Todos los días comenzaban igual, los magos de la orden entraban y salían, algunos se quedaban a comer, otros solo daban su informe y se marchaban, algunos eran más ruidosos y se notaba su presencia en la casa, como Tonks, y otros eran muy reservados, como Kingsley, Snape en cambio jamás perdía oportunidad de incomodar a Sirius.
Ese día era especialmente tranquilo; Sirius estaba sentado tomando su taza de café bien cargada que, con el tiempo, se volvió su costumbre, para Sirius todos los días eran una tortura, odiaba esa casa, odiaba no poder salir y alejarse lo mas rápido posible de ella, siempre se concentraba en que cosas malas le sucederían a aquella casa y el seria libre:” cuando pueda la quemare, si eso are” y luego de pensarlo comenzó a reír.
- Sirius ¿Por qué te estas riendo? – Remus observaba a Sirius un poco asustado “creo que estar encerrado le esta afectando”, ambos se quedaron observando en silencio, sin mover ni un solo músculo, cuando de pronto ,sin previo aviso, ambos comenzaron a reír, rieron tanto que Remus no se sostenía en pie y Sirius cayo de su silla. Tardaron mucho tiempo en parar de reir, cuando lo lograron ambos se sentaron.
- ¿ que haces aquí tan temprano Lunático? No te esperaba hasta las cinco
- Ya termine mis tareas y decidí venir a ver a mi animago favorito- Remus sonrío y se levanto para prepararse una taza de te
Remus vivía en la misma casa, con Sirius, utilizaba la habitación de Régulus, pero no pasaba mucho tiempo en esa casa, sus misiones eran tan largas que no podía pasara tiempo haciéndole compañía a Sirius.
Al principio Sirius había estado emocionado con la idea de vivir con Remus, que ambos vivieran juntos había sido su sueño, que luego de unos días se desmorono, como hace 15 años…
Sirius ese día se encontraba perturbado, sabía que cada vez todo se complicaba más, pero necesitaba hablar con James para pedirle un consejo, por esos días la seguridad de la familia Potter era primordial pero necesitaba a su compañero más que nunca.
- James yo… debo decirte algo
- Vamos canuto me estas asustando, no estas muriendo ¿verdad?, no me digas que quejicus es tu medio hermano!!!???- james se levanto de golpe de la silla
- No cornamenta con eso no se juega - ambos comenzaron a reír- es algo mas importante
- la seriedad de Sirius asusto un poco a James, jamás se ponía tan serio si no era algo que le importaba mucho- vamos amigo puedes confiar en mi, escúpelo!
En ese instante Harry entro a la habitación, el pequeño ya tenia un año y era tan alegre e inquieto que debían cuidarlo mucho, al ver a su padrino Harry corrió a abrazarlo
Sirius lo tomo en sus brazos y continúo.
- cornamenta… megustaremus – dijo lo ultimo con voz acelerada y sonrojándose completamente
- perdón? Canuto habla bien no se te entiende nada
- Sirius tomo aire y dijo – me gusta Remus
- James se sorprendió, jamás pensaría que canuto fuera a gustar de un hombre especialmente después de ver como era con la chicas en el colegio- Sirius esto me toma por sorpresa pero sabes que te apoyo, déjame adivinar quieres saber como decírselo
- Sirius solo asintió con la cabeza-
- Vamos canuto, eres el gran Sirius Black, conquistador por naturaleza, todas las chicas caían a tus pies, tu me ayudaste con Lily de seguro ya sabes que hacer
- Pero cornamenta con Remus todo es diferente, el es especial para mi, yo.. no se que hacer- Sirius bajo la cabeza y susurrando dijo- yo a el lo amo
- James sonrió y le dijo – tu sabrás que hacer amigo, cuando estés con el, no tengas miedo – puso su mano en el hombro de Sirius y ambos sonrieron.
