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Batalla por tu Amor por Okuni-chan

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Notas del capitulo:

Hola!! XD No estaba muerta, estaba de parranda (?) ok bueno, este fanfic estaba muuuy retrasado XD y sé que digo que actualizaré los lunes… pero nunca digo cuál lunes XDD jajaja sé que es una pésima excusa, pero no tengo otra, y es que la verdad estoy muy ocupada (o muy vaga XD) y siempre se me olvida que tengo que actualizar XD así que Tohsaka Hiwatari, aquí tienes POR FIN tu capítulo XD


A ver, en este capítulo de dos partes, decidí centrarme en dos parejas de maestros; hoy veremos una de ellas y  la otra en la parte 2.


Bueno, lectores/as, sin mas preámbulos, mi capítulo cinco.

Aquel viernes amaneció un poco lluvioso, demasiado para ser solo septiembre. El tráfico estaba peor a medida que avanzaba la hora y Dracule Mihawk empezaba a impacientarse al volante de su limpísimo automóvil negro; a este paso no iba a llegar nunca. 

Maldiciendo su suerte, se fijó en un auto que había cerca del suyo, de cuya ventana le observaba un niño de no más de 7 años, que, al notar que le había mirado, le sacó la lengua. Mihawk se enfadó por la mueca del pequeño y le dedicó una de esas miradas de águila al acecho por las que era famoso entre los alumnos y maestros de la preparatoria Red Line, haciendo que el pequeño se aterrorizara hasta el punto de esconderse bajo el asiento. 

Después de reír por lo bajo ante la reacción del niño, vio como la luz roja del semáforo cambiaba a verde y se dispuso a irse de allí lo más rápido que se lo permitían las normas de tránsito. Luego de varios minutos, llegó al estacionamiento de la preparatoria Red Line, estacionó y se dispuso a ir a la sala de maestros. Y mientras se perdía en sus cavilaciones, oyó una voz que lo trajo a la realidad.

-¡Oye! ¡Mihi!- le llamaba alegremente un hombre pelirrojo. 

El ojimiel maldijo el hecho de que sea precisamente “ese tipo” el primero con quien se encontrara ese día, que, se mirara por donde se mirara, daba la impresión de que sería un mal día. 

-[[Oh, diablos]]- pensó, poniendo cara de resignación- [[De todos los idiotas con los que estoy forzado a convivir tenía que encontrarme con ÉL…]] 

-Hola, Mihi- le saludó el pelirrojo mientras le pasaba un brazo por sobre el hombro. 

-Buenas, Akagami- le respondió el pelinegro secamente, ocupándose de sus cosas- ¿Cuántas veces tengo que decirte que no me llames Mihi? Y deja de abrazarme así, que me harás caer. 

-Perdona, Mihi- se excusó Shanks con una sonrisa que por alguna razón, hizo sonrojar a Mihawk- es que no puedo evitarlo. 

Mihawk suspiró y miró al pelirrojo. 

-No, descuida- le dijo- es solo que no estoy acostumbrado… 

-¿Pero qué dices?- le interrumpió su acompañante- si llevas trabajando aquí varios años, ya tendrías que haberte acostumbrado. 

-Yo no soy tan irritantemente alegre y sociable como tú, Akagami. 

-¿Crees que soy irritante, Mihi?- inquirió afligido el pelirrojo. 

-¡No! ¡Yo no he dicho eso!- se apresuró a añadir el ojidorado moviendo las manos- lo que quise decir es que para mí no es tan fácil adaptarme como a ti… deja… ¡Deja las lágrimas de cocodrilo, por favor!

-¡Ah! Con que era eso- el pelirrojo suspiro aliviado- ¿Podrías dejar de asustarme así? Creí que tratabas de decir que te caigo mal o algo por el estilo- añadió haciendo un puchero.

-Dios, cómo te odio- le respondió Mihawk- ¿Quieres dejar de decir tonterías? Tks… Es por eso que se me hace tan difícil aguantarte… 

El ojimiel no pudo seguir hablando, porque Shanks había salido corriendo en dirección al edificio C mientras gritaba: “Mihi me odiaaaa...”

-¡No! ¡Akagami, espera! ¡No quise decir eso! Déjame explicarte… ¡QUE ESPERES, TE DIGO!

Mihawk salió corriendo tras Shanks para tratar de calmarlo.

-[[Joder]]-pensaba el pelinegro mientras corría buscando a su compañero-[[De todos los idiotas con los que estoy forzado a convivir… Tenía que enamorarme de EL]]

*En la sala de profesores*

-¡Súper!- Franky hizo su aparición en la puerta de la sala de maestros y se dirigió a una silla para acomodar sus papeles.

-Buenos días, Franky- lo saludó Robin, que revisaba sus apuntes mientras se acomodaba su largo y brillante cabello negro- ¿Qué tal tu semana?- le sonrió.

