Capitulo 2
Bienvenida seas princesa de la nieve.
2 meses después…
Los días y noches del escritor fueron empeorando entre trabajo, bebida y sexo. El sexo con hombres se hizo más frecuente debido a que busca solo un sustituto del pelirosa, pero nunca daba resultado. Después bajo el influjo del alcohol lloraba recordando los días en que había logrado aceptar, aunque fuera poca, la luz del amor que le daba Shuichi. Lamentando el no haber creido en la inocencia de su pelusa y más cuando se llevo a la poca alegría que aun tenia, el hijo de su viejo mentor “Kitazawa sensei, por favor cuide de mi esposo y mis hijos” oraba Eiri cada noche.
Mientras Shuichi y Riku habían llegado a China donde por fin verían a la familia, después de quedarse en Corea del sur durante un mes haciendo turismo, esperando a que se cumpliera el tiempo para ver más grande a su bebe y cuando empezaban las clases en China, pero por el momento no estaba en planes meter a Riku en la escuela, hasta que aprendiera el idioma.
Su hermana Kurumi vivía junto a su esposo Hakuron en una mansión cerca del centro de la capital de Beijing. La casa tenía grandes jardines suficientes para que los niños o futuros niños jugaran. La gordura de Shuichi ya era más notoria se veía panzoncito, pero no mucho.
Riku por su lado extrañaba ver a su papi, pero el pelirosa le explico que por el momento dejarían en paz a Yuki para que pudiera concentrarse en su trabajo. Sabiendo que la mentira afectaría al pequeño a la larga, pero era preciso decirle las cosas hasta que creciera lo suficiente para poderlo entender
Cuando llegaron al aeropuerto de Beijing, una chica rubia alta de cuerpo exuberante y ojos amatistas, vestida como un traje típico chino de color verde estaba parada al lado de un hombre alto con el cabello corto, negro azabache corto vestido forma (o sea de traje) y con una mirada dorada muy intimidante veían la terminal de salida del vuelo desde Seúl a Beijing con parada en Hong Kong (Puede que exista la ruta puede que no, pero dejémoslo así no se de rutas de aviones).
-¿De verdad llegan hoy?- pregunto un Hakuron hastiado –Sabes que tengo cosas que hacer-
-Sí, llegaban hoy- le dijo tocándole la mejilla – Sabes que mi hermano no entiende mandarín corazón de melao- termino melosa
-Muy bien- dijo cambiando una mirada seria por una sexy –Si al rato me lo compensas- Hakuron tocaba con disimulo el trasero de Kuri-chan, que se sonrojo como una remolacha
-Está bien, pero deja de hacer eso- le contesto dándole un codazo.
A lo lejos en el andén de salida un pelirosa y una pequeña figura rubia salía con una maleta pequeña, caminando en dirección donde estaban su hermana y esposo junto con los guarda espaldas.
La rubia alzo un cartel que decía Kitazawa, mientras él estuviera en china no usaría el nombre Shuichi Shindou, sino Hikaru Tsukino “resplandor de la luna” seria su nombre como artista. Y ahora haría letras que valieran la pena, y darles una buena educación a sus hijos.
A lo lejos noto a su hermana echando a correr con Riku de una mano y en la otra la mini maleta donde guardaba algo importante para su nueva familia.
-HHHHHEEEEEEEERRRRMMMMMMAAAANNA- grito a pleno pulmón como lo caracterizaba antes de lo ocurrido con las dos más grandes mierdas (como él les llamaba) pero ahora con el bebe se sentía pleno de felicidad, y sumando a su otro hijo a la ecuación.
Tan pronto llego a la altura de Kurumi esta le abrazo como si no quisiera que se fuera, Hakuron veía conmovido la escena, le recordaba un episodio poco antes de su matrimonio cuando su amada perdió la memoria debido a un pequeño incidente junto al resto de la pandilla.
-Hermana- le dijo Shu sostenimiento sus manos –Me encanta conocerte en persona-
-Igual Shuichi – respondió con lágrimas –Ahora la familia está reunida-
-Bueno más o menos- tomo la mano de Riku que estaba detrás de sus piernas –Te presento a mi primer hijo Riku Kitazawa-
Kuri-chan se agacho a nivel de las piernas de su hermano viendo entre ellas al niño –Hola Riku, soy tu tia Kurumi, ¿No sales a saludarme?-
El niño, timido como todos, emergió poco a poco de tras de las piernas de shu –Hola Tia Kuri-
Volteo hacia arriba y también extendió su mano –Es lindo shu- tomando la mano del niño
-Es un gusto conocerte Riku bienvenido a Beijing-
Hakuron vio toda la escena enternecido, quería darle ya pronto hijos a Kurumi, pero estaban en medio de un tratamiento de fertilidad debido a golpes y otras cosas la matriz de ella había resultado algo dañada. Asi que esperarían mas a tener familia mientras el bebé de Shuichi sería el más malcriado de toda la mafia china.
