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Calentamiento... global por Susurro enoquiano

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Notas del fanfic:

contrario a lo que paresca en el primer capitulo, esto se trata de un Narusasu.

Notas del capitulo:

Nota los personajes son propiedad de Kishimoto

Aclaro que esto es Narusasu aunque de principio nolo paresca

¿Qué el amor a primera vista no existe? Ja sí alguien le dijera esa frase en ese momento se destornillaría de la risa, pero claro que existe, él lo ha comprobado y aunque hubiese querido evitarlo…

 

 

 

 

 

 “Hacía cuatro años que lo conocía”. Desde que lo vio por primera vez supo que él sería especial en su vida. Su madre siempre le decía que la bondad de las personas se reflejaba en su mirada, y cuando  Sasuke miró a Naruto por primera vez, el universo se borró, y sólo pudo concentrarse en esas luminosas orbes azules. Fue tal el impacto que hasta se mareó. Naruto corrió a su lado para sostenerlo del brazo y preguntar cómo estaba. Sasuke asintió y el corazón le palpitó a mil;  desde ese momento hubo una conexión indescriptible entre los dos. Naruto  tenía la confianza suficiente para contarle todo lo que sentía y acontecía en su vida, mientras que Sasuke le respondía con la misma confianza. Trabajaban juntos en un periódico, Naruto era el periodista estrella, y Sasuke  el fotógrafo, su mano derecha.  

 

 

 

 Esa tarde tenían que cubrir el lanzamiento de campaña de un candidato muy fuerte a la presidencia del país.

 

Salieron de la oficina y llegaron a la casa de campaña del partido. Naruto le dijo a Sasuke que tomara unas cuantas fotos de la gente que se aglomeraba en el lugar mientras él hablaba con algunos otros, así que se separaron por unos momentos.

 

 

 

 

----

 

 

Naruto caminaba entre la multitud, distraído con tanta gente, cuando de pronto chocó contra una muralla, se golpeó tan duro que cayó al suelo un poco atontado. Cuando levantó la cabeza para mirar lo que le había pasado, se topó con un tipo de cabello negro y tez demasiado pálida que le  tendía la mano para que se levantara.

 

-¿Estás bien?- le sonreía pícaramente mientras lo ponía de pie

 

-Estoy bien. Lo siento, no te vi – Naruto ocultó la mirada con un ligero rubor en las mejillas. Sentía que temblaba al tener aquella mano sobre la suya.

 

-Te has dado un buen golpe, ¿seguro que estás bien? – continuaba sonriendo descaradamente como si quisiera desnudarlo con la mirada.

 

- Sí, no te preocupes.

 

-Mmmm… ok, por cierto, me llamo Sai, Sai Shimura – le tendió la mano de nuevo

 

-Mi nombre es Naruto Uzumaki – correspondió al saludo de manos.

 

-Naruto  - paladeó – bonito nombre, no lo había escuchado antes.

 

-Sí, a mi padre le gustó siempre y pues ya vez.

 

- Pues es extraño, pero original, según mi punto de vista.

 

-Oh pues gracias  – dijo sonriendo.

 

-Oye, me ha dado mucha pena lo que ha pasado, así que no aceptaré un no por respuesta. Anda, vamos a tomar un café, di que sí- lo tomó por el antebrazo jalándolo hacia sí.

 

Naruto se lo pensó –  Mmmm… mira, por el momento no puedo porque estoy trabajando; soy periodista – levantó el equipo de grabación que traía para mostrárselo.

 

-Oh, ya veo,  entonces podemos quedar después. Puedes darme tu número de teléfono y quedamos luego ¿te parece? – lo miraba seguro con un deje de seducción en la voz.

 

Naruto no estaba seguro del todo, pero al final accedió.

 

-Ok, aquí tienes mi tarjeta. Llámame y quedamos luego ¿vale? Tengo que irme. – Le tendió para que Shimura la cogiera.

 

-Bien, hasta luego. Te llamaré.

 

Naruto dijo adiós agitando el brazo y se dirigió hacia la multitud.

 

Sai se quedó parado viendo cómo el rubio desaparecía entre la gente.

 

-Éste será otro para mi colección personal. Me encanta cuando se resisten, pero ya caerás corderito, ya caerás.

 

 

 

 -----

 

 Después de haber entrevistado a distintas personas, entre ellas al candidato  a la presidencia y de haber sacado las pertinentes fotografías para el artículo, Sasuke y Naruto subieron al auto y se dirigieron a la oficina.

