“Se dice en los alrededores que existe el encuentro en los libros, y que estos atraen a los lectores, es así como llegan en las manos de personas que están destinadas a leerlos…”
Esta es la historia de Choi Siwon en como su vida cambió completamente, sus deseos más profundos no solo salieron a luz, sino que no como precisamente deseaba, trata de la historia de un cristiano completamente devoto donde seguía de manera inocente todo lo que la Biblia dijera, hasta que un factor mas potente mas allá a la sumisión para un ser todo poderoso, por que ese factor que le hizo cambiar e infringir cualquier norma establecida tanto en el vaticano como en la Biblia, esa incentivo más fuerte que sus creencias no era otra cosa que el amor, un amor tan dulce e ingenuo, quizás fue el mayor error de su vida, uno donde no habría vuelta atrás.
-Por favor dios hazme mas atractivo, haz que parezca mas listo y hazme parecer mas maduro, tan siquiera para que no me tengan como cristiano mas devoto del salón, haré una mejor dieta y comeré productos lácteos e incluso pescado… Me encontraba rezando en la capilla desde el inició de la preparatoria, quizás era completamente patético o innecesario que yo pidiera esta clase de cosas a mi dios, de alguna forma sabía que era al menos atractivo pero siento que no soy lo suficiente y me vi en la necesidad de acudir a mi creador para que me cumpliera mis peticiones tan egoístas. Escuche un ruido que me hizo distraerme de mis peticiones entonces fue cuando vi lo que parecía un ángel con sus dos grandes y hermosas alas blancas me quede impactado, abrí y cerré los ojos pero para mi sorpresa y nerviosismo era nada mas y nada menos la razón por la que actuaba (rezaba) de manera tan deshonrosa y vergonzosa.
-Tu eres el chico que viene a la capilla a rezar todos los días ¿Verdad?. Sentí un creciente sonrojo en mis mejillas no me esperaba el encontrarme a Leeteuk-hyung precisamente aquí pero que vergonzoso que precisamente sea él, que este aquí en el momento exacto escuchando mis rezos tan tontos, me quede de piedra y no supe hacer otra cosa mas que asentir mas perdido que nada,-Sabes pretendes demasiado. Dijo alzando mi mano- Ya eres muy guapo. Me sonrió para después terminar con un guiño que si no fuera por que me tenía agarrado seguro me desmayaría ahí mismo y todo el cuento de hadas cayó en este preciso momento.
-¿Cómo te llamas?. Me pregunto con una pequeña sonrisa que aun así se me hizo tan perfecta y encantadora que mi corazón si quiera pudo reprocharle ese mínimo detalle.
-¡Ah pues yo soy Choi Siwon, estoy en el mismo curso que tu 3er semestre de la preparatoria Seiran. Dije o mas bien recite, ¿Por qué cuando estoy cercas de él hago cosas tan patéticas? Al menos pude sacarle una leve risita que termino por esconder detrás de su mano, era tan apuesto que no hacía mas que quedarme viéndolo embobado.
-Pues bien Siwon, que dios te bendiga. Para mi grata sorpresa me dio un casto beso en la frente fue casi un roce, suficiente para competir con un tomate, me sentí tan acalorado y tan feliz que mi deseo era ponerme a bailar, esa bella sonrisa con un adorable hoyuelo en la mejilla desapareció de mi vista.
-Oh! Siwonnie, aquí estabas pero que malo tanto tiempo que te estoy buscando, ¿Qué hacías aquí?. Cuando recordé tenia una cara de tonto, y ya tenía a mi lado a Heechul uno de mis pocos amigos en la escuela, sin embargo no pude responder a su pregunta hasta que sentí un golpe en la cabeza.
-Aish, Heechul ¿Por qué me has pegado?. Le pregunte enojado si que tiene la mano pesada, el sin embargo me vio con el ceño fruncido.
-¿Cómo que por que te eh pegado, llevo 2min tratando de llamar tu atención B-a-b-o. Me deletreo claramente fastidiado, me encogí de hombros mientras me paraba de mi lugar-¿Por qué estabas tan distraído?. Me pregunto aunque ya sabía la respuesta mas que claramente, cuando salimos ví que a unos metros muy alejado caminaba Leeteuk rodeado de mujeres y hombros al verlo me sonroje levemente.
-Leeteuk… Susurre levemente con aire enamorado que incluso yo no me reconocía
-Te refieres a ese Leeteuk. Señalo mi compañero con una mueca de asco, mientras que con la otra movía su mochila.
