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Caminos del Destino. por Rut_Lance

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Notas del capitulo:

Ciertamente me tardé mucho para poder terminar este capítulo, pero bueno, al menos lo terminé. Lamento toda la tardanza. n_ñU

Pronto seguiré con los de South Park, así que no se desesperen, por favor. n.n

La diferencia de tiempo que existe entre los dos capítulos es de 17 años. Esto es simplemente una aclaración, ¿ok? ;D

Disfruten el capítulo. n.n

Caminos del Destino.

Capítulo 2: Solo.

~TIEMPO PRESENTE~

Iba caminando en el pasillo entre otros tantos estudiantes, cuando su mejor amigo le dio alcance...

- ¡Hey, Koshino!- Le soltó una palmada en la espalda.

- Hey, Sendoh.- El mencionado volteó a verlo.- ¿Qué pasa?-

- No, nada, nada.- Le respondió con una gran sonrisa.- Así que hoy es el aniversario de tus papás.-

- Sí, así es.- El guardia le devolvió la sonrisa.- Los dos pidieron permiso para faltar hoy a sus trabajos, ya que quieren estar juntos todo el día.- Comenzó a enumerar contando con los dedos.- Van a patinar sobre hielo, pasear por la playa, ir a un par de restaurantes, practicar tiro al blanco y no regresarán a casa hasta mañana en la mañana.-

- ¡Oh! ¿Eso quiere decir que te vas a quedar "solito" todo el día, eh, Kosh?- Le lanzó una mirada significativa.

- Claro que sí. Ellos creen que soy lo suficientemente responsable para cuidarme por mi propia cuenta.- Esbozó una sonrisa tierna.- Además, es su día y no quisiera arruinárselos.-

- ¡Qué bien!- Exclamó Sendoh con un brillo malicioso en el rostro.- Entonces iré hoy a tu casa. Y llevaré algunas películas de terror. A ti te toca el refrigerio.-

- Oye, no creo que...- El timbre de inicio de clases lo interrumpió.- ¡Humpf! Mira, mejor lo platicamos después, a la hora del almuerzo, ¿ok?-

- De acuerdo, Koshino.- Se dirigieron al salón de clases.- Como tú digas.-

.~o0o~.

Ya habían pasado tres horas desde entonces. Sendoh trataba de matar el tiempo ya que la clase era sumamente aburrida; Hiroaki, al contrario, prestaba mucha atención al tema. En eso tocaron a la puerta...

- Guarden silencio.- Les ordenó el maestro, para así ir a atender a quién estuviese interrumpiendo la clase.

El profesor salió del salón, cosa que aprovecharon los estudiantes para platicar y despavilarse. Justo en ese momento Sendoh iba a decirle a su mejor amigo algo referente a los planes de esa tarde, cuando el maestro volvió a entrar al salón, con una mirada demasiado seria...

- Hiroaki Koshino.-

- Mande, profesor.- El chico de cabello negro alzó la cabeza tras oír su nombre.

- Recoja sus cosas y vaya de inmediato a la dirección.- Le ordenó.

El asombro se apoderó de todos los estudiantes. Generalmente cuando mandaban llamar a Koshino era por asuntos del club de basketball, y por ende, con la compañía de Akira Sendoh. Muchos voltearon a ver al muchacho, quién nervioso guardaba sus útiles, libros y cuadernos en su mochila. Algo simplemente no estaba bien, y Koshino sentía una fuerte opresión en el pecho, asó como también se le revolvía el estómago por la incomodidad de las miradas que le daban sus compañeros de grupo en lo que salía del salón...

- Hiro-kun.- Mumuró por lo bajo Sendoh, observando el asiento vacío.

El ambiente se había puesto bastante tenso desde ese momento...

.~o0o~.

- ¿Si supiste lo que pasó a eso de la cuarta hora?- Le comentó una chica a otra. Al ver que negaba con la cabeza, continuó.- Resulta que vino la policía y se llevó a Hiroaki Koshino.-

- ¿Quién?-

- Hiroaki Koshino, el que juega en el club de basketball, de segundo grado. Yo lo ví cuando lo subieron a la patrulla.-

Muchos rumores se esparcieron por la escuela, más nadie sabía con certeza qué era lo que estaba pasando. Por lo que algunos comentaban cosas que iban desde un simple robo, hasta al grado de tacharlo de asesino o un contrabandista clandestino...

- ¡Sendoh!- Hikoichi se dejó caer en la mesa en la cuál la estrella del equipo de basketball comiera con tanto silencio.