El rey dragon se veía intimidante pero cuando Shu vio su mirada hizo a Riku involuntariamente hacia atrás y se protegió con la maleta soltando el nombre del padre de su “hija” –Yuki.
Hakuron miro por un momento raro a su cuñado, cuando la princesa dragón se levanto enojada dándole un pellizco en la mejilla para llamar la atención –Te dije que no miraras feo a mi hermano, tus ojos son iguales a las orbes ámbares de mi cuñado, Ahou-
-AAAHHFFFG- protesto de dolor el líder –Ya se pero es la mirada que habitualmente pongo-
Shuichi se tranquilizo cargando a Riku que se acurruco en el hueco del hombro –No se preocupe Hakuron-san, pero me recordó a alguien-
-Lo siente shu, y hablame de tu, me siento incomodo que me hables de usted después de todo somos familia-
-Gracias- sonrio shu, camino a recoger sus cosas para ir a la que sería su casa un rato.
Recogieron las maletas y se fueron por la limusina para ir a la mansión Uon donde se instalaría hasta que estuviera listo para regresar a Japón. Mientras ahí educaría a sus hijos. Ya habían contratado a Fuuron el asistente del Rey Dragón para que le enseñara el idioma a Riku y después Mandarin junto al japonés al bebé de Shuichi.
En Seúl donde se había hecho la última ecografía como de 3 meses y medio de embarazo para ver a su galletita mientras iba tejiendo chambritas (Shu: bueno soy un desastre haciéndolas que mas puedo decir, autora: tu no digas frio, deja que me haga cargo).
En la maleta pequeña traía la ecografía del bebé para mandársela a Hiro por e-mail, y también a sus padres de quienes se había despedido. Pero seguían dolidos como estaban por la muerte de Maiko, poca atención le habían prestado en ello, tampoco sabrían del nacimiento de su nieta.
Su galletita se veía sana y que crecería rápido, pues se divisaba que sería como su progenitor el escritor.
Llegaron a la mansión, la entrada se extendia como unos 500 mts. De camino con jardines de arboles de cerezos y algunas buganvilias moradas. El camino de concreto tenia flores en la orilla. Pero la casa era lo más grande, una especie de casa victoriana de 30 habitaciones con piscina y un garaje para varios autos que eran de la colección de Hakuron, a pesar de ser tan joven. La casa era de color café con las ventanas polarizadas antibalas.
Cuando la limosina donde iban se detuvo en la entrada una alfombra roja se extendió para recibir a la familia, toda la servidumbre incluyendo a los agentes de Hakuron, como eran Fuuron, Fuouron, y el resto de la gente.
-Bienvenidos Joven Hakuron y señorita Kurumi-
-Gracias Fuuron-
-Recojan las maletas de mi cuñado y su hijo- ordeno el rey dragon –Instálenlo en el ala oeste de la casa en la habitación de doble tamaño para el y su hijo-
-Como ordene señor Hakuron-
Entraron a la casa, y Kurumi fue a supervisar las preparaciones de la comida y la celebración de la recepción de Shuichi.
Dejo que su marido y hermano hablaran en lo que se iba a la cocina. Los dos se sentaron en la sala donde les sirvieron té.
-Gracias cuñado- dijo Shuichi mientras tomaba a un dormido Riku –No sé como agradecerte que me hallas aceptado con mis hijos-
-No tienes nada que agradecer Shuichi, después de que mis cuñados y suegra murieran en un accidente de trafico el año pasado- le explico el rey dragon – Ese día no volví haber la sonrisa de mi esposa, hasta que la contactaste, el padre de los gemelos (hermanos de Kurumi) había muerto y para ella era su padre, pero su madre le dijo la verdad, aun después se comunicara contigo y supiera que eres su hermano nunca le vi de nuevo la sonrisa- Hakuron miro un cuadro de su esposa y su familia antes de que un borracho que iba a alta velocidad impactara de frente el coche de la familia de Kurumi. Lo único que consolaba un poco a la princesa dragon era que su madre y hermanos
Nunca imagine que regresaría su hermosa sonrisa aunque no es tan nítida como antes, claro que no puede ser tan nítida extraña a su madre y hermanos pero se que están mejor en el lugar en el que están, su madre estaba enferma la mayor parte del tiempo-
-Entiendo cuñado, pero mi padre aun vive, pero están demasiado dolidos con la muerte de mi hermana Maiko que no pude decirles nada, además es mejor asi, ya me creían raro cuando me junte con el padre de mi bebé- dijo Shuichi con una sonrisa que reflejaba la tristeza de su alma por todo lo acontecido desde esa muerte.
