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CELOS por HelenKarlray

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Notas del fanfic:

Basado en los miembros del Grupo Shinee.
Narrado en su mayoria en primera persona

Notas del capitulo:

si, inicia con la conclusión.
espere el siguiente capitulo
gracias a Katja por las ideas y correccciones

 

CELOS

 


 

Jonghyun &Minho

Shinee

por

Helen Karlray

 

 


 

Capitulo 1: Conclusiones

 

 

¿Qué es esto que siento? ¿Qué es este extraño nudo en la garganta, este vacío en el estómago? Tal vez sea hambre, gastritis o estrés. No lo sé. Pero me preocupa. No he podido ensayar bien durante toda la semana. El concierto es en unos días y no puedo cantar como se debe.

 

Sigo en la sala de ensayos pero no he podido hacer nada, vendrán a recogerme dentro de poco y no avanzo. No es posible que no pueda hacerlo.

 

Me quedo en silencio tirado en el piso con piernas y brazos abiertos, mirando el techo tratando de encontrar una respuesta a mis problemas

 

-¿Jonghyun? ¿Qué haces?- La voz de Minho me sorprende. No lo escuche entrar. Esta parado justo a un lado –¿Estás bien?- me pregunta, arrodillándose y colocando su mano sobre mi frente. –¿Tienes fiebre?- pregunta al ver mi rostro sonrojado, pero estoy seguro que mi color fue por la sorpresa y no por alguna otra razón extraña y malévola como que él me parezca atractivo. Fue por que me pilló en un mal momento. Sin embargo no me muevo, me quedo mirando sus grandes y brillantes ojos.

 

-Parece que estás bien- retira su mano y yo sigo el movimiento con la mirada –¿Estás tan cansado como para no moverte?- Parece realmente preocupado, sus labios se mueven lento, esos labios carnosos y seductores… Niego con la cabeza tratando de alejar esas ideas. Respiro de nuevo y me limito a inhalar hondo e incorporarme hasta quedar sentado.

 

-Ven- ofreciéndome la espalda –si estas tan cansado yo te llevare a cuestas- propone. No puedo ver su rostro pero podría jurar que está sonriendo, que tiene ese estúpido gesto apenado en la cara. Obviamente no quiero que me lleve como a un chiquillo, pero…hay algo.

 

Sin pensarlo demasiado lo abrazo por el cuello mientras dejo caer mi peso en su espalda, me recorre las piernas con las manos hasta encontrar el punto exacto para sujetarme. Estoy completamente sonrojado, me tenso y él se ríe al notarlo. Tantas veces me han llevado cargando que no encuentro motivo de mi nerviosismo. –No te tiraré- susurra y lo comprendo. Quizá era eso lo preocupante, muy en mi interior sé que no, pero trato de convencerme.

 

Llegamos a la entrada, la camioneta aún no llega –bájame- le digo, apenas audible.

 

-Esta bien- me responde –soy fuerte-.

 

-Peso- me encojo de manera inconsciente, él me hace saltar un poco acomodándome de nuevo en mi posición.

 

-Eres muy ligero- ríe –además si sigues ahí me calientas-

 

Brinqué al oírlo. Minho tuvo que hacer acopio de toda su fuerza y agilidad para no dejarme caer -¿Qué pasa?- pregunta preocupado, el estar detrás me da la ventaja de que no pueda verme.

 

Sabía que era un descarado, pero no esperaba que dijera que lo caliento; sigo temblando, él trata de verme por el rabillo del ojo pero yo me oculto pegándome a su espalda –Tu suéter- grita de pronto –¿Cómo es que lo olvidamos?- regresa sobre sus pasos –¿Por qué no me dijiste?…es obvio que estás temblando de frío-

 

Realmente no lo había notado, estábamos en pleno invierno y a mi sólo me cubría una ligera sudadera, en el salón había dejado mi chamarra. Él asoció mi temblor con el clima. -Claro frío- dije sin pensar. Comprendí de inmediato que cuando él decía que lo calentaba se refería al ambiente no a …bueno, otra cosa.