- ¿Qué pasó, Hikoichi?- Le preguntó.- ¿Porqué estás alterado?-

- ¡Koshino!- Gritó casi sin aliento.- ¿Acaso no has oído...?-

- ¿Sobre los chismes de qué se lo llevó la policía? Ya los oí todos, Hikoichi.- Le respondió duramente.- Yo estaba ahí cuando lo mandaron llamar de la dirección.-

- ¿Ah? ¿En serio?- Preguntó incrédulo el chico.- Pero, Sendoh, ¿qué le vamos a decir al Profr. Taoka cuando nos pregunte por Koshino en la práctica?-

- Nada.- Alzó la charola del almuerzo. Había perdido el apetito.- A estas alturas, ya le debieron de haber informado en la dirección.-

- Sí, posiblemente.- Hikoichi asintió.- Aún así, esto está muy raro. ¿Porqué la policía vendría por Koshino hasta la escuela?-

- No lo sé, Hikoichi.- Sendoh comenzó a caminar.- No lo sé.-

Lo que más le angustiaba a Sendoh era el hecho de que no estaba a su lado y no saber qué podría estarle pasando en esos momentos. Koshino no sólo era su compañero de equipo y mejor amigo, sino que unos cuántos meses atrás habían iniciado una relación sentimental secreta desde entonces, y pues, aprovechaba cada momento para estar con él...

- Y lo peor de todo es que hoy era precisamente el aniversario de sus padres.-

.~o0o~.

Cuando todos llegaron al gimnasio, estaban muy nerviosos por la situación. Sabían que si alguno del equipo se metía en problemas serios, no sólo los expulsarían del torneo sino que también cancelarían el club de basketball si fuera estrictamente necesario...

- ¿Ya hicieron todos los ejercicios de calentamiento?- Se voltearon a ver al oír la voz de su entrenador.- Hay qué ponerse a entrenar.-

Los chicos estaban un poco angustiados, nadie quería avisarle al Profr. Taoka de lo ocurrido con Koshino, especialmente al estar conscientes de que estallaría en la más horrenda de las furias. Más aún si desintegraban el club, ya que esto arruinaría la única oportunidad de ir a los nacionales...

- Entrenador.- Arriesgando sus tímpanos, Sendoh se acercó al hombre, temeroso de su reacción.

- ¿Qué sucede, Sendoh?- Le miró con su misma expresión de siempre.- Sí vas a decir algo, que sea rápido.-

- Bueno, usted verá.- Tragó saliva antes de continuar, tratando de deshacerse el nudo en su garganta.- Es sobre, sobre Koshino.-

- Ah, eso.- Desvió la mirada hacia la duela y dio un par de palmadas para llamar la atención de los estudiantes.- Muchachos, hoy sólo tendremos una hora de entrenamiento.-

Los jóvenes deportistas miraron al entrenador consternados. Posiblemente deseaba ir a emborracharse en un bar hasta olvidar su propio nombre...

- Entrenador.-

- Para que así puedan ir lo más pronto posible a la casa de Koshino.- Todos abrieron los ojos como platos al oírlo.- Vamos, ¿qué esperan?-

- Un momento, entrenador.- Ueda no se quiso quedar con la duda.- Pero, ¿qué tenemos que hacer en la casa de Koshino?-

- ¿Qué?- El Profr. Taoka se cruzó de brazos y ladeó la cabeza.- ¿A poco no les han dicho nada?-

Negaron con la cabeza, deseosos de saber de una vez por todas qué sucedió con Hiroaki Koshino y la policía. Por lo que se mantenían callados y atentos de lo que les dijera el hombre...

- Esto es difícil, pero se los diré.- Bajó la cabeza por un instante, suspiró y volvió a mirarlos.- Los padres de Koshino murieron esta mañana en un accidente automovilístico, y la policía vino por él para que fuera a identificar los cuerpos.-

Todos estaban con la boca abierta al saber tal noticia, principalmente Sendoh. Se suponía que unas cuántas horas atrás Hiroaki le comentaba de los planes que sus padres tenían ese día, y ahora ambos se encontraban recostados en frías planchas metálicas en lo que su hijo se destrozaba del dolor delante de ellos. Su Hiro-kun, deseaba salir volando, consolarlo con un abrazo y llenarlo de besos para que dejara de llorar...

