Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cincuenta y un chicos para Sakuragi por Paz

[Reviews - 55]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí tenéis otro capítulo más.

Cincuenta y un chicos para Hanamichi

Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen

By Paz

Capítulo 10: Todo empezó como un favor

 

Le habían dejado solo en casa. Esa semana había sido el aniversario de sus padres y prepararon ese fin de semana para ir a Hakone. Su hermano mayor aprovecho la oportunidad para ir con sus amigos a surfear a la playa de Kamogawa en Chiba, aun sabiendo que las mejores olas se encontraban entre agosto y octubre.

Estaba aburrido.

Cuando escuchó que llamaban a la puerta fue a abrir y se quedo mirando sorprendido a su amigo Sakuragi.

-Hola…

-Pasa…

-¿Qué te trae por aquí?

-Necesito que me hagas un favor. –sabía que con su amigo Miyagi lo mejor era ir directo a lo que le interesaba.

-Tú dirás… -dijo yendo hacia la cocina para preparar té en tanto él se sentaba junto a la mesa.

Hanamichi aceptó la bebida.

-¿Estas solo? –preguntó al observar que no llegaba ningún sonido del resto del piso.

-Si, mis padres salieron para celebrar su aniversario, y aprovechando que no se enterarían mi hermano se largó con sus amigos a surfear.

-Y te han dejado solo… -comentó dando un sorbo a su bebida.

-Si…

-¿Y te estabas aburriendo?

-Un poco… -reconoció y al ver su mirada divertida añadió- Mucho. ¿Y ese favor que ibas a pedirme?

-¿Cómo va tu relación con Ayako? –preguntó a su vez con total confianza, ya que ambos se sintieron hermanados al enterarse que habían pasado por las mismas circunstancias de rechazo por parte de las chicas. Por lo que sabía su amigo había conseguido que Ayako le aceptará antes de comenzar la universidad, justo cuando dejaban Shohoku y no volverían a verse a menos que iniciaran una relación. –Se fijo que la mirada de su amigo se ensombrecía- No me digas que habeis discutido.

-No…, rompimos y esta vez definitivamente.

-Lo lamento.

-Gracias…, fue hace dos meses –dijo al ver la pregunta en su mirada- se puede decir que he tenido tiempo para olvidarla.

-¿Lo has conseguido?

-No.

-Lo suponía… es difícil ¿verdad?

-¡Y que lo digas! –exclamó.

-Ahora que te relacionas en la universidad seguro que encuentras una buena chica que reconozca tus virtudes, deberías comenzar a pensar en reemplazarla.

-Aún es pronto para eso, ¿y tú que harás?

-Me han aceptado en la UK.

-Enhorabuena… ¿Tienes ya pensado que rama seguir?

-Por de pronto la facultad de Administración de Negocios, luego ya veré. ¿Y tú has pensado cual rama seguir?

-Ciencias.

-¿Y ese favor? –insistió Miyagi.

-Ah si, el favor… -se llevó la mano a la cabeza y se restregó la coronilla- Es algo personal, muy personal –continuó al ver su mirada interrogante- Algo muy, pero muy intimo… - bajo la mirada, dudando como decírselo, sabía que con él estaba en un aprieto.

-Me estas inquietando… -dijo al ver su turbación- ¿Qué quieres exactamente de mi?

-Te lo diré, claramente. Mis amigos, ya sabes ese grupo de imbéciles que tengo por amigos –Miyagi le miró como sorprendido que se expresara en esos términos- Me darás la razón cuando escuches lo que me propusieron… -se lo contó todo y a medida que avanzaba en su relato, veía que Miyagi comenzaba a palidecer y cuando concluyó- y eso es lo que necesito de ti. Me harías un honor si me permitieras sacarte una fotografía, ya que no puedo pedirte que me dejes penetrarte.

-¡¡¡No!!! ¿Estas loco!? –exclamó sofocado cuando su amigo Sakuragi acabo de  contarle la apuesta que tenía con sus amigos, instintivamente retrocedió, su espalda dio contra la pared.

-¡¡Por favor!! Solo una fotografía –Hanamichi estaba casi encima suyo- Solo tienes que quitarte la ropa, me lo enseñas y yo hago la foto –mostró su móvil preparado.

