Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Batalla por tu Amor por Okuni-chan

[Reviews - 21]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola, mis lectores! Sé que demoré mucho otra vez, pero aquí esta mi capitulo 4 jejeje. Pude haberlo terminado antes, pero estaba de vaga y no se me ocurría como seguirle; pero bueno, sé que no  les importan mis excusas, así que vamos con el capi ^^

En este capitulo decidí enfocarme en Ace y sus amigos, es decir, dejaré un poco de lado a Luffy para enfocarme en Ace, y por supuesto, también en Marco ¬¬

One Piece y sus personajes pertenecen al fantástico y genial Eiichiro Oda-sama sensei senpai san… kun (aunque no tan fantástico y genial después de matar a nuestro pobre Ace ¬¬) Bueno, sin mas preámbulos… ¡Mi fic…!

La mañana del lunes sorprendió a Portgas D. Ace en su cama; se sentó en ella y luego se restregó los ojos con las manos. Eran las seis de la mañana y faltaba una hora para que suene su despertador, por lo que el muchacho se tumbó bocarriba en su cama, tratando de volver a dormirse; dio un par de vueltas antes de darse por vencido. Aún acostado, escuchó los pasos de su tío en el corredor, dirigiéndose a la cocina.

-Smoker aún no se va…- dijo por lo bajo.

Ace giró su cabeza y miró su mesa de noche, donde había dos portarretratos con fotos; en el primero aparecían dos niños, uno pecoso y de cabellos azabaches y el otro de rubios y cortos rizos; que sonreían felices en brazos de un fornido hombre, cuyo rostro no se veía, porque Ace había doblado la foto con el fin de ocultar la cara de “ese” y en el otro portarretratos había una foto de él y Marco, sonriendo a la cámara, dando la espalda a una versión crecida del niño rubio de la primera foto y a otro chico cuyo cabello rubio pajizo estaba peinado en un curioso copete, y a ¿una chica? de cabello negro, recogido en un peinado japonés tradicional y con maquillaje de geisha. Se quedó mirando la foto por un rato y luego miró el techo.

-[[No he ido a visitar a Luffy]]- pensó- [[le dije que iría en estos días…]]

Luffy. Hacía poco más de una semana que lo conocía y no podía dejar de sonreír al verle. Ace se mesó los cabellos y sacudió la cabeza, no estaba bien pensar en otro chico teniendo novio. Aunque era en extremo celoso, Marco no era un mal chico, cuando no lo cegaban los celos era un buen amigo, afectuoso y considerado, se preocupaba por sus amigos, incluso por Sabo, con quien no se llevaba muy bien… Entonces, si Marco era tan maravilloso, ¿Por qué no podía sacarse de la cabeza a Luffy?

-Debe ser porque lo acabo de conocer…- se dijo el pecoso- Sí, seguro es eso…

No tuvo más tiempo de seguir cavilando, porque justo en ese momento sonó su despertador, haciéndole sobresaltarse. Fue al baño a ducharse, desayunó y se fue a la escuela sin más novedad.

*en el salón C-301*

-Hola, Ace- le saludó alegremente un chico de cabello rubio y rizado- ¿Qué tal tu fin de semana?

-Hola, Sabo- dijo desganado el pecoso.

-¿Y ahora qué te pasa?- pregunto el rubio- ¿Te caíste de la cama?

-No, no es eso, es solo que me levante demasiado temprano, es todo…

-Debí suponerlo- respondió el rubio- siempre te pones de mal humor cuando te levantas muy temprano.

El rubio se sentó donde siempre, detrás de su mejor amigo, con quien había compartido prácticamente toda su infancia. Luego de un rato llegó Marco, que como siempre, miró con saña a Sabo antes de sentarse al lado de su novio y de que ambos se abrazaran. Sabo solo los miró con cara de hastío y empezó a recorrer con la mirada el salón, encontrándose con lo de siempre: Jewelry Bonney, que como siempre, no pudo aguantarse hasta la hora de almuerzo y ya estaba tragándose todo cuanto había en su fiambrera de tamaño familiar; Trafalgar Law, que intentaba concentrarse en su libro de medicina humana mientras Eustass Kidd le daba golpecitos en la espalda con un lápiz; Penguin, que ignoraba los coqueteos de Shachi; Tatch burlándose del maquillaje de Izou; Killer que tajaba su lápiz cual maníaco; Appoo con sus audífonos a todo volumen; Kuina y Tashigi  hablando de técnicas de kendo con Haruta... Lo de siempre. Bonney no pudo seguir comiendo porque justo entonces llegó Hawkins, de economía, escribió en el pizarrón y comenzó la clase más aburrida del mundo.

