Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cincuenta y un chicos para Sakuragi por Paz

[Reviews - 55]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Cincuenta y un chicos para Sakuragi

 

Basado en Slam Dunk de Inoue Takehiko, cuyos derechos de autor le pertenecen

 

By Paz

 

Capítulo 8: Nunca más

 

Sakuragi le había visto salir demasiado de prisa, dejo su bolso junto a la puerta del gimnasio y fue tras sus pasos.

 

Ajeno al hecho de que era seguido Sasauka se adentro en la arboleda que rodeaba Shohoku quedando así  oculto de miradas indiscretas. Aquel era un buen lugar para desahogar su furia.

 

Algunos jóvenes les resultaba útil para citas clandestinas, ya se trataran de peleas o amorosas, sobre todo para los de tercero que tenían más habilidad para burlar la vigilancia de los jefes de clases.

 

Se sentó con la espalda apoyada en el tronco de un árbol, con las piernas dobladas abrazándolas con sus brazos, primero apoyó su frente en las rodillas luego las abrió dejando que su rostro quedara entre ellas.

 

Al principio, creyó que estaba llorando porque sus hombros se sacudían dando esa impresión, luego sus palabras llegaron con toda nitidez a sus oídos y por el tono supo que no. Al parecer estaba enojado contra alguien.

 

-Nunca más…. Nunca más… -repetía mirando el suelo- No permitiré que me lastime.

 

Se acercó despacio, una ramita crujió al pisarla, el sonido fue como un pistoletazo. Se inmovilizó.

 

Sasauka levantó la cabeza, sus ojos negros quedaron fijos en él.

 

Sakuragi se disculpó con la mirada.

 

-¿Estas bien? –preguntó sentándose en el suelo, justo donde se había detenido al delatar su presencia.

 

Sasauka Satoru asintió con un movimiento de cabeza.

 

Comprendía que no quisiera hablar.

 

-¿Por qué me has seguido? –inquirió al cabo de un largo rato.

 

-Me diste la impresión que necesitabas compañía.

 

Los intervalos de silencio se sucedían intermitentes entre ellos hasta que se animó a hacerle una pregunta directa.

 

-¿Has tenido una discusión con tu novia? –le había visto en algunas ocasiones acompañado de una chica también de tercero, era muy popular y destacaba por encima de sus compañeras.

 

-No tengo novia…

 

-Disculpa..., te he visto algunas veces con Ryouko-chan y creí que lo era.

 

-No,  su hermano la utilizaba como intermediaria. Me cita a través de ella de ese modo nadie sabe que sale conmigo.

 

-Todos pensarían, al igual que yo que ella era tu novia.

 

-Si.

 

-¿Por qué Ryouko-chan se presta a ese juego?

 

-No me lo ha dicho, sospecho que esta enterado de algo que la perjudica, por eso hace todo lo que le pide por temor a que se sepa.

 

-Comprendo, se siente amenazada por su propio hermano. ¿Puedes decirme su nombre y donde vive?

 

-¿Por qué? –le miró sorprendido por su petición.

 

-Dentro de unos días habremos acabado la preparatoria y dejaremos Shohoku, ya no tengo que evitar meterme en reyertas, me gustaría hacerle una visita.

 

-No se… -titubeó.

 

-Si te prometo no hacerle ningún daño me lo dirías.

 

-Se llama Hanari Taiyou, esta en tercero en Ryonan. –dijo sin pedirle ninguna promesa.

 

-Gracias… Ahora me dirás que te ha hecho. –por lo que acababa de decirle los hermanos eran gemelos, ¿A qué se debía que no cursaran sus estudios en la misma preparatoria? Posiblemente, la causa fuera esa enemistad que había entre ellos. ¿Qué habría pasado? Nunca antes había escuchado que unos hermanos gemelos se mantuvieran distanciados. De todos modos era algo que no le importaba, en ese momento estaba decidiendo que no iba a desaprovechar la oportunidad de coger a su afligido compañero.

 

-Hace unas semanas comenzó a alargar nuestros encuentros, le preguntaba a Ryouko-chan, pero ella no sabía nada, eso era lo que me decía. Una mañana debió tener una discusión con su hermano y me lo ha contado todo.

