Era una mañana como cualquier otra en Arlong Park, fría y nublada, con ruido del tráfico y la multitud que pugnaba por llegar a su trabajo, los chicos al colegio, los buses y los trenes dejando y recogiendo pasajeros… Sí, era una mañana de lunes igual a todas en el bullicioso centro de Arlong Park. A unas pocas calles de ahí, ignorante de todo eso dormía plácidamente un muchacho de unos dieciséis años, de cabellos azabaches, cuyas facciones aparentaban menos edad de la que tenía. Acababa de mudarse con su abuelo desde el tranquilo Mock Town al bullicioso Arlong Park hacía pocos días, ya que sus padres estaban divorciándose y lo dejaron al cuidado de su abuelo, que iba a vivir en Arlong Park por motivos de trabajo (aunque ya debió haberse jubilado, de hecho). En realidad, la idea de comenzar de nuevo en una ciudad completamente desconocida, donde podría ser quien quisiera lo emocionaba mucho; se imaginaba a sí mismo en conviviendo con sus nuevos amigos, pero al mismo tiempo, había algo que lo inquietaba, como si presintiera que algo importante iba a pasarle en su nueva escuela. Había pensado en ello hasta muy tarde la noche anterior, a medida que se iba perdiendo por los senderos de su subconsciente, adentrándose en la tierra de los sueños, imaginando las posibles situaciones en las que podría encontrarse en su nuevo colegio, hasta por fin caer en los brazos de Morfeo.
Eran las siete y diez de la mañana cuando el recién transferido jefe de la policía de Arlong Park, Monkey D. Garp, subía apresuradamente las escaleras y entraba en la habitación de su nieto, para ver que hacía, ya que debería estar sentado en el auto para que lo lleve al colegio; empujó la puerta, que estaba entreabierta y se acercó a la cama, donde el muchacho seguía durmiendo a pierna suelta, envuelto entra las mantas, sin dar señales de que iba a despertar.
- ¿Luffy? - Llamo el anciano- ¿Qué estás haciendo todavía en la cama?
-Mmmh… Cinco minutos más, mami…
-Luffy, estoy perdiendo la paciencia- Advirtió el anciano.
-Mamá, ya te dije que en cinco minutos…- Replicó el chico entre sueños.
- ¡Qué mamá ni qué ocho cuartos! ¡O sales de la cama o te saco yo! - Profirió el hombre mientras descargaba con todas sus fuerzas un golpe en la cabeza de su nieto y arrebatándole las mantas tan bruscamente que se cayó de la cama.
- ¡Ay! Viejo, ¿Qué demonios te pasa? ¿Qué hora es? - Decía Luffy sobándose la zona del golpe mientras se sentaba en el suelo.
-Son las siete y media- Respondió el abuelo consultando su reloj de pulsera.
- ¿LAS SIETE Y MEDIA? ¿QUÉ COSA? -Gritó el muchacho poniéndose en pie de un salto antes de coger una toalla del suelo y entrar corriendo al baño.
- ¡Apresúrate! - Dijo Garp mientras bajaba la escalera- Ningún familiar mío ha llegado tarde a clases y no voy a empezar contigo.
A las siete y cuarenta y cinco Luffy estaba sentado en el asiento del copiloto del automóvil de su abuelo, con su maleta en su regazo, contemplando el panorama (en realidad sin nada que ver, a parte de los edificios y el embotellamiento), recorrieron unas cuantas calles antes de estacionar al frente de un colegio que no se veía muy diferente a los demás colegios en los que había estado.
-Este es tu nuevo colegio, Luffy- Le dijo su abuelo- Te voy a traer la primera semana, pero después tendrás que venir tú solo, Bueno, tengo que irme. Suerte, y sé el mejor- Se despidió el viejo antes de arrancar su auto y desaparecer entre los otros autos.
Luffy entró lentamente al patio del colegio, observando todo cuanto había; vio, por ejemplo, a un chico de un escandaloso cabello verde que pasaba discutiendo con otro chico, cuyo rubio cabello le tapaba la mitad de la cara; vio también a lo lejos, a las animadoras, que charlaban, y de donde se destacaban una chica pelirroja con el cabello corto y otra de largo y ondulado cabello azul, que le hicieron un saludo; Luego, divisó un pizarrón donde estaba colgada la lista de los alumnos y las diferentes clases. Se acercó y buscó su nombre entre los alumnos de segundo año. Cuando lo encontró, se dispuso a ver en que salón le tocaba su primera clase.
