~Minho~
Minho suspiro con cansancio, deposito su chaqueta en el perchero junto a la puerta y dejo caer su maletín, estuvo a punto de exclamar el nombre de Taemin, pero se reprendió mentalmente al ver que el apartamento se encontraba a oscuras.
Avanzo arrastrando los pies por el suelo alfombrado y encendió la luz de la cocina, tomo con cuidado la nota que estaba encima de la mesa, junto a una cena ya fría
Me quede hasta tarde ensayando, volveré en la noche. No me esperes despierto
Taemin
El alto se pasó los dedos por el cabello e ignoro el plato de comida ¿Cuántas veces había usado Taemin esa excusa? A este punto ya había perdido la cuenta, decidió tomar una ducha rápida e ir directo a la cama, normalmente se hubiese encendido la televisión y habría esperado a Taemin, pero decidió que ya no tenía sentido, no quería quedarse despierto para ver como el rubio llegaba tambaleándose con el alcohol corriendo en sus venas, o el olor de otra esencia masculina en él.
Quizás Taemin pensaba que Minho no lo notaba, claro estaba tan borracho que a Minho le sorprendía que fuese capaz de llegar al apartamento.
Se acostó en la cama vacía, se giró y se quedó observando el punto vacío frente a él, un lugar que normalmente debería estar ocupado por su adorado rubio, pero que desde hacía semanas no sucedía, tanto tiempo había pasado que parecía que los recuerdos se le estaban desvaneciendo.
¿A que olía Taemin?, ¿Cuál era la textura de su piel?, ¿El sabor de sus besos? Por más que forzara a su mente a recordar, esta parecía no responder, ¿a qué ritmo latía su corazón? Tiempo atrás Minho era capaz de responder todas esas preguntas sin dudarlo, pero ahora no, simplemente no podía.
¿Qué les estaba pasando? ¿En qué punto se habían convertido en… “esto”? El alto no estaba seguro si llamarlo relación, apenas se veían a la semana, con las excusas de ambos, evitándose, evitando la charla que ambos sabían que debían sostener.
Ambos sabían que había que ponerles un alto a todo, pero su egoísmo no les permitía hablar, se estaban dañando pero el deseo de quedarse juntos era aún más fuerte. A Minho le aterraba hablar del tema porque sabía en lo que acabaría todo, sabía que alguien terminaría con las maletas en el puerta.
Se giró de nuevo y coloco su mirada en el techo blanco, recordó las palabras de Key “Lo vi con otro hombre”, aunque para el alto, el saber aquello no era nada nuevo, el simple de hecho de que alguien más se enterara de que estaba siendo engañado, era humillante. Por supuesto que sabía que Taemin lo engañaba, pero no quería aceptarlo, no podía, en alguna parte del corazón de Taemin aun tenía que haber un poco del amor, tenía que haber una pequeña parte que se compadeciera por los 3 años de relación.
Pero mientras las noches pasaban y Taemin seguía llegando en el mismo estado, las esperanzas de Minho se iban desvaneciendo poco a poco. Minho había decido refugiarse en el trabajo, era mejor que estar esperando algo que nunca llegaría, cada día llegaba más tarde con tal de evitar verlo marcharse por la puerta de su apartamento.
El sonido de la puerta azotándose, le hizo brincar fuera de la cama, se colocó sus pantuflas y camino decidido a la sala, era hora de ponerle fin a todo esto, Perdóname Taemin.
~Taemin~
Saco el pan del horno y movió un poco la carne que se encontraba en el sartén, tarareo alguna vieja canción mientras se movía con agilidad por la pequeña cocina.
Se estiro y saco la vajilla favorita de Minho, la que le había regalado en su cumpleaños, Minho siempre insistía en comer con ese vajilla, sonrió con nostalgia y sintió como sus ojos se humedecían ante los recuerdos ¿Qué les había sucedido?, ¿Dónde había quedado ese Minho cariñoso y que lo había enamorado? Ahora las pocas veces que lo veía, solo miraba a una persona vacía, como una concha abandonada a la deriva en el mar.
Sirvió con cuidado las cosas y miro el reloj, sino hacia mal sus cálculos, Minho llegaría en media hora, así que decidió cambiarse para él, quizás un poco de pasión animaría su relación.
