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Tarifas incalculables. por kallenparms

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Notas del capitulo:

Descargo de responsabilidades: Naruto y sus personajes son propiedad de Masashi Kishimoto.

Vengo llegando tarde, no les quito mas el tiempo

enjoy

Capitulo6: compartiendo lecho

 

Al volver del baño y después de haberse puesto el pijama y lavarse los dientes, salió esperando que el rubio tonto ya no estuviera en paños menores, estaba un poco más calmado, pero grande fue su sorpresa o mejor dicho impacto al ver el atuendo del otro.

– Creí que ya te habrías cambiado ¿Piensas dormir así? -  preguntó tratando de no sentirse escandalizado.

 – ¿Hum, que tiene? – se miró extendiendo los bazos.

El rubio sólo portaba unos slips negros, que le iban maravillosamente bien, dejando su bien trabajado torso y abdominales a la vista y ese par de torneadas piernas también, si fuese pecado el estar bueno, seguramente el Uzumaki estaría irremediablemente condenado.

Sasuke se mordió la lengua, podía decirle que era un descarado exhibicionista, pero viéndolo bien, él ya se estaba portando demasiado mojigato; después de todo no era el primer hombre que veía desnudo; en las duchas del instituto o hasta en reuniones familiares donde primos y amigos compartían en la playa, los trajes de baño abundaban y no eran muy diferentes del ajustado calzoncillo que el oji azul llevaba puesto… a quien demonios engañaba, claro que difería, principalmente por el hombre que lo portaba, y nunca lo aceptaría públicamente, pero antes de está experiencia jamás  sintió mariposas en el estomago al ver a alguien con tan poca ropa, ni tragó saliva disimuladamente aprovechando el panorama.

– Ni para que quejarme – siseó –, sé que no ganare nada – se resignó.

Naruto se encogió de hombros y le quitó importancia, aunque por dentro reía gustoso, su ego estaba infladísimo; estuvo a punto de preguntar "¿Te gusta lo que ves?" con su respectivo tonillo descarado, pero se detuvo; la santurronería del Uchiha le gustaba mucho, porque además no era consciente que a pesar de sus prejuicios, también tenia su vena pervertida y voyerista. Era malditamente adorable y se preguntaba cuanto podría aguantar sin que le permitiera manosearlo un poquito a solas; de lo que si estaba seguro es de qué aprovecharía las oportunidades para hacerlo en público, pues claramente tendrían que fingir amor y el azabache no podría reclamarle nada.

Después del "incidente" Naruto se lanzó a la cama y tomó su lugar en el lado derecho, acomodó las mantas sobre su cuerpo y en socarrona invitación palmeó el lado izquierdo de la superficie.

Sasuke rodó los ojos con exasperación, chasqueó la lengua y se dispuso a tomar su lugar en el lecho. Al principio fue incomodo, aunque fácilmente podría asegurar que sólo lo era para él, el rubio bastante acostumbrado estaría ya a compartir cama con alguien mas, por lo que cogió sueño rápidamente; luego de unos minutos, unos ronquidos pequeñitos se escucharon salir de la garganta del Namikaze; Sasuke estaba tieso, sentía que si hacia cualquier movimiento, Naruto se despertaría.

Dormitó durante lo que quedaba de la noche; el oji azul parecía buscar su calor corporal, pues de un momento a otro se encontraba casi trepado encima de él, pasándole una de las piernas por sobre las suyas. Él realmente no sintió cual fue el momento exacto en que el rubio se amoldó a su cuerpo, pero cuando quiso moverse, algo pesado se lo impidió, un poco molesto abrió los ojos desorientado y enfocando mejor vio a su compañero abrazándole como si fuese un koala.

¿Qué hacía? ¿Lo despertaba? ¿Se movía un poco más a la orilla? ¿Pero como la hacía si estaba casi al borde de ella? El rubio cabezota se apropió casi de todo el lecho y no sólo eso, sino que se le trepó encima.

Podría apostar que pasaban de las nueve de la mañana, el cuarto estaba ya bastante alumbrado por la luz que entraba por la ventana; en otras circunstancias ya tendría a su madre tocando la puerta para que se levantara, pero con la desvelada de la fiesta, se les había permitido dormir un poco más.

Hizo un nuevo intento por moverse, se revolvió un poco y ese simple acto le dejó petrificado y con los ojos bien abiertos.

– Hn – dejó salir el dormido rubio.