-D-201, mira, Chopper, estamos en la misma clase- Leyó un chico que tenía el cabello rizado, y una larga nariz.
-Tienes razón Usopp- Le respondió el chico que venía con el de la nariz larga; éste era bastante bajito, tenía el cabello castaño y grandes ojos oscuros, además de lucir una gorra de color rosa, con una X blanca en la parte de adelante (Es Chopper, por si no quedó claro ya XD)- Y mira, también nos han puesto con Zoro y Sanji.
-Sí, parece que están todos los del año pasado… ¡Espera! Hay un chico nuevo, aquí esta, mira- Dijo el que se llamaba Usopp, señalando el nombre a su amigo.
-Monkey D. Luffy- Leyó Chopper.
-Soy yo- Dijo Luffy haciéndose notar.
-Ah, ¡Hola! Me llamo Usopp- Saludo el de la nariz estrechándole la mano- Sogeki Usopp (No se me ocurrió nada, perdón xd) y él es Chopper- Señalo al chico de la gorra- Un placer.
-Hola- Saludó el mencionado sonriente, agitando la mano, las mangas del suéter del uniforme le quedaban un poco largas, por lo que le ocultaban parte de la mano, dándole un aspecto de pezuña- Me llamo Chopper Hirluk.
-Sí, pero todos lo llaman Tony Tony Chopper- Dijo Usopp antes que Chopper siguiera hablando.
-¿Tony Tony? ¿Y por qué te dicen así?- Preguntó Luffy a Chopper ladeando la cabeza, disimulando la risa.
-Es que salió de reno en una obra de la escuela - Aclaró Usopp, riéndose.
-Pero preferiría que me llamaran por mi nombre- Dijo Chopper algo molesto.
-Sigue siendo un nombre bonito - Dijo Luffy sonriendo a Chopper.
-¡Lo dices de los dientes para afuera!- Gritó Chopper muy sonriente y bailando de un lado a otro moviendo los brazos- ¡Cállate, cállate, cállate! ¡No te creo nada! ¡Eres un idiota, idiotaaaa!
Luffy miró a Usopp inquisitivamente, a lo que éste se encogió de hombros, dándole a entender que pasaba eso siempre.
Como se estaban haciendo tarde, los tres muchachos corrieron a su salón, donde se sentaron juntos; iban llegando más chicos y chicas, entre ellos, dos de las animadoras que saludaron a Luffy y el chico rubio que discutía con el del pelo verde, solo que ahora venía con una chica bajita de cabello negro y de diferentes tamaños (Yo XD), que se sentó entre él y otra chica, no mucho más alta y con mechas rojas en su cabello (Cynthia-Chan Ruiz XD).
-Hola, chicos- Saludó el chico rubio- ¿Qué tal las vacaciones? ¿Usopp, Chopper?- Solo entonces, que lo veía de cerca, Luffy notó las cejas enroscadas del muchacho rubio.
-Igual que siempre- Dijo Usopp sin mucho interés- ¿Y qué tal tú, Sanji? ¿Alguna chica nueva?
-No, no pude conocer a nadie porque “cierta niña”- enfatizó mirando hacia la chica con la que había entrado-, no me dejó conversar con nadie.
-Para Sanji, empezar una conversación es decir: “Hola, qué bonitas tetas”- contestó la chica bajita desde su asiento.
-Ja, ja, ja- Se rió Usopp- ¡¿Qué hay, Okuni?!- saludó al tiempo que la chica le devolvía el saludo con un ademán y continuó hablando con la chica de las mechas rojas.
-¿Y qué me dices tú, Chopper?- Ahora el llamado Sanji se dirigía al otro muchacho- ¿Algo interesante?
-Nada- Contestó éste-, aparte de que mi papá y su novia, la doctora Kureha me llevaron a la playa… ¡SEIS HORAS! Cocinándome a fuego lento en ese maldito lugar- Recordó con amargura.
-Al menos no la pasaste mal- Dijo Sanji- Habrás visto muchas bellezas en bikini- Un poco más y se le caía la baba.