 

Una sonrisa iluminaba el rostro del rubio, y sus enormes ojos azules parecían centellear de la emoción.

 

 

 

Naruto le confesó a su amigo tres años atrás que era gay. Se lo había tomado bastante bien, lo apoyaba, lo apreciaba muchísimo y se pasaban horas charlando. Sasuke llevaba cinco años saliendo con Karin, una chica que aunque Naruto no aprobaba del todo, la respetaba por ser la elegida de Sasuke.

 

Por otro lado, el Uchiha sentía confusión desde que conoció a Naruto. Toda su vida había sido heterosexual, pero ese rubio lo había cambiado todo; sus grandes ojos azules, su expresiva sonrisa, el tono de su voz… todo él. Se había metido muy dentro  de su corazón, se negaba a aceptar que estaba enamorado de él. Lo necesitaba en su vida, y creía que si se lo confesaba, de pronto las cosas no funcionarían como  esperaba. Sería devastador para él, no podría seguir viviendo, así que se conformaba con tenerle cerca, con apoyarlo y estar con él siempre.

 

Al llegar a la oficina comenzaron a preparar el artículo para mandarlo a la imprenta, ya que saldría en el número de mañana. Naruto aún seguía sonriendo como un tonto.

 

-Te noto un poco extraño, ¿te ha pasado algo?

 

-Creo que he conocido a alguien especial, es un tipo muy atractivo, y me ha invitado a salir.- le comentó sonriendo – me parece alguien muy interesante.

 

Las palabras de Naruto taladraron profundo en el corazón de Sasuke. Éste tragó saliva. No podía describir el dolor que estaba sintiendo. Hizo lo mejor posible por disimular su malestar y siguió con la conversación.

 

-Ah,  ¿sí? ¿Y quién ha sido ese misterioso hombre que parece haber ganado tu corazón?

 

-Se llama Sai Shimura. Creo que yo también le gusté- suspiró

 

-Pues si tú lo dices no dudo que sea así, eres una buena persona y mereces que te vaya bien

 

-Yaaaa… me estás poniendo rojo Sasuke. Más halagos así y terminaré enamorándome de ti – reía, y se ponía las manos sobre el rostro, simulando estar apenado.

 

“Ya, ojala que así fuera” dedicó un amago de sonrisa.

 

-Ok, está todo listo. Voy a dejar el material en la oficina de la imprenta. Nos vemos mañana Sasuke.

 

-Hasta mañana, Naruto.

 

 

 

 

 

 

 

 ------

 

 

 

Naruto ordenaba su habitación cuando su teléfono móvil sonó. En la pantalla apareció un número desconocido. Con cierta incertidumbre, contestó.

 

-¿Sí?

 

-¿Naruto?- se escuchó al otro lado de la línea- soy Sai, te acuerdas de mí, ¿no?

 

-Sai- una sonrisa se dibujó en el rostro de Naruto- claro ¿Cómo estás?

 

-Bien, he… te llamo para invitarte a salir, y en esta ocasión no puedes decirme que no - fue más una orden que una invitación.

 

-Ok, ¿Te parece bien en dos horas? Dime dónde nos vemos.

 

-Bueno, espero que sepas que esto es una cita, así que dame tu dirección  y yo paso por ti en dos horas.

 

-Bien, ¿tienes  dónde anotar?- , esperó un poco,  - es el 209 de la calle Rasengan.

 

- Ok, lo tengo. Paso a recogerte entonces.

 

Colgó el teléfono, se  metió en la ducha y se puso una de sus mejores galas; pantalón negro con raya de gis, camisa negra manga larga, un pequeño chaleco en tono gris oscuro y una corbata rojo quemado, con zapatos negros.

 

 

 

Puntual como lo había dicho, Sai Shimura estaba llamando frente a su puerta. Al abrir casi se cae de espaldas.

 

-Wow – se quedó atónito – estás… increíble,  guapísimo. – Parecía que apenas podía respirar con dicha visión.

 

-Gracias- bajó la mirada muy avergonzado,- tú también estás muy bien.

 

-¿Nos vamos? - Lo tomó de brazo, y lo guió hasta el auto, le abrió la puerta para que entrara,  él rodeó el coche y se metió en el asiento del conductor.

 

-Qué caballeroso,- dijo Naruto, descolocado porque el otro le tratara como si fuera una nena, pero decidió no decir nada- ¿y a dónde vamos?