-Mi madre no deja de llorarla, mi padre la quería pero no lo suficiente ninguno sabe donde estoy y mejor asi odio que le lloren siendo hipócritas Maiko y yo eramos unidos, era la única que me apoyo cuando dije que era gay-
-Lo mismo fue de parte de la madre de Kurumi cuando le dijo que se casaría conmigo-
-Es duro saber que no siempre te aceptan ¿ehh?-
-Si- termino Hakuron
-Bueno Hakuron te dejo, estoy cansado iré a dormir un poco-
-Mandare a que te avisen cuando este la comida-
-Gracias-
Hakuron vio como Shuichi con Riku cargando, subía las escaleras que principiaban desde la entrada, dirigiéndose con ayuda de una mucama a su cuarto. Era difícil imaginar, al menos para el, porque su pareja le había hecho lo que hizo. Pero si algo era seguro el ayudaría a su cuñado hasta donde pudiera. “Ojala encuentres a alguien que de verdad te valore Shu-chan” pensó el rey dragon
“como yo valoro a Kurumi, ella es mi todo”.
Shuichi se encerró en su nueva habitación, esta era grande con dos camas de dosel de madera de pino, las dos con cobertores azules, al fondo se podía ver una mini recamara donde estaba una cuna blanca con verde pastel, juguetes y ropa muebles listos con cosas para los recién nacidos. Todo listo para el bebe.
Los muros tenían tapices blancos con figuras de flores de cerezo a la mitad de abajo de madera pintada en blanco, había una mesa de centro con un par de sofás y un escritorio junto al ventanal que daba a los jardines de atrás de la mansión
Shuichi no noto eso y se limito a echarse en la cama pensando en su bebe como podría explicarle en el futuro, lo de su padre y el aparte de que su hermano mayor no era su hermano biológico todo lo que con llevaba-
-Lo siento Eiri-san, pero no sabrás cuando nacerá esta niña, porque no la mereces- y se hundió en el sueño
Un mes después…
Eiri se encontraba en la editorial, algo pasado de copas y con su nueva editora discutiendo el nuevo libro que llamaba “Luz al final del camino” una historia basada en sí mismo y Shuichi. Cuando escribía en su despacho esperaba un día oír el clásico la-li-ho de su “esposo”, pero ya no podría oírlo. Quería ver nacer a su hijo, sentirlo moverse dentro de Shuichi decirle que le perdonara que había sido un cabron idiota por hacerle aquello. Pero no, no podría disculparse. Por desgracia el rubio no le dejaba en paz, pero él lo evitaba como la peste. Su nueva editora en una semipelirroja pechugona de unos 30 años alta, pero al menos no era casada solo era otra casa herencias o un grupie
-Eiri-san- le llamo su editora –Ya esta le papeleo para la tira de los libros- y cambio su sonrisa por una seductora –Y algo mas- se había abierto la blusa al punto que se le veía casi los pezones
Eiri se sintió tentado pero de pronto vio la cara llorosa de Shuichi, levantándose y rechazando la invitación le dijo a su editora –Gracias, pero esta noche no estoy de humor – le dio una sonrisa cínica –Y además prefiero a los hombres últimamente-
Salió de la editorial para dirigirse al frio departamento donde, ni la luz del sol, calentaba los ánimos del Escritor. Si bien había inspirado una serie nueva de libros con trágicos finales, eran historias lo suficiente buenas como para mantener sus best-sellers en la lista de los 10 más populares. Pero no era lo mismo sin Shuichi, sin saber de su bebé una criatura que el tanto había empezado a querer que ese bebé viviera. Tomo una cerveza y se tiro al sofá donde últimamente dormía, para sentir la calidez de su pelusa rosa.
