Capítulo 2. Malas Elecciones.
-¡¡Gaara!!- golpeaba con fuerza la puerta del departamento. -¡¡GAARA!!- seguía gritando sin dejar de golpear la puerta, prácticamente parecía que la iba a derribar con tantos golpes. -¡¡Abre la puerta desgraciado!! ¡Sé que estas allí imbécil! ¡si le has hecho algo a Gaara te juro que te mato!- amenazaba prácticamente tumbando la puerta de tantos golpes. -¡Gaara!- gritó y en eso se abrió la puerta.
-¿Qué te pasa imbécil? ¿Acaso quieres causar problemas con los vecinos?- preguntó un tipo de cabellos castaños.
-¡¡Desgraciado!!- le agarró por el cuello de la camisa y le metió dentro del departamento. -¡¿Qué le hiciste a Gaara?! ¡¿Dónde lo tienes?!- le zarandeaba por el cuello de la camisa
-Hump, yo no le hice nada, y él no está acá-
-¡No me mientas desgraciado! ¡sé que lo tienes acá!- -decía más que colérico agarrándolo con más fuerza.
-Eso no es de tu incumbencia metiche, son problemas entre pareja- decía con superioridad.
-¡Desgraciado!- y le dio un buen golpe dejándole tirado en el suelo. –si le hiciste algo a Gaara te aseguro que no quedaras impune- decía más que colérico con sus ojos de un color rojizo mientras se alejaba del chico quien limpiaba la comisura de su labio por donde resbalaba una pequeña línea de sangre, y se acercaba a la habitación. -¡¡Gaara!- gritó abriendo la puerta, y lo que vio prácticamente le deja sin respiración.
El cuerpo de Gaara todo cubierto de golpes y moretones, con su ropa desgarrada y sangre sobre su cuerpo, con su cara totalmente magullada y amarrado con las manos tras su espalda y amordazado, totalmente inconsciente.
-Oh dios mío, Gaara- dijo más que preocupado y horrorizado acercándose al cuerpo del chico y ver si todavía tenía pulso, cual gracias a dios todavía tenía. –Gaara, oe, Gaara, por favor, reacciona- suplicaba desatando las manos del chico. –Ese desgraciado me las va a pagar- se encolerizó sacando su teléfono del bolsillo para así llamar a una ambulancia, ya que era prioridad llevar a Gaara al hospital y tratarle las heridas, y en eso se escucha como la puerta de en frente es cerrada y Sasuke se levanta de inmediato a asomarse. –ese imbécil escapó-
-“Aló, clínica central de—
-Eh, ah… Aló, por favor, es una emergencia, necesito con urgencia una ambulancia, hay un muchacho herido y esta inconsciente, la dirección es….
Unos minutos después llegó la ambulancia y sacaron el cuerpo de Gaara que todavía estaba inconsciente y solo se podían escuchar las sirenas de la ambulancia, en eso empieza a sonar el móvil de Sasuke.
-Tsk, ahorita no puedo hablar, luego le llamaré- colgó la llamada sin siquiera contestarla.
-¿Viene señor?- preguntó el paramédico terminando de meter la camilla de Gaara a la ambulancia.
-¡Hai!- dijo insofacto y se subió a la ambulancia y cerraron las puertas de esta, que arranco de inmediato.
Unos minutos después ya estaban en el hospital y metieron a Gaara a emergencias para poderle tratar. Al parecer tenía el ano desgarrado y su hombro izquierdo estaba dislocado, fuera de eso lo demás eran leves contusiones y abolladuras sobre todo el cuerpo y la cara, y lo de la perdida de conciencia había sido producto del shock y del pánico al que había sido sometido, así que solo deberían dejarlo descansar, así que una vez fue tratado, Sasuke hizo todos los arreglos para que Gaara pasara la noche en el hospital, con una habitación privada.
-“prrr… prr-prrr”- sonaba el celular de Sasuke, así que lo sacó del bolsillo de su pantalón y miró la pantallita.
-Señor Uchiha, por favor venga conmigo, necesito que firme unos papeles- decía la enfermera.
-Hai- cerró su celular y lo volvió a guardar en su bolsillo.
-Por favor, por acá- le indicaba el camino.