- ¡Oh, menos mal!- Exclamó Meiji, soltando un hondo suspiro aliviado.- Pensé que sería algo más grave.- Sintió como las miradas se clavaban en él, a causa de su comentario.- Pe, perdón.-

- Como sea.- Todos volvieron a prestarle atención al Profr. Taoka.- Empecemos ya, para que puedan irse lo más pronto posible.-

- ¡Sí, entrenador!- Respondieron al unísono, deseosos de iniciar cuanto antes. Era justo en esos momentos cuando Koshino los necesitaba más que nunca.

.~o0o~.

Todo parecía ser un sueño, tal vez una pesadilla. No, era un sueño, nada más un sueño. Sus padres no podían estar muertos si en esos mismos instantes debían estar trabajando, sí, trabajando. Y hoy no era su aniversario, sólo confundió las fechas, nada más. Dentro de poco volverían a casa y le preguntarían cómo estuvo su día cuando se sentaran a la mesa a cenar...

~ ¡DING, DONG! ¡DING, DONG! ~

- ¡Un momento!- Gritó al oír el timbre de la puerta.

Se levantó del sofá sin soltar la mochila y sin darse cuenta de que aún tenía los zapatos puestos...

- Hey.- Sonrió fugazmente al ver a los chicos ahí.- ¿Qué hacen aquí? ¿No deberían de estar en la práctica?-

Se voltearon a ver unos a otros, Koshino al parecer estaba muy tranquilo, o esa era la impresión que daba...

- Koshino, necesitamos hablar contigo.- Dijo de pronto Hikoichi, que parecía más entretenido jugando sus manos.- ¿Podríamos pasar?-

- ¡Oh, sí, claro! Pasen, pasen.-

Se hizo a un lado para que el equipo de basketball entrara...

- Hey, Koshino.- Ueda le señaló los pies.- No te has quitado los zapatos.-

- ¿Qué?- Se fijó.- ¡Ay, es cierto!-

Trató de quitarse el calzado, por lo que sujetó su mochila con los dientes, más perdió el equilibrio al tratar de mantenerse en un solo pie y cayó pesadamente al suelo...

- ¡Koshino!- Gritaron y trataron de prestarle ayuda al joven guardia.

- Estoy bien, estoy bien.- Les sonrió para tratar de no preocuparlos.- ¿Porqué no toman asiento para que se pongan cómodos en lo que le traigo una taza de té?-

Y antes de que pudieran responderle, se desapareció rumbo a la cocina...

- ¿Ustdes piensan lo mismo que yo?- Comentó Ikegami en voz baja para obligar a los demás a acercarse.- Creo que le pegó pero bien fuerte la noticia.-

- ¡Pues cuando no!- Le respondió Fukuda.- Fueron sus padres los que murieron. Yo también estaría así si a los míos les pasara algo.-

- Sí, tienes razón.- Comentaron los demás.

- Y lo peor de todo es que sus padres hoy cumplían años de casados.- Habló de repente Sendoh, atrayendo la atención de los demás.

- ¡Vaya!- Exclamó uno.- Eso sí es feo.-

- ¡Shsss!- Los calló Uekusa.- Ahí viene.-

Koshino entró efectivamente a la sala, cargando con una charla en donde traía vasitos desechables y una tetera con el té. Puso todo en una mesita y les sirvió a sus compañeros, quiénes estaban mudos, temerosos de decir algo al respecto...

- Espero que les guste.- Les sonrió con timidez.- Es el té favorito de mi mamá.-

- Sí, gracias.- Contestaron todos a coro, cuando se dieron cuenta de que había puntitos negros flotando en la bebida, la cuál no lucía caliente.

Más no dijeron nada al respecto. Le dieron un sorbo al té y al instante se arrepintieron de haberlo hecho...

- Ko-Koshino...- Preguntó tembloroso Ikegami, quién perdiera el color y trataba de no escupir el té en la taza o al suelo, justo como los demás.- ¿Estás, se-se-seguro de que es té?-

- ¿Qué?- Se sirvió en un vasito y se lo tomó de un golpe.- ¡Puagh!- Escupió todo el contenido en el suelo.- ¡Esta cosa pica!-

Se puso de pie, pasándose una mano por los cabellos totalmente apenado por el incidente...

- Lo lamento mucho, muchachos.- Comenzó a recoger todos los vasitos.- No sé que me pasa el día de hoy. Les traeré un poco de agua.-

Koshino salió de la sala y Sendoh decidió seguirlo. Sabía que la estaba pasando muy mal, por más que intentara ocultarlo...

- ¿Koshino?- Lo encontró parado frente a la alacena, con una caja pequeña en la mano.