 

-¿Qué te ha dicho?

 

-Que Taiyou estaba jugando con mis sentimientos, que no era el único chico con el que esta saliendo y que cuando se cansara de mi, me dejaría tirado. Me aseguro que se trataba de un compañero de su instituto. Un chico llamado Ebisawa Takase.

 

-No pensaste que podía decírtelo porque tuvo alguna rencilla con su hermano.

 

-Esta tarde tuve que salir a comprar comida y le he visto con un chico y estaba en una actitud bastante cariñosa y él no tenía necesidad de estar por esta zona.

 

-No has pensado que él sabe que podría encontrarse contigo. Seria tonto venir por aquí.

 

-Era la hora de la comida, podría pensar que no había salido de las instalaciones –razonó.

 

-¿Tú le quieres?

 

-Si, pero tampoco deseo que juegue conmigo.

 

-Tienes varias posibilidades para saber si él te quiere de verdad o esta jugando con tus sentimientos –comentó Sakuragi.

 

-¿Cómo saberlo? –preguntó porque ya no se fiaba de sus palabras, no después de haberle visto abrazando a otro chico.

 

-Le encaras pidiéndole explicaciones  -se fijo que el chico negaba con un gesto y creyó entender que era difícil creerle si su actitud desde el principio había sido tan poco leal hacia el muchacho- o engáñale tú y déjale saber que lo haces.

 

-¿Qué? ¿Cómo? Yo no podría…

 

-Solo necesitas un chico que se preste a ayudarte.

 

-Nadie querría…, podía quedar señalado para siempre. –musitó.

 

-Me tienes a mi para ayudarte –se ofreció, vió que levantaba su rostro y le miraba anhelante, como si esa posibilidad le pareciera más imposible todavía- Te diré como hacerlo. Mañana es sábado y no tenemos entrenamiento, podríamos encontrarnos en un hotel del amor, tranquilo, solo aparentaremos que le estas engañando, él sabrá que nos veremos y seguramente en un principio no creerá posible que lo hagas, pero querrá confirmarlo.

 

-Nos verá entrar al hotel… -dijo Sasauka comprendiendo enseguida- Pero… ¿Cómo va a enterarse?

 

-Su hermana será nuestro mensajero. Si estas de acuerdo me apresurare a poner en marcha nuestro plan –le incluyó en él para que se sintiera importante.

 

-¿Como lo harías?

 

-Vayamos hacia Danny's durante el camino te lo explicaré. –no le dijo que estaba enterado que Ryouko-chan salía de Shohoku después de estar en su club de periodismo y que siempre husmeaba alrededor de los jóvenes en Danny's buscando noticias para la gaceta que publicaba su club.

 

Algunas tardes la sorprendió esperando la salida de los chicos después del entrenamiento y seguirles intentando pasar desapercibida, con él lo había intentando algunos veces, la había ignorado después de todo los muchachos y él se entendían sin necesidad de palabras, sin embargo, ahora esa mala costumbre que tenía era un punto a su favor.

 

Llegaron hasta las proximidades de la cafetería sin haber intercambiado ni una palabra.

 

-Ahí esta –dijo de pronto.

 

-¿Quien? –intento mirar a su alrededor, pero Sakuragi le tomó por la barbilla impidiéndole girarse.

 

-No mires, tiene que parecer natural –dijo y sus dedos se movieron con suavidad por su mentón.

 

-Natural, ¿Qué cosa? –preguntó perplejo y también estremecido por su contacto sus dedos descendían suaves por su cuello.

 

-Esto… -y antes que comprendiera sus intenciones, dio un par de pasos hacia  el estrecho callejón que se utilizaba para dejar los contenedores de basuras de los dos establecimientos, a menos que salieran algunos de los camareros a tirar basura era un lugar tranquilo, la espalda del chico se apoyó contra el muro y él se aproximó lo máximo a él e inclinándose contra su cuello pareció hablarle, la palma de su mano se abrió abarcando su cuello e inmovilizándole su cabeza al tiempo que metía su rodilla en su entrepierna presionándole hasta sentir su excitación. Su gemido mezcla de sorpresa y placer debió de llegar hasta los oídos de la chica llamando su atención- Solo es un anticipo –murmuró- mañana te hare sentir que esto no es nada comparado con lo que haré contigo. No olvides que hemos quedado en vernos a las diez en la estación de *** -mencionó el nombre bastante más alto- de allí iremos a un hotel discreto, lo pasaremos bien.

