Cincuenta y un chicos para Hanamichi
Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen
By Paz
Capítulo 04: Chico listo
Noma era demasiado inteligente como para atraerlo a su casa con engaños, así que durante esa semana espero que su amigo le diera alguna pista sin tener que preguntarlo acerca de lo que pensaba hacer ese sábado y sin que los demás fueran advertidos de su propósito, sobre todo Takamiya.
Estaban próximos al fin de semana y seguía sin saber como conseguir atraer a Noma hacia su terreno, al parecer la fortuna estaba de su lado, el día anterior se enteró que ni Yohei ni Takamiya podían salir, compromisos familiares les mantenían en sus casas, así pues Noma decidió que era un buen día para ponerse a estudiar. Hanamichi por su parte, al ser interrogado, afirmo que no se movería de casa, ese día tenía limpieza e iba a estar cansado como para pensar en salir.
Llegó el sábado y fiel a su palabra dio un repaso a todas las habitaciones dejándolas deslumbrantes. Limpió el polvo, pulió muebles, enceró los suelos, hizo el lavado de ropa y cuando terminó le faltaban ganas para ponerse a cocinar, por lo que se limitó a tomarse un par de sándwiches con té.
A media tarde se puso en contacto con Noma y le preguntó si estaba solo en casa, al recibir una respuesta negativa, le preguntó si tenía inconveniente en pasarse por su casa. Recordaba que en una ocasión Noma dijo que los sábados eran muy estresantes. No dudaba que aceptaría.
-¿Estas aburrido o tienes intención de aprovechar la tarde para estudiar? -preguntó Noma.
-Ninguna de las dos opciones…. Solo que no me apetece seguir solo.
-¿Quieres que demos una vuelta por ahí? Podemos acercarnos a Danny’s
-El caso es que no tengo ganas de salir, pero si tu quieres…
-No, déjalo. Voy para tu casa.
Media hora después Noma llamaba a su puerta.
Le invitó a beber y comer algunos dulces y durante un rato se aburrieron juntos.
-Sabes... Noma? –dijo al cabo de un largo rato.
-¿Qué?
-Estamos aquí sin hacer nada… y yo tendría que estar cumpliendo mi parte de la apuesta.
-Si quieres me voy… -hizo ademán de levantarse.
-No es necesario… ya que estas aquí podemos aprovechar para hacerlo, así tú y yo nos quitamos de encima pensar cuando lo haríamos.
-¿Yoooo? No lo dices en serio… ¿verdad? –dijo Noma mostrando una expresión de desconcierto en su rostro, no podía creer que estuviera escuchando a su amigo decir aquello.
-Tú, si… recuerdas ¿qué vosotros marcasteis las condiciones? En ellas no especificasteis que no estuvieras en el lote. Solo dijisteis cincuenta y un chicos y eso es a lo que me atengo. –dijo imperturbable.
-Hanamichi, no me hagas esto. Sabes que yo no…
Tómalo como un juego, o mejor aún como una rica experiencia en tu vida. Enriquecerá tus valores. Así sabrás que lo que elijas es por convicción. -Le complació saber que Takamiya había mantenido la boca cerrada, seguramente que le había resultado tan… tan jocoso que no deseaba ser humillado por sus amigos, con festejos que no serian de su gusto y que tardarían en ser olvidados, él mismo a veces reía solo con recordarlo.
-Shimatta. –Sabia que estaba pillado- Es vergonzoso.
-Piensa que para ti solo sucederá una vez, en cambio yo, serán cincuenta una veces. –procuró confortarle con ese pensamiento- Vamos…, cuanto antes lo hagamos menos tiempo tienes de pensarlo… además ya no valen los arrepentimientos, vosotros comenzasteis este juego. Lo jugaremos juntos, como los buenos amigos que somos.
Noma no podía creerse que estuviera diciendo tales cosas, después de esa tarde todo sería diferente, ya no podría seguir mirándole como a un amigo, sino como alguien que no tuvo en cuenta sus sentimientos.
En el transcurso del tiempo que pasaron juntos, Noma sintió que estaba descubriendo un abanico de nuevas posibilidades, nunca pensó que podría sentirse así, que su cuerpo reaccionara de ese modo al toque de su boca y que fuera tan sensible le hizo comprender que nunca una mujer le haría aquellas cosas y que no solamente el amor tenía que estar presente en un matrimonio, la pasión, el arrebato amoroso era necesario y Hanamichi estaba haciéndole comprender que solo con otro hombre podía volver a sentirse así.
Sus convicciones habían cambiado cuando dos horas más tarde marchaba hacia su casa, avanzaba espacio, con dificultad, porque aunque había tratado de no lastimarle, ser atravesado por esa voluminosa tranca que portaba su amigo le había dejado dolorido y sorprendido.
-Me sorprende que tus amigos se dejen.... –se presentó algunos minutos después de marcharse Noma, al que había visto caminar con cierta dificultad.