 

Llegamos al salón, tomé mi chaqueta y me la puse sobre los hombros, en ningún momento me dejó bajar. Entonces su móvil sonó -Es el tono de la manager, deben estar esperando; voy a correr, sujétate fuerte- Más tardó en decirlo que en ponerse en marcha, apenas tuve tiempo de aferrarme a su cuello. En segundos llegamos, efectivamente ya nos esperaban.

 

Entramos a la camioneta, me dejó caer sobre el asiento trasero mientras él se iba al frente para explicar que ya había terminado sus compromisos y que yo estaba muy cansado.

 

Sin notarlo me había quedado dormido, cuando abrí los ojos me encontré siendo llevado en brazos como una princesa -¿Qué?- alcancé a decir antes de que él me apretara contra su pecho inmovilizándome.

 

-Ya casi llegamos- me dijo no quedándome de otra más que esperar, respiraba lentamente, nuestro departamento no era muy grande; un pequeño lugar con tres recámaras. Yo compartía habitación con Key, Onew con Taemin y Minho dormía solo. Había obtenido ese privilegio después de que los otros decidimos que era demasiado molesto dormir con un adicto al deporte que tenía partidos en vivo o en línea hasta la madrugada, que hablaba dormido, que pateaba y que para colmo dormía durante días.

 

Mi indignación se interrumpió cuando me dejó sobre la cama, era amplia y mullida, la habitación estaba completamente a oscuras pero él se movía con completa libertad. –Lo siento pero parece que Key cerró con llave- encendió la luz y confirmó mis temores. Estábamos en su habitación.

 

Una cama matrimonial al centro, rodeada de una amplia pantalla, una canasta de baloncesto colgada sobre la puerta, ropa de toda clase en un closet que abarcaba dos paredes. Discos y libros daban el toque final.

 

-Si no te molesta puedes dormir aquí- concluía con una sonrisa, sacando un par de pijamas.

 

-No es como si nunca hubiéramos dormido juntos- le dije y de inmediato me sonroje. Él en cambio sonrió extendiéndome el atuendo. –Digo… no es como si nunca hubiéramos dormido lado a lado…- Traté de componer la frase, pero él ya no me escuchaba. Estaba muy ocupado despojándose de sus prendas. Me quedé ensimismado mirándolo. No era muy común que él se cambiara frente a otros, ni siquiera frente a nosotros, pero ahora se desnudaba con total naturalidad.

 

Mi visión duró segundos, en lo que pareció durar un parpadeo ya tenía puesta una linda pijama de franela negra con vivos azules. Miré la que yo tenía en las manos –Si te sientes incomodo puedo salir- me ofreció y negué con la cabeza.

 

No muy seguro me fui quitando la ropa mientras pensaba el por qué seguía ahí.

 

–Minho- se escuchó un tímido llamado del otro lado de la puerta seguido de tres golpes.

 

-¿Qué pasa Taemin?- dijo él, entreabriéndola apenas lo suficiente para asomar la cabeza.

 

-Hace frío y tengo miedo, Onew me hizo ver una película de fantasmas. ¿Puedo dormir contigo?-

 

Su voz infantil me alteró. Sabía que ellos eran cercanos y que a Taemin le daban terror esas películas, al igual que a Key, pero…que fuera a esa habitación a pedir asilo me turbó.

 

La respuesta se hizo esperar más de lo deseado, yo me cambiaba con movimientos exagerados y fuertes, tratando de ocultar mi frustración. Cuando Minho le dijera que sí, me iría a mi propia habitación.

 

Key siempre cerraba la puerta con seguro, y nadie más sabía que la llave estaba oculta en el marco de la misma. Pero incluso si la llave no estuviera ahí, prefiero dormir en el sofá. Cualquier cosa es mejor que soportar esta escena.

 

-Lo siento Tae- su voz sonó más dulce de lo que alguna vez esperé –Jjong estaba exhausto y Key cerró su puerta, por lo que hoy dormirá aquí-

 

Taemin susurró algo que no alcancé a escuchar, Minho sacó el cuerpo para abrazarlo.