-¡Hola, Nico Robin!- le respondió el peliazul- pues… nada interesante, por cierto, esa blusa te queda SUPER, ¿Es nueva?

-Tiene algún tiempo- dijo Robin riéndose levemente- Hoy traes un peinado diferente, te sienta muy bien.

-¡Súper! Lo notaste.

No pudieron seguir coqueteando (bueno, supongo que a eso se le puede llamar coqueteo, lol), ya que entraron dos maestros más.

-Ay, Croco-chan, no seas malo- decía el rubio- Solo esta vez…

-No, Doflamingo, he dicho que no- respondió el otro- además… ¿Por qué tanto interés en el tema?

-¡Porque hemos salido ya por casi seis meses y solo lo hemos hecho pocas veces!

-No todo en la vida es sexo, Doflamingo.

-Ara, ara…- Robin carraspeó suavemente para llamar la atención de Doflamingo, que ya había abrazado a Crocodile por la cintura y le daba besos en la mejilla, sin importarle que no estaban solos ni la cara de enfado del pelinegro, que luchaba por soltarse.

-¡Ah! Hola, Robin, hola, Franky- saludó el rubio soltando a Crocodile tan de repente que éste se cayó al suelo- ¿Qué tal el fin de semana?

-Nada nuevo; por cierto, Crocodile, aquí tengo los papeles que me pediste ayer- dijo Robin entregándole un sobre a Crocodile. 

-Gracias, Robin- Crocodile se levantó del suelo y recibió el sobre de manos de la pelinegra. 

Crocodile y Doflamingo se fueron a sentar junto con Robin y Franky, mientras que el rubio miraba fijamente a Robin, que se había sentado al lado de su querido “Croco-chan”.

*En algún lugar del edificio C* 

Dracule Mihawk estaba tan enfrascado en la persecución de su colega, que se había olvidado que tenía clases a primera hora en el salón C-302 (el mismo grado que Ace y Marco, pero una clase diferente), y cuando cayó en la cuenta ya llevaba diez minutos de retraso, así que se precipitó al salón ya mencionado.

Cuando el pelinegro entró serio al aula no había ninguna señal de que haya estado corriendo, simplemente saludó a la clase, pasó lista e inició con la clase normalmente.    

*** 

El día transcurrió sin más novedad, excepto que la lluvia había empeorado hasta el punto de hacerse casi torrencial. Todos se apresuraron a irse a casa; y mientras Mihawk se ponía su abrigo y se disponía a abrir su paraguas para ir al estacionamiento por su coche vio a Shanks que avanzaba hacia la reja del colegio. Rápidamente, fue hasta su auto y una vez lo encendió, sin saber por qué, arranco y alcanzó al pelirrojo, que había olvidado el paraguas y caminaba por la acera, empapándose.

-Oye, Akagami- dijo mientras tocaba el claxon- ¿Necesitas que te lleve?- añadió.

-¿Llevarme? ¿En serio? Gracias, Mihawk, pero creo que puedo irme caminando- dijo el pelirrojo mientras daba unos cuantos pasos; aún le dolía lo ocurrido en el estacionamiento.

-Vamos, Akagami, te resfriarás, anda, no es molestia, sube- insistió el otro.

Y como Mihawk insistía, Shanks se subió en el asiento del copiloto del auto del pelinegro. Ambos iban en silencio, y, de vez en cuando, Shanks lanzaba miradas a Mihawk, mientras éste se concentraba en el tráfico. Las calles estaban muy congestionadas y mojadas, por lo que el camino a casa de Shanks era más largo que siempre, y de repente, sin darse cuenta, a Shanks se le había pasado lo de la mañana y ya estaba hablando hasta por los codos.

-Oye, Akagami, ¿Te molesta si mejor vamos a mi casa hasta que pase un poco la lluvia? Todavía estamos muy lejos- aventuró Mihawk aprovechando un segundo en que Shanks se había callado. 

-¡Por supuesto que sí, Mihi!- exclamó Shanks radiante, sin dejar que Mihawk terminara de hablar.

-Bueno, entonces vayamos.

El ojidorado (uh, lá, lá, señora francesa XD) se metió por una avenida y al cabo de un rato llegaron a una casa grande y lúgubre, con algunos arbustos de espinos y árboles torcidos (parecía una casa embrujada). Mihawk guardó su auto y acompañó a su colega a la casa.

-Puedes secarte en mi habitación- le dijo sin mirarlo mientras colgaba su abrigo- es la primera puerta si subes por esas escaleras- las señaló.

 -Gracias, Mihi- respondió el pelirrojo mientras miraba la casa; por dentro era cálida y acogedora.

 -Prepararé café.

-No me gusta el café.

-Té, entonces.