-¡¡No!! ¡¡No!! y ¡¡¡NOOOOO!!! –su ultima negación fue un chillido asustado, aun cuando su amigo estaba quieto a escasos centímetros de él, sin intentar nada extraño.

-Solo una imagen... –insistió- Te prometo que nadie… que nadie sabrá que eres tú. Solo la necesito como prueba. Eres mi amigo... por favor… ¿lo harás?, por favor… solo será un segundo, lo que tarde en hacerla.

-No… -la insistencia de Sakuragi comenzaba a minar su decisión- ¿Quedaría… entre nosotros? –preguntó titubeante.

-Si…

-¿Seguro? –insistió medio decidido a aceptar la petición de su amigo.

-Muy seguro… -dijo serio sin apartar su mirada de la suya.

-Aún no me dicho que acepte, pero ¿Qué clase de fotografía quieres hacer?

-Mis amigos no la aceptarían como prueba si no estas… desnudo de cintura para abajo, para que fuera más creíble sería mejor que no estuvieras vestido.

-¡¡No!! De ninguna manera, no pienso hacerlo. Pídeselo a otro.

-Miyagi, por favor, crees que si tuviera a otro a quien pedírselo no lo hubiera echo ya… pensé que como tú eres mi amigo… podrías… -se apartó como si estuviera dispuesto a rendirse.

-¿Y tus amigos?...

-No puedo recurrir a ellos, son parte de la iniciativa. –dijo con expresión apesadumbrada- Me voy… gracias por escucharme… y disculpa por habértelo pedido.

-¡Sakuragi! Espera, no te vayas, lo haré. –estaba derrotado, sin argumentos para continuar negándose- Eres mi amigo, pero recuerda como me enteré que has hecho uso indebido de esa fotografía, o alguien me hace un comentario jocoso… te juro que iré a por ti. –le advirtió.

-Una vez que termine la apuesta, la borraré.

-¿Cómo quieres…?

-¿Cuál es tu dormitorio?

-Esa puerta. Lo comparto con mi hermano –dijo al ver que Sakuragi abría la puerta y veía el reducido espacio que había entre las dos camas.

-Es suficiente ¿Cuál es la tuya?

-La que esta junto a la ventana…-se levantó al verle entrar definitivamente- Es el muro del templo que hay al lado –explicó al verle  asomado a la ventana.

-Te dejo solo para que te prepares… si te avergüenza que te vea, puedes cubrirte la cara con la almohada –le recomendó saliendo- Cuando estés preparado llámame.

-De pie o recostado.

-Tumbado en tu cama, estarás más sexy. –no vió el rubor que subía a las mejillas de su amigo, estaba ocupado comprobado que la puerta quedaba trabada por dentro.

Del otro lado de la puerta del dormitorio no se escuchaba ningún sonido. Esperaba que no se arrepintiera, porque ya no había vuelta atrás.

-Sakuragi…

Al parecer su estratagema había dado buen resultado. Abrió la puerta despacio unos centímetros y observó que Miyagi, estaba recostado, con las piernas encogidas sobe su vientre y el rostro cubierto con la almohada tal como él le había sugerido.

Por el momento, el móvil no lo necesitaba, así que lo guardó en el bolsillo trasero de su pantalón.

-Estas muy tenso…, así la fotografía no saldrá bien… -dijo acercándose con una sonrisa en los labios.

-Tú sácala de una vez. –dijo levantado un poco la almohada de su rostro.

-Relájate, estira las piernas. Si no lo hago bien, dirán que no he cumplido, por favor. –vió que las movía apartándolas de su cuerpo, su mirada le recorrió analizándose, preguntándose si verle así provocaba en él alguna emoción. Era agradable de ver, en esa posición, su pecho y su vientre aparecían planos, un triangulo de vello oscuro que comenzaba en su ombligo, acababa en su entrepierna, donde un miembro de regular tamaño descansaba laxo.

-¿Ya la sacaste?

-No…, puedo… pedirte que te toques…

-¿Quué?... eso no estaba incluido en el trato.

-Veras… es que la foto parece sin…vida, por favor, ¿quieres hacerlo? –se acercó unos pasos más hasta quedar tan cerca de él que si se lo proponía podía sacarle esa fotografía sin ningún esfuerzo mientras Miyagi se masturbaba delante suyo.