_En otro lugar_
-¡Uhgr!- arrojó su teléfono sobre el mueble frente a él, haciendo que casi cayera al suelo de la fuerza con que lo tiró. –tsk, estúpido Sasuke- se estregaba un poco el ojo y la nariz. –más vale que tenga una buena escusa para no contestar ninguna de mis llamadas- subió sus pies al sillón y rodeó sus piernas con sus brazos, afincando su barbilla entre sus piernas tapando hasta sus labios, sin quitar la vista del pequeño aparatito que estaba a la orilla del sillón.
_En el hospital_
-Bueno, eso es todo por ahora Señor Uchiha- decía la enfermera cogiendo de regreso la carpeta con los papeles.
-…-
-El joven Sabaku no, pasará esta noche en observación y mañana en la mañana el doctor le dirá si necesita algún tratamiento o chequeo específico-
-Ok, gracias-
-De nada- dijo con una sonrisa. –y con su permiso, me retiro- dio una reverencia con la cabeza.
-Uh-huh- asintió para luego encaminarse a la habitación a donde habían trasladado al pelirrojo, y una vez en esta. –hump- sonrió un poco al entrar a la habitación al ver como el pelirrojo ya había recobrado la conciencia y le estaba mirando. –de verdad que me diste un gran susto cuando me llamaste así- se acercó a la cama.
-…Gomen…- dijo un poco adolorido.
-Mejor no hables-
-…-
-Tus labios están rotos por dentro así que te dolerá si hablas mucho- decía ya al lado de la cama.
-…-
-…uff…- suspiró con pesadez y acaricio un poco la magullada cara del pelirrojo quien cerró un poco sus ojos ante el contacto que duró unos escasos segundos. –esta noche la pasarás acá en el hospital, y ya mañana cuando el doctor te dé de alta iremos hasta la comisaría para que pongas la denuncia del desgraciado ese que se dio a la fuga- decía con mucha rabia en sus palabras.
-…-
-Me imagino que no tienes ningún reproche ¿no?-
-…-
-¿Y?-
-¿No me dijiste que… auch- se llevó una de sus manos a sus labios tapándolos un poco debido al sabor de la sangre que emanó de sus labios al hablar tan rápido.
-Que te callaras, exacto- dijo con suficiencia y arrogancia y el pelirrojo solo rodeó los ojos. –por eso mismo es que te digo que quieras o no quieras mañana te arrastro hasta la jefatura de policía más cercana para que le pongas la denuncia al infeliz ese, que si no es porque yo llego sabe dios que te hubiese hecho- decía apretando sus puños.
-Hump- sonrió cálidamente y posó su mano sobre la de Sasuke y la apretó un poco. –Gracias- fue lo único que dijo sin dejar de sonreír
-Uff- suspiró y sonrió un poco también. –mejor duérmete y descansa un poco, yo me quedaré esta noche acá contigo así que solo duérmete- le dijo con calma agarrando la mano de Gaara con su otra mano.
-fuu…Uh-huh- asintió con algo de fastidio y se acomodó bien en la cama para poder dormirse.
-Hump- sonrió de medio lado y llevó su mano derecha hasta la mejilla del pelirrojo, y luego acercar su rostro hasta el del chico y besarle la frente con cariño.
A la mañana siguiente; Sasuke se había quedado dormido sobre el sillón para acompañantes y Gaara es el primero en despertarse y ver como el albino se encontraba totalmente sumergido en el país de los sueños, tan sereno y tan calmado que le hizo recordar a Gaara todos esos viejos tiempos, y en eso Sasuke se despierta y voltea a ver al pelirrojo que no le quitaba la mirada de encima.
-Buenos días- Saludó Sasuke irguiéndose en el sillón y estregándose los ojos.
-Buenos días- sonrió un poco.
-¿Cómo amaneciste?- preguntó todavía algo adormilado levantándose del sillón y acercándose a la camilla.
-Bien- dijo sereno.
-Di la verdad-
-Hump- sonrió. –estoy bien, ya estoy mejor-
-Hump. ¿Quieres algo?-
-Si, un poco de agua, tengo los labios secos-
-Ok- se acercó a la neverita ejecutiva que estaba allí en la habitación y sacó una jarra con agua y llenó uno de los dos vasos y se lo acercó a Gaara.
-Gracias- tomó un vaso y bebió un poco haciendo una pequeña mueca de dolor cuando el agua fría tocó las heridas en su boca.
-¿Estas bien?-
-Hai, solo que duele un poco- dijo sereno y le regresó el vaso al azabache quien lo dejó sobre la cómoda que allí estaba.
-Bueno, yo iré a decirle a la enfermera que ya despertaste para que te traiga el desayuno- se acercó la puerta.