-Shuichi que habras hecho como mi hijo o hija, no creo que le hayas hecho daño- vio la foto de la familia –Espero que no le hagas nada, podrás odiarme pero no a nuestro hijo-
Eiri se durmió y soñó con Shuichi, embarazado pero con mas panza al lado de alguien y le sonreía, a esa personas era alto pero con orbes azulgris y volteaba a verlo cuando notaba su presencia. Las orbes amatistas volteaban a verlo con horror en los ojos, intentando protegerse con el hombre que le acompañaba y poniendo una mano sobre la panza como protegiendo a su bebé.
Este le abraza poniéndolo detras de si para decirle –No le haras daño a nuestro bebé o a el otra vez-
-Shuichi dile que es mi bebe- grito –SHHHUUUIIIICCCHHHIII-
Despertó gritando el escritor empapado de cerveza en su camisa y en el suelo mirando hastiado lo que había pasado por quedarse dormido, no le gusto con lo que soñó viendo a Shuichi feliz pero este hombre proclamaba que el niño era suyo y que no dañara a su Shu otra vez. Bueno el se lo había buscado por no creer en su pareja, que él no tenía una amante.
Se levanto comenzando a llorar
-Shu porque no te aprecie mas amor mio- lloro por segunda vez como un niño pequeño como aquella vez que le dijera a Shuichi la verdad de su vida con Kitazawa (no he visto la serie completa así que no se en que parte es).
Un mes después …
La panza de Shu había crecido más y parecía pasa más tiempo de su embarazo que solo 5 meses y medio de embarazo, en esta ocasión estaba con su hijo mayor y su hermana en el hospital de maternidad de Beijing para hacer un ultrasonido y una prueba de embarazo por parte de Kurumi, pues últimamente se había sentido mal.
La sala estaba llena de mujeres y dos hombres embarazados, Shuichi estaba tejiendo una manta para el bebé, el seguía insistiendo que era niña. Kuri-chan se había sentido mal los últimos días, prefiriendo descartar un virus y un embarazo imaginario fueron a la unidad de maternidad.
Llamándoles la enfermera el trio Shuichi se sentó donde le harían el ultrasonido, le colocaron el gel para el aparato en el abdomen donde bio una imagen del bebe
-¿mi bebé está bien? ¿Y qué es?-
-Sí, joven será un niño muy sano se ve que son dos por lo visto-
-¿Dos?-
-Si, pero parece que es un gemelo de agua- le explico la enfermera- es solo una bolsa de líquido amniótico
-Bueno es niño, yo quería una niña-
-Creame señor Tsukino, creo que puede darle una sorpresa al final del embarazo-
-De acuerdo-
Cuando paso Kurumi la felicidad más grande para ella no podía ser estaba embarazada de Hakuron, por primera vez y no solo eso también tendría gemelos, porque los niveles de hCG eran altos en comparación de un embarazo de un solo bebé y para ponerle la cereza al pastel tenía mes y medio de embarazo
.
Después del ultrasonido, grabado en un DVD estaba más que feliz de ver moverse a su hijo, le enviaría a Hiro el video del ultrasonido.
Cuando llego a casa empezó a pasar tiempo con Riku, hablándole al bebe de poesía, libros que leía de maternidad traídos en japonés cortesía de la internet y DHL, también comenzó a preparar la maleta que llevaría al hospital, con la frazada que había terminado, chambritas y unos trajecitos para bebé recién nacido.
Los meses pasaron rápidamente cuando ya cumplió el noveno mes de embarazo, anochecía cuando estaba con su hijo Riku repasando las lecciones de Fuuron que era su tutor de clases en el idioma cuando sintió una punzada en el estomago que lo hizo recargarse hacia el frente
-Mama que pasa- grito el niño alarmado
-Nada, ve por tu tia Kurumi rápido- el niño salió corriendo gritando el nombre de su tia cuando ella llego, Shuichi había empezado a romper aguas.
-Shu tenemos que llevarte al hospital estas por dar a luz- busco por todos lados – ¿Dónde está la maleta con todo- pregunto Kuri-chan y su hermano señalo al armario y sacándola le grito a Hakuron que iban corriendo al hospital asi que llevaron la lumisina.
Llegaron en tiempo record a emergencias del hospital y pasaron a shu de inmediato al quirófano para dar a luz . Kurumi pasó a la sala con su hermano y le sostuvo la mano.
-No se preocupen señora Uno, señor Tsukino- dijo el doctor Ka-pai –Su hermano dara a luz tranquilo -
-Gracias Doc-
Los dolores se agraviaron y Shuichi pujaba
-Shu puja
-Ya no puedo
-Tienes que poder, no quieres ver a tu hijo fuera en el mundo
-Si llámalo-
-ven bebe, déjame verte, soy mamá deja verte-
Después de 2 hrs en quirófano la belleza del mundo nació, para su sorpresa, la hija de su corazón la que tanto había deseado ver en vivo y a todo color desde que supo que la había concebido.