 

-Ya verás. Es un sitio especial; te gustará,- condujo durante media hora y aparcó frente a un lujoso restaurante. Al bajar del coche se acercó el ballet parking y le entregó las llaves. Luego fueron conducidos a una mesa muy iluminada.

 

El camarero  se acercó a atenderlos.

 

- Una botella de Chatéaue Musar, por favor – pidió Sai.

 

El camarero se alejó y volvió minutos después con la botella de vino.

 

-Y bien Sai  ¿A qué te dedicas? – preguntó Naruto.

 

-Soy director de una agencia de representaciones. Modelos y actores para ser exactos. Represento sobre todo a hombres; les consigo trabajo en comerciales, ya sabes. Pura gente guapa - este tipo era demasiado egocéntrico, pensó Naruto. Narcisista a más no poder con un deje de chulería siempre encima, demasiado fingido y eso no le agradaba nada. Vaya decepción que se estaba llevando.

 

-De verdad- comenzó a seguirle la corriente, - qué interesante, o sea, que te pasas el día rodeado de gente bonita.

 

- Podría decirse que sí, aunque nunca había conocido a una persona con facciones como las tuyas. Eres impresionante, de verdad,- lo dicho; el tipo era un imbécil, que se pensaba que con galantería barata caerían a sus pies.

 

-¡Por dios! – Exclamó un tanto fastidiado –  ¿Eres así siempre?  Parece una táctica de ligue bastante estudiada. Supongo que caerán rendidos a tus pies.

 

-No, de verdad Naruto; me pareces muy atractivo- rozó su mejilla con una de sus manos y el rubio estaba empezando a sentirse incómodo, aunque lo disimulaba para no parecer grosero.

 

 

 

 La cena se prolongó alrededor de una hora y al terminar volvieron al coche.

 

 -¿A dónde quieres ir ahora, Naruto? ¿Te apetece ir a  bailar?

 

-Lo siento, me temo que por hoy ha sido suficiente; mañana tengo que viajar a un debate presidencial  con el comité de las elecciones y  tengo que levantarme temprano,- se excusó rogando para que el otro no insistiera.

 

- Está bien, te llevo a casa.

 

Al llegar, el pelinegro bajó y le abrió la puerta del coche a Naruto, se acercó bastante a él al despedirse, e intentó besarlo en los labios, a lo que Naruto respondió girando la cabeza un poco, de modo que el beso dio en la mejilla.

 

-Hasta luego – dijo  con rapidez para meterse a casa.

 

-Hasta luego Naruto, te llamaré de nuevo ¿vale?

 

-Está bien, que descanses,- Sao se quedó fuera por unos momentos.

 

-“Mmmmm. Parece que te haces el difícil, eso me atrae mas, pero no podrás resistirte a mis garras, de eso me encargo yo, vas a ser mío”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Ya dentro de su hogar, Naruto se puso a pensar que había algo en Sai que no le agradaba. La manera en que lo miraba e intentaba tocarlo le parecían hasta grotescos, aun que ésa era sólo su primera impresión, y él se distinguía por otorgar una segunda oportunidad a quien le rodeaba. Era una persona noble, empática, y era eso precisamente lo que había terminado por cautivar a Sasuke.

 

 

 

 

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-Buenos días,- Sasuke estaba acomodando el material fotográfico cuando escuchó la voz de Naruto tras de sí.

 

-Buenos días, ¿qué tal amaneciste?- Era increíble como tenía que controlarse para quitar la cara de bobo que se le ponía cada que tenia a Naruto delante.

 

-Nah… he dormido un poco mal. Ayer salí con Sai y no ha salido como yo esperaba,- suspiró –De hecho creo que fue un fiasco. 

 

-Qué lastima,- afirmó con vehemencia, aunque en el fondo se alegraba de que la cita no tuviera trascendencia.

 

-Tenemos que irnos, ¿tienes todo lo necesario? El vuelo sale en dos horas,- Naruto le tendió un billete de avión.

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El vuelo fue tranquilo, sin sobresaltos y llegaron a tiempo al aeropuerto.

 

 

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Después del vuelo, llegaron  al hotel donde el periódico les había reservado habitación. Tendrían que compartir una, aunque  ésta tenía dos camas. Subieron, dejaron las cosas y salieron rumbo al debate presidencial que tendrían que cubrir.

