Abrí mis ojos pesadamente ¿Ya era de día? Maldición, me levanté de la cama, otro día luchando contra mis sentimientos, esto hacía que el sufrimiento sea parte del día a día; se preguntaran ¿Qué? Me desnudé ahí mismo, todos seguían dormidos, pero yo me tengo que levantar más temprano para hacer el desayuno, felizmente él no estaba ahí, para mi buena suerte ese día le tocaba guardia; Agarré mi ropa y corrí hacia la ducha, abrí el agua dejando salir el agua tibia, líquido precioso que fluía contra mi espalda destensando cada músculo de mi cuerpo. Respondiendo a la pregunta anterior ¿Qué es lo que hace de mi vida un infierno? Bueno, todo empezó hace cinco años...
Flash Back
-¡Al fin! hoy es el día, hoy se lo diré- estaba emocionado -seguro se alegrará por mi- me dije, que tonto fui. Esa mañana me levante lúcido en el Baratie, atendí a las personas como nunca.
-¡Qué bien lo estás haciendo hoy hijo!- Esa era la voy del viejo; genial, estaba de buen humor
-¡Por supuesto, viejo!- Esbocé una gran sonrisa
-Perfecto, sigue así- Me devolvió la sonrisa
-Ummm...viejo- Era el momento, dejé lo que estaba haciendo y me fui con Zeff -¿Podría hablar contigo un momento?- Me puse un poco nervioso
-Mmm... ¿Claro, porque no? Pero después directito a trabajar- Me dijo
-Si si claro…- Ese era el momento perfecto. Lo llevé a mi habitación y me senté en mi cama.
-Siéntate- Le ofrecí una silla, quería que estuviera cómodo
-De acuerdo- Aceptó mi invitación; genial, esto era genial, ya no tendría que ocultarme más -¿Y bien? ¿Qué me quieres decir?
-Pues...verás viejo, ya hace mucho tiempo que vivimos juntos en este restaurante...
-Sí, ¿y?
-Que nos vemos todos los días, trabajamos juntos...
-Mhhm...- Hizo un sonido de afirmación
-Te tengo mucho aprecio...-
-Ya...
-Eres como un padre para mí...-
-¡Ya Sanji! ¡Al punto!-
-Viejo, soy gay- Dije sin más, apreté los ojos, y una imperceptible sonrisa apareció en mi rostro, ya que agaché la cabeza; mientras esperaba su reacción. Realmente, de todo corazón, esperaba apoyo de su parte; creí que me entendería; todos esos pensamientos se borraron de mi mente cuando el golpe me dio de lleno en la cara. Me sacó volando y me estrelló contra la pared *¿Que fue eso? ¿Por qué lo hizo? ¿No me daría su bendición?* Todas esas preguntas y mas pasaron por mi cabeza en el momento que caí, no podía creerlo; me levanté como pude y me agarré la mejilla que había golpeado. Levanté la vista, con miedo, busqué su mirada...Estaba molesto...
-¿Q-que?..- Dije en un apenas audible susurro, me moría de miedo
-CÁLLATE, NO QUIERO QUE HABLES- Empecé a llorar irremediablente, nunca antes lo había visto así -AHORA HABLO YO-Estaba temblando -HABER, SERE CLARO Y DIRECTO, TU NO TE CONVERTIRÁS EN UN GAY DE MIERDA- Estaba gritando demasiado, mis lágrimas seguían cayendo, no tenía nada para decir -ESCUCHAME BIEN, O SE TE QUITA TODA ESA MARICONADA O SIMPLENTE TE VAS A LA ADEVIRA, ¿ME ENTENDISTE?- Asentí lentamente
-NO TE ESCUCHO-
-S..Sí- Pude articular con mucho esfuerzo, no dijo nada más, simplemente de dio media vuelta y se fue azotando la puerta.