***

Ahhh… Por fin… La tortura acabó- dijo Sabo desperezándose antes de recostarse en su carpeta con la cabeza sobre sus brazos cruzados- Creí que Hawkins nunca se iría.

-Eres un vago, Gray- dijo Marco sin mirarlo.

 -Tú cállate, fénix- respondió Sabo desviando la vista.

-Tú no me callas, Gray-le replicó marco dándose vuelta para encarar a Sabo.

-¿No? ¿Quieres ver?

-Por favor, no empiecen- terció un malhumorado y cansado Ace- un día, solo les pido UN día sin que se pongan a pelear por estupideces… son peor que niños…

Sabo y Marco se miraron la cara unos segundos para luego voltear la cabeza mirando en direcciones opuestas.

-¿Qué toca ahora?- pregunto Marco.

-Historia- contestó Ace restregándose los ojos.

-Oh… Robin- dijo Sabo con ojos brillantes.

-Pervertido…- dijo Ace riéndose.

-Pero si tú fuiste el que dijo que quería…

-¡¿El que dijo que?!

Los muchachos miraron asustados a Marco, que desprendía un aura aterradora, aunque sonreía.

-Descuida, fénix, eso fue antes de que ustedes sean novios- respondió Sabo restándole importancia.

-Sa… Sabo, no me ayudes…

No tuvieron tiempo para seguir discutiendo, porque en ese momento, el aire se impregnó de un aroma a flores, como anunciando la llegada de una lindísima profesora, alta, de piel trigueña y de buena figura; llevaba un entallado traje de color morado oscuro, que constaba de una falda ceñida y un elegante saco, con una blusa de color lila debajo de éste; y llevaba suelto su lacio y brillante cabello negro.

-Buenos días, clase- saludó dedicándole una sonrisa a todo el salón- ¿Qué tal el fin de semana?

-Buenos días, profesora Robin- respondió la clase (chicos y chicas) con un suspiro y un leve rubor en las mejillas.

Robin empezó a escribir en la pizarra mientras todos sacaban sus libros y empezó la clase.

-¿Sabo-kun?

-Uh… ¿Profesora?- respondió el chico como saliendo de un trance; Ace lo miró.

-¿Podrías repetir lo último que dije, por favor?- pregunto la profesora con una sonrisa.

-Pues… yo…

Robin le sonrió condescendiente mientras le decía que preste más atención. La clase entera comenzó a reírse mientras el rubio se sonrojaba hasta las orejas.

***

-¡Me humilló delante de todos!- se quejaba Sabo mientras comía su almuerzo sentado con sus amigos en alguna parte del patio.

-Ja, ja, ja, qué idiota eres, Sabo- se burló Ace antes de darle un trago a su bebida- Te la quedaste viendo así- puso una cara extraña.

-No puedo culpar a Sabo- dijo un muchacho cuyo peinado resaltaba por todo el patio- Robin es sexy, ¿Verdad, Izou?

-Concuerdo con Tatch- corroboró el chico con maquillaje de geisha.

-Tanto que el idiota de Gray termino con tarea extra, ja, ja, ja.

-Cállate, fénix.

-Fue divertido.

-¡Ya basta los dos!

Ace no pudo seguir reprendiendo a su mejor amigo y a su novio porque justo en ese momento pasaba por ahí cierto chico pelinegro, muy risueño camino a un lugar apropiado para sentarse a comer junto con sus amigos. El chico se sentó no muy lejos de ahí, mientras reía feliz; el pecoso se le quedó observando por un rato, hasta que una voz le trajo de vuelta a la realidad.

-Ace… ¡Ace!

-¿Huh? Ah… dime, Marco…

-¿Se puede saber qué tanto miras?- le reprochó este mirando hacia el sitio donde su novio tenía clavada la vista hace un momento.

-Eh… No, nada, Marco, solo… ¡Me pareció raro que Roronoa y Vinsmoke no se estén peleando, como siempre!- añadió apresurado el pecoso.