 

Cuando se apartó de él, apoyó sus manos en sus hombros y le hizo repetir donde se encontrarían, el chico estaba tan nervioso que su tono de voz sonó bastante audible para los oídos indiscretos de la chica. Cuando escuchó sus pasos alejándose rápidamente supo que había conseguido su propósito.

 

-Mensaje recibido… -al ver la mirada aturdida del chico, le explicó el sentido de sus palabras- Ryouko-chan ya sabe que estamos citados para vernos mañana. Se lo dirá a su hermano, si por casualidad le da por llamarte, no le contestes. ¿Comprendes lo que te estoy diciendo?

 

-Si.

 

-Buen chico… mañana nos vemos entonces –dijo soltándole, le había dado la impresión que tenía dificultades para sostenerse por si mismo.

 

Sasauka asintió alejándose rápidamente, inquieto por lo que había sentido con su gesto y sus palabras.

 

Había escuchado diferentes rumores fuera de Shohoku y había echo oídos sordos porque muchos de ellos eran excesivamente picantes, pero al mismo tiempo, se había negado a si mismo reconocer que no le importaría llegar a ese grado de intimidad con su senpai.

 

Mientras se alejaba sentía el calor que se concentraba en una parte de su cuerpo, le avergonzaba no haber sido capaz de controlar su reacción y permitir que su senpai lo notara.

 

*****************

 

A la mañana siguiente, con puntualidad, Sasauka se presentó en la estación donde habían quedado en verse.

 

Se saludaron con formalidad, estaba mal visto que en público dieran muestras de familiaridad.

 

-Es por aquí… -dijo echando a andar.

 

El joven le siguió, de vez en cuando miraba a su izquierda, como si quisiera cerciorarse que estaba ahí Taiyou.

 

-Si continuas buscándole se dará cuenta y esto no tendrá ningún sentido.

 

-Disculpa… es que estoy nervioso.

 

-Quien tiene que estarlo, es él, no tú. Se te hace sentir mejor hablemos.

 

-Yo… nunca… nunca he ido a un sitio de esos.

 

-Es como cualquier hotel. Es una habitación con el mobiliario preciso para quienes necesitan un lugar tranquilo para hablar porque no tienen donde ir o para pasarlo bien si en casa no pueden al convivir con otras personas.

 

-¿Has visto alguno por dentro? –preguntó sin que pareciera que le estaba interrogando, entre los rumores que había escuchaba decían que le habían visto salir con un chico.

 

-Ya hemos llegado…-evitó contestarlo.

 

Sasauka miró donde estaban exactamente, distraído con su charla, no se dio cuenta del trayecto que hicieron, estaban en una calle estrecha de poco trafico. Un lugar muy discreto. Se apresuró a seguirle.

 

No vió que un muchacho se quedaba mirando hacia el edificio donde había entrado, en caso contrario, hubiera sabido que Taiyou estaba confirmando lo que su hermana le había contado y su reacción hubiera sido otra totalmente diferente.

 

Sakuragi que el día anterior había conseguido ver a Hanari Taiyou cuando salía del gimnasio, el Ryonan se quedaba más tiempo practicando que ellos y no dudó en ir a confirmar quien de ellos era el novio de Sasauka, el parecido con su hermana era asombroso.

 

El tenía sus propios métodos para averiguar si le estaba siguiendo por ese motivo, había convencido al chico para que dejara de buscarle. Él ya sabía que estaba tras ellos. Le había visto cuando esperaba por Sasauka.

 

La expresión del chico al ver llegar a su novio fue de incredulidad, aunque parecía no creérselo, les siguió y tal como esperaba debió verles entrar en el edificio,

 

-¿No vamos a subir? –preguntó sorprendido Sasauka al verle dirigirse hacia la parte trasera del edificio.

