Sin poder evitarlo sus mejillas se tiñeron de rojo al verse encontrado en aquella posición tan incomoda, y por que no decirlo comprometedora.
Jason no dijo nada, y de hacer, tampoco hizo mucho, bueno, además de un gesto torcido casi molesto o de repugnancia con la boca y las cejas enarcadas. Para luego marcharse con el mismo gesto en el rostro.
Bruce carraspeó incomodo, y si, un tanto molesto talvez por el hecho de encontrar a uno de sus hijos menores entre las piernas del mayor. O por el rostro medio de vergüenza, medio de placer que tenía Tim en ese momento, o tal vez porque sabía de las intenciones y conocía los sentimientos que poseía Nightwing, para, con Tim.
Damian rió por lo bajo y se fue directo a uno de los bol’s de fresas de la mesa, comió una repleta de chocolate y volvió a reír de forma socarrona con esa mirada de “yo se muchas cosas que ustedes no” que Tim tanto odiaba y que a muchos otros les ponía de nervios, entre ellos Jason que, para desgracia suya, tendría que dormir todas las vacaciones con el pequeño demonio.
“Parece que Tim esta engañando a Superboy con Dick” agregó de forma mordaz antes de marcharse a su cuarto. Ya había dicho que el muchacho era la personificación del propio Lucifer en la tierra (y eso era mucho decir porque Lucifer alguna vez fue un ángel). Para entonces todo el rostro de Tim se asemejaba al de su traje de Red Robin. En verdad ya no sabía ni que le ocurría a su cuerpo, trataba de decirse una y otra vez que eran las hormonas, que era por la edad y su nula vida sexual que se encontraba deseando a su hermano de esa forma, que era la inexperiencia la que lo llevaba a acariciar la sola idea de sentirle dentro, que no podía ser otra cosa porque aquello era un error, porque no podía pasar, porque era su hermano (no de sangre) pero aun así su hermano. Con eso en mente se levantó tan rápido como pudo evitando la mirada de todos en la habitación y se fue directo a la que el compartiría esa y muchas otras noches junto a Nightwing.
Se quitó la ropa quedando solo con los boxers puestos, se miró en el espejo de cuerpo completo que la habitación poseía notando que se encontraba completamente empalmado, enrojeció de vergüenza al recordar quien lo había provocado y no pudo evitar excitarse aun más por ello, sintió un tirón doloroso en su miembro y decidió que no podría dormir de esa forma ni aunque quisiera. Cerró los ojos a la vez que acariciaba esa zona de su anatomía con parsimonia y delicadeza casi como si esperase a alguien, y bien que lo hacía, sentía una necesidad imperiosa por ser poseído por Dick, necesitaba que Richard Grayson lo hiciera suyo.
Perturbado por dicho pensamiento presionó con más fuerza de la debida, lastimándose a si mismo en el proceso. No pudo evitar sentir placer con aquello y con un gemido ahogado lo repitió.
Mientras tanto en la sala Dick y Bruce discutían histéricos sobre lo que había ocurrido momentos atrás.
-¡¿estas conciente de que a quien tratas de seducir es a un chico que para empezar es menor de edad y por si fuera poco tu hermano?!- Gritó Bruce colérico pero sin elevar la voz en exceso.
-Claro que lo se- susurró mirando algún punto muerto en el piso –Claro que lo se- Repitió aun más bajo. Enterneciendo a su mentor quien se acercó para poder consolar a su hijo mientras lo envolvía en un calido abrazo.
-No es mi trabajo enseñarte este tipo de cosas- Dijo Bruce más tranquilo –Ya no- se corrigió –Tampoco es mi trabajo hacerte miserable- Dick esta vez le miró a los ojos –pero quiero que entiendas que a pesar de todo… Tim aun es un niño-
-Lo se pero aun así- Volvió a bajar la mirada –Aun así… creo que estoy enamorado- susurró más para si mismo que para su padre. Este le miró de forma comprensiva pero sin dejar de estudiar la verosimilitud de aquellas palabras. Y cuando se dio cuenta de que estas eran ciertas…
-¡Dick!- Cerro los ojos con fuerza a la vez que acariciaba su miembro ya libre con rapidez, mientras cristalinas y finas lagrimas surcaban su rostro al no ser capaz de soportar el placer que en ese momento le recorría por completo –Ah ¡no! Ahhh- Sus piernas flaquearon y se dejó caer en el suelo con la frente pegada al espejo. Sus jadeos entrecortados empañaban el cristal de este nublando su propia imagen aun así podía ver sus mejillas bañadas en carmín y sus ojos entrecerrados, el rojo de su lengua que al estar su boca abierta jadeante, buscando aire rozaba rítmicamente el frío cristal dando un delicioso contraste con el calor de su cuerpo.
-Si lo que dices es cierto- Comenzó Bruce -yo no soy quien para impedirte que lo intentes- Dick le sonrió de forma sincera –Pero si quieres un concejo de padre… el darle ver a tu hermano que lo deseas… ya sabes… físicamente no le hará entender tus verdaderos sentimientos.
-Dick… Dick- Una ultima caricia y terminó susurrando el nombre de su hermano –Dick…-
Para cuando Dick llegó a la habitación Tim dormía placidamente a un costado de la cama, sonrió para si mismo y se acerco lentamente a ella. Acarició unos mechones de su cabello y beso su frente, estaba decidido realmente estaba enamorado de ese chico, se detuvo frente a su boca y no pudo resistir el impulso, aun así lentamente casi como si temiese se acercó a sus labios y los aprisionó entre los suyos saboreo el sabor dulce de esa boca tratando de controlar el deseo de ir mas allá Bruce tenia razón y el tenia pensado hacer las cosas bien de ahí en adelante.
Mañana seria otro día después de todo.
Tim sintió aquella minima caricia deseando que este se atreviera a ir mas allá como lo había estado haciendo hasta hace no mucho o el mismo poder darse valor para decirle que realmente lo deseaba.