Ironías de la imaginación
─ ¿Seguro qué no olvido nada?, veamos…casa limpia, comida encargada, confirmar la visita, listo también, que más queda… ¡maldición! aun no les aviso a Tony y Steve.
La situación es a la siguiente John o Johnny como le dicen sus padres, es un joven común y corriente que a sus 16 años, ha decidido pasar la vergüenza de su vida…Presentarles a sus padres, a su actual pareja.
Para esto se preparó tan solo de manera física ya que la manera mental dejaba bastante que desear.
─ ¡¿Qué voy hacer?! , ¡¿Qué voy hacer?!─ se repetía una y otra vez el muchacho ─ ¿y si les mando un mensaje?, sí, eso debería bastar─ y se dispone a sacar su celular.
Mientras tanto, en unas oficinas, a tan solo 45 minutos del hogar de Johnny, se encontraban sus padres: Anthony y Steve Collins, una pareja homosexual oriunda de Boston, cuya labor era administrar la empresa de la cual Anthony era heredero “Collins Industries”.
─Entonces, qué te parece si hoy ordenamos un par de pizza, mandamos a Johnny a dormir temprano, mientras que nosotros nos divertimos esta noche─ soltó de manera lasciva Tony, mientras tenia arrinconado contra la pared a un nervioso Steve que aduras penas lograba esquivar la mirada de su amante.
─ ¿podríamos dejarlo para otra ocasión?─ preguntaba, sin éxito alguno de liberarse del agarre de su pareja.
─ ¿y eso se debería a...?─ pregunto el mayor, notoriamente molesto, sin soltar a su presa.
─veras...Recuerdas la vez qué...
~~~Flash back~~~
Sus cuerpos comenzaron a sudar y se pegaban cada vez más y más. El único sonido que se oía en la habitación eran los jadeos, la agitada respiración y los gemidos de ambos.
─ ¡Steve!, ahh
El rubio tomo por el cabello a Tony y lo atrajo hasta su boca, plantándole un amoroso y fugaz beso. Tras ese instante Steve sintió como un líquido caliente lo invadía por completo, el roce del miembro de Collins daba justo en su punto de orgasmo, por lo cual eyaculó sobre el abdomen de ambos en unos instantes, los dos se sonrieron para sí mismos, cuando hacían el amor creaban un mundo donde solo ellos existían y se desconectaban del mundo exterior, ambos nuevamente iniciaron un beso sumamente largo, podrían pasar minutos, incluso horas besándose sin aburrirse.
La puerta de elevador que estaba al lado de ellos se abrió tras el sonido tan típico de “clint”, el único que iba en el era Johnny, quien al notar las puertas abiertas y lo primero que vio fue esa escena en el suelo, abrió la boca y luego puso una cara de asco, obviamente cualquier hijo lo menos que hubiera querido era ver a sus padres teniendo sexo, enseguida con la misma expresión volvió a apretar el botón de cerrar e irse del piso lo más pronto posible, todo esto no lo notaron ni un poco Steve y Tony que seguían besándose apasionadamente
~~~Fin del flash back~~~
─aps, cierto aquella vez─ hablo el moreno tras hacer memoria ─pero podríamos…─ Y fue interrumpido por el celular de Steve.
Tras el sonido del aparato Tony libera a su amante mientras que se dispone a tomar nuevamente asiento sobre su amplio escritorio, mientras que Steve se reincorporaba a su lado con el móvil ya en sus manos.
─ ¿Y bien?─ pregunta curioso.
─Es un mensaje de Johnny.
─No me digas, ¿le paso algo?, ¿lo secuestraron?─ decía desesperado el más bajo mientras corría en círculos por toda la oficina.
─ ¿Y el histérico soy yo?─ se burlaba Steve.─ Tranquilízate, no es nada malo, mira─ y le extiende el celular. El moreno le arrebata como si nada el móvil y comienza a leer en voz alta:
“Tony y papá Steve, les aviso que hoy vendrá a casa mi pareja, así que lleguen temprano para que se conozcan. Los quiere Johnny.
P.d: no metan la pata, se los suplico”
Tras la lectura del mensaje, ambos se abrazan debido a la noticia. ─Crecen tan rápido─
Decía Steve.
─Ya es todo un hombre─ mencionaba Tony.
─Es verdad─ confirmaba emocionado su pareja
─Esto lo tengo que Twittear, Steve sé tan amble de releer el mensaje por favor ─ pedía el moreno mientras sacaba su Iphone.
─“Tony y papá Steve, les aviso que hoy vendrá a casa mi pareja, así que…─ Y es interrumpido por la rotunda caída del aparato de Collins quien se encontraba estático.
─ Cómo es eso de “mi pareja”─ pregunto con un hilo de voz.
─Pues se refiere a su pareja, no es obvio─ respondía el menor confundido.