Y era verdad, tanto Zoro como Sanji estaban sentados comiendo sin mirarse siquiera; como si estuvieran evitándose.

-Ah, eso- dijo Marco más calmado- creí que estabas mirando otra vez a ese tal Luffy.

-Otra vez con lo mismo… Marco, no quiero discutir eso ahora…- suspiró cansinamente el pecoso- Él no me interesa más que como amigo.

-Bueno… Si tú dices…

-Marco…

Sabo, Tatch e Izou se miraron como quien dice “Otra vez no…” y se dispusieron a levantarse de donde estaban.

-¿A dónde van?- preguntó Ace.

-Tengo que buscar libros para el ensayo extra que me dejó Robin- dijo Sabo señalando hacia la biblioteca antes de alejarse.

-Izou y yo debemos ir a…

-A eso…- dijo Izou jalando del brazo a Tatch y corriendo hasta perderse.

Ace y Marco miraron marcharse a sus amigos.

-¿Ves lo que haces?- refunfuñó Marco- nos dejaron de nuevo.

-¿Lo que YO hice?- replicó Ace indignado- Tú empezaste.

Los dos muchachos se miraron un momento, antes de que Ace suspirara y le diera un  abrazo a Marco, luego continuaron almorzando, no sin que Ace dirigiera de vez en cuando una mirada furtiva hacia donde se encontraba almorzando Monkey D. Luffy.

*En otro lugar del patio de recreo*

En una esquina solitaria, se encontraban dos muchachos; uno pelirrojo y fornido, y el otro delgado, rubio y con el cabello largo hasta la cintura.

-Mira, Killer, ahí está- dijo el pelirrojo.

-¿Otra vez Trafalgar?- respondió el rubio- estás obsesionado, Kidd.

El pelirrojo hizo caso omiso a su amigo y se quedó mirando a un muchacho pelinegro, con su característico sombrero de piel y sus también características ojeras; almorzado tranquilamente junto a otros dos chicos.

-Law…- murmuro Kidd mientras el rubio lanzaba una mirada indescifrable hacia el lugar donde miraba su amigo.

*Cerca de allí*

-Oye, Law- habló uno de los chicos que se sentaron con el nombrado; usaba un sombrero de color verde con rosado y gafas de sol- Eustass te está mirando.

-¿En serio?- el chico miró unos instantes hacia donde le indicaba su amigo; en efecto, aquel “molesto” pelirrojo le estaba mirando- Tsk… ¿Es que ni siquiera puedo comer sin que ese imbécil me acose?- dijo molesto.

-Dile que no lo haga- le respondió el otro muchacho; este traía un sombrero azul con la palabra “penguin” escrita en la parte delantera.

-Se lo he dicho- respondió el ojeroso llevándose un bocado de arroz a la boca- simplemente no me deja en paz- tragó.

Los tres chicos prefirieron ignorar al par que tenían en frente y decidieron concentrarse en sus propios asuntos.

-Oye, Law, ¿Hiciste la redacción para Mihawk?

-Si no la hago me descuartiza vivo, Penguin ¿La hiciste tú?

-No soy estúpido, Law, claro que la hice.

-Ahhh… Penguin, eres tan inteligente… - el otro chico había dejado de lado su lonchera casi vacía para abalanzarse sobre Penguin- por eso me encantas…

-Suéltame, Shachi- rezongó el otro tratando de apartar a Shachi- ¿Cuántas veces te tengo que decir que dejes de joderme la paciencia?

-Tan lindo…- Shachi miraba a Penguin de arriba abajo- me encanta que seas tan tsundere… – lo volvió a abrazar.

-Si van a hacer eso consíganse un salón vacío- dijo Law cansinamente, mientras Shachi plantaba un beso en la comisura de la boca de Penguin.

Penguin se sonrojó sobremanera y se fue corriendo sin decir nada.

-¡Espérame, Penguin, mi amooooor!- gritó Shachi antes de salir corriendo tras Penguin.

Law suspiró antes de sonreír de lado y recoger las cosas de todos, para luego darles alcance.

*En la biblioteca*

El rubio caminaba por los pasillos cubiertos de libros, mientras que los demás estudiantes leían el silencio o escribían sus deberes.

