A través del cristal
Los atardeceres solían verse de mejor manera a sus ojos cuando se colocaba cerca de la ventana de su habitación, donde todas las tardes podía divisar a aquel hombre un poco más maduro en edad en comparación con la suya.
Su complexión era un poco robusta, cabellos castaños y unos ojos de color oscuro, y su andar era tranquilo pero seguro, lo cual con el paso del tiempo desde que lo vio por primera vez se fue convirtiendo en su perdición, sin embargo para el podía ser tan solo una obsesión, pero como bien dicen las cosas y el destino pueden cambiar en tan solo un segundo.
- Clint puedes venir un momentos.- su Madre acaba de llamarlo pues siempre que le hablaba en ese tono sabía que era para pedirle un favor.
- Dime Madre.- el rubio ya se encontraba frente a su Madre.
- Necesito que vayas a ver al Dr. Banner y le entregues estos papeles.- Clint extendió la mano para recibir un sobre donde venían todos los documentos.
- Si Madre, ahora mismo iré.
Clint no había encontrado momento más perfecto para poder cruzar palabra alguna con aquel que hacia unos cuantos meses le había comenzado a robar toda la razón, por lo que contento se dirigió a la cada del Dr. Y con un nerviosismo muy característico de el llamó a la puerta, recibiendo una contestación de alguien en su interior.
- ¿Quién es?.- esa voz podía reconocerla a distancia, lo que provocó que su cuerpo se quedara completamente tieso.
- Soy Clint Barton….y he venido a dejar algunos documentos.- Banner era conocido por lo retraído que era, por lo que siempre evitaba todo contacto externo que no fuera por parte de sus colegas, pero al abrir la puerta quiso despachar de la manera mas cortés a aquella persona, más sus ojos se miraron de manera detenida e inquisidora provocando en cada uno un silencio interno incómodo.
- Pasa por favor, no quiero ser descortés.- y abriendo completamente la puerta le dio el libre acceso, mas el rubio al pasar pudo notar cada detalle de la casa donde Banner vivía y de la que muy pocos conocían, paso hasta la sala donde sus ojos no dejaban de admirar el exquisito gusto que tenía por la ciencia.
- Oh si lo siento, aquí esta lo que le manda mi Padre.- Clint extendió los brazos depositando sobre las manos de aquel el sobre.
- Muchas gracias, pero pasa siéntate, es raro que yo reciba visitas tan gratas, por eso me gustaría que te quedaras un momento a tomar una taza de café.
- Claro.- el rubio sonrió, algo en su interior hacia que la felicidad complementará toda aquella visita.
Pasaron a la sala y Banner preparó algo de café para después dirigirse con todas las cosas preparadas.
- ¿Cuántos años tienes Clint? ¿Puedo llamarte así verdad?
- Oh si, no hay ningún problema, y tengo apenas 22 años.- el Dr sonrió, pues con esto se daba cuenta que le llevaba unos 8 años, pues el ya contaba con los 30 años.
- Y dime, ¿tienes el mismo interés que tu padre por la ciencia?
- Me agrada pero no es mi pasión, me gusta más el deporte, el tiro al arco para ser mas precisos.- Bruce sonrió ante el comentario.
- Ohh ya veo, si algún día llegas a tener interés por la ciencia podría ayudarte, aunque se que tu padre podría enseñarte muy bien.- Clint se percató de que había echado a perder el momento de estar cerca de el.
- Claro que me gustaría aprender algunas cosas Dr Banner.
- Dejémonos de formalidades, puedes llamarme Bruce.- el rubio sintió el rubor subir pronto a sus mejillas.
- Está bien Bruce, ahora debo irme, pero me gustaría poder venir por algunas clases de ciencia.
- Claro espero verte pronto.- y tomo la mano del rubio en un roce apenas.
Y desde aquel día por alguna extraña razón todos los días iba a la casa del moreno, quien siempre lo recibía con una sonrisa gustoso y dispuesto a enseñarle ciencia, mas el menor se había percatado de algunas ocasiones en que si se encontraban haciendo alguna mezcla en un matraz o en un tubo de ensaye, este terminaba por colocarse en su espalda sujetando entre sus manos la reacción en modo de abrazo al rubio, lo que siempre terminaba dejándole más coloradas las mejillas de lo que ya las tenía.