 Pasadas las horas terminó el debate y se dio un pequeño coctel,  para la prensa en general. La fiesta se armó en grande; pululaba el alcohol en grandes cantidades y al terminar la velada, Sasuke y Naruto estaban completamente borrachos. Pidieron un taxi, que les llevaría hasta el hotel donde se hospedaban y subieron casi a gatas.

 

 

 

Afortunadamente la  llave de la habitación era electrónica o al menos eso pensó Naruto. Lo cierto es que batalló bastante para poder encontrar la hendidura donde iba la tarjeta. Sentía como si se moviera cada vez que intentaba introducirla. Empezaba a desesperarse y a sentirse molesto mientras que Sasuke reía  burlón a sus espaldas.

 

-Eres un dobe déjame probar a mi… hic. – le arrebató la tarjeta y con el primer intento logró abrir la puerta, levantando  la mano en señal de victoria.

 

-Bah… tuviste suerte- murmuró Naruto, por lo que Sasuke lanzó una tremenda carcajada. Naruto se acercó indignado a él para soltarle una que otra guarrada, pero con la influencia del alcohol y teniendo a Sasuke tan cerca, se quedó paralizado.

 

 

 

Uchiha, al tener esos ojos tan azules y esos apetecibles labios cerca, sólo atinó a cogerle con ambas manos por la mandíbula y propinarle un increíble beso lleno de deseo y pasión. Naruto se sorprendió tanto que sintió como si la borrachera se le cortara de golpe. El desconcierto casi hace que los ojos se le salieran de las órbitas, pero al ver la desesperación con la que Sasuke  le había besado y esa extraña expresión en su rostro, entre pudor y deseo mezclados, se dejó llevar, y respondió a éste tomándole por el cuello y acercándole más hacia él. Sasuke no podía creer la de veces que se había imaginado eso, y ahora estaba sucediendo; era irreal, indescriptiblemente exquisito sentir los labios de Naruto sobre los suyos. Daba pequeños  tironcitos con los dientes en el labio inferior, y chupaba el superior, como queriéndose comer aquella dulce boca mientras Naruto trataba de introducir la lengua dentro de la boca del otro para así jugar un poco.

 

Así estuvieron largo rato, hasta que Sasuke entre beso y beso, comenzó a desabotonar la camisa de Naruto para quitársela por completo y notar su piel tostadita y suave. Lo tocaba creando círculos con las manos en la bien formada espalda, mientras el otro también comenzó a despojar a Sasuke de la ropa.

 

Uchiha bajó un poco más, colocando las manos en las nalgas de Naruto. Eran  firme y estrechas. Sasuke abrió la hebilla del cinturón, lo desabotonó y bajó la cremallera, colando una mano dentro de la ropa interior, rozando la erección, a lo cual el rubio reaccionó con un gemido largo y caliente. Sasuke lo empujó sobre la cama, bajó la mirada para toparse con el cuerpo semidesnudo  sobre la superficie y se le antojó la imagen más erótica que hubiera visto antes. Se desnudó lo más rápido que pudo, y se acercó lentamente quedando entre las piernas de Naruto. Metió los dedos entre la cinturilla del pantalón y lo bajó con descuido, trayendo tras de sí los calzoncillos. La erección del ojiazul brincó desinhibida ante los ojos de Sasuke, que se apresuró a quitarle también las botas y los calcetines, dejándolo completamente desnudo.

 

Se colocó sobre él y comenzó a frotarse contra su cuerpo, besándole, tocándole desde el cabello hasta la punta de los pies. ¡Había soñado tanto con ese cuerpo…! Creía volverse loco ante tal visión, era más de lo que había imaginado. Fue bajando poco a poco entre besos, lamidas y más besos, hacia la zona sur de Naruto, hasta llegar a  la prominente erección, se detuvo ahí y sin inhibiciones, comenzó a besarle, a lamerle, hasta que se la metió por completo en la boca. Subía y bajaba, ayudándose con la mano para crear mayor fricción. Naruto no podía creer lo que estaba sintiendo en ese momento. Se retorcía, gemía y respiraba con la boca abierta, tratando de recuperar el aire que Sasuke le arrebataba con cada succión y  lametón que le daba, hasta llegar al punto en el que ya no podía más.  Agarró fuertemente las sabanas, con los nudillos blancos de tanto apretar.

 

-Sasuke.- Jadeó y éste no se apartó; siguió succionando y chupando sin control.