-A ver… Las cruzadas… cruzadas… ¡Ah! Por ahí.

El chico se dirigió a un estante y cogió algunos libros. Se disponía a irse a retirar los libros, cuando se fijó en una chica de cabello negro, a pocos centímetros de él, que se sostenía en puntillas para alcanzar un libro que estaba demasiado alto para ella.

Sabo miró divertido unos instantes a la chica que desde hacía ya dos años llamaba su atención; era bastante bajita y no conseguía llegar al estante donde se encontraba el libro que quería tomar, a pesar de todos sus esfuerzos, “Libro estúpido…” la escuchó murmurar. El muchacho no pudo dejar de notar que el rubor de sus mejillas (producto de sus esfuerzos por alcanzar el libro) la hacía ver aún más linda de lo que ya era (Eh… sigan leyendo, ¿ok?). En fin, Sabo por fin se decidió a ayudar a la muchacha.

-Aquí tienes, Kotobuki-san- le dijo alcanzándole el libro a la chica, con una sonrisa.

-Gracias, senpai- le respondió ella, haciéndole una reverencia antes de tomar el libro.

-Por nada, je, je, je…

Sabo se la quedó viendo unos instantes “Qué bonita es…” pensó sonriendo como bobo.

-Esto… ¿Senpai?- la voz de la chica lo trajo de vuelta a la realidad- disculpa, tengo que ir a clase… Con permiso- dijo Okuni Kotobuki antes de empezar a alejarse.

-¡Espera!- gritó Sabo, haciendo que Okuni se detuviera en seco y le mirara algo asustada, mientras que los otros estudiantes le miraban con reproche por haber gritado en una biblioteca- te… Te acompaño a clases.

-Bueno… No veo por qué no- dijo la sonrojada chica empezando a caminar, al lado de un nervioso y eufórico Sabo.

***

Los alumnos entraban presurosos al salón y se sentaban en sus respectivos asientos, enderezándose para recibir al profesor de la siguiente hora.

-Buenos días, clase- saludó Dracule Mihawk, ingresando parsimoniosamente al salón, para luego sentarse en su pupitre y acomodar sus papeles- Voy a pasar lista; Eustass…

-Presente.

-Trafalgar.

-Presente.

-Himura Kuina.

-Presente.

-Himura Tashigi.

-Presente.

- Fènghuáng.

-Presente.

El maestro siguió pasando lista tranquilamente, hasta que…

-Portgas.

-Presente.

 -Gray.

Nadie contestó.

-¿Gray?... bueno, supongo que no está… Hanamichi…

-LLEGUÉ.

Mihawk dirigió su mirada de águila al acecho hacia la puerta repentinamente abierta, donde estaba nada menos que Sabo Gray, agitado y sudoroso, jadeando y tratando de recuperar el aliento.

-D… disculpe, profesor. Llegué muy tarde…

-Qué bueno que te nos unas, Gray- respondió fríamente el profesor- tienes tres puntos menos en el examen del viernes. Ve a sentarte.

Sabo suspiró y se dirigió a su asiento, mirando de mala manera a todos los que se atrevían a mirarle.

-¿Dónde estabas?- le pregunto Ace, notando como su amigo sonreía como tonto mientras se sentaba- ¿Y por qué sonríes? Mihawk te ha bajado tres puntos ¿Eres idiota o qué?

-Es que… nada, me paso algo hoy…

-¿Y se puede saber qué es?

-Luego te cuento.

-No, ahora, anda Sabo…

-No, luego…

-¡Gray! ¡Portgas!

Los dos muchachos miraron sobresaltados a su profesor, parado a pocos centímetros de ellos, mirándoles como si los quisiera despellejar vivos. En verdad… Daba mucho miedo.

-¿Y bien? Tienen cinco puntos menos cada uno en el examen del viernes y quiero para la próxima clase un ensayo de dos mil palabras, ni una más, ni una menos sobre los autores más importantes del siglo XVI.

-S… Sí, profesor- dijeron al unísono los dos.

-Bien, ahora… ¡Largo de mi clase! ¡Si tienen tanto que discutir, háganlo fuera de mi vista!- añadió sacando del salón a los dos chicos por el cuello de la camisa antes de azotar la puerta con todas sus fuerzas.

*A la salida*

-Sabo, idiota.