- Pimienta molida.-

- ¿Eh? ¿Pimienta molida?- Preguntó confundido Sendoh al no saber de qué estaba hablando.

- Le serví pimienta molida a los demás.- Respondió estoico y con la mirada perdida.- ¿Qué rayos pasa conmigo?-

Sintió como una mano le frotaba despacio uno de sus brazos, para luego ser rodeado en un abrazo y apoyar su cabeza en su hombro...

- Todo está bien. Los demás comprenden que estás atravesando por un mal momento.- Le susurró despacio Akira.

- Hay qué llevarles a un poco de agua o jugo.- Hiroaki se liberó de su abrazo.- De seguro les arde la garganta a los demás.-

- Ehm, está bien.- Decidió ayudarle para evitar que cometiera otra tontería sin querer.

.~o0o~.

Los jóvenes deportistas, tratando de animar a Koshino, tocaron diversos temas de interés, más éste parecía estar en otro mundo, así como también perdía el hilo de la conversación apenas cerraba la boca...

- Ya tenemos qué irnos.- Uozumi se percató de que ya había caído la noche, y aunque no quería, no se podían quedar.

- ¿Eh? Sí, ya es bastante tarde.- Koshino les sonrió.- Sus padres deben estar muy preocupados.-

- Sí, nos vemos después, Koshino.- Comenzaron a despedirse los demás.

- Yo me voy a quedar un rato más.- Les anunció Sendoh, y los muchachos captaron de inmediato. No podía quedarse el chico completamente solo.- Nos vemos mañana.-

- Sí, hasta mañana.- Se despidieron del As del equipo.

Una vez que se quedaran solos, Akira se acercó a su novio, esperando qué se abriera ante él al no haber nadie más...

- ¿Qué haces aquí, Sendoh?- El chico de cabello picudo sintió un cubetazo de agua fría al oír la pregunta.- Ya es muy tarde, ¿lo sabías?-

- Bueno, yo pensé que podríamos pasar un buen rato, juntos, ¿no lo crees?- Le sonrió cálidamente, mientras le quitaba una mota imaginaria del hombro.

- Me encantaría, pero estoy muy agotado.- La sonrisa se borró del rostro de Sendoh.- Además, tengo un asunto muy importante que resolver por mi propia cuenta.- Lo encaminó hacia la puerta.

- Bueno, si quieres, yo podría acompañarte.- Intentó convencerlo de quedarse.- Digo, si tú lo quieres.- Le puso una cara de perrito suplicante.- Vamos, ¿qué dices?-

- No.- Se sonrió enormemente.- Nos vemos luego, Sendoh.-

Y antes de qué Sendoh pudiera contestarle, le cerró la puerta en sus narices...

.~o0o~.

Faltaba poco para la medianoche, y Sendoh aún no lograba conciliar el sueño. Le preocupaba que Koshino estuviese solo y sin nadie que pudiera vigilarlo...

- Debí haberme quedado.- Incómodo, se recostó de lado en la cama.

~ DING. DONG. DING. DONG. DING. DONG. TOC. TOC. TOC. TOC. ~

Se levantó de la cama, luego miró el reloj. ¿Quién podría estar a su puerta a altas horas de la noche? Más el timbre no dejaba de sonar...

- ¿Quién?- Abrió la puerta y se sorprendió.- Koshino.-

Delante de él estaba el muchacho mencionado, no traía calzado ni camisa, sólo traía puesto los pantalones y una chamarra sin cerrar, la cuál dejaba ver su pecho descubierto. Su rostro estaba enrojecido, a la vez que sus ojos estaban cansados de tanto llorar, y sus facciones eran tristes...

- ¿Koshino?-

- Los... esperé.- Respondió entre pausas.- Esperé a qué llegaran como todas las tardes.- Se dejó caer de rodillas con la mirada perdida.- Y no llegaron. Mis padres ya no volvieron.-

Las lágrimas volvieron a caer de sus ojos, y por más que intentaba detenerlas, no podía. Se cubrió la cara con las manos mientras sollozaba desconsoladamente, consciente de los hechos acontecidos desde esa mañana...

- Tranquilo, Koshy.- Sendoh se arrodilló a un lado de él para abrazarlo en lo que le frotaba la espalda, para así dejarlo apoyar su cabeza en su hombro.- Ven, vamos al sofá. Te va a hacer daño estar así en el suelo.-

Lo ayudó a levantarse del suelo, sujetándolo de la cintura para que no se cayera...