Al cabo de un rato Shanks bajó del cuarto de Mihawk con una toalla en la cabeza y usando una camiseta color vino que tomó prestada y sus propios pantalones, que no se habían mojado mucho, se sentó en el sofá y esperó al pelinegro, mientras admiraba la sala. Al rato llegó Mihawk con dos tazas de té y un plato con galletas. Parecía aliviado e que su invitado haya recuperado la confianza.

-Toma- dijo dándole una taza a su colega.

-¡Oh, gracias!- dijo Shanks sonriendo al pelinegro mientras recibía la taza y cogía una galleta.

Mihawk se sonrojó un poco y se sentó al lado de Shanks. Conversaron sobre muchas cosas, tanto que se habían bebido la mitad de su té y casi se acabaron las galletas del plato.

-Ummm… Hace algo de frio, ¿no?- dijo el pelirrojo antes de tomar otro sorbo de su té.

-Sí, eso creo… Voy a subir la calefacción- dijo Mihawk atropelladamente, se levantó y caminó hasta una especie de calentador instalado en lo que antes era la chimenea y que ahora solo servía como decoración; subió unos grados y regresó a sentarse -Ehh…- tosió un poco- ¿Quieres ver la televisión?

-¿Uh? Claro… si quieres, Mihi- suspiró el otro- [[Ja, ja, ja… no lo captó…]]- pensó.

Éste, nervioso, cogió el control remoto y encendió el televisor.

-Lamento lo que te dije en la mañana- añadió el mayor, mientras buscaba un canal.

-¿En la mañana…?- Shanks recordó- ¡Ah! no me enojé realmente, Mihi, ja, ja, ja.

-¿Pero entonces por qué corriste?

-Estaba bromeando- El pelirrojo comenzó a reírse.

-Te voy a…- Mihawk hizo un esfuerzo supremo por no perder los nervios y estrangular al otro.

En eso bajó por las escaleras una niña pequeña, de no más de seis años; tenía unos grandes ojos redondos y el cabello color rosa chicle, sujeto en dos coletas con bucles; vestía un camisón de dormir con un estampado de calaveras y sujetaba por el brazo un osito de peluche muy remendado y zurcido, al parecer por ella misma, ya que lo había hecho con telas diferentes y con hilo de diferente color.

-¿Mihawk?- dijo la niña mientras se sobaba los ojos al llegar al pie de la escalera- Llegaste. 

-Perona- dijo el mencionado levantándose inmediatamente y cargándola- ¿Qué haces aún levantada?- la llevo consigo al sofá.

-Te estaba esperando y… Oh… trajiste a tu novio…

-Je, je, je… Hola- saludó Shanks sonriendo, mientras Mihawk se ponía de mil colores.

-Hola- dijo la niña sonriéndole- Me llamo Perona, y éste es Kumashi- añadió mostrándole a su osito.

-Soy Shanks, mucho gusto, señorita- contesto Shanks sonriendo dulcemente mientras tomaba la mano de la niña- es un gusto conocerlo también, señor Kumashi- tomo la mano del osito.

La niña se rió y bajó de los brazos del pelinegro para sentarse en las piernas de Shanks. Mihawk se sentó también y se puso a contemplar a la niña mientras jugaba con Shanks. Al cabo de un rato la pequeña se durmió en los brazos del pelirrojo, éste la acomodó delicadamente en sus brazos.

-Te adora- dijo el pelinegro sonriendo, algo que era muy inusual en él.

-Todos los niños parecen hacerlo- dijo Shanks riéndose- Perona es muy linda- sonrió a Mihawk, dejando de reír- No sabía que tenías una hija… Su madre debe ser linda también…- trató de que no se le quebrara la voz al decir esto último- Debe ser…

-Perona es mi sobrina- dijo entonces Mihawk y Shanks puso cara de asombro- Sus padres trabajan en otra ciudad y la dejaron conmigo, casi no los ve.

-Ah…- el pelirrojo acababa de caer en la cuenta- creí que era tu hija…

-¿Qué? Estás loco, Akagami.

Entonces Shanks, sin poder contenerse más (y obviamente frustrado por su intento fallido del frío), miró a su colega, que se quedó helado ante la repentina cara seria del pelirrojo, entonces éste habló.

-Loco por ti…

La cara pálida de Dracule Mihawk se tornó escarlata ante semejante confesión.

-Voy…- tartamudeó- Voy a acostar a Perona.

Y sin más cogió a la niña y se la llevo lo más rápido que pudo a su habitación dejando a un sorprendido Shanks sentado en el sofá.

Notas finales:

Bueno, espero les haya gustado el capítulo jeje aunque me quedó algo cortito y tb algo flojo XD

bueno, vengan los tomates y hasta otro lunes del futuro

Cynthia-swan, no me mates D:

Matta-ne

 

 

Pronto añadiré los demás capítulos, cuando acabe de editarlos.


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