La puerta se abrió y yo me metí de inmediato a la cama fingiendo dormir, pude ver como Taemin lo rodeaba por la cintura y él lo cubría con un aire protector. –Te veré en la mañana- le dijo y se separaron.

 

Mi anfitrión entró y me halló hecho un ovillo en medio de la cama –Jjong- susurró cerrando la puerta y apagando la luz –Jjong…no me dejas espacio- hincándose sobre la cama.

 

Sentir su peso tan cerca del mío me inquietó, me moví rápidamente a la orilla hasta que de nuevo sentí su mano sujetándome la cintura. –Te vas a caer- me dijo al oído; estaba acostado a mi lado abrazándome. Iba a reclamar, pero justo al moverme tambaleé en el filo de la cama; si no me hubiera estado sujetando habría caído sin remedio.

 

-Que duermas bien- revolvió mi cabello con la otra mano y se retiró hasta el otro extremo. En segundos su respiración se volvió lenta y rítmica, señal que había caído profundamente dormido.

 

Yo en cambio no podía hacer lo mismo, mi mente me torturaba con cosas innecesarias. Todas referentes a ese chico que dormía a mi lado. Respiré profundo tratando de poner en orden mis ideas.

 

Desde hacía un tiempo lo estaba pensando, había algo que me molestaba de ese sujeto, pero no era una molestia real, era más bien como una especie de incomodidad que no lograba identificar. Incluso cuando me llevó cargando todo estaba bien, sin embargo el dolor en el estómago apareció cuando lo vi abrazando a Taemin. Pero no había razón alguna para ello…definitivamente tenía que pensarlo detalladamente.

 

Choi Min ho, miembro de Shinee, el segundo más joven, sobreprotector, malo con las palabras, torpe con las matemáticas, muy serio, voluble, enojón, desesperado, noctámbulo…. todo lo contrario a mi, JongHyun, el vocalista principal, alabado por tener una extraordinaria capacidad vocal, excelente orador, el que siempre tiene la palabra adecuada, o eso es lo que me han dicho, guapo…pero no tanto como Minho. Trabajador, pero no tanto como Minho, ese tipo tenía la agenda llena. Popular, pero no tanto como… olvídenlo, no quiero hablar de eso.

 

Yo sólo me estaba enfadando, era obvio que cada miembro de Shinee era especial en algo, Minho no tenía la mejor voz pero era guapo, no era el mejor bailarín, pero era sexy, no era el más diestro con las palabras pero era gracioso, muy a su manera. Además, no sabía actuar ante los sentimientos de los demás, menos aun contra el aegyo de Key. Es bastante retraído, bien educado, rico, de una buena familia, extremadamente sobreprotector y adora abrazar.

 

Conclusión: Minho era un oso de felpa gigante.

 

Me reí ante mis pensamientos, después me callé; no estaba sólo, por el contrario me encontraba acostado con el motivo de semejante desvelo. Admiré su perfil en la obscuridad, cuando dormía se veía aun más dulce.

 

Me tensé por un segundo. No podía ser verdad. No podía gustarme Minho, no, no, no. Respiré profundo- No es eso, no puede ser- susurré. Esto es algo más, debe serlo.

 

No es que me enoje con Taemin por acapararlo, no, no es eso. Ni porque siempre estén juntos y compartan gustos, no puede ser eso tampoco. Es porque… él modela, es alto y buen mozo, tiene un cuerpo de portada de revista, es un deportista increíble.

Sí, es eso, sólo tengo envidia de sus cualidades.

Suspiré aliviado.

 

Después de todo no podían ser celos, porque a mi no me gusta Minho, es envidia; yo quisiera ser así de alto y tener un cuerpo tan trabajado y ser capaz de saltar y correr como él, tener doramas y pasarelas. Sí, evidentementees eso.

 

Sólo envidia y no celos.

 

Respiro profundo y es con ese mantra que me quedo profundamente dormido.

 

La mañana llegó. Había dormido muy bien; traté de moverme pero unos brazos me sujetaban por la cintura.