-Nada de eso- Respondió Chopper sacando la lengua- Era una playa de ancianos y yo era el único joven. Por cierto, este es Luffy- Luffy lo saludo con un cálido “Buenas”, haciendo sonreír a Sanji porque se veía muy tierno- Es nuevo.
-¿Qué tal?- Dijo Luffy.
-Pues yo me llamo Sanji- Dijo el rubio- Vinsmoke Sanji. Y esa enana de allá es mi prima Okuni- Añadió señalando a la chica de cabello negro.
-¡¿A quién has llamado enana, chiquillo rubio?!- Replicó la chica caminando amenazadoramente hacia los muchachos- Vas a ver…
-¡Hola, Okuni-chan!- La saludó Chopper- ¿Qué tal las vacaciones?
-¡Chopper!- Dijo ella sentándose en una de las mesas vacías- Hola, Usopp, y hola…
-Luffy- Dijo el azabache- Monkey D. Luffy. Y tú eres Okuni, ¿verdad?
-Sí, Kotobuki Okuni- Dijo la chica dándole la mano- Un placer.
-Hola, ¿De qué hablan?- La chica de las mechas rojas se unió a la conversación- Hola, Usopp, hola Chopper.
-De las vacaciones, ¿Qué tal las tuyas, Tohsaka-chan?- Respondió Chopper.
-Pues fuimos a Water Seven con Sanji-kun y Okuni-neesama. Por cierto. Soy Hiwatari Tohsaka, gusto en conocerte- Dijo la chica mirando a Luffy antes de estrechar su mano.
-Soy Monkey D. Luffy- Dijo este- El gusto es mío.
-¿Y de dónde eres, Luffy?- Pregunto Sanji- Por tu acento diría que eres de Jaya, ¿O me equivoco?
-Pues sí, Soy de Mock Town- Sonrió Luffy- ¿Has ido a Jaya alguna vez?
-Sí, fui el verano pasado a un festival- Respondió el rubio-. Es un lindo lugar, muy tranquilo… Y TAMBIÉN HAY LINDAS CHICAS- Añadió poniendo ojos de corazón-. Hablando de lindas chicas… ¡NAMI-SWAAAN! ¡VIVI-CHWAAAN! ¡MELLORIIIIIINE!- Gritó corriendo hacia las dos animadoras que saludaron a Luffy, aún con ojos de corazón y tropezando con algunas carpetas.
-Tranquilo, él es así- Dijo Okuni mirando reprobatoriamente a su primo, para luego saludar con la mano a las dos chicas, que saludaban también con la mano al grupo-. Ellas son Nami y Vivi, son quizá las únicas animadoras que no son unas perras.
Y así los cinco chicos continuaron hablando sobre sus vacaciones, riendo y recordando los tres pacíficos meses en que se relajaron por fin después de otros nueve de tareas, profesores estrictos, exámenes, etc. Luffy, por su parte, les comentó que sus padres estaban en medio de todos los trámites de divorcio, y por el trabajo de ambos, tuvieron que darle la custodia de Luffy a su abuelo, y esa era la razón de que lo tuvieran ese año en Red Line.
-Y viniste para quedarte, ¿verdad?- Preguntó Chopper.
-Sí, si no saco de quicio al viejo Garp, je, je, je…
De pronto, abrieron la puerta y entró un profesor. A primera vista, Luffy creyó que se trataba de un alumno que quería llamar la atención por las pintas que traía, pero al ver que los demás regresaban a sus asientos, se enderezó en el suyo, lo mismo que Chopper y Usopp.
El excéntrico profesor traía el cabello azul muy largo y con un peinado alocado, que a Luffy le pareció genial; además, usaba gafas de sol y tenía la camisa muy abierta, exhibiendo una gruesa cadena de oro que colgaba de su cuello. Escribió su nombre en la pizarra y se paró delante de la clase, sonriendo a todos.
-Buenos días, clase- Saludó.
-Buenos días, profesor Cutty- respondieron todos cansinamente.
-Chicos, ¿Qué les dije el año pasado? No me llamen así. Les dije que prefería que me llamaran Franky, y olviden el “profesor”. Vamos, de nuevo, con ganas.
-Buenas, Franky- Saludaron todos.
-¡SUPER! ¡Así me gusta!