Esa tarde luego de compartir con toda la familia Potter Sirius fue a su casa con la intención de ir al día siguiente a hablar con Remus, para su mala suerte ocurrieron una serie de sucesos que lo llevaron a estar encarcelado en azkaban.
Sirius recordaba como todo había sido estropeado ese día, no solo había perdido su libertad sino a aquellas personas que tanto amo, y por sobre todo había dejado a la persona que amaba sola. Remus sonreía observando a Sirius, hace mucho que no estaba con el y eso lo hacia feliz
- ¿en que piensas canuto? Te veo distraído
- Yo... recordaba la ultima vez que vi a James, dime Remus ¿tu me creíste culpable, creíste que yo les entregue a james y Lily al señor tenebroso? – Sirius no quería oír la respuesta pero necesitaba saberlo, por mucho que le doliera
- Remus se sintió culpable e intento responder sin derramar lagrimas- Sirius ese día los perdí a ambos, fue tan doloroso para mi, no sabia que pensar pero.. si, si lo creí.
- ¿sabes como logre mantenerme cuerdo? –Sirius sin esperar respuesta continuo- el pensar que la persona que amo estaba afuera, el preocuparme si estaría bien, si no estaría solo, si quizás ya tenia a alguien a su lado…-Remus miraba a Sirius asombrado jamás lo había oído hablar así de alguien “que afortunada persona” pensaba Remus con amargura – el pensar que cuando salga podría decirle que la amo – Sirius tomo las manos de Remus- Remus te amo, te amo desde el momento en que supe que eras un hombre lobo, necesitaba protegerte y estar contigo, por un momento creí que era solo porque éramos amigos pero no fue así, al salir del colegio me di cuenta de que no quería perderte
Sirius lentamente se fue acercando a la cara de Remus y susurro: “te amo” antes de darle un tierno e indeciso beso, Sirius no sabia como reaccionaria Remus por lo que estaba muy asustado, para su asombro Remus le respondió el beso y le tomo las manos
- también te amo Sirius siempre lo he hecho
Ambos se fundieron en un beso que expresaba todo lo que sentían en ese momento, Sirius comenzó a acariciar lentamente la espalda de Remus recostándolo sobre la mesa de la cocina, aun besándolo, acariciándolo con dulzura produciendo temblores en el menor, lentamente Sirius comenzó a besar el cuello de Remus, dando pequeñas mordidas en el, provocando gemidos en el castaño, lentamente comenzó a acariciar su entrepierna, despojándolo de todas sus prendas para poder sentir el contacto con su suave piel, lo contemplo por un momento y comenzó a besar todas sus heridas y cicatrices, Remus jugaba con el pelo de Sirius y susurraba “te amo” todas las veces que le fuera posible, Sirius beso con mas dulzura su estomago y fue bajando lentamente hasta llegar al miembro de su amado, acariciándolo, produciendo espasmos en Remus quien comenzó a gemir suavemente, El pelinegro besaba la entrepierna de el menor disfrutando de el, Sirius no resistía mas, necesitaba sentir a Remus de forma total, se desvistió y busco entrar en Remus, quien a un principio se sintió asustado, para luego inundarse en el placer y dejarse llevar por un suave vaivén, ambos terminaron al mismo tiempo diciendo fuertemente el nombre del otro para quedar exhaustos y abrazados. Sirius amaba sentir a Remus, su tierno pecho y su lenta respiración, ver esos ojos color miel que tanto amaba, ver su suave boca y sus amables gestos, amaba todo lo que conforma a Remus.
- te amo canuto – dijo Remus besando a un Sirius quien ya comenzaba a vestirse
- y yo a ti lunático no sabes cuanto – abrazo al castaño y beso su mejilla- no quiero que te vayas
- debo irme Sirius, pero te prometo que cuando vuelva estaré contigo todo el tiempo que podamos – beso al pelinegro y se marcho- te amo
Horas mas tarde Sirius descubrió que Buckbeak estaba herido y corrió a ayudarlo…