Se sentó en el sillón a esperar pero las horas pasaron y Minho no llego, molesto arrojo un par de cosas contra la pared, se jalo el pelo con fuerza y cayo de rodillas al suelo, sus ojos derramaban lagrimas con fuerza y su pecho se sacudía furiosamente con sus sollozos ahogados.
Se levantó del suelo y escribió una nota rápida que coloco junto al plato, ¡Al diablo con Minho!, tomo el primer taxi que vio y rápidamente se dirigió al bar que era tan conocido para él.
Siempre le decía a Minho que se quedaba tarde a ensayar, pero en realidad se escapaba al bar, tomaba un par de tragos, bailaba con desconocidos y regresaba a casa ebrio.
Era una rutina que lo estaba cansando, admitía que jamás había engañado a Minho, jamás podría hacerle algo así pero de vez en cuando se frotaba contra los hombres solo para que su esencia masculina se pegara a su cuerpo, solo para hacer reaccionar a Minho, para causarle un poco de celos, pero nada funcionaba ¿Tan poco le importaba a Minho?
En una de aquellas noches le había parecido ver a Key, un amigo de Minho, pero estaba tan borracho y concentrado en quitarse a un tipo de encima que en realidad no había prestado atención.
Cuando llego al bar, decidió no quedarse mucho, era ridículo continuar con esto, Minho no lo amaba ya, por eso siempre estaba trabajando para evitarlo, porque quizás ya no quería ver su cara más, solo que Minho a veces era cobarde para acabar las cosas.
Pago rápidamente la cuenta y regreso caminando a casa, noto que las luces del apartamento estaban apagados, quizás Minho aún no regresaba, pero había decidido acabar con todo, ya no tenía caso seguir en esa relación sin futuro, Perdóname Minho.
Azoto la puerta con fuerza creyendo que no había nadie, pero sus ojos se abrieron de forma exagerada al observar a Minho parado frente a él, un par de lágrimas rodaron por sus mejillas
-¿Dónde estabas?- pregunto Minho con voz ronca, Taemin cerró la puerta y se recargo en ella
-Ensayando ya te dije
-Estas mintiendo, ¡Por dios Taemin hueles a alcohol y a no sé qué más!
“¿Así que si lo notabas pero preferías ignorarme?”
-No es de tu incumbencia Minho
-¡Claro que lo es! ¿Qué te paso Taemin? ¿Por qué estás haciendo todo esto?
-¡Porque ya no me amas!- grito Taemin sin aguantar las lágrimas, Minho se quedó parado en la sala en silencio- Simplemente dilo Minho, si vas a abandonarme hazlo de una puta vez
-Nunca dije que te abandonaría Taemin, dime ¿Cuánto tiempo llevas engañándome?- Taemin se rio burlonamente y negó con la cabeza
-¿Siempre eres tú, verdad? Siempre algo le sucede algo al gran Choi Minho, ¿te has preguntado cómo me siento yo, Minho?
-Todos los días Taemin, pero por más que lo intento nada funciona, sigo sin comprenderte, ¿Por qué dejaste de amarme?
-Jamás he dejado de amarte Minho, jamás podría hacerlo. Nunca te engañe, estuve a punto de hacerlo, pero cada vez tu aparecías en mi mente y me sentía culpable, pero ¿y tú Minho? Llevas desaparecido en tu oficina no se cuantos meses
-Lo hice, porque no soportaba verte más así, ¿Sabes cuánto me dolia oler a alguien más sobre ti?- Minho hizo una pausa antes de continuar- Te amo Taemin, lo he hecho desde el primer momento que te vi, y lo hago cada segundo, incluso ahora, aunque estés planeando dejarme, aunque me odies jamás dejare de hacerlo
-No planeo dejarte Minho, creí que eras tú el que planeaba hacerlo- Minho soltó una risa nerviosa
-Creo que somos bastantes tontos
-Lo somos Minho- afirmo Taemin un poco más relajado
-Perdóname, debí hablar contigo antes de suponer cosas
-También lo siento, fue mi culpa por igual- Minho extendió los brazos temblorosos y Taemin corrió a refugiarse en los brazos fuertes que tanto había extrañado, aspiro con fuerza el olor de Minho y sonrió.
-Te Amo TaeTae- susurro Minho mientras ambos se mecían de forma lenta, bailando sin canción
-Yo también te amo Minho- ambos levantaron sus rostros y sus labios se encontraron en un beso desesperado y necesitado. No vuelvas a mentirme.