Sasuke sintió un escalofrío y es que ahora que ponía mas atención, esa dureza presionando contra su muslo no podía traducirse mas que de una sola forma… si ya tenia los ojos bastante abiertos, con ese descubrimiento los abrió aun más, casi al borde de hacerse daño; como caricatura giró el rostro para tener de frente el de su compañero. La imagen le mostraba a un rubio completamente inmerso en las profundidades del sueño y sin embargo mantenía el ceño fruncido levemente en una mueca que no aclaraba enteramente, o al menos no para personas ajenas a la escena, el porque de esa expresión, entre dolor y placer.  

El escalofrío se volvió a hacer presente; Naruto gimió de nuevo, pero en está ocasión con mas volumen; el cuerpo de Sasuke se tensionó y por segundos se quedó sin respiración.

¿Qué le pasaba a ese rubio descarado? ¿Es que no había sido suficiente claro con él? ¡No le interesaba tener sexo!

 – Uh…  – se escuchó de nuevo y no conforme con eso, Namikaze comenzó a frotarse contra él, muy despacio, pues se notaba que lo hacía inconscientemente, aun sumido en la bruma del sueño.

Sasuke no era llorón, nunca lo había sido y no entraba en pánico con facilidad, su temple le precedía, podría decirse que era una cualidad heredada por los Uchiha.

Esa cualidad era indudablemente la que le impedía mostrarse exaltado  en esos momentos.

"Vamos, respira, despacio, si lo hago así, lentamente, podre deshacerme de este torpe"  se decía mentalmente, mientras cautelosamente se revolvía bajo la pesada pierna del rubio; sin embargo no calculó bien y con ese movimiento, la rodilla del Namikaze presionó sobre su zona mas sensible.

  – Gng – dejó salir sin poder evitarlo.

No que antes no hubiese tenido una erección mañanera, se supone que era fisiológicamente normal, sólo que nunca le había sido tan vergonzoso experimentarlo.

Se volvió a quedar quieto y esperó cualquier movimiento que indicara lo hubiese delatado con el rubio, si se daba cuenta de su estado… bueno, no quería ni imaginarlo; suspiró con el latido de su corazón punzándole en los oídos y presionó sus dientes tratando de ahogar un nuevo gemido ¿Por qué nada le salía bien?

Naruto había comenzado un nuevo ritmo, se frotaba contra él, pero al parecer también podía sentir como le había puesto duro, pues acompañó sus movimientos pélvicos con los de rodilla que se rozaban desinhibidos contra su paquete.

"¿De verdad estará dormido? Humm…"  se tensó achicando los ojos, podía sentir el calor y la dureza de Naruto a pesar de la ropa interior y claramente él ya estaba bastante húmedo; si seguía así, terminaría por derramarse y si el rubio se llegaba a dar cuenta, ya podía imaginarse la manera en la que se burlaría en su cara.

– Ahaaa – exclamó el durmiente, la respiración se le había vuelto pesada y los gimoteos pequeñitos más frecuentes.

Crispó los puños no tolerándolo más, la gota que derramó el vaso fue el caliente jadeo que el rubio soltó cerca de su cuello; demasiado para su salud mental y sin pensarlo más, se incorporó con violencia, quedando de pie de su lado de la cama, arrojando el cuerpo de Naruto lejos de si. Tan fuerte fue el empujón que el rubio quedó con una extraña posición, la parte inferior de su cuerpo sobre la cama y la otra mitad colgando fuera.

– ¡¿Qué te pasa?! – preguntó Naruto asustado, tan pronto logró ponerse de pie.

El zamarreo fue tremendo, sacándolo de su letargo; agitó su cabeza para enfocar sus ideas; segundos después se topó con un Sasuke hiperventilante y con la cara rojiza, la expresión del pelinegro era extraña, entre pánico, enfado y ¿Excitación?

– ¡¿Qué demonios te pasa, Sasuke?! ¿Por qué me despiertas así?

– ¿Que qué me pasa, dices? ¿Qué carajos te pasa a ti? ¡Rubio pervertido! – gritó enfatizando la ultima palabra.

Naruto estaba cada vez mas confundido, no entendía que era lo que había alterado tanto al pelinegro; ladeó la cabeza y frunció el ceño.

 –¿Qué…? – quiso interrogar de nuevo, pero Sasuke se le adelantó.

 – ¡Ya no hables! – le cortó, hubiesen seguido discutiendo, pero algo llamó poderosamente la atención del pelinegro.