En Japón el Escritor visitaba a su hermana Mika en Hokkaido mientras era invierno cuando sintió una oleada de calor –Oh pero-
-¿Qué pasa Eiri?- pregunto su hermana saliendo del cuarto de su hijo a quien había dormido
-No lo sé Mika pero siento que algo bueno acaba de suceder, creo que ya nació mi bebé-
-Si espero que haya sido así y naciera sano, Shu debió cuidarse durante todo el trámite-
Y por primera vez en muchos meses de suspirar y desear, Eiri sonrió con una calidez que solo se le vio de joven al sentir a su bebe.
Ya en el cuarto de recuperación Shuichi sostenía a su bebe dormida vio que en su cabecita tenia pelusa rosa como la suya pero su rostro era similar al de su padre. Volteo a ver la ventana donde había luna llena comenzó a cantar:
Orenji iro tsuki yoru ga kuruto
Kimi no koto o omoi dasu
Kakko tsuketa ore no sefiru wa
Hoka no dare kano sefiru de
Cuando una noche de luna llena de color naranja viene, pienso en ti,
como si las afectaciones de mis palabras eran palabras de otra persona.
Fui ni miageru silhouette
kimi no yoko o terashita
awai hikari wa ima demo.
Incluso ahora, puedo recordar la pálida luz
que iluminaba tu silueta como de repente miró hacia arriba ese cielo nocturno
Nani o matteru kimi wa inai heya
Tokei dake ga ashi oto no youni
Nemurenai mune ni hibiku
¿Qué es lo que estoy esperando, en esta habitación sin ti?
Sólo el tic-tac del reloj esta, pero resuena en mi corazón insomne como
El sonido de unos pasos.
Imamo matteru hitori tomatteru
Futari mita anohi no tsuki o ima
Dokede kimi wa miteru.
Incluso ahora estoy esperando, me detengo aquí solo.
¿De dónde ves la luna vimos juntos ese día?
ore no shigusa manete waratta
kimi no koe mo omoi dasu
kimi to aruku yoru no SHIIN wa
ORENJI iro PHOTOGURAFU
Mi comportamiento imitador hizo un grito de risa, incluso cuando recuerdo tu voz.
La escena de la noche cuando nos dimos juntos una vuelta es ahora un fotografía naranja.
kage ni otoshita uso to
ore no wagamama o yurushita
kimi no namida ga ima demo
Tú no perdonaste las mentiras que caían de la oscuridad y tu egoísmo,
Dejo solo lágrimas, aun ahora
nani mo iwazuni
toki wa nagareru
yagate kuru asa no hisashi ni
tokeru youni sora ni kieru
saigo no yoru wa
doko ni mo nakute
okizari no ore no kokoro o
tsuki dake ga ima mo miteru
Sin decir una palabra, el tiempo fluye;
El cielo se extingue por la luz de la mañana la cual viene pronto,
Como se derrite. En esa última noche, no importa dónde estás,
Sólo la luna mira mi corazón abandonado, incluso ahora.
kimi o matteru tooi omoi demo
tokei dake ga ashi oto no youni
nemurenai mune ni hibiku
ima mo matteru hitori tomatteru
futari mita anohi no tsuki o
ima dokode kimi wa miteru
Voy a seguir esperando, no importa lo lejos que estamos -
es sólo el tic-tac del reloj pero resuena en mi corazón insomne como
el sónido de pasos.
Incluso ahora estoy esperando, aquí solo.
¿De dónde ves la luna vimos juntos en ese día?
Llorando termino su canción recordando los pocos momentos felices que vivió con el escritor que aun ocupaba su corazón.
Soltó una lágrima, cuando sintió una mano que le sujetaba fuerte el índice de la mano izquierda, bajo la vista espantada para ver quién. Pero se sorprendió de ver que era su pequeña hija que había abierto los ojos para ver las tan conocidas orbes doradas de su ex pareja en los ojos de la niña.
Fijo su mirada en la de su hija y hablo:
-Siempre te voy a querer, peque tu eres mi fuerza y mi vida ahora igual que tu hermano mayor Riku a quien conocerás mañana a papa no se si algún dia lo hagas- le dio tomando la mano de la niña -Bienvenida al mundo mi princesa de la nieve, mi Yukihime- abrazo a su hija llorando silencioso.