Pronto ambos se fueron acoplando a la manera de ser el uno del otro, haciendo más necesaria la presencia diaria el uno del otro, más una tarde Clint se colocaba haciendo una reacción con algo de ácido sulfúrico llamando la atención de Bruce, quién ya acostumbrado a la situación se coloco tras la espalda del menor rodeándolo con sus brazos, lo que provocó que el menor girar sobre sus pies quedando a escasos metros de los labios del moreno.
- Bruce.- el que el rubio hubiera pronunciado su nombre rozando sus labios provocó que este quisiera hacer lo que tanto tiempo atrás su mente había planeado.
- Clint yo lo siento.- estas palabras no lograron encajar en ese momento en la mente del rubio, pues no sabía porque le pedía una disculpa, más lo supuso al sentir los labios del mayor sobre los suyos.
Apenas si el contacto había sido un roce casto, más el moreno apretó más sus labios sobre el rubio, para empezar a mover sus labios, pidiéndole permiso a su boca para que le diera paso a que se encontraran sus lenguas, más el rubio se quedo en estado de shock, pues si bien su intención era esta, el hecho de haberse imaginado alguna vez con el, en este momento la realidad rebasaba a la imaginación, más correspondió al paso que el mayor imponía pues abrió su boca dándole paso a su lengua que al encontrarse comenzaron una danza desencadenando la pasión que ambos traían escondida, las manos del moreno se colocaron sobre las caderas del menor atrayéndolo más a su cuerpo y por inercia el menor rodeo con sus brazos el cuello de este para profundizar cada vez más aquel contacto, que poco a poco pasó de ser romántico a uno que desbordaba lujuria, pues Bruce comenzó a besar el cuello del menor dejando algunas marcas sobre la blanca piel de este.
Los jadeos comenzaban a escucharse en aquel laboratorio donde pasaban horas extenuantes practicando infinidad de experimentos, Bruce comenzó a recostar sobre la mesa a Clint, que en cuanto sintió la mano fría del moreno recorrer su piel, se estremeció, trayéndolo de vuelta a la realidad.
- Yo lo siento.- Clint se levantó de la mesa alejando a Bruce de su cuerpo.- no era mi intención, tengo que irme ahora.
- Clint por favor espera.
Más el menor no le dejo explicar nada y salió de la casa del mayor acomodándose apenas como podía su camisa, mientras todas las imágenes y sensaciones recién vividas aparecían en su mente, provocando un ligero sonrojo, como es que había provocado de esa manera a una persona tan recta y más aún un colega de su padre.
Llego a su casa, y lo primero que hizo fue buscar su arco y salir al área especial que su padre había hecho para que el practicara su mayor fascinación, y de un momento a otro se vio tirando flechas a lo tonto, más su puntería no cambiaba en absoluto, su madre lo notó algo alterado más solo se limitó a mirar.
Habían pasado ya algunas semanas y ninguno de los 2 se había buscado, pero Clint se la pasaba más deprimido cada día por lo que su madre se preocupo y decidió preguntarle y romper con el martirio silenciosos que cargaba su hijo.
- Clint, dime con toda honestidad que es lo que tienes, no me gusta verte de esta manera, y lo que sea estoy dispuesta a ayudarte.- Clint miró fijamente la mirada dulce de su Madre.
- No entenderías Madre, y no quisiera que juzgaras mis acciones más de lo que mi consciencia ya lo hace.- su madre entendió en ese momento que era un asunto más delicado de lo que se imaginaba.
- Cualquier cosa que sea tu problema no me importa, yo te ayudare.- Cint en ese momento miro nuevamente a su madre quien le dio la confianza para poder expresarse.
- Madre estoy enamorado, y soy correspondido, pero se que ese amor no esta permitido y nadie podría entenderlo.
- ¿Quién es el afortunado?.- Clint iba a responder inmediatamente, pero noto como su Madre se refería a un el.
- Jamás dije que fuera un hombre.
- Pero lo se, y me imagino quien es, pero me gustaría escucharlo de tus propios labios.
- Es el amigo de mi Padre, el Dr Bruce Banner, he estado asistiendo a clases con el de ciencia y la verdad me siento muy a gusto con el pero.- dejo las palabras al aire como si pensara si decirle a su Madre el último incidente.
