Caminó por los pasillos del instituto, pensando que era bastante ostentoso, y que claramente debía serlo porque gran parte de los alumnos de el eran de familias acomodadas, los demás… todos becados, ya que por muy superficial que fuera ese instituto tenía un gran sistema de becas tanto deportivas como estudiantiles y artísticas, eso le agradaba.
Ingresó al salón de Biología, esta era su primera clase en ese lugar de aquella materia, pues la había estado evitando desde que llegó, al igual que Matemáticas y Química, pero no podía pasarse toda la vida (o en este caso el año) huyendo. Mucho menos de un par de clases tediosas.
En el primer momento en que asomó por ahí comenzaron los murmullos. Casi queriendo ser oídos, después de todo no todos los días el sub-capitán del equipo de football resulta ser homosexual ni muchos menos que de un día para otro el capitán declare serlo. Cerró los ojos de forma casi compasiva hastiado por todo aquello el no era igual a los demás –Gran cosa- el ya había intentado serlo y resultó que era peor que no serlo. El mundo era terriblemente más limitado, había reglas, códigos a seguir, mascaras, ídolos, con estatuas de niebla tan grandes que las del olimpo enormes y tangibles se veían insignificantes ante ellas, era casi una religión pagana.
Mira hacia todos lados y se sienta junto a un chico que ni siquiera se digna a mirarle o devolverle el saludo que el tan amablemente le dio. No puede ver su rostro e insiste. El chico finalmente le toma en cuenta y se alegra por ello ya que nunca le ha gustado que le ignoren.
-¿Qué tal? Mi nombre es Teddy ¿y el tuyo?- Saluda tendiéndole la mano de forma amable al pelinegro que le mira perplejo. Y tarda segundos en responder. El por supuesto al verle de frente no puede evitar cavilar en su belleza, le mira como la más inspiradora musa, como el más oscuro fetiche de un dios pagano nacido para caminar por sobre aquellos que caigan tras su belleza, extasiados, embelesados y furibundos. Examina sus facciones casi devorándole con la mirada y es que parece una dulce ninfa, revivida de un sensual cuento nórdico, un manjar de dioses, jamás había visto a alguien así y es que su belleza atravesaba mas allá de las barreras físicas, algo en su mirada, en su esencia en lo dulce de su aroma había algo mas allá de lo nato y lo no nato, antes incluso de que la belleza, y la pureza fueran nombradas de esa forma, como un nuevo y dulce afrodisíaco mezclado en chocolate, vainilla y amapolas embriagadoras y tranquilizantes, algo que le decía que ese chico, debía ser suyo.
-Mi… mi nombre es… Billy, Billy Kaplan- Respondió con temor el más bajo. El chico frente a el es bastante guapo, mas que eso, y por si fuera poco es como si la seguridad y la petulancia de un príncipe se materializaran frente a el, puede verlo en su sonrisa ladina y en el tono de su voz, que no posee miedo alguno en su timbre de voz y en su gutural pero jovial resonancia, que es el rey de algo grande, que es superior a muchos, y que es completamente consiente de aquello, no puede evitar sentirse intimado por ello, ya que aquel príncipe de su mundo, príncipe de todo y nada a la vez, príncipe de sus temores, ya que a aprendido a temerle a la seguridad de quienes ostentas mas poderío que el, básicamente porque la seguridad de ellos es el peligro de el, se siente ofuscado con su sola presencia porque ese príncipe, ese príncipe le mira intensamente como si fuese alguna especie de doncel a punto de desvirgar y el no quiere eso.
-Droga es el nombre dado a toda sustancia ya sea química o no, que provoque un cambio psicológico en el organismo, estas se dividen en Alucinógenas, depresoras y estimulantes- Recitó el maestro de Biología. Este se llamaba Loki y además de biología impartía arte y lenguaje. Era uno de los grandes prodigios de su generación (a pesar de ser bastante joven) y su instituto tuvo el privilegio de contratarle. O eso decía la página del instituto en Internet. –Muy bien quiero un informe y presentación de estas clasificaciones. Se reunirán en parejas no quiero amigos se reunirán con su pareja de butaca- advirtió el maestro.
-Creo que ahora somos pareja- Le informó al chico que de a momentos se volvía mas pálido de lo que ya era. Y es que su piel parecía terso marfil lo único que realmente no encajaba en todo su esplendor eran unas marcas. Aparentemente moretones, que adornaban zonas de su rostro y cuello. No entendía como podían siquiera dignarse a manchar ese precioso y espera virginal cuerpo, no comprende porque osan envenenarlo, tratar de marchitar su piel, no lo comprende.
-Si- Asintió sonriendo de forma bella, lamentablemente y para la ira del más grande aquella sonrisa era falsa.
Teddy Altman; 16 años, homosexual declarado y podría decirse un pacifista, hijo adoptivo de la pareja homosexual mas famosa y polémica del ultimo tiempo. Tony Stark y Steve Rogers aun así conservando su apellido.
