Los enredos de tres corazones enamorados
Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko
SenHana SenRu RuHana
By Paz
Capítulo XII: Las dudas de Hanamichi
Hana permaneció en la sala hasta que vió partir el avión que se llevaba de su lado a Kaede.
Se volvió con los ojos arrasados en lágrimas, no veía y se llevó por delante a una persona…
-Gomennasai… -murmuró con intención de dirigirse a la salida.
-¡¡Sakuragi!!
Reconoció la voz, y antes de volverse secó sus lágrimas.
-Hola, Mitsui, disculpa no te había visto. ¿Vas a viajar?
-No, vine a despedir a mi padre, un negocio urgente en Los Ángeles.
-Yo ya me iba, si quieres te llevo de vuelta.
-Te lo agradezco.
Algunos minutos después mientras se colocaban los cascos Mitsui dijo.
-Yo conduciré.
-De acuerdo. –se sentó atrás.
Una hora después estaban sentados cómodamente en casa de Hanamichi, mientras tomaban té.
-¿Quieres contarme que te sucede? –preguntó.
-He estado viéndome con una persona desde hace tres meses –no podía decir quien hasta que se hiciera el compromiso.
-¿Lo sabe Sendoh?
-No…
-Es un chico o… -no siguió hablando de Sendoh.
-Si, lo es.
-Le amas. –era una afirmación.
-Si.
-¿Y él?
-También.
-Entonces… -le miró extrañado- …. ¿Cuál es el problema?
-Que esta demasiado lejos y que no le veo tanto como siquiera. Me dice que vendrá para quedarse, pero no se.
-¿No crees que lo haga?
-Si lo hará, pero es ¿Por qué yo se lo pido? o ¿Por qué realmente quiere él venir?
-Si piensas así, tengo la impresión que estas dudando de su amor. No será que eres tú quien no esta seguro, hasta hoy creía que tu relación con Sendoh se mantenía a pesar de que se marchó. Aún no entiendo su repentina salida al extranjero.
-Yo se lo pedí.
-¿Que hiciste que? –se sorprendió.
-Bueno, no exactamente. Le dije que estaba enamorado de otro.
-Me dijiste que no lo sabía… -estaba perdido- ¿hay un tercero o es un cuarto?
Hanamichi bufo exasperado al escucharle.
-Solo hay uno.
-O sea que el chico que fuiste a despedir es el mismo al que dijiste a Sendoh que estabas enamorado.
-Si.
-Entonces que hace Sendoh en Virginia?
-Fue a buscarle.
-Pero… no decías que él viene a verte.
-Si…, pero él lo ignora.
-Díselo.
-No.
-¿Por qué no?
-Me prometió traerlo.
-Para ti y él… ¿te dejaría libre?
-No. Por eso no puedo decírselo, él tenía que conseguir que se enamorara de él.
-O sea que lo que pretendes es que Sendoh traiga aquí a Rukawa y viváis los tres en total armonía, sin mataros. Tarea difícil lo veo. –sus ojos azules se posaron en el pelirrojo con sarcasmo.
-Yo no he dicho que fuera…, si, es él –reconoció lo evidente- Eso queremos. ¿Cómo supiste?
-Me has dicho que Sendoh fue a buscarlo a Virginia, todos sabemos que es allí donde juega Rukawa.
-¿Quieres más té?
-No, siéntate y sigue contándome.
-¿Qué quieres saber? Ya esta todo dicho.
-Rukawa te ha dicho algo respecto a Sendoh.
-Ni lo menciona. –eso era lo que le preocupaba.
-Es curioso. ¿Ni una palabra? –inquirió.
-La primera vez que vino hizo un comentario respecto a si había roto con él.
-¿Y tú que le dijiste?
-Que habíamos tomado caminos diferentes.
-O sea que él puedo pensar que habéis roto vuestra relación.
-Posiblemente.
-¿Cómo crees que se sentirá cuando tengas que decirle que amas a dos chicos?
-Si él se enamorara de Akira no sería necesario decirlo, él lo comprendería.
-Sendoh arrastra tras de si una fama que pocos chicos se arriesgarían a creer sus palabras.
-Yo creí en él.
-Por eso dije pocos chicos, por no decir uno y Rukawa es bastante introvertido, que mantenga una relación contigo ya es un triunfo por su parte. Ese es tu miedo, ¿no?
-Si.
-Qué te cuenta Sendoh respecto a su trato con Rukawa.
-Él no me habla mucho, al principio me comentaba que le ignoraba y que él hacia su vida como si él no estuviera allí. Los directivos del club les han dejado solos en un apartamento y…
-Me estas diciendo, que Rukawa y Sendoh llevan más de tres mes viviendo juntos y no se han matado.
-Cinco meses, tres semanas, dos días y cinco horas. –Miró el reloj para confirmar la hora exacta- por supuesto tendría que quitar el tiempo que ha estado aquí.
-Por supuesto, y dime cuantas veces ha venido Rukawa, porque nadie le ha visto, excepto en el funeral del profesor Anzai.
-Bueno, no salimos mucho –se sonrojó al decirlo.
-Comprendo… ¿Cuántas? –insistió más por curiosidad, seguro que también llevaba esa cuenta.
-Cinco.
Mitsui se sorprendió, era un buen record para un muchacho más bien arisco, que habitualmente no mostraba ninguna emoción.
-Evidentemente, te ama. –no le habló del gasto que ocasionaba esos viajes y del tiempo que perdía entre vuelo y vuelo.
-Eso lo tengo muy claro.
-Tu duda es que no ame a tu otro amor –sonrió al decirlo.
-Si.
-Hubiera sido más sencillo para ti que amaras a uno solo, tendrías menos problemas. Podrías dejarme al que deseches –rió al ver como tomaba un cojín y se lo tiraba a la cabeza.
-Se lo diré a tu Kimi. –le amenazó riendo.
-¡No!! –puso una expresión de fingido horror.
-Gracias. Me siento mucho mejor.
-Ha sido un placer.
Siguieron platicando un rato más y después Hana le llevó a su casa.
-¿Quieres subir un rato? Kimi se alegrará de verte.
-Otro día, hoy ya te entretuve bastante. Dale saludos de mi parte.
Poco después circulaba de regreso. Su ánimo se había calmado. Necesitaba hablar con alguien y Mitsui siempre fue un buen amigo. Tenía el don de aparecer en el momento preciso.
Los dos volverían a casa con la llegada de la primavera, los cerezos estarían en flor y tres corazones latirían al unísono.
Confiaba en Akira, él cumpliría su palabra, enamorarle para él, más adelante le contaría que Kaede se le había declarado y que fueron novios durante ese intervalo de tiempo. Si Kaede fuera más abierto, podría haberle dicho que vivía con Akira, pero no tenía que callarlo y él no podía preguntárselo porque entonces sabría que no había roto con él.
Continúa…