Naruto se mostraba contrariado, pero su zona sur no parecía coincidir mucho con sus pensamientos, pues se alzaba orgullosa y sin ningún pudor.

"¿Qué no se da cuenta del problema entre sus piernas?" Sasuke tragó saliva, pues él si que se percató del problemón. Disimuladamente bajó su vista hasta su propio paquete y sí, se encontraba en iguales condiciones; afortunadamente Naruto no lo había notado.

–¿Me vas a decir que te pasa? – insistió casi a punto de perder la paciencia.

Sasuke bufó escondiendo su sonrojo y como pudo se dirigió hasta el baño, dejando al rubio con la palabra en la boca.

<<¡Oye, no me dejes así! – Reclamó enfurecido - ¡Creí que habíamos llegado a un acuerdo!

–¡Déjame en paz! – contestó el azabache, ya dentro del baño.

-¡Argg! – se quejó el rubio haciendo berrinche.

Tomó una de las almohadas y la lanzó con furia a la puerta del baño, sabía que no causaría estropicios o daño alguno, pero le serviría para desquitar un poco su coraje – Teme desconsiderado – siseó –, ahora entiendo porque no tienes pareja, seguro nadie te aguanta…

Del otro lado, Sasuke con cara de pánico y una mano sobre el corazón hiperventilaba recargando su espalda en la puerta.

Sentía su cuerpo temblar, una sensación parecida a una sobredosis de cafeína, o como si su cuerpo se viese afectado por el mal de Parkinson, su pulso claramente acelerado y la cara ardiendo. Con movimientos torpes de deshizo de toda su ropa y se metió bajo la regadera con el chorro de agua bien frio; estaba seguro que eso le tranquilizaría y bajaría la erección que venia manifestando. Fácil estuvo bajo la ducha por más de quince minutos, sólo dejando que el vital líquido le calmara.

 

Por su parte Naruto seguía sin enterarse de nada, resignado a que el azabache no le respondería, se sentó sobre la cama por unos minutos, rumiando un poco más su coraje; para esos momentos el problema entre sus piernas había desaparecido y siendo claros, él ni cuenta se dio que la tenía. Suspiró y bufó casi al mismo tiempo, Sasuke era por mucho el cliente mas extraño que había atendido en todos sus años de servicio; pero no podía negar que le gustaba y mucho. Sonrió bobaliconamente, ir descubriendo cada resquicio de sentimiento en el aparentemente frio pelinegro era un privilegio que estaba seguro  (a pesar del poco tiempo que habían convivido) no cualquiera podía presenciar.

Luego de su debate interno, que obvio no le llevó a ningún lado, se puso de pie y buscó en sus pertenencias algo de ropa; sabía que el Uchiha no tardaría en salir del baño y entonces seria su turno para asearse.  Dejaría pasar el numerito, pues predecía que Sasuke no le daría explicaciones.

 

Ese día se llevarían a cabo dos eventos, una comida con algunos invitados más y la despedida de soltero con sólo amigos.

La comida sería a la una y media y en ella estarían Minato y Kakashi. Le costaba reconocerlo y probablemente no lo expresaría en voz alta, pero en cierta forma le había dado gusto volver a ver a Minato. Su padre lucía muy bien, casi no había cambiado físicamente, la naturaleza había sido buena con él y seguía manteniéndose joven; lo mismo podía decirse del Hatake, ese tema aun le causaba resquemor, pero contrario a lo que pensó: que nunca podría volver a compartir habitación con esos dos… pues  se podía decir que se equivocó; aunque fingió ignorarlos toda la noche, disimuladamente pudo notar que Kakashi estaba completamente enfocado en su padre, como si velara por su bienestar constantemente; le dolía (tal vez no tanto como hace siete años) pero debía aceptar que si existía amor, al menos por parte del hombre de cabellos de plata; los sentimientos de su padre aun eran un enigma. Evitó mostrar la pequeña sonrisa que afloraba en su rostro, ver de nuevo y después de tanto tiempo las facciones de su progenitor le llenaba de añoranza ¿estaría mal querer saber que había sido de su padre en todos esos años?   

El sonido de la puerta del baño al cerrarse lo sacó de sus cavilaciones, Sasuke venia saliendo, envuelto en una bata afelpada, por las prisas el azabache no había entrado con ningún cambio de ropa, el rubio le dedicó una mirada resentida, que Sasuke se pasó por el arco del triunfo.