-Dije que lo sentía, Ace…

-Por tu culpa Mihawk me bajó puntos y me sacó de clase.

Los dos chicos discutían mientras esperaban a sus amigos, que no saldrían sino hasta dentro de diez minutos.

-¿Se puede saber por qué llegaste tarde?

-Porque…- El rubio se sonrojó- Creo que ya sé a quién llevaré al baile de bienvenida…

-¿En serio? ¿Y quién es? ¿La conozco?

-Sabes bien de quién hablo.

-¡Ah! Kotobuki, ¿Verdad? Está en el salón De Luffy…- Dijo Ace sin pensar.

-Monkey D. Luffy, ¿Ah? ¿Cuándo vas a admitir que te gusta?

El pelinegro se sonrojó violentamente al oír eso.

-D… De que… ¿De qué rayos hablas?- se indignó- ¿Por qué crees que me gusta? Yo tengo novio…

-Ace, te conozco prácticamente desde que naciste, sé que ese chico Luffy te gusta.

-Te equivocas… Yo amo a Marco… Y él me ama a mí.

-Pero te gusta Luffy, y tú le gustas a él.

-¿Le gusto? ¿Lo dices en serio?- Ace se emocionó sin darse cuenta, cosa que Sabo no paso por alto.

-¿Ves? Ahí está. Te brillaron los ojos. Está claro que te gusta.

-¡Que no! A penas lo conozco…

-Entonces es amor a primera vista- respondió Sabo recostándose en una de las bancas del patio.

-Deja de decir tonterías… Yo no puedo estar sintiendo nada por Luffy…

-¿Y por qué no?

-Porque amo a Marco.

-¿En serio? ¿Lo amas? Porque por lo que veo, últimamente no hacen más que discutir. Sin mencionar que nunca me cayó bien Fènghuáng.

-Eso lo sé, pero… lo solucionaremos…

-¿Y si no se soluciona? ¿Y si en realidad dejaste de querer a Marco? ¿No te has puesto a pensar en eso? ¿Cuándo fue la última vez que te emocionaste solo por verle?

-Sabo, no me estas ayudando…

-Lo siento, Ace, solo estoy diciéndote las cosas como son.

-¿Qué hago, Sabo?

-Haz lo que te diga tu corazón- le sonrió el rubio-, yo sé que harás lo correcto, Ace.

Ace no respondió, solo miró hacia el chico rubio que venía caminando hacia él con una sonrisa en los labios.

*No muy lejos de ahí*

-Chopper, sube al auto- dijo Law a su primo mientras abría la puerta del asiento del copiloto de su camioneta gris.

-Sí- le respondió el menor antes de despedirse de Usopp y subir a la camioneta de su primo.

-¿No olvidas nada?- el moreno miró un instante a su primo, lo suficiente para notar que tenía una gasa que cubría su mejilla ligeramente hinchada- ¡Chopper…! ¿Cómo demonios te hiciste eso?

-¡Ah! ¿Esto?- Chopper se llevó la mano a la mejilla, donde tenía la gasa- descuida, Law, no es nada…

-No me has respondido.

-Te dije que no es nada, es solo que me caí jugando fútbol.

El mayor suspiró y se inclinó a la altura de su primo para mirar más detenidamente la herida.

-Debes tener más cuidado- le reprendió con dulzura mientras tomaba suavemente la barbilla de su primo para mover su rostro y empezaba a retirar el vendaje- Déjame ver…

-¡Ay! No, Law… d… duele…duele mucho.

-Quédate quieto, solo quiero ver- le dijo Law terminando de retirar la gasa para examinar la herida- no es nada, solo necesita una buena desinfección- le sonrió- ya lo haré cuando lleguemos a casa.

-D… ¿Desinfección?- se escandalizó Chopper mientras volvía a cubrir su herida.

Law rió suavemente antes de revolver el cabello de Chopper y explicarle qué es lo que haría con su herida, no sin antes asegurarle que todo iría bien y no sentiría nada.

-Te pondré anestesia local, ¿Está bien?

-Bueno, pero… ¡Prométeme que no dolerá!

-Por enésima vez, Chopper, no dolerá, lo juro.

En ese momento se apareció un chico alto y pelirrojo, acorralando a Law sobre el auto, obligándole a cerrar la puerta de Chopper.