- ¿Porqué, Dios?- Sollozaba desconsoladamente.- ¿Porqué ellos?-

- Bien, aquí.- Sendoh le ayudó a su novio a acomodarse en el sofá, luego le tomó el rostro con las manos y le secó un par de lágrimas con los pulgares.- Voy por un vaso con leche, no me tardo, ¿ok?-

Koshino no le contestó, sólo se hundió más en su puesto. Akira de inmediato fue a la cocina y sirvió la bebida prometida, la cuál acomodó en una pequeña charola con un par de pastelillos. La tomó en sus manos y volvió al lado de Hiroaki, quién aún seguía llorando por la muerte de sus padres...

- ¡Oh, Hiroaki!- Dejó la charola sobre la mesita y se sentó a un lado del muchacho, dándole un fuerte abrazo.- Lo siento tanto.-

- Ya no voy a volver a verlos, Akira.- Se aferró con fuerzas a su compañero y mejor amigo, como si temiera qué también se desapareciera.- Me he quedado solo. Me he quedado solo.-

Ciertamente Sendoh no sabía qué hacer, le dolía ver en tal estado a Hiroaki y sentirse impotente de no hacer nada al respecto. Más tomó un vaso con leche al oír que su compañero comenzaba a darle hipo con el llanto...

- Toma un poco de leche, Hiro-kun. Te quitará el hipo, anda.- Le dijo mientras le acercaba el vaso a sus labios.- Te hará bien.-

Con las manos temblorosas, sujetó el vaso y le dio un pequeño sorbo sin siquiera saborear la leche, ya que en lo único en que pensaba era en sus padres. Las lágrimas seguían cayendo de sus ojos cuando le dio otro sorbo a la leche...

- Hiroaki.- Susurró Sendoh mientras le pasaba un brazo por los hombros y se acurrucaba junto a él.

Permanecieron en silencio por un largo rato, tras el cuál ambos vasos se encontraban ya vacíos y el joven guardia empezaba a abrir y cerrar los ojos a causa del cansancio, cosa que no pasó desapercibida por Sendoh...

- Hey, Hiro-kun.- El chico volteó a verlo medio adormilado.- Te puedes dormir en mi casa si quieres.-

- No, gracias.- Movió la cabeza negando la oferta.- Mejor me voy a mi casa.-

Intentó ponerse de pie, más perdió el balance y Sendoh lo atrapó entre sus brazos antes de que cayera al suelo...

- Claro que no.- Akira le ayudó a sentarse de nuevo.- Es muy noche, algo podría pasarte y más al estar vestido así. Mejor te quedas a dormir aquí, conmigo.- Le ofreció.

- Está bien.- Aceptó, ya que estaba muy cansado.- Pero, me quedo aquí, en el sofá.-

- De acuerdo.- No quería discutir con él y perder más tiempo.- Te traeré una sábana y una almohada. También puedo prestarte una playera y unos calcetines para que duermas mejor.-

- Sólo la sábana y la almohada.- Le lanzó una mirada inexpresiva.- Por favor.-

- No tardo.-

Subió corriendo las escaleras, buscó la sábana y la almohada extras, y se regresó de inmediato a donde estaba Hiroaki...

- Hey, aquí las...- Guardó silencio al ver a su novio dormido, en posición fetal, en el sofá.- Koshino.-

Puso la almohada en un extremo del mueble, acomodó a Koshino para que no se torciera o se cayera mientras dormía y lo cubrió con la sábana. Se veía tan indefenso como un niño pequeño, que no pudo resistir pasar sus dedos entre su cabello negro...

- Aki, no me dejes solo, por favor.- Comentó entre sueños Koshino, quién tomara la mano del As de Ryonan al sentir que le acariciaba la mejilla.

- Claro que no, Kosh-Kosh.- Esbozó una pequeña sonrisa.- Siempre estaré a tu lado.-

Se quedó un rato más, lo suficiente como para cerciorarse que Koshino estuviese completamente dormido. Le depositó un suave beso en los labios, luego se dirigió a su cuarto y se metió en la cama...

- Yo nunca te dejaré solo, Hiroaki.- Dijo antes de caer profundamente dormido.- Nunca.-

En el sofá, y sin abrir los ojos, pequeñas lágrimas corrían por el rostro de Koshino...

- Papá, mamá.-

Notas finales:

Perdón por tardar tanto, pero he tenido bastantes contratiempos y dificultades, pero espero que esto compense un poco la espera. Trataré de actualizar más seguido. n.n Gracias.


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