Fin del Flash Back
Siempre que recuerdo eso, siento un profundo dolor en mi pecho, me senté en la bañera y busqué relajarme lo más que pude. Desde ese momento busqué reivindicarme, no espere esa reacción por parte del viejo, así que desesperadamente encontré un camino hacia la heterosexualidad; me hice un pervertido; desde ese momento me forcé a amar a las mujeres, cada maldito día con alguna revista turbia en la mano o sobreactuando sobre la belleza de alguna clienta en el Baratie, sabía que nada de eso era lo que quería o me gustara, pero, si era lo correcto… Lo hice durante tanto tiempo, cinco años para ser exactos, que terminé creyéndomelo (o eso creía). No quería decepcionar al viejo y note un cambio de actitud de su parte cuando empecé a hacerme “heterosexual” otra vez. Llevaba una vida completamente normal en el Baratie hasta que…
Flash Back
Después del incidente de fullbody y la llegada de Luffy, todo fue normal en el Baratie; sirviéndole a las personas con una sonrisa en el rostro, disfrutando de las expresiones de las personas al probar mi comida, era lo mejor; a pesar de no poder haber sido yo mismo, era feliz C: Como no vi venir el suceso que iba a cambiar mi vida para siempre…
-¡Sanji! ¡Clientes!- Era un aviso para mí, tenía que salir con una jarra de agua de cortesía para ellos, -¡Mesa tres!- Me dirigí hacia la mesa cuando a lo lejos los distinguí y divisé una curiosa cabellera verde –Aa…- Me quedé boquiabierto; imposible, era el hombre más hermoso que había visto jamás. Logré ver que era musculoso, de tez dura; piel morena que hacía resaltar sus penetrantes ojos verdes, (N//A: para mi Zoro tiene ojos verdes e.e) su apariencia me erizaba la piel; empezó a reírse… Su sonrisa lo hacía incluso más bello, iba vestido con harapos, una vieja camiseta blanca y… un haramaki? Algo curioso y raro, pero aun así, desde ese momento, me enamoré perdidamente de él, me quede así, mirándolo, un buen rato; y, al parecer se dio cuenta ya que volteo a verme, fue algo fugaz, pero eso hizo que algo en mi despertara. Empecé con una pequeña tembladera y comencé a acercarme con la jarra en la mano, intenté apaciguarme *Tranquilízate Sanji* Era lo único que me decía y repetía. Llegué a la mesa y silenciosamente empecé a servir la bebida; eran tres personas contándolo a él, todos me observaban, pero la única mirada que en verdad sentía era la del peli verde, clavada en mí; eso hizo que me pusiera más nervioso *Respira* Tragué saliva y después de pensarlo dos veces hablé:
-¿Qué desean?- Dije cortante, no estaba para hablar mucho
-YO QUIERO TODO LO DEL MENU! – Vociferó Ussop, aunque para aquel entonces no lo conocía realmente
-CALLATE! ¡Yo pediré por los tres!, rayos…que no pueden ni hacer eso bien- Concentre mi atención en la pelirroja, perfecto, ya tenía una cuartada
-A MI QUE ME DICES MALDITA ARPIA??- Esa fue la primera vez que había escuchado la voz de Zoro, justo como me la imaginado, dura y algo ronca, iba con su actitud, pero era simplemente perfecta para mis oídos.
-Como sea Zoro…bien queremos una gran bol de sopa de algas marinas, langosta en salsa de espárragos, también…- dejé de escucharla y me puse a observarlo... era más hermoso de cerca, sonreí, mi corazón empezó a palpitaba rápidamente, definitivamente se había robado mi corazón –Y una torre de panqueques que deber ser deliciosos, Oye, ¿me estas escuchando?- Me había quedado inmerso en mis pensamientos, observándolo detenidamente con cara de idiota y no presté atención a lo que dijo nami, solo observaba al que al parecer se llamaba “Zoro”. – ¡Oye! ¡Mesero!- Volvió a gritarme, en ese momento Zoro había volteó a mirarme con extrañeza, lo cual causó que reaccionara; *Joder* pensé, se había dado cuenta.