-Ok- y el azabache salió. –uff- suspiró con pesadez. -¿qué horas serán?- se preguntó y en eso vio como en el buró al lado de la camilla se encontraba el teléfono de Sasuke, así que lo cogió para poder ver la hora pero este estaba apagado, y en lo que lo prendió. –hump- sonrió un poco… ¿decaído?, a ver como el fondo de pantalla de Sasuke, no era otra foto más que una donde estaban ese chico rubio y Sasuke abrazados y en eso empieza a sonar de pronto el celular haciendo que Gaara de la impresión lo soltara con rapidez. –hump, pero que demonios estoy haciendo- se preguntó y luego volvió a coger el teléfono y vio hacia la puerta. –oh bueno, todavía no llega- así que sin más contesto. –Si, ¿aló?-
-… ¿Aló?-
-Si, ¿con quien desea hablar?-
-… ¿Con Sasuke por favor?-
-Él no se encuentra en estos momentos, si quiere puede dejarme su mensaje y yo se lo paso-
-¿Quién es usted?-
-Yo soy—
-Oe Gaara- se abrió la puerta. –lamento la demora pero es que tú comida no estaba lista-
-No te preocupes-
-¡Oe! ¡Qué haces con mi teléfono!-
-Tú lo dejaste- le dijo con suficiencia.
-Tsk- se acercó al chico y le colocó la comida en la corredera y se la acercó al pelirojo. –es que no te puedo ni quitar la vista de encima ni por unos minutos porque ya haces de las tuyas- le extendió la mano para que le entregara el teléfono.
-Exacto, no puedes quitarme la vista de encima ya que haré lo que me plazca, ya deberías saberlo ya- decía con burla entregándole el teléfono.
-Tsk, Urusay- se quejó rodeando la mirada para luego ver su teléfono que todavía estaba la llamada conectada. -¿Si? Sasuke al habla- dijo y en eso se escuchó como se colgó la llamada.
-…. Bip-bip-bip-bip-
-¿Eh?- alejó su teléfono de su oreja para poder ver la pantalla. –uh, ni modo- cerró su teléfono y lo guardó en el bolsillo de su pantalón.
-¿Quién era?- preguntó dándole una cucharada al plato de crema, que por el color y el aroma era definitivamente de espárragos.
-Ni idea, colgó-
-Oh, ya veo- y siguió comiendo sin preguntar más nada.
*******
-¿Y bien? ¿te contesto?- preguntó el rubio muy intrigado.
-Umm… hai… bueno, majo*-
-¿Uh?-
-Si bueno, el que me contesto fue un tal…. Gaara, no se- dijo no muy convencido el castaño.
-¿Eh? ¿Ga-Gaara?-
-Hai, o bueno, eso creo que fue lo que escuche no se, no me creas mucho-
-…-
-De todas formas Naru ¿Peleaste con Sasuke?-
-….- desvió la mirada.
-¿Eso significa un si verdad?-
-…Es más bien como que yo me moleste solo- terminó diciendo.
-¿Uh?-
-Si, bueno, que él…. Al parecer uno de sus “amigos” se va a quedar un tiempo en su departamento- dijo algo molesto.
-¿Y?- preguntó sin comprender mucho el punto del rubio.
-¡¿Cómo que “y” ah?!- se quejó. -¡simplemente que no quiero que esa persona se quede allí!- dijo mas que molesto.
-Pff… jajaja-
-¡No te rías Kiba!-
-Jajaja, por dios Naru, ¿Cuántas veces no me he quedado yo en tú departamento ah?-
-….-
-Tenderle la mano a un amigo no tiene nada de malo- decía sereno.
-…- desvió la mirada frustrado, ya que no quería decirle que ese “amigo” de Sasuke era anteriormente el “amante” del mismo.
-¿Naru?-
-…-
-¿Acaso hay algo más?- quiso saber ya que bueno, el rubio era algo celoso aunque este no quisiera aceptarlo, pero allí parecía haber algo más que unos simples celos por las “amistades” de Sasuke. -¿algo que no me quieras decir?-
-…..-
-¿Naru?-
-Uff… no nada, olvídalo, mejor vamos- se levantó del banco. –la clase está a punto de comenzar.- y se encaminó dentro del edificio.
-Uff… bueno, si tú lo dices- se levantó también y le siguió de cerca.
_En el hospital_
-Bueno, la verdad es que no veo ningún impedimento en que usted se pueda ir señor Sabaku- le decía el doctor.