-¿Eustass? ¿Qué crees que haces?

-Quería despedirme.

-¡¿Cómo que a despedirte?!- gritó el moreno- ¡Aléjate de mí! ¿No vez que aquí esta Chopper?- añadió mirando brevemente hacia la ventana de la puerta de Chopper, contra la que Kidd lo había recostado.

-¿Qué importa él…?- respondió el pelirrojo pegándose más al moreno- Que sepa que te amo…

-¡Y una mierda!- replicó Law- te he dicho una y mil veces que a mí me gusta otra persona.

-Otra vez con eso… ¿Cuándo vas a darte cuenta de que a quien quieres es a mí…?

-¡Estás loco! ¡Jamás me enamoraría de un maldito acosador como tú!

-Eso dices ahora…  Por cierto, ¿Quién es esa persona que te gusta?

Law no pudo seguir gritando a Kidd, porque para desgracia del pelirrojo, en ese momento llegaba Killer, que se paró cerca de allí y se puso a gritar.

-¡Oye! ¡Kidd! ¡Deja de perder tiempo, que llegamos tarde!

-Joder… ¡Ya voy, Killer!- gritó mirando hacia donde estaba Killer- nos vemos, Trafalgar.

El pelirrojo soltó a Law y corrió hacia donde estaba parado su amigo, que hace un momento miraba hacia Law con ¿Odio? Era imposible saberlo, porque el pelo le cubría los ojos. El moreno esperó a recuperar el aliento antes de subir al auto y empezar a conducir.

-¿Qué pasó afuera, Law?- inquirió Chopper luego de unos minutos- ¿Eustass-senpai te dijo algo malo? Has estado enfurruñado todo el camino y te equivocaste de calle dos veces. Tú no eres así, ¿Qué pasó?

-Nada, Chopper - le dijo Law sonriéndole con ternura- , solo… estoy un poco cansado, es todo…  No te preocupes.

-Está bien- sonrió el menor inocentemente, haciendo que su primo se sonrojara ligeramente.

Por lo que quedaba del camino, Trafalgar se puso a pensar en lo que pasó en la escuela, ¿Es que Kidd no lo iba a dejar nunca en paz? ¿Por qué no aceptaba que Law no sentía nada por él? Pero, más importante, ¿Por qué Chopper le despertaba sentimientos que Kidd no podía? El moreno miró unos instantes a su primo, sentado a su lado, tan cerca… Quería abrazarlo, quería besarlo, quería quedarse con él toda la vida…

-[[No puedo…]]-pensó.

*Habitación de Ace*

Esa noche, Ace no pudo concentrarse en sus deberes. Tenía la cabeza revuelta, estaba cansado y aun le quedaba mucho trabajo por acabar.

-¡Me rindo! ¡No puedo más!- gritó mientras se dejaba caer sobre el escritorio- ¡Y solo es lunes! Mierda, Sabo me las pagará por lo de Mihawk…

El pecoso siguió maldiciendo su mala suerte, hasta que de repente vio su celular, lo tomó y sin saber por qué, marcó. El tono de espera sonó unos tres minutos hasta que contestaron del otro lado.

-¿Bueno?

-¿Luffy? Amm… Hola, soy yo, Ace.

-¡Ah! ¡Ace!

Del otro lado se escuchó un sonido como si el que estuviera hablando se hubiera caído de la cama. Ace rió un poco y continuó hablando.

-¿Cómo estás? Bueno… te llamaba para… para preguntarte si podría ir a tu casa este sábado… ¿Puedo?

-¿A mi casa? ¿El sábado?

-Si estarás ocupado no importa…

-¡NO! ¡Claro que puedes venir! Estaré encantado de recibirte.

-¿En serio? ¡Genial! Bueno, nos vemos mañana, adiós, Luffy.

-Hasta mañana, Ace, descansa.

Ace colgó el teléfono mientras se enderezaba en su asiento y se quedó mirando un rato su celular, se sonrojó un poco y sonrió para sí mismo antes de volver a tomar sus deberes y empezar a hacerlos, esta vez más tranquilo.

-Si Marco se enterara…- rió.

Notas finales:

Bueno, este fue el capi jejeje espero que no se les haya hecho muy aburrido, jeje.

nos vemos un lunes de estos, si ustedess quieren n.n

matta ne!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).