- No te preocupes hijo me imaginaba que era el, con respecto a tu Padre seguramente el ya lo sabe pero no ha querido comentarte nada precisamente por el mismo detalle esperando a que tu lo hagas.
- Como dices? Mi Padre sospecha de mis sentimientos?, pero como es posible eso?
- Yo no me preocuparía por esa situación, mas bien preocúpate porque el día de hoy viene a cenar el Dr Banner así que tu veras como será esta situación.- su Madre salió de la habitación dejándolo muy pensativo.
Se recosto sobre la cama mirando el blanco techo mientras sus pensamientos se dirigían varias posibilidades, pero en cuanto supo aquella noticia no había dejado de temblar por el nerviosismo, y si su moreno lo odiaba?, o si quiera lo ignoraba, el no quería eso pues sus deseos eran otros, lo quería demasiado pero no sabia como expresar sus emociones.
El tiempo paso rápido haciéndose demasiadas conclusiones pero sus pensamientos se vieron interrumpidos por el grito de su Padre para indicarle que se apurara porque ya estaba por llegar, así que tomo un baño rápido y se vistió lo mas presentable que se podía con unos pantalones negros satinados y una camisa en un tono morado claro que dejo desgajada dándole un toque sensual, y los botones superiores los dejo desabotonados dejando un poco a la vista su blanco pecho.
Se dispuso a bajar la sala, mas cuando escucho la voz del colega de su padre se tenso un poco, pero frente a los ojos de sus progenitores debía hacer un esfuerzo por parecer lo mas normal, así que al llegar frente al que le robaba horas de sueño solo atino a extenderle la mano y hacerle una ligera mueca apenas en una sonrisa cortes, a lo que el moreno correspondió de la misma manera pero el toque de sus manos fue una ligera caricia para sus corazones.
- Pasemos a la mesa.- su Padre noto algo en aquellas miradas mas no dijo nada.
La cena se había limitado a una conversación de algunos experimentos que tenían en mente, algo muy adelantado y descabellado para lo que la ciencia les tenia preparado, pero así era la ciencia gracias a eso se habían tenido grandes avances, mas su conversación se vio interrumpida por una llamada telefonica.
- Bruce diras que soy muy mal anfitrión pero debo retirarme ahora, mi hermana acaba de tener un accidente y debo ir de inmediato.
- Vamos te acompaño.- la Madre de Clint se levanto también de su asiento.- debo disculparme también.
- Yo también iré con ustedes.- Clint se disponía a irse con ellos.
- No es necesario tu quédate y por favor terminen de cenar, Bruce te quedas en tu casa y con un excelente anfitrión.
No se dijo mas y los 2 salieron del lugar rumbo al hospital dejando ahora a Bruce y a Clint en un silencio incómodo.
- Pues creo que es mejor que me vaya.- Bruce se levanto del lugar, pues empezaba a sentir la tensión en el lugar.
- Bruce no te vayas.....yo quiero aclara aquella situación.- el rubio tomo todo el valor que tenia y rodeo con sus brazos por la cintura al moreno quedando su espalda sobre su pecho.
- Clint porque te gusta atormentarme de esta manera?
- No es mi intención, pero todo en mi es una confusión, tu ocasionas que mis emociones se descontrolen, te amo y desde ese día no he podido dejar de pensar en ti.- el rubio se puso enfrente de el y lo miro directamente a los ojos.
- Clint, yo me siento igual, pero tu me confundes mas, primero dandome entrada a una relación y luego yendote sin decirme ni una palabra.- el moreno tomo entre sus manos el rostro del rubio, haciendo que se miraran a los ojos.- me enamore de ti cuando te observaba a través del cristal de tu habitación.- y sin mas tomo aquellos labios en un beso tierno, tranquilo pero que demostraba todo el sentimiento que tenia en su interior guardado.
- Bruce te amo.- sin mas volvió a tomar sus labios en un beso mas apasionado.
- Te amo Clint, debemos formalizar esto, te gustaría ser mi novio?
- Nada me hace mas feliz que eso.
Y sin mas volvieron a besarse sin saber en que momento el sire se hacia necesario en cada uno.