 

–Key- gruñí –suéltame- me gire lentamente. Para mi sorpresa era Minho el que me abrazaba. Quedé atrapado entre sus brazos, pegado a su pecho.

 

Me quedé muy quieto tratando de asimilar la situación, tardé unos segundos en recordar cómo había llegado ahí. Él se removió y me sujetó con más fuerza, sus largas piernas me envolvieron, me moví pero sólo provoqué que se enlazaran. Podría apartarlo de un empujón, estoy seguro, pero detrás de él la orilla se asomaba peligrosa.

 

Resignado suspiré, al parecer aún era muy temprano, la luz no filtraba del todo. Me dejé llevar por su aroma, por su calidez; cerré los ojos y caí de nuevo dormido.

 

Un sonido insistente nos despertó, me apretó con toda la fuerza de su cuerpo hasta que me quejé –¡Oh Jonghyun!- me miró muy sorprendido. –Lo siento, pensé que era una almohada- se justificó riendo torpemente.

 

-Pues no lo soy- lo miré serio. –Y tu despertador no ha dejado de sonar-

 

-¿Qué?- trató de levantarse pero nuestras piernas seguían enlazadas, se movió y sólo consiguió caerse, dándose un buen sentón.

 

–Eres un torpe- le dije riendo.

 

-Jonghyun- me llamó levantándose de un salto.

 

-¿Qué pasa?- su tono urgente me espantó.

 

-Muy buenos días Jonghyun- haciendo una ligera reverencia.

 

-Idiota- lanzándole la almohada con la que había sido confundido. Él me sonreía y yo sabía que también tenía el mismo gesto. –Buenos días- terminé susurrando. Bien educado y con buenos modales, pensé. –Tu alarma- le volví a decir al notar que él no se movía.

 

-Cierto- tomó su celular del mueble y contesto. No era una alarma era una llamada –Sí, ya voy…en unos minutos, sí...no, yo le digo…sí….está aquí… no hay problema- colgó y me miró con una enorme sonrisa.

 

-¿Qué pasa?- le pregunté.

 

-Ya se nos hizo tarde…la comida comenzará en 10 minutos-

 

-¡¿COMIDA?!- casi caigo al salir de la cama. Tomé mi ropa buscando el móvil, eran las dos menos diez de la tarde. -¿Cómo demonios…?- pero no terminé la pregunta, él ya se había ido a la ducha. Recorrí el cuarto nuevamente, las cortinas eran de una tela muy pesada, no dejaban pasar la luz. –Eso explica cómo es que puede dormir por días.-

 

Caminé a mi propio cuarto. Tomé ropa limpia y esperé a que saliera del baño; esa era otra ventaja, en cinco minutos podía estar listo, no como Key, que se llevaba horas.

 

Salió con una toalla envuelta en la cintura, me le quedé mirando.

 

–Lo siento- se disculpaba -¿Debí esperarte?- me tomó de los hombros.

 

-¿Qué?.

 

-Para bañarnos juntos.-

 

-¡¿QUÉ?!- Estoy seguro que mi grito resonó en todo el edificio.

 

-Para ahorrar tiempo- se justificó guiñándome el ojo y alejándose antes de que lo golpeara.

 

-Idiota- siseé metiéndome al baño. Tenia que apresurarme, no podía perder tiempo preocupándome de si lo decía en serio o no, tenia que dejar de pensar en ese estúpido y la posibilidad de tenerlo desnudo con el agua corriendo por su cuerpo, tallando su espalda, enjabonando cada parte de su piel… sacudí la cabeza y abrí el agua fría, al parecer necesitaba refrescar la mente.

 

***************************************************************

 

La noche llegó de nuevo, la mayoría de la gente no entendía cómo es que podía dormir tanto, pero era obvio considerando mi ritmo de trabajo.

 

Suelto un suspiro mientras llegó al departamento, la noche de ayer había sido muy entretenida. Anterioremente había compartido habitación con Jjong, pero ésta vez pasaba algo diferente, no podría explicarlo si me lo preguntaban, pero me gustó. Realmente pude dormir bien, sin esas discusiones entre sueños, sin pesadillas, sin nada más en mi mente que el sonido de su corazón latiendo, su respiración acompasada con la mía, el recuerdo de su melodiosa voz.

