¡Ya estoy harto! – gritaba Jung Soo muy molesto, sí, amaba a Young Woon pero ya estaba cansado de lo macho que era, si ambos vivían en el mismo departamento, entonces ambos debían compartir las tareas del hogar, y no era válido que el menor dijera que estaba cansado por su trabajo, ya que ambos trabajaban y aún así Jung Soo sabía lo que tenía que hacer.
- Nunca me ayudas en nada! ¡eres un macho! ¡y encima crees que todo se puede solucionar con sexo! – alegaba el mayor enojad y cuando vio a su novio abrir la boca para decir algo en su defensa se dirigió corriendo al cuarto cerrando de un golpe la puerta -¡Y espero te agrade dormir en el sofá! – Dicho esto se tiró en la cama a llorar.
Mientras tanto Young Woon se sentó en una silla de la cocina donde anteriormente se encontraba el mayor, quién lo había dejado con la palabra en la boca. No le gustaba estar peleado con él, si bien era cierto que no hacía mucho, tampoco era cierto que no hacía nada.
Sabía que era egoísta, pero simplemente no le gustaba hacer limpieza, entonces sentía remordimiento de no ayudar a Jung Soo y trataba de disculparse pero como no sabía cómo, al final recurría al sexo, pero nunca pensó que eso molestaría al mayor.
Pensó un poco sobre el asunto y se dirigió al cuarto para tratar de hablar con su novio como las personas civilizadas que eran. Se acercó a la puerta y vio que estaba cerrada con seguro – Amor... – susurró al ver que la puerta no cedía
- ¡Vete! ¡No quiero hablar contigo!- la voz del mayor estaba un poco quebrada, eso quería decir que estaba llorando, lo que hizo que el corazón del menor se oprimiera y se sintiera la peor persona del mundo.
- P-por favor… Jung Soo…- Dijo quedamente –abre…- recargándose en la puerta.
- ¡Vete!- sentenció el mayor y el menor no tuvo más opción que ir al sofá y penar escuchando los suaves hipidos de Jung Soo. Una vez que estos cesaron supuso que se había quedado dormido.
Tenía que pensar en cómo hablar y disculparse con su novio, no quería estar en esa situación ya que sentía que había sido un tirano con el mayor y tenía que dejar de ser tan egoísta.
De repente recordó que al día siguiente estaba libre y que podría esforzarse para disculparse ya que por el momento, el mayor no hablaría con él. Vio la hora, eran las 20:45, aún era temprano asi que se recostó en el sofá a pensar en un buen plan para pedirle disculpas al amor de su vida hasta que se quedó dormido.
Jung Soo se despertó a la mañana siguiente y se vistió para ir a su trabajo, preparó el desayuno y echó un vistazo a su novio, se veía incómodo durmiendo ahí, pero de verdad se encontraba molesto, lo amaba, pero no pareciera que al menor le interesara una relación. Salió cerrando la puerta suavemente y partió a su trabajo.
Young Woon despertó algo dolido de la espalda, eran las 9:00 am, así que Jung Soo había partido hace dos horas a su trabajo, se levantó y se dirigió a la cocina para comer algo y divisó algo que le llamó la atención, un plato en la mesa, con comida, cubierto por una tapa de cristal.
Levantó la tapa y vio que era un desayuno, su desayuno, a pesar de su enojo todavía le preparó el desayuno, era oficial, era el peor novio del mundo, hacía llorara a su ángel, era un macho egoísta y no sabía cómo Jung Soo lo había aguantado por dos años, debía buscar la manera de hacerlo sentir especial.
Consumió esos alimentos tan deliciosos y una idea llegó a su mente, así que una vez desayunado rápidamente se cambió de ropa y salió a comprar todo lo que necesitaba. Llegó al departamento alrededor de las 13:00, había pasado mucho tiempo afuera comprando los ingredientes para la cena, flores y otros menesteres para la noche.
Dejó las flores en un florero para que no se marchitaran, la comida la puso en la mesa de la cocina y comenzó a limpiar el departamento. Limpió todo, aspiró, sacudió, recogió e incluso lavó la ropa sucia. También decidió cambiar las sábanas de su cuarto por esas blancas de seda que Jung Soo amaba tanto. Después de limpiar se puso a hacer la cena, un poco de lomo y pasta y de entrada una ensalada acompañados de vino tinto.