 

-Ahora solo queremos darle una lección a tu novio. ¿Cierto?

 

-Si.

 

-Saldremos por detrás y volveremos a la calle, seguro que todavía sigue esperando ver cuanto tiempo estaremos dentro.

 

Sasauka comprendió sus intenciones y quedo bastante decepcionado, aún así no lo demostró.

 

Hanari Taiyou quedo más que sorprendido al verle llegar a su espalda, había reconocido al chico que le acompañaba y le dolió saberse engañado por su novio.

 

Se dieron las explicaciones pertinentes y finalmente todo quedo aclarado, un malentendido entre ellos había originado todo. Hanari estaba consolando a un compañero que tenía problemas y su hermana que lo sabía aprovecho para meter cizaña entre ellos.

 

-Nunca pretendí hacerte daño, te quiero de verdad.

 

-Yo también te quiero.

 

Sakuragi esperaba a pocos metros de ellos, la reconciliación entre ellos apartaría de si cualquier duda o sospecha que hubiera en su relación, Sasauka le había demostrado que era incapaz de engañarle, Hanari confiaría siempre en su novio y se cuidaría de ponerse en una situación que estropeara su compromiso, por lo menos durante una temporada, eso es lo que había aprendido durante esas semanas, a mirar más allá de las palabras, a ver los gestos de su cuerpo, sus manos, sus ojos, su mirada, su boca y ese chico era como un libro abierto.

 

Por sus ademanes supo que se estaba despidiendo, Hanari comenzó a caminar en su dirección, se detuvo unos segundos.

 

-Gracias, Sakuragi-san.

 

Él solo asintió. Cuando el muchacho giró en la esquina se volvió hacia su compañero que se le había acercado.

 

-¿Estas satisfecho?

 

-Si…, te quedo agradecido por tu ayuda.

 

-No quiero tu agradecimiento.

 

-Entonces… como puedo demostrártelo.

 

-Solo hay un modo.

 

-¿Y qué estamos esperando?

 

-¿Estas seguro?

 

-Si.

 

-¿Qué dirá Hanari Taiyou-san?

 

-No lo sabrá, como tampoco sabrá que se que su explicación es otro de sus engaños.

 

-Creí que te había convencido su aparente sinceridad. –sus pasos les llevaron al interior del vestíbulo del hotel.

 

-Se cuando me miente y esta vez lo estaba haciendo. –dijo Sasauka mientras él elegía la habitación y el tiempo que iban a permanecer allí.

 

-Vas a pagarle con la misma moneda.

 

-No, solo voy a hacer algo que realmente quiero.

 

Tomaron el ascensor y fue allí mismo, donde Sakuragi le estrechó entre su cuerpo y el elevador y comenzó a besarle en el cuello, arrancando gemidos en su compañero, su pierna se metió entre las suyas masajeando su miembro con su rodilla, estaba tan excitado que supo que el muchacho realmente deseaba que lo hiciera con él.

 

-Tenemos toda la mañana para hacerlo. –dijo apartándose al sentir que se detenían en el piso que le correspondía. Encontraron la puerta abierta con la luz verde encendida sobre el dintel- Aquí es. –ellos no lo vieron pero al cerrarse tras ellos cambió a roja indicando que estaba ocupada.

 

Sasauka miró a su alrededor con curiosidad, aparentemente, era como le había comentado Sakuragi-san una habitación de hotel hasta que se fijo en los diferentes objetos que había sobre un mueble próximo a la ancha cama que atraía la mirada enseguida de pasar dentro.

 

-¿No tienes calor? –preguntó Sakuragi, sabía que allí la temperatura estaba tan alta que inducia a quitarse toda la ropa y meterse dentro de la tina, una manera bastante practica para entablar un rápido contacto con su pareja.

 

Sasauke estaba tan distraído mirando alrededor que solo se dio por enterado de ese detalle cuando escuchó la pregunta de su compañero. Al mirar hacia él se fijo que estaba sacándose los pantalones. Le dio la espalda para hacer él lo mismo.

 

Cuando entró a la tina, Sakuragi ya estaba dentro. Tenía una pieza de tela cubriendo su excitación. No había conseguido evitarlo cuando le tocó en el ascensor.