 – ¿Te piensas quedar ahí sentado todo el día? – acotó sin mirarle, pues su atención estaba puesta en la maleta, donde revolvía para sacar con que vestirse.

-Serás bastardo – musitó bastante bajo, suspiró y tomando las prendas bajo su brazo se encaminó hasta la ducha.

Sasuke le miró disimuladamente de reojo, esperó a oír el ruido de la ducha y comenzó a vestirse rápidamente.

 

N&S

 

A la mesa se encontraban ya sentados Mikoto, Fugaku, Nagato e Itachi, sólo faltaban ellos dos para dar inicio al desayuno.

 – Llegan tarde, Sasuke – reprendió Fugaku al menor de sus hijos, con una seriedad escalofriante.

El menor agachó la mirada avergonzado – Lo siento padre…

– Fue mi culpa suegro – interrumpió cogiendo la mano del azabache para brindarle confianza y pidiendo con ese ademan que le dejara manejar la situación –, me disculpo por mi falta de modales, pero espero que comprenda un poco que el vuelo en avión nos dejó bastante cansados y sumándole a eso la desvelada, realmente nos fue imposible levantarnos antes…

 –¡Fugaku! – Le advirtió su mujer – no deberías ser tan duro, Naruto tiene razón, discúlpanos tú Naruto, no te preocupes que de ninguna forma nos has faltado al respeto.

El rubio hizo una leve inclinación con la cabeza, se sentó en el lado derecho de la mesa, con Sasuke a su lado; Itachi y Nagato les dieron los buenos días, se veían bastante frescos y alegres, claramente era una pareja enamorada, Naruto se sintió feliz por su tío.

–¿Durmieron bien? – preguntó Itachi interesado.

-Oh si, muy bien – contestó Naruto con seguridad – tan bien que por eso llegamos tarde.

– Lo importante es que descansaron – añadió la única mujer en la mesa – el día pinta para ser bastante largo, la comida será en el restaurant de Madara y la despedida en el bar de Obito, ya todo está arreglado, sé que se van a divertir, es una lastima que nosotros no estemos invitados a esta despedida – rumió Mikoto apesadumbrada.

– Basta mujer – le tranquilizó Fugaku tomando una de sus manos y ejerciendo una leve presión – es para jóvenes, los chicos se sentirán más cómodos compartiendo con sus amigos, no quiero ni imaginar el tipo de espectáculo que se dará ahí, ese no es lugar para nosotros.      

-Pero Minato y Kakashi asistirán – replicó lastimero – y ellos no son tan jóvenes que digamos.

Nagato bajó la mirada avergonzado, él no podía decir nada, pues Kakashi era de su edad y con ese comentario, su suegra había terminado por darle tremenda pedrada.

Itachi perceptivo como era, sonrió disimuladamente y posó su mano sobre la rodilla de su futuro esposo por debajo de la mesa, el pelirrojo le tomó atención y se encontró con una mirada dulce que sabía sólo era dedicada para él.

–Nrnr  - carraspeó Fugaku aguantándose la risa, no se vería bien que perdiera la compostura, pero es que su mujer era a veces tan… ¿Cómo definirlo? ¿Inocente? ¿Falta de malicia? ¿Imprudente?

-Lo siento mamá, juro que no fue deliberado, el primo Obito organizó todo y no quiso incluir a nadie mÁs, ni el tío Madara está invitado y mira que le reclamó a Obito, pero ya sabes que a él nada puede intimidarlo.

-Está bien – se dio por vencida – no te disculpes cariño, entiendo, sólo que estoy susceptible, ya sabes como soy.

El desayuno se llevó a cabo sin ningún otro contratiempo, hablaron sobre el desarrollo de la empresa, Sasuke se puso al corriente de las novedades en la familia y Fugaku aprovechó para interrogar disimuladamente a su rubio yerno, en un principio pensó en sonsacarle información sobre la ruptura con Minato, pero no le pareció apropiado hacerlo en ese momento, por lo que cambió el rumbo del interrogatorio y midió el sentido visionario del Namikaze respecto a los negocios, afortunadamente el rubio era muy despierto en esos asuntos, sabÍa sobre inversiones y economía, por lo que no le tomó por sorpresa, el patriarca Uchiha quedó bastante impresionado con las cualidades de su yerno; sólo podía pensar que Sasuke había hecho buena elección, esperaba que no lo arruinara y formalizara en un futuro, le gustaría emparentar con los Namikaze, eran una familia respetable, a pesar del extraño pasatiempo que Jiraiya Namikaze desempeñaba, había que reconocer que hasta en eso el viejo tenia éxito.    

