Mas claro que el agua
Jamás había visto una mirada como la suya, todas las mañanas al ir a correr para ejercitarse empezaba a agarrarle gusto a ese deporte ya que después del accidente que había tenido usaba un artefacto en su pecho que lo mantenía con vida y ahora era necesario que hiciera ejercicio para poder mantener su sangre limpia, al principio todo esto le molestaba pues no era muy dado a correr, pero había encontrado una gran motivación en un hombre rubio, de ojos azules y un cuerpo muy bien formado al que se encontraba todas las mañanas corriendo, pero que esta vez como todos los días esperaba encontrarse, pero ya estaba decidido a romper nada mas el encuentro de solo miradas y sonrisas, y ahí lo divisaban sus ojos, venia corriendo, el ya se había acercado al bebedero, y a paso rápido se acerco al bebedero encontrándose sus ojos y la típica sonrisa complaciente.
- Hola como estas? Mi nombre es Anthony, vienes diario a correr también no?.- aquellas palabras habían sido las mas estúpidas que habían salido de sus labios.
- Mi nombre es Steve, y si vengo diario, de hecho creo que nos hemos encontrado infinidad de veces por estos lugares.- y esta vez el rubio le extendió la mano para estrechar la suya tranquilamente.- No te gustaría tomar un café, acaban de abrir una nueva cafetería.- Tony se sorprendió, pues el se suponía que debía ser quien haría esa propuesta, pero en el fondo estaba contento pues demostraba que había un poco de interés hacia su persona.
- Claro, porque no?
Y ambos se dispusieron a ir a la famosa cafetería y a decir verdad no estaba tan lejos, eran apenas unos escaso 5 minutos de donde siempre acostumbraban correr, era un lugar un tanto lujoso, entraron y pidieron una mesa algo apartada de la vista de la mayoría a petición de Tony, pidieron unos cafés capuccinos con algunas galletas especialidad de la casa. Platicaron de cosas que tal vez podrían parecer irrelevantes pero que en si eran importantes para cada uno.
- Y a que te dedicas?.- Tony tenia demasiado interés en saber a que se dedicaba.
- Soy Capitán de la Armada Americana, y tu Anthony?
- Llámame solo Tony, y me dedico a construir armamento para el ejército, que coincidencia que paralelamente nuestros trabajos tengan que ver.
- Si es demasiada coincidencia
- Espero algún día podamos volver a salir y conversar, me pareces demasiado interesante.- se levantaron de su lugar después de pedir la cuenta.
- Claro que si, me encantaría.
Ambos intercambiaron números y después de aquello se despidieron con un apretón de manos retirándose cada uno a sus labores, mas para Tony había sido algo exquisitamente interesante, por lo cual no se iba a quedar con las ganas de poder conversar nuevamente con el.
Pasaron algunos meses y los 2 ya empezaban a acostumbrarse a verse diario en el parque corriendo y salir en las noches los fines de semana, disfrutaban tanto de su compañía que a veces sentían que era tan necesaria como el aire.
Y es fin de semana no era la excepción se habian visto el viernes por la tarde, y ya entrada la madrugada se habian despedido cada uno, Tony fue a su trabajo el sábado o cual era raro en el.
- Le digo que quiero hablar en este momento con Anthony Stark, soy Steve Rogers.
- Lo siento señor, pero si no tiene cita no cualquiera puede pasar a su oficina.
- Yo me haré cargo del Sr, puede acompañarme por favor.- una rubia se acerco a el y lo condujo a un elevador.- siento que no o hayan atendido como deberían, soy la Srita Potts pero puede decirme Pepper, soy la asistente personal de Tony, el me ha hablado mucho de usted.
- El no me ha hablado nada de ti
- Oh ya llegamos es la ultima puerta sobre este pasillo.- fue lo ultimo que le dijo y ella camino hacia el lado contrario.
Se dispuso a caminar y al encontrarse frente a la puerta dio un repique para llamar su atención mas no tuvo respuesta por lo que se aventuro a abrir la puerta dejando ver a un moreno con u a playera de tirantes y algunas la tallas frente de si viendo algunas gráficas y estadísticas.
- No se para que llamas Pepper si tu no necesitas permiso.- Tony no se tomo la molestia para girarse y ver quien era pues realmente solo lo visitaba en esa habitación la rubia.
- Siento desilusionarte, pero soy yo Tony.- en cuanto escucho su voz solo se giro para mirar a aquel rubio.
- Steve como es que diste conmigo?
- Te sorprende?, pues déjame decirte que mas estoy yo sorprendido de saber que tu eres el dueño de las industrias Stark y jamás me lo dijiste, pero ahora quieres saber como me entere.- y Steve le lanzo una revista que traía entre sus manos en la cual en la portada se les veía a los 2 muy juntos y de encabezado apenas se leía " Acaso será la nueva conquista del magnate Stark?"
- Por eso es que siempre pido privacidad.
- Es que acaso no somos amigos como para que me hubieras confesado que tu eras dueño de todo esto?
- Dime Steve que es lo que más te molesta, que no te haya confesado que soy el duelo de todo esto?, o el encabezado de la revista?.- esas palabras descolocaron al rubio quien no había pensado ni un poco en ello.
- Porque yo me preocuparía mas por lo segundo, a menos que..- el moreno comenzó a caminar felinamente hacia el rubio, hasta quedar frente a frente a escasos centímetros de el.
- Que es lo que estas pensando?.- y sin darle tiempo a contestar acerco su rostro al suyo depositando un leve beso para después llevar sus manos al cuello del rubio.
El rubio se sorprendió ante aquel acto, pero por inercia llevo sus manos a la cintura del moreno atrayendolo mas a el, permitiendo que el beso se convirtiera de tierno a uno mas fogoso, pronto sus lenguas entraron en la boca de cada uno comenzando una danza fogosa en la que ya hasta sus manos comenzaron a prodigar por toda la piel, Tony enredaba sus manos entre los rubios cabellos mientras Steve acaricio desde el pecho del moreno hasta las caderas de este.
Pronto sintieron los miembros de cada uno rozarse lo que provoco que cada uno introdujera su mano entre el pantalón de su compañero pero sin dejar de besarse.
- Ah Steve por favor..- no pudo terminar su frase cuando un nuevo beso le arrebato todo el aliento y pronto se vio recargado sobre su escritorio con Steve encima de el.
Ambos aumentaron el ritmo de la masturbación a los miembros de cada uno, dejando oír sus gemidos por toda la oficina, pronto el orgasmo llego a cada uno, viniendose cada uno en la mano del otro, para después dejarse caer sobre el cuerpo de Tony.
- Steve es por eso que no quería que supieras mi posición.- Steve miro a los ojos a Tony sin entender nada de lo que decía.
- No te entiendo Tony.
- Yo quería ganarme tu co fianza, tu amor siendo solo Anthony y que no se metieran los medios en esto y afectaran esta situación.- Tony se recargo compungido por lo sucedido.
- Tony hace mucho tu te ganaste mi corazón, pero por favor no vuelvas a hacerme a un lado.
- Me estas insinuando que podemos tener una relación?
- Claro si tu me permites compartir de ahora en adelante una vida de pareja a tu lado.- Tony no podía creer lo que escuchaba y simplemente atrajo al rubio entre sus manos para robarle un beso tierno.
- Es lo que quiero Steve, te quiero a mi lado para amarte, protegerte y que seas mi complemento.
- Te amo Tony
- Y yo a ti Mi Capitán.
Los dos perdieron la noción del tiempo en el que se habían entregado cada uno al abrazo mas cálido que jamás habían sentido.