─Eso ya lo sé─ dijo notoriamente fastidiado ─mi pregusta es si es una “Ella” o un “Él”─ soltó, mientras que recogía su Iphon, del suelo.
─emm, es una buena pregunta─ dijo Steve pensativo─ la verdad no lo sé por el mensaje, el sexo de la pareja de Johnny quedo algo ambiguo, ¿y qué tiene de malo que sexo tenga la pareja de nuestro hijo?, después de todo, no tenemos moral para prohibirle sea cual sea su tipo de relación.─ mencionó serio en dirección a su pareja.
─El problema no es si Johnny mantiene o no una relación gay, el problema es el caso de que la mantuviera, es ¿quién sería quién?..
─Te refieres al pasivo y al activo─ cuestiona
─ ¡Exacto! Menciono alzando un dedo
─bueno, eso no es de nuestra incumbencia ─ sentenciaba apacible Steve.
─ ¿Cómo qué no es de nuestra incumbencia?─ le recriminaba el moreno ─imagina esto, que la pareja de nuestro babé sea un vejete sesentón, que se quiera aprovechar de la inocencia de nuestro pequeño─ decía gesticulando como todo un actor, nominado al Oscar como mejor actuación dramática.
─ ¡No, no puede ser!, tenemos que salvar a nuestro hijo─ rogaba Steve
Y tras esto, ambos padres se dirigen a toda velocidad a “rescatar” a su retoño.
Mientras tanto en el hogar de los Collins, el joven Johnny, se disponía a abrir la puerta a su “Invitado”
─Claire, pasa─ decía un nervioso Johnny mientras dejaba entrar a la chica.
─Gracias, linda casa─ decía con una sonrisa.
─gracias, emm toma asiento ─ mencionaba el joven, mientras se dirigía a la cocina, ─ ¿Quieres una soda o algo?─ preguntaba mientras se asomaba por el marco de la puerta en dirección a la sala de estar donde se encontraba Claire.
─Una soda está bien… y dime Johnny ¿Cómo son tus padres?, digo para no hacer nada que les parezca incorrecto ─ dijo apenada la muchacha.
─No te preocupes─ mencionó mientras le extendida la bebida─ los que me preocupan más bien son ellos─ dijo Johnny mientras le recorría un escalofrió.
─no creo que sean tan malos ¿o sí?
─no, no son malos, más bien son algo peculiares, Tony siempre exagera todo y tiene un poder de persuasión tal, que Steve siempre termina sometiéndose a sus ideas desquiciadas o teorías conspirativas, pero son buenas personas─ dijo esto último sonriendo.
─Se nota que los quieres─ dijo colocando su brazo sobre el hombre del chico
─Así es, después de todo descontando la condición no cualquier persona decide adoptar a un total desconocido.
─Brindemos por tus padres entonces.
Mientras tanto con Tony y Steve, ambos se encontraban en medio de un atrochamiento vehicular.
─Maldición─ decía Tony─ intenta llamar nuevamente─ mientras que el iba manejando.
─Tony, no contesta, ¿qué hacemos? ─preguntaba desesperado Steve─ Noserá que ellos estén…
─Mierda─ y Tony desesperado no encuentra más alternativa que salir corriendo del auto, para ir a “proteger” la inocencia de su hijo.
Una vez ya ambos corriendo por plena vía pública, se dirigen a toda velocidad, hacia su hogar, esquivando, y en otros casos chocando con uno que otro transeúntes.
Mientras que el hogar de la familia Collins, Johnny y Claire se encontraban muy cómodos abrazados, mientras veían una película en la sala de estar. Para Johnny la película era sumamente aburrida ya que era de esas típicas comedias románticas, pero bien valía la pena estar así con Claire.
Volviendo con Steve y Tony… Ambos al fin, habían conseguido llegar su hogar, ahora solo era cuestión de tomar el elevador hasta su piso, una vez ya instalados en el aparato, ambos case de manera desesperada marcaron en botón cuyo número era el 33.
─Vamos, vamos, apúrate─ ambos padres rogaban al aparato. Fueron los 5 minutos mas desesperados de sus vidas. Cuando por fin el ascensor llego al anhelado piso 33, los dos corrieron como almas que lleva el diablo y sin dudarlo siquiera con el haciendo acoplo de todas sus fuerzas ambos se abalanzaron contra la puerta de su hogar mientras gritaban.
─ ¡Maldito pervertido, quita tus sucias manos mi tesoro!
Tras el impacto de ambos con la puerta, se dio pie al surgimiento de la imagen más “bizarra”, en la sala de estar se encontraban unos muy asustados Johnny y Claire quienes antes de la interrupción, estaban a punto de besarse. Sin embargo debido al estruendo provocado al caer la puerta y a eso sumado a los gritos que Johnny erróneamente había atribuido al padre de Claire, no logro concretar su cometido.
Fin