 

N&S

 

Kakashi se removió un poco cansado por la postura, su reloj biológico le decía que ya había sobrepasado su hora de sueño, talló ligeramente ambos ojos con sus manos y estiró su cuerpo destensando los músculos, suspiró profundo y giró su vista al lado derecho de la cama. Su rubio compañero se encontraba profundamente dormido, tenia años que no le veía tan relajado; Minato estaba tumbado sobre su estomago, con los dos brazos bajo la almohada y el rostro apuntando hacía él.

El de pelo plata le miró embobado, la nostalgia invadía sus sentidos, no podía evitar que sus sentimientos estuvieran contrapunteados, por un lado era feliz; Minato mostraba nuevos bríos y esperanza de poder recuperar a su hijo, él sabía que la vida de su pareja nunca estaría completa hasta reconciliarse con Naruto, de todo corazón deseaba que así fuera, que el pequeño rubio escuchará, que les diera una oportunidad de aclarar los malos entendidos del pasado.

Y por otra parte se sentía, desplazado, sin la suficiente importancia como para lograr que Minato se sintiera completo, y sabía que eso era tonto, no podía comparar el amor de padre con el de pareja, era ilógico, pero dolía el saber que por mas que se esforzara, tal vez nunca lograría ocupar por completo el corazón del rubio mayor.

Durante todos esos años, Minato nunca le reclamó nada, se portaba detallista y condescendiente, cariñoso y en ocasiones apasionado, aun así, la sensación de que algo faltaba era palpable en muchos aspectos, era claro que nunca remplazarían a Naruto, pero ni siquiera eso pudo intentar, pues  no habían tenido hijos y Minato parecía no quererlos, siempre fue muy cuidadoso y se protegía en cada relación, él se daba ánimos arguyendo que había tiempo; además aun no formalizaban nada, no podían traer al mundo… bleh, había perdido la cuenta de la cantidad de excusas que se había puesto para justificar la falta de hijos. Pero no era sólo culpa de Minato, le faltaba valor para exigirle más al rubio, aceptaba que estaba envuelto en un circulo vicioso y destructivo, pero no sabía como salir, a pesar de los reclamos y ofrecimientos de Obito para salir adelante, no encontraba la manera de decir basta; es por eso que la llegada de Naruto era como el detonante de algo que se vislumbraba grande.

 – Estas despierto – musitó Minato con voz adormilada.

Kakashi le prestó atención y le regaló una sonrisa estudiada, Minato era la única persona a la que permitía mirarle sin la pañoleta, pues obvio dormía sin ella.

– Acabo de despertar, no quería molestarte porque te veías muy cómodo.

– No te preocupes – le sonrió – descanse muy bien, estoy listo para iniciar el día. Quiero llevarte a desayunar y a que te compres algo sexy.

Hatake le miró extrañado, Minato le veía de manera diferente, con un brillo en los ojos y sonrisa seductora.

<< No me mires así – apostilló divertido – no me e vuelto loco, es que soy feliz y quiero que todos vean lo guapo que es mi pareja, que a pesar de las circunstancias, estoy orgullosos de ti – "si fuera cierto" pensó el menor, pero tenia un nudo que no le permitía responder – sé que te cuesta asimilar mis palabras Kakashi, que me e estado auto compadeciendo y que si no fuera por ti, hace mucho tiempo que estaría hundido, o posiblemente ya no formaría parte de este mundo.

-Minato – interrumpió exhalando fuertemente - , mira, no es necesario que digas todo eso, yo nunca te e exigido nada y no voy a…

-Precisamente por eso, Kakashi, porque no entiendo como me has aguantado, muchas veces me e puesto a pensar que soy un maldito y que te mereces a alguien mejor, pero también soy demasiado cobarde y egoísta como para dejarte ir, tal vez no me creas y te preguntes ¿Por qué hasta ahora es que te estoy revelando todo esto? No puedo evitar analizar mis acciones en el pasado y darme cuenta de que soy un bastardo insensible, que saque provecho de ti y no te ofrecí nada a cambio,  – para ese momento la postura de ambos hombres había cambiado por completo, Kakashi se había incorporado sentándose sobre la cama, y Minato se encontraba arrodilladlo sobre la misma, justo enfrente del otro – la llegada de Naruto me a hecho replantearme las cosas, me da tanta vergüenza que no sé como disculparme contigo…

-Minato, déjalo ya – interrumpió demasiado afectado, esperó años para escuchar esas palabras, pero ahora que lo hacía, no se sentía tan cómodo, el resentimiento reprimido quería salir a flote y no estaba seguro de que fuera buen momento.