Tal vez por la ascendencia de sus padres el porque de su pacifismo y el odio a la violencia. Su padre, Tony antes de conocer a Steve se había consagrado como uno de los armamentistas mas importantes de su época, pero al conocer al jubilado de guerra Steve Rogers y los horrores que vio y le provocó al mayor la guerra este no pudo mas que darse cuenta del terrible error que estaba cometiendo, así, comenzaron su relación adoptándole a el. Un muchacho que cayó huérfano debido a una guerra entre dos reinos enemigos los Kree y los Skruls.
Sonó la campana y el enigmático y tímido chico huyo antes siquiera de que pudiera hablarle o preguntarle sobre su trabajo. Lo único que en ese momento les unía. El se fue poco antes de que el maestro de educación física Thor Odinson, llegara gritando y riendo en busca de su compañero de trabajo, levantara al delicado moreno que suponía su profesor de biología en un abrazo fuerte y candido para luego dejarlo perfectamente acorralado entre su cuerpo y el escritorio de el salón, ignorante de el par de ojos azules que aun les observaba desde las puertas del salón. El no se consideraba como alguien entrometido, mucho menos como alguien que acostumbre de espiar a los demás aun así alcanzó a oír un “Idiota neandertal” y un intento de otro insulto amortiguado por el sonido de un beso. Fue entonces que se marchó.
-Oh por favor Bart en verdad quiero conocerlo- Reclamó el capitán del equipo de Football.
-¿¡cuantas veces tengo que decirte que no!?- gritó exasperado el pelinaranjo. En serio no era fácil sacarlo de sus casillas, el, dentro de toda su hiperactividad respectos a ciertos ámbitos, como lo eran el carácter y la irritabilidad, se consideraba alguien sereno e incluso estoico. Pero la insistencia de su moreno amigo, unido a que aquella insistencia estaba ligada al pequeño y frágil Tim le ponía de muy mal humor. Para el, todo lo que al ojiceleste concernía solo podía ser tratado por el, Tommy y su hermano. Tim era prácticamente suyo, ellos lo habían visto primero, ellos se fijaron en el cuando todos los demás solo lo hacían para lastimarlo, ellos entraron en su mundo a sabiendas de que aquello era peligroso y casi un caso perdido, de que saldrían lastimados porque Tim jamás los querría como ellos deseaban, fueron ellos, y el que ahora el todopoderoso Conner Kent apareciera de la nada reclamando a Tim como alguien más dentro de sus gloriosos dominios, no era justo, simplemente no era justo.
-Bart te lo voy a poner más claro voy a conocer a Tim- Le advirtió –si te lo estoy pidiendo es solo porque eres mi mejor amigo y te quiero- dijo revolviendo el cabello de su amigo –pero ese chico realmente me gusta y créeme cuando te digo que no me voy a rendir por nada- Bart simplemente se rindió, en verdad que no era justo.
-Esta bien…- Dudó un poco –pero hay algo que tienes que saber de el- Advirtió –y si aun quieres salir con el después de eso estas en tu derecho- En verdad que no quería hacerlo, no quería decirle nada de Tim, no quería que se acercara a Tim, mucho menos que se dispusiera a comenzar una relación con el. Pero siempre, desde que recordaba, en lo que a Conner Kent concernía no había nada que se interpusiera en su camino, mucho menos el.
-Creo que me inscribiré en algún club- Mencionó Tim mientras distraídamente ponía su tenedor con fruta en la boca de Billy. Era, por lo menos por sus amigos, bien sabido la obsesión que Tim tenía con la alimentación de Billy.
“Los individuos que poseen el SDA tienden a ostentar una serie de habilidades de carácter prodigioso pero aun así no logran enfocar su concentración en temas que no le interesen, estos intereses suelen ser los mismos de quienes sufren de obsesividad compulsiva y sus habilidades se pierden en estas obsesiones”.
-¿Qué te parece atletismo?- Preguntó Tommy esperanzado, puede que no lo demostrase más allá de lo físico pero realmente amaba a Tim y la idea de pasar más tiempo con el le parecía realmente maravillosa.
-La verdad… ya me inscribí en uno hoy en la tarde lo are en el otro que me interesa- Confesó sin darle mucha importancia a la expresión de decepción de su semi novio.
-¿A si, en cual?- Preguntó Billy antes de que Tim le diera ahora un tenedor con un trozo de panqueque de manjar.
-Ayer me inscribí en club de arco y flecha, hoy me inscribiré en el de cocina- Terminó Tim para darle otro trozo a Billy.
-¿Y por que ahora este repentino interés en unirte a un club?- Preguntó Tommy un poco molesto por la decisión de Tim.
-El doctor Banners le dijo a mi hermano que un club e interactuar con más jóvenes que ustedes y Bart seria bueno para fomentar mis capacidades sociales- Recitó casi de memoria.
-¿Tu doctor? Ese hombre me da miedo según se. Tiene más problemas que cualquiera de sus pacientes el otro día apareció en el noticiero porque golpeo a uno de sus amigos en un restaurant de lujo. Imagínate que el hombre al que golpeo es el novio de Tony Stark- Comentó Tommy, y es que de los tres (sin contar a Bart) este era el más cotilla.
