Siempre que lo analizaba llegaba a la misma conclusión, algo debió haber hecho bien en su vida pasada porque él, Kim YuKwon tenía los mejores novios del mundo. Primero comenzó saliendo con Minhyuk,, mayor que él, tranquilo, dulce a pesar de su apariencia fría, muy amable y agradable, tenía unos hermosos hoyuelos que se marcaban cuando sonreía y no estaba demás mencionar que era muy sexy.
Lo había conocido un día lluvioso que corría por el parque para llegar a casa y chocó con él, ambos terminaron empapados y con el tiempo se fueron enamorando, ahora vivían juntos desde hace tres años, pero un día YuKwon tocó un tema un poco delicado, al menos para MinHyuk, ya que él quería una relación polígama y no sabía cómo reaccionaría su novio al saberlo, pero después de mucho hablarlo llegaron a un acuerdo, daría el visto bueno si era un buen prospecto y encima le caía bien, no podía compartir su pareja con cualquiera. YuKwon estaba complacido al ver que su novio accedía y decidió buscar otro novio.
Justamente un mes después Jiho llegó a su vida, era un poco más joven que él, con ojos oscuros y expresivos, muy dinámico y eufórico, siempre tenía algo que decir para aligerar el ambiente, bastante alto, un poco imprudente a veces, amante del reggae y Hello Kitty, muy trabajador. Con él las cosas simplemente se dieron, fue por un antojo a una cafetería y ese efusivo joven lo atendió con una bella sonrisa en sus labios [botox natural le llamaba él] se fueron conociendo y se enamoraron, el menor siempre fue consciente de la situación y no le halló problema alguno, incluso cuando conoció a MinHyuk fue muy amable, pues según YuKwon “era importante que sus novios se conocieran y se llevaran lo mejor que pudieran” Ambos se agradaron lo suficiente como para no ser una relación perro – gato e hicieron feliz a su novio. Ya hacía un año que los tres vivían juntos, cuando el más joven decidió mudarse con ellos.
En verdad esos dos hombres lo hacían muy feliz, ambos alegraban sus días y aunque mucha gente llegara a pensar que eran unos depravados que vivían de orgía en orgía [cosa completamente falsa, puesto que había días en que los dos sentían “necesidades” y el pobre YuKwon tenía que casi partirse en dos, ese era un inconveniente] y cosas por el estilo, no podía evitar sonreír, cada uno era muy especial para él.
La casa contaba con tres habitaciones, pero YuKwon a veces se turnaba para dormir en el cuarto de alguno de sus chicos, cada uno le aportaba emociones y experiencias diferentes, por ejemplo MinHyuk siempre lograba tranquilizarlo con su suave aliento chocando contra su nuca, susurrándole al oído mientras lo abrazaba por la cintura e inundaba sus fosas nasales con ese aroma seco a madera tan varonil, como solo Lee MinHyuk era, a diferencia de Woo Jiho, que lo mimaba y le hacía muchos arrumacos, siempre con ese aroma cítrico tan fresco, cumpliéndole sus caprichos [cosa que en veces hacía enojar a MinHyuk alegando que luego iban a tener un novio malcriado y mimado], siempre que dormía con él le llenaba su rostro y cuello de suaves y pequeños besos, luego besaba muy dulce y lentamente sus labios y lo acercaba por la cintura para susurrarle al oído mil y un cosas cursis y rosas hasta que se durmiera. Sí, ambos eran increíbles novios y de seguro el otro novio de Jiho también lo podía asegurar, su nombre era Kyung, llevaban algunos meses de relación, no recordaba cómo se habían conocido, pero el joven constantemente pasaba por la casa a cenar o ver una película con su respectivo novio, se alegraba de que Jiho haya encontrado a un hombre tan dulce, amable y educado como Kyung, ver felices a sus novios lo hacía feliz.
Sí, él sabía que poca gente entendía ese tipo de relaciones, y tal vez no eran muy aceptados en la sociedad, tal vez era difícil encontrar a alguien capaz de comprender la naturaleza de su amor y lo veían a él como un bicho raro por tener dos novios y serle fiel a ambos, pero o le importaba, aunque todos creyeran que era una paradoja, él era feliz y se esforzaba por hacer igual de felices a sus parejas, si estaba rodeado de esas personas que ama y que conformaban su familia estaba bien, porque él daba y recibía el doble de amor. Eso era suficiente.