 

Naruto comenzó a ver estrellas, y con un espasmo de todos los músculos de su cuerpo, doblando los dedos de los pies y de manos y arqueando la espalda, se corrió dentro de la boca de Sasuke. Éste succionó cada gota de semen. Al ver a su rubio extasiado después del orgasmo, se llevó la mano a su miembro y comenzó a tocarse. En menos de dos minutos se corrió sobre sus propios dedos. La imagen de Naruto sobre la cama aún tratando de normalizar la respiración, lo puso tan cachondo que no hizo falta más para que terminara en un santiamén. Se recostó a su lado agotado por las emociones, mirando a Naruto a esos enormes ojos azules que nunca antes le habían parecido tan brillantes. Éste le sonreía con completa satisfacción, se dejó caer sobre su pecho y los dos se quedaron dormidos.

 

 

 

 

 

 

 

 

------

 

 

A la mañana siguiente Naruto se despertó y al recordar lo que había pasado la noche anterior, se giró a su lado, descubriendo la cama vacía. No podía creer lo que había sucedido. Todavía descolocado y al no ver a Sasuke, comenzó a llamarle con preocupación y titubeó en la voz.

 

-Sas… Sa… Sasuke? – nadie contestó.

 

Naruto se levantó rápidamente de la cama, se dio una ducha veloz y se dirigió a la recepción a preguntar por Sasuke. Se sentía culpable y creía que había echado a perder su amistad de años por una noche loca. Miles de ideas se le aglomeraron en la cabeza y no reaccionaba con claridad. Estaba angustiado, completamente pálido y con la boca seca.

 

Apenas dio unos pasos fuera de la habitación por el pasillo, cuando vio venir a  su compañero pelinegro. Traía en una mano un porta vasos con dos cafés, y en la otra una bolsa de papel. La sonrisa que dibujaba su rostro casi le llegaba de oreja a oreja, lo cual era extraño, pues éste nunca sonreía o al menos no tan abiertamente. Naruto no recordaba haberlo visto sonreír así antes.

 

-Te he traído un café  y un bizcocho para acompañar,- se lo ofreció sin dejar de sonreír, acercándose a él y plantándole un tierno beso en los labios.

 

Sasuke entró en la habitación seguido por Naruto, que no entendía nada.

 

-¿Qué pasó anoche?  – La interrogación cubría el rostro del rubio.

 

-¿No lo recuerdas?- Sasuke sonrió.

 

-Si, lo que… lo que trato de saber es ¿por qué?

 

-¿No te gustó?- la expresión de Uchiha cambió, y parecía ahora angustiado.

 

-Yo no…- movió la cabeza tratando de despejarse un poco-, es decir; fue increíble. Jamás me sentí así con nadie,- Sasuke volvió a sonreír – a lo que me refiero es… Tú y yo, jamás pensé que tuvieras algún interés romántico en mí.

 

-Bueno…- Sasuke  dudó un poco- no me atrevía a decírtelo. Pensé que tú jamás me corresponderías. Tenía miedo de perderte si llegaba a comentarte algo y que tú no tuvieras interés en mi.

 

-¿Desde cuándo eres gay? – soltó Naruto sin más.

 

 

 

 Una risa sonora salió de la garganta de Sasuke.

 

-Nunca creí que lo fuera antes de conocerte. No me gustan los hombres; sólo me gustas tú Naruto. Estoy enamorado de ti, creo que … desde siempre. ¿Yo no te gusto ni un poquito?- lo miró esperando una respuesta.

 

-Jamás me lo había planteado. No quería faltarte al respeto. Creí que estabas fuera de mi alcance  así que jamás intenté verte con otros ojos. Eras mi amigo y me sentía bien contigo… - suspiró. Un pequeño silencio y Sasuke lo interrumpió.

 

-¿Te sentías? ¿Es decir que ya no estás bien conmigo?- agachó la mirada y un deje de tristeza apareció en su rostro.

 

-No- Naruto se apresuró a contestar-  no es eso, estoy tratando de digerir todo, esto… ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida. Ha sido… - bufó- grandioso, de verdad.

 

Sasuke se acerco a él, y lo besó ligeramente en los labios.

 

-¿Me darás entonces una oportunidad de hacerte feliz?- Naruto sonrió y lo volvió a besar.

 

 

 

 

 

CONTINUARA…

Notas finales:

El fic ya esta terminado, nos vemos el lunes con otro capi.


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