 

Apenas se introdujo dentro, sintió la tibieza del agua, no estaba caliente para relajarlos, solo lo necesario para que pudieran refrescarse del intenso calor de la habitación.

 

-Se esta a gusto… -comentó Sakuragi pretendiendo no ver la timidez del chico.

 

-Si. –se sentó no demasiado lejos de él, con solo estirar el brazo su mano le alcanzaría.

 

-¿Tienes conocimiento de lo que estar con otro hombre? –preguntó pensaba que era demasiado incluso para él vérselas con otro chico inocente.

 

-Si, aunque yo… todavía no lo he hecho. –dijo sintiendo que el agua estaba demasiado caliente para su gusto, el calor invadió sus mejillas y se concentró en un punto de su cuerpo que se le hizo doloroso.

 

-Por de pronto, vamos a ocuparnos de esa excitación que tienes –su mano alcanzó a rodear su miembro, acariciándole por debajo del agua, los gemidos del chico le mostraron que le agradaba lo que le hacia sentir. Se puso a horcajadas solo tocándole con su mano que seguía entretenida con su erecto miembro.

 

Sasauka no apartaba su mirada de la suya, solo su boca se entreabría dejando escapar jadeos entrecortados cuando forzaba un poco la intensidad de su toque.

 

Sus labios húmedos y rojos se le apetecían e inclinándose a un lado acercó su boca a la suya, Sasauka dio un respingo sorprendido, más no se apartó, al contrario, se apretó contra sus labios.

 

Se apartó.

 

-Déjame guiarte.

 

Asintió.

 

Retornó a la caricia labial y a poco se estaban entregando los dos con intensidad a un beso que los dejo sin aliento.

 

-Eres bueno besando… -tuvo que admitir.

 

-Soy bueno en muchas mas cosas –dijo jactancioso.

 

-¿Me las enseñaras? –preguntó.

 

-Tenemos todo el tiempo que sea necesario –casi sonrió al ver el brillo de sus ojos. Sabía que la aparente reconciliación iba a proporcionarle un gran placer y no pudo evitar dejar pasar esa ocasión.

 

En ese instante los dos tenían un mismo deseo.

 

 Y estaba más que dispuesto a complacer a su compañero.

 

-Ponte de espaldas, en cuclillas.

 

Sasauka así lo hizo, sin cuestionarse su petición.

 

-Apoya las manos en el borde… -le sintió estremecerse cuando su mano libre se deslizó por su espalda hasta alcanzar sus glúteos que masajeó, primero uno luego el otro- Separa los pies lo más que puedas, ábrete para mi –dijo junto a su oído- lo estas haciendo muy bien… eso es, -la palma de su mano abierta acarició una de sus nalgas El agua le llegaba a la altura de la cintura, en cambio a Sasauka le cubría hasta el pecho, Dentro del agua seria más relajado para él, sentía como su ano reaccionaba a sus roces, abriéndose y cerrándose, desde atrás alcanzo a agarrar su escroto masajeándole entre sus dedos y arrancando gemidos más audibles en el chico.

 

-Voy… voy… a correrme –dijo tembloroso volviendo el rostro hacia él.

 

-Hazlo para mi, muéstramelo –su boca ansiosa la tomó, era una posición incomoda su cuello doblado dolorosamente, más no se quejo y respondió con ardor a la caricia, en tanto sus manos continuaban ocupadas, una aceleró los movimientos para ayudarle a correrse, la otra se deslizó entre la hendidura de sus nalgas y le metió el dedo medio dentro de su ano, percibió la contracción de sus músculos internos, su anillo se cerraba alrededor de su dedo, más la caricia y su corrida acabaron relajándole- Eres increíble –musito junto a su oído, escuchando la respiración acelerada del chico, su corrida se diluyó dentro del agua.