La peculiaridad del barrio de Hanamichi y sus amigos era estar delimitados por estructuras que daban la impresión de dejarlo encajonado, formaba una “L”, Sakuragi y Mito ocupaban viviendas individuales, no así los otros, Sakuragi vivía solo, los demás con sus familias, sus residencias estaban ubicadas en el trazo más corto y sus límites eran muy precisos, seis manzanas atravesados por cuatro calles largas de trazado recto atravesadas por una corta, ya que la siguiente, próxima a la casa de Noma, se alargaba por el trazo mas largo de la “L”, limitada al norte por la ruta metropolitana de la autopista K1 Yokohama, al oeste por el río Tama, en cuyo puente solía esperar a que Sakuragi se desocupara, al sur cruzaban las vías del JR con el cambio de vías, lo que convertía ese lugar en peligroso al no haber ninguna contención para que los niños no se acercaran por allí, al este estaban los canales.
A veces mientras esperaba ver llegar a Sakuragi que tenía que pasar por ahí solía esperarle junto al puente, próximo a la casa de los padres de Mito, esa tarde como no sabía con quien la había pasado, esperó allí algunos minutos hasta ver cruzar un par de calles más allá la inconfundible figura de Noma. Solo entonces se dirigió a su casa bordeando el río para no ser visto por alguno de sus amigos.
-Supongo que mi amistad les es más valiosa.
-Jamás lo haría por amistad. Es incomprensible.
-¿Solo por amor? ¿Lo harías con ese chico del que estas enamorado?
-Si.
-¿Y que haces aquí perdiendo el tiempo conmigo?
-No estoy perdiéndolo. Estoy aprendiendo a través de tu experiencia.
-¿Él lo sabe? –preguntó.
Rukawa sacó de su mochila una agenda de tapas negras.
-Es para ti…
Supo que no iba a contestarle, lo dejo pasar, tal vez tuviera otra ocasión para preguntárselo. La recogió de su mano y la hojeo, observó que estaba señalado con un círculo los sábados y domingos, ya estaban marcados los nombres con los que había estado.
-¿Qué quieres que haga con esto?
- Llevar la cuenta de tus citas. Me he enterado de algunos rumores que circulan en Ryonan, encabezas la lista del chico más deseado. Ahí podrás apuntar los chicos con los que quedes y así no tendrás problemas para quedar con dos chicos un mismo día o dos veces con el mismo chico, lo que sería peor ¿no? –al preguntarlo esperaba su respuesta más ansioso de lo que aparentaba.
-Supongo…
-¿Querrías repetir con alguno? –ahora si que no pudo evitar preguntarlo directamente.
-Aunque quisiera no dispongo de tiempo, tengo todos los días ocupados, apenas si llego al final. Vuelve a preguntármelo dentro de un año, tal vez entonces tenga una respuesta concreta para darte.
Rukawa asintió.
-¿Puedo hacerte una pregunta? es personal. -aclaró
-Adelante…
-¿Por qué pusiste mi nombre?
-Por nada en especial, fui poniendo el de todos los jugadores de los equipos que conocía.
-En tu lista… ¿Por qué estoy el último? –insistió.
-Con esa son dos. –sonrió.
Rukawa asintió.
-Por que no quiero romper la amistad que estamos consiguiendo. –no dudo en responder- Pero…si quieres… podemos.
-No… no… solo era curiosidad.
-O sea que tengo que llevarla siempre conmigo –dijo agitando la libreta entre sus dedos.
-He intentado que no sea molesta de llevar encima, ni demasiado grande, ni pequeña, creo que ese tamaño te será útil. Podrás ver las hojas del calendario para apuntar los respectivos nombres.
No se lo dijo pero pensó que tendría que coserle un bolsillo interior a su uniforme único modo de llevarla siempre con él.
-¿Tienes decidido quién será el siguiente?
-No. ¿Por qué? –había algo en su mirada que le hizo preguntarle.
-Esta tarde estaba en Danny’s y cuando pase hacia el aseo, oía parte de una conversación telefónica.
-No deberías ser grosero… esta mal hacerlo.
-No lo pretendí, la persona se mostraba muy exaltada… decía de que le servía tener novio si llevaba sin verle mucho tiempo, luego al escuchar mis pasos se calmó y habló más bajo, comprendí que ahí estaba tu oportunidad.
-Rukawa, se que no lo parezco, pero me resulta muy difícil tener que hacerlo y pretendes que lo haga con un desconocido.
-Le conoces. Si te resulta bochornoso que te de su nombre, callaré. –dijo apartando la mirada hacia otro lado y esperando su reacción. Una sonrisa asomó en sus labios al oírle preguntar.
-¿Quién es?
-Mitsui… estaba bastante enojado, le dio un ultimátum o se veían el fin de semana o se iba con el primero que se lo pidiera.
-Interesante…
-Tengo sueño… -dejaría que él pensara que la idea procedía de él.
Estaba a punto de dormirse cuando escuchó su voz.
-Lo tendré en cuenta, pero no será el único, tendré en reserva otro por si falla.
-Bien. ¿En quién más has pensado?
-Ookus… -rió al escuchar su bufido.
-Vas a perder tus amigos antes de acabe su apuesta.
-A Yohei le dejaré para el final, no quiero alertarlo de lo que voy a hacerle.
-¿Quieres vengarte de él? –se extrañó.
-¡¡¡Qué va!!! Solo divertirme un rato.
-¡¡Han creado un monstruo!! –exclamó.
Hanamichi rió.
-Buenas noches…
-Que tengas felices sueños –le deseó.
Continúa en el próximo capítulo…