-No lo se es amigo de mi hermano y fue amigo de Bruce según tengo entendido es un poco volátil pero Bruce decía que era una buena persona- Hizo una pausa para recordar –según recuerdo nos visitaba una vez por semana para llevar mi tratamiento y poder pasar tiempo con Bruce y Dick. Mi hermano dice que es como de la familia- Agregó Tim.
-Oh lo siento- se disculpó el peli blanco, Tim lo miro confundido.
-No veo porque no me has insultado en lo más mínimo-
El almuerzo siempre pasaba de forma normal, hasta que claro se dedico a pasar su hora del almuerzo viendo y admirando a Tim mas de lo que comió (después lo sufriría)
Miró a Tim y luego a Bart. Este ultimo tenia el ceño considerablemente fruncido, tal vez porque pensaba que al contarle todo sobre Tim desistiría en tratar de conquistarle. Obviamente se equivocó, ahora le desea mas, quiere confortarlo, abrazarlo, y enseñarle a amar por supuesto aquello por sobre todo.
Se levantó dispuesto a hablarle asumiendo claro, el temor producto de los nervios que aquello le provocaba.
-Buenos días- Saludó cortés –No se si aun me recuerdas- Dijo con temor bien contenido. Pero anhelando la respuesta por sobre cualquier cosa.
-Claro, Conner Kent- Recordó –Y creo haberte dicho que no te molestes porque no volveré a meterme en tu camino- Puntualizó.
-De hecho vengo por todo lo contrario- Respondió –Mañana mi equipo va jugar las preliminares y quería, bueno me gustaría que estuvieras presente- Terminó evitando la mirada espantada de Billy junto a la reprobatoria y cargada de odio de Tommy. Luego volteo la vista hacia su mesa donde su nuevo amigo Teddy le miraba con gesto suplicante, dio la vuelta nuevamente y le habló a Billy –A Teddy también le gustaría que tú estuvieras ahí- Acotó sin interés alguno.
-No gracias, el Football no me agrada en lo más mínimo- Declaró sin sesgo ni censura el pequeño petirrojo.
-Entonces podríamos salir a comer-
-No cómo con extraños-
-Tal vez a ver una película-
-Aclaro, no salgo con extraños-
-¿Hay algo que te guste?-
-Mañana después de clase Tommy… y Bart van a correr yo estaré hay no se tu pero después me puedo hacer una hora para tu partido- Concedió mas para que aquel chico dejara de atosigarlo.
-Es una cita- Dijo y se marchó antes de que Tim pudiera siquiera rebatir aquello.
-¿Le preguntaste?-Inquirió Teddy emocionado.
-Claro- Respondió alegre –Y será mejor que no tengas compromisos para después de clase vamos a ver a los chicos de atletismo correr- Advirtió con la sonrisa bailándole en la comisura de los labios. Iba a conseguirlo, el lo sabia, no se rendiría ante nada, tendría a Tim aunque fuera lo ultimo que haga. En sus brazos, para amarlo y adorarlo, apreciarlo y poseerlo, dejarse poseer incluso entregarse.
Se estaba obsesionando lo sabia, pero no lograba evitarlo, aquello podía mas que el, Tim era todo lo que había soñado alguna vez, era dulce y fuerte, tenia cierto carisma adorable que le provocaban una necesidad imperiosa por impedir que cualquiera viera aquello en el, además claro de si mismo. Le celaba, aunque solo le hubiera conocido hace unos cuantos días. (2 días, 3 horas, 9 minutos, 17segundos y contando) ese chico despertaba sus mas oscuros y a la vez puros instintos, aquellos que habían, valga la redundancia, permanecido dormidos durante años. Solo hasta conocer la dulce melodía de su voz, el suave tacto de su piel marfilea, el exótico aroma de su perfume natural, y la dulce epifanía celestial de sus irises calipso. Hasta anhelar el sabor de sus labios, su saliva, su piel, y todo aquello que de el emanase. Todo de el. Solo para el.
Ambos se perdieron en sus ensoñaciones, hasta que la voz aguda pero melodiosa de una mujer irrumpió entre ambos, esta era la canción “Ilussive Consensus” de “Epica” o en otras palabras en celular de Teddy.
-Tonny…- Respondió el menor de los Stark-Rogers.
-¡Hijo ¿Qué tal? Adivina…!- Gritó de tal forma que hasta en el instituto continuo se oyó (Carisma Stark).
-Adivino…- Repitió sin ánimos.
-Adivina quien será tu nuevo maestro de historia- Cantó infantilmente el magnate.
-Oh por Dios dime que no serás tú- Rogó más a los Dioses que a su padre.
-No- Consoló –Y no es tan genial como tu queridísimo Tony Stark pero tiene lo suyo- Dijo lo ultimo con un tono de lujuria que hasta Conner pudo percibir. – ¡Así es…. mi sexy capi…!- Volvió a Gritar.
-Oh Zeus…- fue todo lo que alcanzó a articular Teddy.