 

Cuando estuvo mas relajado a su toque, le metió otro dedo, sintió como se estremecía y su esfínter se cerraba una vez más, los movió a modo de tijera abriéndole, las puntas de sus dedos le rozaban con suavidad, relajándole, aliviando la presión que ejercía sobre ellos, solo cuando el movimiento de sus caderas le indicó que estaba disfrutando introdujo un tercero, esta vez su aceptación fue casi simultanea por lo que le metió otro más expandiendo su ano haciéndole aceptar el movimiento de sus cuatro dedos en un claro movimiento de penetración. La humedad facilitaba que el chico abriera totalmente a él, el calor del agua aflojaba sus músculos, sabía que si hubiera intentando meterle todo el puño lo hubiera conseguido, tan relajado se encontraba, aunque sus jadeos eran un claro indicio que el dolor también estaba presente.

 

Se inclinó, sus labios comenzaron a darle suaves besos en hombros y cuello, sus gemidos cesaron momentáneamente cuando abandono su interior, sus glúteos se movieron contra su pubis claro indició de una silenciosa  protesta.

 

Se posesionó sobre su ano presionando con su cabeza para meterle unos centímetros, y que fueron  aumentando cuando más presionaba, veía que su cuerpo se estremecía, consiguió atravesar sus esfínteres y solo entonces le penetró por completo, Se quedó quieto para que se acostumbrara a sentirle, duro y fuerte. Sentía que su interior se calzaba como un guante alrededor de su miembro.

 

Para tranquilizar su temblor, comenzó a pellizcar suavemente sus tetillas y rozándolas levemente con las yemas de sus dedos y consiguiendo que el chico solo pensara en el placer que estaba obteniendo con sus caricias.

 

Solo cuando volvió a sentir el movimiento de sus caderas supo que estaba preparado, sus manos se afianzaron en sus caderas elevándolas y solo entonces comenzó a embestirlo, una y otra vez, sus jadeos se escuchaban al unisonó y el "plop" del agua entre sus cuerpos sonaba como un estallido al entrar en un contacto más directo.

 

Los jadeos del chico y sus entrecortadas palabras animándole a seguir le incitaban proporcionándole el deseo mas intenso de atravesarle con sus embates, más fuerte, mas duro, más intenso.

 

El agua desbordaba con sus sacudidas, pero ninguno de los dos era consciente de ese hecho. 

 

Sasauka se estremeció, sus jadeos se interrumpían con un aullido cuando las sensaciones que experimentaban le dejaban sin aliento cuando se intensificaban.

 

Sakuragi sabía que estaba dándole en la próstata e intentaba dirigir sus golpes en la misma dirección solo por sentirle temblar bajo su cuerpo, por escuchar sus chillidos que cesaban cuando su mano se deslizaba a su entrepierna dándole la atención que merecía su olvidado órgano y entonces sus jadeos se intensificaban, el frenesí de sus emociones le hacían saber que estaba dándole placer, el mismo que el sentía penetrándole y se sentía tan a gusto que cuando momentos después ambos alcanzaron el orgasmo y se corrieron con una intensidad que les dejo desmadejados se dio cuenta que todavía continuaba erecto.

 

No se sorprendió en exceso, por que lo que le hacia sentir era demasiado intenso.

 

-Vamos a la cama –musitó cuando los espasmos del chico cesaron.

 

Una vez en ella, volvió a penetrarle, estaba tan abierto a él que lo consiguió sin esfuerzo. Estuvo masturbándole hasta sentir que también él estaba duro y sus embestidas se volvieron más lentas, más suaves, como si deseara prolongar aquel instante más y realmente así fue.

 

Cuando por segunda vez se derramó dentro de él, sintió como su excitación disminuía y su excitación se había calmado. La próxima vez se lo tomaría con más calma, porque como bien le dijo tenían mucho tiempo para experimentar. Sus amigos cuando le pusieron en esa situación, no especificaron que solo tenía que hacerlo una vez, estaba descubriendo lo placentero que era estar con un chico.

 

Estuvieron quietos sobre la cama abrazados, en silencio, hasta que una vez más reanudaron el juego amoroso con besos y caricias y penetraciones profundas e intensas que les colmaba y al mismo tiempo les dejaba desmadejados,

 

Tomaban cortos reposos antes de reanudar sus encuentros sexuales, podían haberlo dejado después de la primera vez, pero ambos se sentían tan a gusto juntos que no parecían decididos a desistir. En cambio, se abandonaban uno en los brazos del otro hasta que el agotamiento hizo presa de ambos.

