llevaba al sofá.
-Ponme otra- pidió Nezumi arrastrando las sílabas con el alcohol maldiciéndose por sentirse así tampoco es que estuvieran saliendo o le hubiera pedido que le esperara, solo había supuesto que su ángel estaría esperándolo con los brazos abiertos cuando volviera de su viaje a las tierras de su gente.
Era un estúpido pero ¿por que iba a necesitar a alguien? Pensaba mirando a una morena que le guiñaba un ojo de color parecido al de Shion, seguro que este haría una gran familia con unos críos preciosos aunque un poco raritos con esos padres.
Iba a ser un padre fantástico criando a unos enanos que ayudarían a los demás como le enseñó a el que lo creía imposible, mostrándoles como ver el mundo con esos ojos que todavía conservaban su inocencia a pesar de los horrores que había visto, inocencia que no compartía la mujer que se le acercaba, nadie se le podía comparar a Shion pensó dejándose caer en la barra.
Safu suspiro triste mirando a Shion jugar con sus pequeños, sería una escena perfecta si no supiera que a quien quería a su lado era a Nezumi en vez de a ella. Pero no podía seguir siendo egoísta ella tendría que dejarlos por su misión y quería hacer algo bueno antes de irse después de toda la mentira que le estaba haciendo vivir a su amor. Si nadie encontraba a ese ratón escurridizo lo haría ella.
Se sentó en la barra observando a un demacrado Eve cantar viendo a todos los pintorescos espectadores en ese nido de ratas. Estaba segura de que si llega a ser lo que aparenta no saldría viva de allí pero que se podía esperar del peor bar del barrio este, lo sorprendente es que el pelinegro siga ileso.
-Nezumi -lo llamó en cuanto bajó del escenario.
-¡¿Que haces aquí?! -bramó mirándola con odio haciendo ademán de irse.
-Shion no tiene la culpa, yo use mis poderes, técnicamente lo viole -soltó tratando de retenerlo como fuera- espera no querrás pelear aquí, mejor nos sentamos y te lo cuento -añadió poniéndose detrás del primero que encontró al notar que le quería pegar.
-A que has venido aquí, ¿a restregarme que me has quitado todo? Primero mi pueblo, mi familia porque te buscaban a ti, y ahora -le recriminó el cantante dejándose caer en la silla derrotado.
-No, he venido a devolverte a Shion -contradijo sintiéndose horrible- yo ahora que soy mitad humana viviré como una y no me va a dar tiempo a regenerar todo lo que destruyo la guerra, necesitaba alguien que heredara mi poder, que continuara cuando ya no esté.
-Por que Shion podrías haberte tirado a cualquiera -preguntó el ojigris negándose a perdonarla por una excusa tan tonta.
-En realidad la mejor opción eras tú -desveló la castaña -yo tenía mi misión no podría cuidarlos, le quiero y pensé que tu podrías volverte el otro padre de nuestros hijos y enseñarle todo el saber de nuestro pueblo pero no podía transformarme durante el embarazo, lo amo y fui egoísta - dijo al borde de las lágrimas- quise vivir con Shion ser como una familia aunque solo fuera durante el embarazo, pero solo soy una hermana para el nunca me toco después de la primera vez, no quería haceros daño lo siento.
-¿Entonces no estáis juntos?- pregunto el pelinegro sin creerlo.
-El te quiere a ti idiota -explotó Safu al verlo tan lento pensando que eran tal para cual- entiendo si no quieres a los niños pero son niño y niña igualitos a Shion y son la esperanza del mundo, te necesitan los tres- termino mientras sentía que sus palabras la rompían por dentro.
-¿Y tu que harás?- preguntó Nezumi notando la verdad de todas sus palabras.
-Salvar el mundo -sentenció con una sonrisa triste- espero que alguna vez me dejes verlos pero si no- se detuvo desolada por lo que decidió cambiar rápido de tema- Shion ha creado un árbol, Ceres que limpiara el suelo de todo el veneno que dejo la tierra y se que tu le devolverás el alma, el pasado a la gente con tus obras -hizo una pausa para besarle en la frente- eres el último de mi pueblo, siempre serás un hijo para mi, ahora corre con tu familia.
Una sombra corría por el jardín delantero, incapaz de esperar mas se coló por la misma ventana que la primera vez que conoció a su flor. Encontrándoselo dormido con aspecto agotado con una cuna cerca de la cama.
-¿Safu has vu?¡Nezumi! -gritó el peliblanco abrazándolo sin poder creerlo.
-He vuelto, y para quedarme- contestó el ojigris revolviéndole el pelo con cariño.
-Venga bésame antes de que me despierte- pidió Shion acercando su rostro al otro.
-¿Crees que es un sueño? -preguntó el ratón divertido.
-Si, he tenido muchos, pero llevas demasiada ropa -respondió el albino tranquilamente.
-Puuff jajaja -río Eve unos segundos para atrapar los labios de su genio idiota en un beso demandante sin dejarle respirar para acto seguido mordisquear y lamer el cuello del otro arrancándole gemidos de placer- ¿sigues pensando que es un sueño? -preguntó con la voz ronca del placer comenzando a subir la camiseta de su opuesto.
-¡Buaaaah! -se escucho un llanto seguido rápido por otro. Shion se quedó estático asimilando que lo que había pasado era real queriendo morir de la vergüenza por su comportamiento pero reacciono rápido al seguir oyendo el llanto para cambiar a sus dos inoportunos diablillos.
-¿Como es que estás aquí?- preguntó el científico devolviendo a los pequeños a la cuna.
-Safu me lo contó todo- respondió sorprendiéndose al ver como su ángel empezaba a llorar.
-Lo siento, estaba tomando el te con ella y de pronto era el día siguiente, lo -se corto al ser abrazado con fuerza por el actor.
-Tu no tuviste la culpa -explicó este al notar que Safu no le había contado nada y decidió contar una mentira por piedad- ella no controlaba bien sus poderes por eso paso y se sentía culpable, fue a buscarme y ahora se ha ido a cumplir sus deberes, no puede cuidarlos.
-Menos mal odiaba pensar que ella hubiera hecho algo, fue tan extraño...pero si fue un accidente esta bien, no me puedo quejar del resultado -afirmó mirando con amor a sus pequeños mientras Nezumi sonreía al notar que su pequeño seguía pensando lo mejor de la gente hasta cuando no debía, su infiltración al centro de detención no lo había cambiado.
-Tenia razón son iguales a ti ¿Como se llaman?-preguntó mirando a los pequeños castaños con cariño.
-Midori y Tsubasa- contesto Shion para sentir el sobresalto del otro.
-Eran los nombres de mis padres -desvelo Nezumi para empezar a cantar una nana provocando que esos ojitos idénticos a los de su adoración se cerraran- a partir de hoy voy a ser vuestro padre.
-Pues creo que el único puesto libre ahora mismo es mama -comento Shion con falsa inocencia.
-¿En serio? Te voy a enseñar quien es la mama aquí- replicó el cantante para cogerlo en brazos y llevarlo a la cama besándolo.
-Los vas a despertar- se quejó el albino sin dejar que le quitara la ropa.
-Solo si haces ruido- contraatacó continuando su trabajo.
-Hentai- susurró huyendo de la cama- vamos a la habitación de al lado por lo menos podemos encender el intercomunicador- sugirió sonrojado- Por cierto, te quiero.
-A que viene eso de pronto, sigues siendo raro- comentó el pelinegro cogiéndolo de la mano- yo también, tonto-susurró como un tomate caminando con el mientras se hacia la promesa de que esta vez nadie, ni humanos ni dioses lo separarían de su familia jamás.