 

Le tengo tantos celos; es realmente talentoso, tiene un poder en la garganta bárbaro, yo jamás podré tener algo así. Sonrío melancólico en la oscuridad de la sala, es casi media noche y ya todos se han ido a dormir. Las puertas están cerradas y todo tranquilo

 

Suspiro de nuevo, aunque vivimos juntos es difícil convivir conmigo, lo sé, pero no puedo hacer nada para remediarlo; mi agenda es tan apretada como los pantalones que uso. Grabación, ensayo, casting para doramas, entrenamiento, Dream team, entrevistas, pasarelas, ensayo con los del grupo…bueno, a veces con ellos, la mayor parte del tiempo somos sólo la coreógrafa y yo. Algunas veces también me ayuda Taemin. Mis horarios son pésimos, me mató cada día con tal de cumplir las expectativas de mi padre.

 

Llego a mi habitación, no es necesario encender la luz, me despojo de todas mi prendas así como de mis preocupaciones, estoy exhausto, me coloco algún short y me dejo caer en la cama.

 

-Ouch- se escucha debajo de las cobijas.

 

-¿Qué demo…?- me levanto de un salto tropezando torpemente, cuando me doy cuenta ya estoy en el suelo. –¿Hyung?- El pequeño bulto sobre mis cama se mueve, la luz de un celular lo ilumina confirmando mis sospechas.

 

-¿No te enseñaron a tocar?- él gruñía molesto

 

-Es mi habitación, además…¿Qué haces aquí Jonghyun?

 

-Key está remodelando, todo el cuarto olía a pintura… él seguro fue a dormir con Tae y Onew, y es tan tarde que pensé que no vendrías.

 

-Ah- no pude responder más, no me interesaba realmente el motivo –Bien- llego a gatas hasta la cama –necesito dormir- le anuncio cuando me meto a su lado. –Que duermas bien.

 

**********************************************************************

 

Toda la noche pensando en una excusa y me sale con un “ah”. Sin siquiera tomarme en cuenta, se metió a cama para caer dormido de inmediato, como si tuviera algún botón de encendido y apagado. Es sorprendente, yo me la paso horas despierto… -Qué envidia- susurro mirando atentamente su dulce rostro apenas iluminado por mi móvil.

 

Realmente no sé bien por qué decidí venir a esta habitación, es cierto que Key remodeló, pero lo hizo en la mañana y ahora mismo está durmiendo en su cama.

 

-Jjong- lo escucho susurrar mi nombre. Siempre habla dormido, bueno, discute, patea y gira, es muy difícil dormir con él. Así que no me sorprendo.

 

-Jjong- vuelve a llamarme removiéndose-

 

-¿Sí?- respondo, acariciándole la espalda, Total, ¿Qué puede pasar?.

 

-Te quiero.

 

-¿Qué?- ahogo un grito en la garganta. No puede ser. Lo dijo tan bajo que bien puede ser un invento de mi imaginación, quizá lo escuché mal; sí, debe ser eso, le escuché mal. Pero…¿y si no? –Minho- le llamo, él me estrecha entre sus brazos como señal de atención, o eso quiero creer.

 

-Minho- le llamo de nuevo. Respiro profundo para calmarme, estar entre sus brazos, con la cara pegada a su torso desnudo: su calor inundando todo mi cuerpo, me descontrola. –Minho- escucho mi voz nerviosa, él se limita a gruñir –¿Minho, me quieres?-

 

-Sí- susurra y yo comienzo a temblar.

 

-Minho…¿Quieres a Taemin?-

 

-Sí- deshago mis puños que hasta ese momento se habían mantenido fuertemente cerrados. Así que es eso, me quiere al igual que a todos. Sonrío de lado. Lo abrazo con fuerza ocultando mi rostro en su pecho –yo también te quiero- susurró sin pensarlo.

 

**********************Continuara***************************

 

Notas finales:

Gracias por leer


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