Los nervios le estaban jugando una mala pasada a su amigo, que no conseguía que se le levantara.

-Déjame a mi  -antes que Miyagi pudiera esperar lo que iba a ocurrir, estaba arrodillado en su cama con su pene metido en la boca chupándole como si se tratara de un delicioso caramelo, pudo sentir como a su contacto se iba erectando hasta alcanzar un tamaño considerable al punto que creyó que no iba a poner seguir teniéndole dentro de su boca, bajo la almohada que cubría el rostro su amigo se escuchaban sus ahogados gemidos, mientras sus dedos se apretaban contra la tela, al parecer lo estaba disfrutando porque no hacia ningún intento por apartarle, al contrario empujaba sus caderas hacia delante, metiéndoselo hasta la garganta.

Si continuaba así, no tardaría en escucharle rogarle para que le cogiera, solo entonces tendría la prueba que necesitaba.

Lo que obtuvo de él fue mucho más de lo que esperaba conseguir.


-Eres un jodido mentiroso… -dijo cuando escuchó el suave clic, Sakuragi había conseguido de él mucho más que una fotografía.

-No me negarás que te he quitado el aburrimiento.

-Eso si. –Reconoció- Pero nunca más volverá a pasar. Nunca más volverá a fiarme de tus palabras, eres un embaucador.

-Si tu lo dices… -sabía algo que su amigo parecía ignorar.

-¿Acaso lo dudas? –preguntó al percibir su tono de voz.

-Amigo Miyagi…, lo único que tienes que hacer es meditar en lo que ha pasado esta tarde, tu mismo sacaras la misma conclusión que yo. –dijo terminando de vestirse- Gracias por tu inestimable ayuda. Ha sido un placer.

Miyagi solo se quedo mirando el techo, de pronto, como un flash supo lo que Sakuragi le insinuó.

-¡¡¡¡¡SHIMATTA!!

Sakuragi sonrió al escuchar su grito, al parecer su amigo ya había dado con  la notable evidencia. Abrió la puerta y la cerró, dejaría a Miyagi lidiar con sus pensamientos. Por de pronto él había hecho otros sorprendentes descubrimientos. Miyagi no era tan hetero como creía, él y los demás, había disfrutado cogiéndole y no le importaría repetir y lo más importante, no era el chico del que pudiera enamorarse.


-¿Qué tal fue? –preguntó Rukawa que le esperaba sentado junto al extractor del aire acondicionado.

-¿Qué haces ahí? –Pregunto volviéndose hacia él- ¿Dónde has dejado a tu amiga?

-Te esperaba. Está con el veterinario, quede en recogerla el lunes. –se levantó y siguió sus pasos hacia el interior de la casa- ¿Le viste? –sabía que iba a intentar dar con Miyagi.

-Si, estaba en su casa. Estoy hambriento –dijo abriendo la nevera y mirando en su interior, últimamente gracias a Rukawa la tenía bien surtida.- Voy a prepararme un ramen instantáneo ¿Quieres?

Rukawa supo que no le diría nada.

-Te lo agradezco.

-No lo hagas, los has traído tú. –dijo cerrando la nevera y poniendo agua a calentar, poco después ya caliente abrió dos botes y echó en ellos la medida necesario para que se hicieran.

Bebieron te y cuando terminaron se sentaron en la sala encendiendo el televisor.

No encontraban nada interesante, por lo que se conformaron con un partido de basquetball en diferido.

A las diez, Rukawa se levantó.

-Me voy.

-¡Quédate! Es tarde para estar por ahí de noche.

Volvió a sentarse. Fueron las únicas palabras que intercambiaron hasta que se fueron a acostar.

Continúa en el próximo capítulo…

Notas finales:

Me estáis preguntando por los fics que tengo pendientes... Amnesia y Errores encadenados, estoy en ello, solo que no consigo acabar con los capítulos. Espero poder terminarlos antes de fin de año... es broma... lo intentaré mucho antes. Gracias por vuestra paciencia.

Acabo de recordar que no he conseguido terminar el último capítulo de "El consorte..." estoy puliendo la venganza contra el "gordo seboso"


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).