Y el extraño profesor comenzó a pasar lista, cuando de repente, alguien llamó a la puerta. Franky abrió y dejó entrar al muchacho, que no era otro que el chico del cabello verde que discutía con Sanji en el patio.
-Qué bueno que te nos unas, Zoro - Lo saludó alegremente Franky.
-L… Lo sien… siento- Contestó el agitado muchacho- Es… es solo que no p…podía encontrar el salón…
-Comprendo. Por favor, chicos, le pasa a cualquiera- Dijo Franky tratando sin éxito de calmar las risas de los demás, que se detuvieron ante una sola mirada asesina que les lanzó Zoro-. Vamos, Zoro, siéntate ahí, delante de Sanji.
-Gracias- Dijo él antes de sentarse donde le había indicado Franky.
Sanji, al verlo entrar, hizo una mueca de desprecio seguida de un sonoro “Pff…”; que no pasó desapercibido por el peliverde, que lo miró con saña antes de pegarle “accidentalmente” en la cabeza con su maleta al pasar por su asiento.
-¡SUPER!- Exclamó Franky justo a tiempo para llamar la atención de Sanji y Zoro, que ya iban a comenzar a pelearse-. Ahora, chicos, tengan todos una SUPER bienvenida a la preparatoria Red Line. Y para comenzar un SUPER año escolar, vamos a ponernos todos de pie, vamos, vamos.
Los muchachos se pusieron de pie de mala gana, resoplando y quejándose, mientras que Franky trataba de animarlos. En fin, cuando todos estuvieron de pie, el profesor se dirigió a su pupitre y puso un pie sobre el escritorio.
-¿Te lo imaginas en tanga?- Susurró Okuni al oído de Sanji, que se rió entre dientes.
-Vamos, chicos, ahora todos hagan lo que yo hago, vamos, vamos, las chicas también.
-Pero Franky, se nos va a ver la ropa interior- Dijo la animadora pelirroja.
-OK, OK, pequeña, las chicas solo pongan el pie en el asiento, así no se les verán sus pantis. Ahora levanten los brazos así y júntenlos, luego digan todos ¡SUPEEEEEEEEEEER! ¿Entendieron?
-Supeeeeer…- Los alumnos titubearon un rato antes de hacer lo que les decía Franky.
Pasó otra media hora antes de que Franky diera el visto bueno a los pobres chicos, que estaban más avergonzados que motivados gracias a la ocurrencia de su maestro. Por fin, éste los hizo sentar y comenzó a repartir los horarios. Luego de un rato sonó el timbre del almuerzo y los alumnos empezaban a dirigirse a la salida del aula, junto con el excéntrico Franky.
-¡Oye, Luffy!- llamó Usopp- almorzaremos afuera ¿Vienes?
-¡Yosh!- dijo este levantándose con su almuerzo y corriendo hacia donde iban sus nuevos amigos.
Fueron hasta el patio trasero, donde había una cancha de fútbol y se sentaron cerca de un árbol del que colgaba un neumático a modo de columpio (que nadie usaba).
-Oye, Okuni, ¿Qué trajiste para almorzar?- Preguntó un codicioso Usopp mirando deseosamente la lonchera de su amiga.
-Traje un poco de tempura; Sanji trajo extra, pídele a él- Dijo la chica.
-Yo traje onigiri- Declaró chopper.
Mientras comparaban sus almuerzos y se convidaban, llegaron las dos animadoras que saludaron a Luffy a la entrada.
-¡NAMI-SWAN! ¡VIVI-CHWAN!- Exclamó Sanji con ojos de corazón.
-Hola- Dijo la pelirroja- ¿Nos podemos sentar?
-Claro, Nami-chan- Respondió Tohsaka haciendo un espacio para las chicas.
Las chicas se sentaron y se presentaron con Luffy.
-Soy Vivi- Dijo la del largo cabello azul estrechando la mano de Luffy.
-Y yo, Nami- Saludo la pelirroja estrechando la otra mano de Luffy- Te vimos a la entrada.
-Lo sé. Me llamo Luffy, gusto en conocerlas- Respondió él, sonriéndoles.
Los muchachos pasaron largo rato comiendo y charlando, hasta que vino el chico de cabello verde, por lo que Sanji volteó los ojos.
-¿Qué te pasa, cejas de sushi?- Dijo el chico, que no había pasado por alto la mueca de Sanji.