 

Al despertar supo que había dormido profundamente, a su lado, Sasauka dormía plácidamente. Se levantó y buscó su reloj, marcaba las cuatro de la tarde, se habían quedado dormidos por más de dos horas.

 

Disponían de tiempo suficiente, aún así no le despertó. Se dio una ducha y se vistió. Le sacó la foto, su prueba de que había cumplido. Imaginaba la cara de sorpresa cuando se las mostrara, todas ellas tenían suficiente nitidez de imagen para que supieran que había cumplido, ninguno de sus amantes mostraba su rostro, pero eso era suficiente para hacerles saber que hubo algo más que una simple imagen.

 

Se sentó en una silla y espero hasta verle removerse en el lecho. Sus parpados se abrieron y sus ojos negros se fijaron en él, sus cabellos oscuros estaban revueltos y la expresión de su rostro tenía una placidez que le hacia verse encantador.

 

-Me he dormido. –musito estirándose y mostrando su cuerpo desnudo sin ningún rubor.

 

-También yo, ambos necesitábamos recuperar fuerzas, te invito a tomar algo en Danny's nos queda cerca.

 

Una hora después amigos y conocidos se quedaron sorprendidos al verlos llegar juntos, No esperaba ver a tanto conocido, pero ya no podía volverse atrás. Ocuparon una mesa apartado de los más ruidosos e hicieron un pedido más que frugal, quienes les vieron comer con tanta ansia y estaban al tanto de su apuesta, no dudaron que Sasauka y él habían tenido algo más que un revolcón.

 

Cuando saciaron su hambre, tomaron un par de tazas de te y solo entonces, Sasauka se despidió de él agradeciéndole no solo la invitación sino también el placer de disfrutar de su compañía.

 

-Gracias a ti, Sasauka. Tú también me has hecho un gran favor, te deseo que seas feliz con tu atolondrado novio.

 

-Lo seré, después de hoy solo hará lo que yo quiera.

 

-Estoy seguro que lo hará complacido.

 

Sus risas se alzaron por encima de las conversaciones más próximas.

 

-Adiós… ha sido un placer que seas mi senpai. Me has enseñado mucho jugando, tu compañerismo ha sido especial para mi y también para los demás. Gracias.

 

-No te despidas aún, no olvides que todavía nos quedan unos días de clases, volveremos a vernos en la duela.

 

Sasauka asintió antes de alejarse.

 

Su Gundam se acercó apenas quedo solo, Takamiya y Noma lo hicieron frente a él, Ookus les empujó para que le hicieran sitio, Yohei se sentó cómodamente junto a su amigo.

 

Ninguno de ellos hicieron mención a su acompañante, todos eran conscientes de lo que significaba, o creían saberlo, porque nunca antes Hanamichi se encontraba fuera del horario de clases con sus compañeros, la Gundam se reunía durante horas, si bien, desde que le habían propuesto aquella disparatada apuesta, Sakuragi era muy difícil de dejarse ver.

 

Cuando le preguntaron si al día siguiente estaba libre, ante su encogimiento de hombros comprendieron que ni el mismo lo sabía, por ello esa tarde aprovecharon al máximo su compañía

 

Pasaba de las nueve de la noche cuando llegaron al barrio y se dispersaron para continuar cada uno su camino.

 

-Ya ha pasado mucho tiempo… no deberías seguir enojado conmigo –dijo a Takamiya que seguía comiendo como si fuera lo último que le quedara, despacio y relajado.

 

-No lo estoy…, que te ha hecho pensar eso.

 

-Como han pasado varios meses y apenas me hablas.

 

-Disculpa…, -se mantuvo en silencio un instante- en casa hay problemas con mis padres. Me dijeron que tienen la intención de separarse. –confesó.

 

-Lo siento mucho… -no podía creer que pudiera suceder algo así-  Se les ve tan felices.

 

-Estas últimas semanas han sido las peores. Al principio disimulaban por mi aparentaban que todo marchaba bien, ahora ya no, Me dijeron que decidiera con quien deseaba quedarme a vivir. Mi madre se queda con la casa, les pedí que lo reconsideraran y dijeron que ya lo habían ido retrasando porque no sabían como decírmelo. Ahora que lo sé, mi padre abandona la casa.