-Pero….- inquirió al saber que por el tono de voz habría alguno.
-Bueno, que debido dislocación de su hombro izquierdo y las heridas en todo su cuerpo, quisiera hacerle otros chequeos y análisis para verificar de que no haiga ningún otro daño colateral que no se vio en las radiografías o análisis de ayer, solo para verificar que todo este en orden-
-…-
-Si es así tranquilamente podrá irse a su casa- explicaba sereno.
-Ok- dijo el pelirrojo.
-Bueno, entonces mandaré las órdenes para que le hagan las radiografías y tomografías correspondientes y en lo que me entreguen los resultados, usted podrá estarse yendo para esta misma tarde-
-Uh-huh-
-Bueno, con su permiso.-
-Hai, gracias-
-Le acompaño- le dijo Sasuke y acompañó al doctor hasta la puerta y luego la cerró una vez que el doctor salió. –uff, ni creas que porque hoy no da chance no vamos a poner la denuncia, mañana a primera hora así sea como sea te llevo a que la pongas- decía serio acercándose a la camilla.
-Jajaja- rio un poco. –hump, de verdad que contigo no se puede-
-Hump-
-De todas formas, ¿ya te comunicaste con Naruto?-
-…- desvió la mirada hacia uno de los lados.
-¿Sasuke?-
-…-
-¿Siquiera le llamaste anoche pare decirle donde estabas no?- preguntó más como si lo hubiese tenido que hacer.
-….-
-¿No le dijiste que estabas en la clínica conmigo verdad?-
-…-
-¿Acaso le dijiste que yo estaba en la clínica aunque sea?- preguntó algo molesto.
-….-
-¿Siquiera te comunicaste con él Sasuke?- preguntó algo decepcionado cruzándose de brazos.
-….-
-¿Es que acaso eres un idiota? ¿ah Sasuke?-
-…-
-Uff- suspiró con pesadez. –llámale- le ordenó y el azabache le volteó a ver. –delante de mí-
-Él esta—
-En este preciso momento, no más tarde- decía severo.
-…-
-Ahora- le ordenó con severidad.
-…- sacó el teléfono de su bolsillo y marcó el número del rubio.
-Y quiero que le digas delante de mí, donde estas, con quien estas, y por qué estas acá-
-…-
-Ah… y te disculpas claro esta, porque a mí luego no me vas a venir a echar la culpa de las idioteces que tú mismo estas cometiendo- decía muy severo.
-Uff- suspiró. –la llamada no cae-
-Vuelve a intentar- le dijo como si fuera lo más obvio del mundo y el azabache volvió a marcar bajo la atenta mirada del Gaara, y luego de unos cuatro intentos más.
-Tsk, de seguro y está en su clase y por eso no contesta y me cae la contestadora-
-Bueno, entonces llámale dentro de un rato, pero de que le llamas, le llamas-
-Hai, hai, lo que tú digas mamá- dijo con burla y el pelirrojo solo rodeó los ojos.
_En la Universidad_
-Nee, nee, ¿y qué harás ahora?- preguntaba mientras caminaban por los pasillos.
-No se, como la clase de hoy se canceló, supongo que me iré a mi casa-
-Oh ya veo ¿y que te parece si vamos a ver una película o algo?-
-Uññ, todavía es temprano para eso-
-Entonces vayamos a comer ¿no tienes hambre?- preguntó.
-Hump, la verdad si, no desayune esta mañana-
-Jajajaja con razón estas tan apagado si es que no has comido jaja- se burlaba.
-Ja-ja- bufó.
-Jajajaja-
-Ya deja de burlarte- en eso sacó su teléfono del bolsillo y lo miró.
-¡Oh vamos! ¡ya deja ese teléfono!- se lo quitó de las manos y el rubio hizo a quejarse. –entre más lo veas más te estresas y te deprimes, así que yo me quedo con el ¿vale?-
-¡Oe!—
-¡Ehh!-
-Pero—
-¡Uhh!-
-E—
-¡Uhhh!- le hizo una seña con el dedo cerca de sus labios para que se callara.
-…- apenas y tomó aire para poder expresar una sílaba y ya Kiba estaba tomando aire y enarcando unas cejas para mandarle a callar de nuevo. -…Ok- dijo resignado. –todo tuyo- dijo entre dientes.
-Gracias- se lo guardó al bolsillo. –Esto me lo vas a agradecer- dijo seguro y el rubio solo rodeo la mirada. –Ahora camina.- le dijo y empezaron a caminar.