-Nada… marimo- respondió éste.
-Oye, Zoro-san, ¿Por qué no te sientas?- Dijo Okuni señalando un sitio entre ella y Luffy.
-Gracias- Dijo Zoro sentándose- Hola- Saludó mientras los demás le respondían con comida en la boca (en el caso de los chicos)- Hola, arpía…- Añadió al ver a Nami, que le sacó la lengua.
-¡No le digas así a Nami-swan!- Saltó Sanji.
-¿Quieres pelea, cejas raras?- Zoro no se quedó atrás.
-Oye, Zoro, ¿Qué tal tus vacaciones?- Preguntó Usopp a fin de evitar la pelea.
-Bueno…- dijo Zoro tratando de recordar- Mi padre nos llevó a mi madre y a mí a Water Seven.
-También estuvimos en Water Seven, ¿Verdad, Vinsmokes?- Pregunto Tohsaka a Sanji y a Okuni.
-Sí- Dijo ésta- Y mi apellido es Kotobuki, Tohsaka.
-Sí, lo siento…- Dijo Tohsaka divertida-. Pero no te vimos, Zoro-kun.
-Ah, bueno, no sé- Dijo Zoro-… Por cierto, no nos han presentado- Añadió mirando a Luffy- Roronoa Zoro, mucho gusto- Dijo estrechando la mano de Luffy.
-Monkey D. Luffy- Respondió este.
Zoro casi no termina su almuerzo cuando sonó el timbre. Los demás recogieron todo y se dirigieron apresuradamente al salón donde los esperaba Franky. Se sentaron y Franky empezó a escribir los nombres de todos en pedazos de papel y los puso en una pequeña caja.
-Bien chicos, elegiremos a nuestros delegados- Dijo Franky- Luffy, ¿Verdad?, ¿Podrías sacar un papel de aquí, por favor?
-Claro- Dijo Luffy sacando un papel de la cajita y entregándoselo a Franky.
-Kotobuki Okuni - Leyó Franky.
-¿Yo?- Se sobresaltó la chica.
-Sí, tú- Dijo Franky- Este año los delegados de la clase se elegirán por sorteo y no por votación. Saca otro papel, niño- Le dijo a Luffy. Éste lo sacó y se lo entregó.
-Hiwatari Tohsaka- Leyó esta vez Franky- Felicidades, chicas, son las nuevas delegadas de este salón. Eso es SUPER.
Por fin llegaron las tres de la tarde y sonó el timbre de la salida. Todos se dirigieron a la salida de la escuela.
-Chicos, recuerden que mañana Tohsaka y Okuni les entregarán los números y las combinaciones de sus casilleros- Dijo Franky antes de despedirlos- Que tengan una súper tarde.
Luffy se despidió de sus amigos en la puerta, contento de que los haya conocido esta mañana y ya sean los mejores amigos. Se dispuso a esperar a su abuelo y se dirigió a la entrada, en eso, sintió que chocaba con algo… O con alguien.
-¡Aaahh!- se oyó un ruido sordo y Luffy cerró los ojos y cuando los abrió, vio un montón de libros tirados y a un muchacho de brillantes y ondulados cabellos azabaches, cuyas mejillas estaban adornadas con pecas- ¿Luffy?
-¿Ace?
Luffy no podía creérselo. El chico guapo que vivía cerca de su casa estudiaba en su misma escuela. Lo había conocido aquel fin de semana y se había enamorado a primera vista de él.
-¿Siempre tenemos que encontrarnos así?- Le pregunto divertido mientras le ayudaba a levantarse- ¿Ya te vas?
-Sí, estoy esperando que mi abuelo venga a recogerme- Dijo el menor ligeramente sonrojado porque Ace le había tomado de la mano para levantarlo.
-Comprendo- Dijo Ace- Bueno, nos vemos luego, Luffy, gusto de verte.
-¡Nos vemos, Ace!
Luego de unos minutos, por fin llegó Garp a la puerta del colegio de Luffy. Le hizo una seña para que subiera y el muchacho subió, con una sonrisa que adornaba su sonrojado rostro.
-¿Cómo te fue, Luffy?- Le preguntó su abuelo.
-Bien… Me ha ido bien- Respondió Luffy mientras el automóvil de su abuelo se perdía en el tráfico de aquella tarde de Arlong Park.