-¡No Kakashi! Déjame hablar, de verdad son varias cosas las que quiero decirte, necesito desahogarme y…

-Y tú, tú, tú y siempre tú ¿No es así?  - cortó esta vez perdiendo un poco el control.

-Kakashi – musitó sorprendido.

-¡Kakashi nada! Minato, te estoy diciendo que no estoy con ánimos de escucharte ahora, la tensión por la que estoy atravesando en estos momentos es demasiada, hay cosas que tú no sabes y que yo e tenido que cargar todos estos años, estoy al borde del colapso y sí, tal vez sea mi culpa, por tragármelas solo, por cumplir una promesa que jamás debí echarme encima, por creer que podría con algo que lamentablemente siempre amenazaba con salirse de mis manos, que inevitablemente alcanzó magnitudes de las que no pude hacerme cargo, no es tu culpa, ni la de nadie más, es mía por no hablarlo a tiempo, por no oponerme a lo que aparentemente era mi destino, por sobajarme y adoptar una faceta tan pasiva y apocada, me e convertido en algo que no soy, un mártir, me veo y me analizo y me doy asco, porque yo no era así, porque e confundido mi amor por ti con falso sacrificio, no te imaginas lo frustrado que estoy, pero tengo muy claro que no es tu culpa, es mía – siseó con coraje, empuñando entre sus manos las mantas de la cama – ahaa – gruñó – no quiero arruinar tus momento de paz, Minato, sé que hace años que no la experimentas, pero ahora que has abierto las compuertas, realmente me es difícil quedarme callado.

Decir que Minato estaba asombrado era poco, la cara de estupefacción que se cargaba era hasta cómica, era difícil asimilar la retahíla de palabras emitidas por el Hatake, no entendía la mitad de lo que estaba diciendo, pero el enojo y frustración eran claramente palpables, sabía que se merecía todos esos reclamos y al parecer apenas estaban empezando, tragaba saliva nervioso y excitado, pues el coraje que dejaba salir Kakashi era muy atrayente. Sí, podían llamarlo enfermo, por sentir ese calorcito  naciendo y expandiéndose por todo su cuerpo, justo cuando el de cabello plata se estaba desahogando, pero de verdad que nunca había visto al otro con ese grado de seguridad y desesperación, quiso retener mas tiempo una sonrisa bobalicona en su rostro, pero no pudo y puso la mueca más boba; aunque Kakashi ya la había visto en el pasado, hace muchos años.

<< ¿Te estas riendo? – Cuestionó mas ofendido - ¿De verdad te causa gracia todo lo que te estoy diciendo?  - indignado intentó levantarse de la cama y salir de ese lugar, él se estaba abriendo y lo menos que esperaba era… no sabia realmente lo que esperaba, pero claro que lo que estaba obteniendo en ese momento no era una opción.

-¡No, Kakashi espera! – le atajó jalándolo por un brazo, el Hatake se revolvió queriendo liberarse, pero para frenar cualquier avance, Minato se le trepó encima, manteniendo sus rostros muy juntos – No te enfades, por favor, déjame explicarte porque mi reacción, no me estaba burlando, por favor, escúchame – pidió desesperado.

Kakashi respiraba agitado, no quería ver a Minato a los ojos, pues sabía que la mirada azulina le convencería, pero era inevitable escapar ¿verdad?

-Tienes cinco Minutos – advirtió. Esperaba que la explicación fuera coherente, o ya podía irse despidiendo de él, ya no estaba dispuesto a rebajarse, ya no más.

 

 

Continuara…

Notas finales:

Hola chicos, no me voy a justificar en esta ocasión, la historia me pide manejar las escenas de este modo, me siento cómoda con la manera en que la trama fluye y lamento si de pronto no están muy de acuerdo.

Les informo que los rr están contestados y les agradezco que se tomen el tiempo de dejarme su opinión, sus sugerencias son tomadas en cuenta en lo que me es posible, nos vemos el siguiente Sábado, que tengan excelente semana.


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