-No es educado señalar a las personas hyung, le reproche aunque solo recibí un chistido como respuesta, me hice el que no le veía para que continuara con su cuento.
-Tienes que dejar de interrumpirme cristiano-devoto, está bien que estemos en una escuela muy religiosa, pero no significa que lo sigamos al pie de la letra. Susurre un par de comentarios contrarios que solo lograron que Heechul acentuara su ceño lo cual para mi era señal de peligro así que me mordí la lengua- Bueno te lo iba a decir mas cortés para no herir ese corazón blandengue que te cargas-Gruño- Ese Leeteuk no te va hacer ni pizca de caso, ya vez a todas esa bola de zorras y tipos fáciles que le llegan, y aunque sean así claramente son muy por encima de ti, tienen un cuerpo de infarto y aunque la veas con esos cuerpazos y cara de imbéciles han formado un club de fans, sin omitir el hecho de que es obvio para toda la escuela el chico parece ser mas que hetero (y es raro que los tíos esos sigan detrás de él), al menos que por razones de un milagro te conviertas en una chica, nunca te va a mirar de otra forma, y aunque se volviera homo, tiene a otros putos(tíos) al que hacerles caso antes que a ti-gruño de manera cortante y dolorosamente cierto, Leeteuk siempre era acompañado por las chicas y chicos mas apuestos de todo el instituto, y era muy difícil que se fije en mi, aunque por otro lado mi corazón palpitaba con fuerza al recordar ese dulce y tierno beso que Hyun me había dado en la frente y en mi mundo fue que olvide incluso el lenguaje vulgar de mi único amigo en toda la prepa, y uno de los pocos que no se veia tan atraído por Leeteuk.
Y esa es la razón por la que quiero intentar sobresalir por encima de todas esas personas antes mencionadas por mi amigo, por que deseo con todo mi corazón que hyung se fije en mi, lo vengo deseando desde que inicie la escuela, es tan apuesto y es tan hábil tanto para los deportes como para los estudios, es tan popular y sorprendentemente encargado de la capilla en la que antes había rezado, como la mayoría lo admiro por todas sus cualidades, por ser tan calido, tan perfecto.
-Si me a besado, y ha preguntado por mi nombre. Pensaba felizmente mientras abrazaba una almohada, no podía estar mas feliz, estando en mi casa encerrado en mi alcoba era mas libre de dejar fluir mis sentimientos estos que deseaba que Hyung supiera, y con lo acontecido el día de hoy solo podía rezar para que yo le guste, aun recordaba perfectamente aquello que dijo -“Ya eres muy guapo”- no me podía quitarme de cabeza esa frase de cuatro palabras ¡Tenían un gran significado para mí!, tanto que mis sentimientos por él solo aumentaban, sin que parecieran querer irse, me quede divagando y dándole vueltas a mi pequeño encuentro con mi ángel como interiormente le llamaba que mi ansiedad creció a un nivel inimaginable y mi estrés junto a ella, en algún punto cumbre de todo el remolino de emociones y recuerdos, a mi mente llego uno, cuando me había hecho de un libro peculiar en una de esas tiendas de antigüedades que les invadían un olor a viejo y polvo.
-¿Dónde estarás?. Me pregunte mientras con mi dedo veía los títulos de innumerables libros y Biblias que había en el librero, hasta que di finalmente con el susodicho- ¡Aquí estás!. Exclamé emocionado “Hechizos que cumplen todos tus deseos”, leí detenidamente quitándole poco a poco el polvo que aun le quedaba de la semana pasada que lo había comprado, tanto llamó mi atención que incluso Heechul-hyung me tuvo que ayudar a pagarlo por que lo que cargaba en ese momento no me alcanzaba, le pedí durante 15min era tanto mi anhelo de tenerlo para mi que no importo siquiera a haberle rogado a la princesa, estaba tan furioso por que había comprado un libro tan gastado y descolorido que refunfuño cual gato enojado, me lo hecho en cara hasta fin de la semana, yo me decía internamente que podría serme útil, aunque en este momento me invada una sensación extraña. Pero si dios no me ayuda, la magia seguro lo hará, sonreí contento mientras me sentaba a ojear y releer la sección de deseos de amor estaba tan emocionado que nada podría detenerme aunque el fondo hubiera una vocecita que me gritaba que lo que estaba haciendo era patético y que no iba a funcionar, pero yo quería creer que si.