-¡Por supuesto mi bella dama!- corrí hacia ella y la tomé de la mano ofreciéndole una rosa que siempre tenía guardada, esperaba que eso compensara un poco el hecho de haberme quedado mirándolo –Enseguida se lo traigo, por favor espéreme preciosa pelirroja! – Salí corriendo de ahí, escribí cualquier cosa y se la di al cocinero, no importaba con tal de poder disimular. Estaba agitado y sonrojado, me había mirado directamente, sus ojos…eran simplemente hermosos y-y… ESPERA UN MALDITO MOMENTO, QUE ESTOY DICIENDO???? YO NO ME PUEDO ENAMORAR DE UN HOMBRE, IMPOSIBLE, ME HABIA DICHO QUE NO MAS, PERO…pero… Tsk. Ese maldito…
Fin del Flash Back
Así es, me había enamorado del marimo; terminé por aceptar la propuesta de Luffy y unirme a su tripulación, tome como una de mis excusas a nami pero en realidad lo que quería era pasar tiempo con Zoro, poder verlo todos los días, poder conocerlo mejor…y tal vez, solo tal vez…algún día poder ser correspondido. Que idea tan descabellada, una risa se escapa de entre mis labios cada vez que pasa por mi cabeza, ¿Zoro, quererme? Cada que pasan los días esa posibilidad se iba haciendo más bizarra e imposible ¿En qué tonterías pienso? Le di una idea errónea de odiarlo, por un lado era un oportunidad de esconder completamente mis sentimientos por él y que nunca se diera cuenta, y por otro lado era un método desesperado para poder acercármele de cualquier manera, aunque sea de a gritos, insultos y peleas; mientras más tiempo paso junto a él, más lo amo; es algo inevitable y con lo que eh aprendido a vivir. Maldito el día en el que me uní a la tripulación, eh echo muchos amigos, pero el dolor del corazón no me lo quita nadie. Ya había pasado demasiado tiempo en la ducha; salí, me sequé y me cambié. De seguro el capitán despertaría gritando por su desayuno como de costumbre; me dirigí a la cocina, pasé junto a la torre de vigilancia y llegué a alcanzar escuchar algunos ronquidos *Hay marimo…* Reí un poco y me metí a mi lugar de trabajo para empezar a hacer la comida; preparé algunas salchichas de rey marino, freí unos huevos y lo dejé todo en la mesa.
-¡SANJIIII!!! ¡COMIDAAA, TENGO HAMBRE!!- Bueno aquí empezaba, Luffy entró corriendo por la puerta y se sentó de golpe tratando de agarrar algo de comida de la mesa
-¡DEJALO IDIOTA! ¡ESPERA A LOS DEMAS!- Le di una patada que le dio de lleno en la cabeza
-Pero Sanji…tengo hambre…-dijo en un puchero
-Para comer tienes que esperar a los demás-
-OIII APURENSE APURENSE! DESAYUNOO- Gritó Luffy, y como por arte de magia, empezaron a entrar por la puerta los otros miembros de la tripulación
-Buenos días Sanji-
-Buenos días Sanji-
-Buenos días Sanji-kun-
- Buenos días cocinero-san- Se sentaron todos en la mesa
-Muy buenos días mis preciosas damas~- Las adulé como todas las mañanas –gracias por hacer mejor mi día con su infinita belleza <3- Volteé hacia Robin –Supongo que querrá café mi querida Robin-chwan-
-Sí, muchas gracias cocinero-san- Me di media vuelta y empecé a preparar el café… ¿Y el marimo? ¿No debería estar ya aquí para desayunar? Y como si mis plegarias fueran escuchadas, escuché como se abrió la puerta
-Buenos días a todos- Entró Zoro, se escuchaba un poco desganado, pero ya que, no le presté atención a eso, ni siquiera me digné a voltear. Este iba a ser otro largo día