Dejó la cena cocinándose y se dio un baño rápido, se vistió y perfumó, luego se dirigió a la cocina, se sentó en la mesa y se puso a escribir una carta para su novio. Terminó la carta e hizo algunos letreros que pegó en puntos estratégicos del lugar. Una vez hecho esto y ya que la cena estaba lista se encargó de esparcir los pétalos de las rosas por todo el lugar, después de todo quería ser romántico, ya limpiaría después.
Se encontraba muy nervioso y se sentó en el sofá a esperar a Jung Soo.
Jung Soo llegaba a su casa después de un arduo día de trabajo, ya había aclarado su mente, quería hablar con Young Woon tranquilamente, como la persona civilizada que era, pero al abrir la puerta se sorprendió de encontrar un camino de pétalos por el piso y un letrero en la pared.
“Sé que soy un bruto” decía el letrero y tenía una flecha, siguió caminando y se topó con otro en un mueble.
“Y que puedo ser infantil y egoísta” y debajo de este otro más “Pero sé que te amo como a nadie en el mundo” caminó hacía la pequeña sala y se encontró con un Young Woon con la cabeza agachada y sosteniendo un letrero.
“Perdóname por favor” Observó alrededor y vio todo perfectamente arreglado y en su lugar, había un suave aroma agradable también.
- Young Woon…- comentó quedamente
- Perdóname por favor, sé que he sido un mal novio, pero dame una oportunidad para cambiarlo – contesto el menor que dejó el letrero en el sofá y se acercaba al mayor tomando sus manos – Yo te amo- veía de manera suplicante a los ojos de su novio.
- Y-yo… es que… - el mayor estaba atónito, no sabía que decir, nunca pensó que Young Woon pudiera hacer todo esto por él y que estuviera tan arrepentido, solo pudo sltar pequeñas lágrimas y abrazarlo – Idiota-
El menor correspondió el abrazo, estrechó por la cintura a su novio y cerró los ojos hasta que Jung Soo deshizo el agarre.
- Yo también te amo – respondió el mayor que observaba todo alrededor - Y sí, a veces eres un bruto… Pero eres MI bruto – Y le dio un pequeño beso en los labios – Quedó maravillosos el lugar –
- Gracias – El menor estaba feliz, su bello ángel ya no estaba enojado con él y eso era más que suficiente – Ven, te hice la cena … espero te guste – quitó el saco que el mayor portaba y lo colgó en el perchero, luego se dirigió a la cocina a gozar de su compañía durante la cena. Hizo que el mayor se sentara y una vez que sirvió ambos platos lo acompañó.
- Waa se ve delicioso, gracias Young Woo – comentaba un sonriente Jung Soo
- De nada amor, espero lo disfrutes mucho – Y ambos decidieron cenar, fue algo muy amone, hablaron sobre el día del mayor, rieron, algunos roces cariñosos y uno que otro beso.
Cuando terminaron de comer el menor retiró los paltos y se acercó a darle un suave masaje en los hombros a su novio – amor, te prepararé un baño… de seguro vienes cansado… - El mayor se sentía en un sueño por las atenciones que el menor tenía hacia él.
- Mmm gracias Young Woon – yo volteó un poco el rostro para darle un suave beso en los labios – Te amo –
- Y yo a ti – entonces el menor llenó la bañera con agua tibia, algunos pétalos y una esencia dulce para que Jung Soo se relajara mientras el lavaba los trastos sucios.
- Bien, entonces tomaré un baño – anunció Jung Soo para luego cerrar la puerta del baño y comenzar a desvestirse. De verdad le había encantado la actitud de su novio, se sentía en un pedestal.
Sumergió su cuerpo en el agua tibia, era muy relajante y ya necesitaba algo así para desquitar todo el estrés de su trabajo. En verdad era refrescante tomar un baño y llegar a casa sin tener que levantar un dedo. Un descanso de vez en cuando no le venía mal, entonces se sumergió un poco más y comenzó a limpiar su cuerpo cuando una pícara idea le llegó dejó salir una sonrisa maliciosa.