 

Estaban junto a la vivienda de su amigo. Le acompañó hasta el portal y fuera de la vista de cualquiera le abrazó para consolarlo. Su gesto fue suficiente para que Takamiya rompiera a llorar con desconsuelo.

 

Le consoló estrechándole contra su cuerpo, dejándole desahogar su pena.

 

-Discúlpame… nunca he sido un llorón, pero esto…

 

-Tranquilo, lo se. -Se fijo en sus ojos enrojecidos- Tu mamá se sentirá mal si te ve así. Quédate a pasar la noche en casa –ofreció.

 

-¿Puedo? –preguntó pasando sus puños cerrados para secar sus lágrimas.

 

-Llámala diciéndole que estas conmigo, así no se preocupara.

 

-Gracias –y juntos volvieron a salir del portal, apenas pasaron por delante de la otra casa, ya estaban en el hogar de su amigo.

 

Mientras Takamiya llamaba a su madre, él extendió el futón en su dormitorio. Disponía de varios para cuando sus amigos se quedaban a pasar la noche con él.

 

Vió a Takamiya parado junto a la puerta.

 

-Hora de dormir –le dijo dejándole solo.

 

Escucho que llamaban a la puerta y creyendo que podía tratarse de Rukawa fue a abrir, se sorprendió al ver a la mamá de su amigo.

 

-Me dijo que estaba contigo. –dijo a modo de saludo- No desconfió de él, solo me preocupa, te dijo que su padre y yo…

 

-Hace un momento… lo lamento por ustedes.

 

-Son cosas que suceden a las parejas. Inevitablemente de un día para otro se dan cuenta que han dejado de quererse. Discúlpame… no debí… solo quería pedirte que no le dejes solo, si le ves deprimido o triste, ayúdale. Nozomi-kun te tiene en mucho aprecio.

 

-Es mi amigo… no le dejare solo, además tiene a toda la Gundam con él.

 

-Gracias…, no te molestó más.

 

-No lo hace Takamiya-san.

 

La mujer se alejo presurosa, la siguió con la mirada hasta que entro en su edificio unos pasos más allá, aunque allí todos se conocían y no corría peligro nunca se sabía si aparecían de otros barrios más peligroso como la banda de Ryu.

 

-¿Qué haces ahí? –preguntó al verle apartarse de entre las sombras.

 

-Quería asegurarme que estabas bien. Ví que llegabas con tu amigo ¿Qué ha pasado?

 

-Sus padres se separan y esta deprimido. Su madre no podía verle en ese estado y le pedí que se quedara esta noche en casa, supongo que ya estará dormido.

 

-Esa mujer, ¿era su madre? –preguntó.

 

-Si. Me pidió que le protegiera, durante esta etapa tan difícil para él. Ahora no puedo dejarle solo. Dime Rukawa ¿Quién te protegerá a ti?

 

-¿Te preocupa mi seguridad? –preguntó a su vez.

 

-Me preocupan mis amigos.

 

-Gracias por considerarme entre ellos. –Movió la mano haciendo un gesto y al instante un perro de gran tamaño se aproximo hasta él- Es Pinky. Ella me protegerá a partir de esta noche. Me la regalaron este mediodía. ¿A qué es preciosa? –preguntó pasándole la mano por la cabeza.

 

El animal era tan enorme que no necesita agacharse para alcanzarlo.

 

-Si, preciosa –admitió- Ven mañana a comer, encontraré un lugar para ella –añadió dándole así a entender que estaban invitados los dos.

 

-Y tú amigo…

 

-Posiblemente se haya ido con su madre.

 

-Buenas noches.

 

-Que tengas felices sueños.

 

-También tú… creo no equivocarme al pensar que has tenido una mañana muy intensa.

 

La risa de Hanamichi le acompañó mientras se alejaba, era una confirmación a sus palabras.

 

Continúa en el próximo capítulo…

 


Notas finales:

Disculpar si veis algún error, no le he dado un repaso antes de subirlo....


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).