Al otro día las cosas parecían ir bien o al menos eso quería creer la peli rosada quien no se había separado del rubio ni un Segundo desde que comenzó el turno. Luego de una noche pensando en todo lo que había pasado en su primer día de trabajo juro que ayudaría al rubio todo lo que fuera necesario, así este estuviera en coma.
Había investigado toda la noche sobre lo que había escuchado cuando estaba en la Universidad sobre la capacidad que tienen las personas que están postradas en una cama en ese estado, según había leído era cierto todo eso de que las personas en ese estado si podían escuchar y saber lo que pasaba a su alrededor.
Sabía que el rubio durante todo este año había sufrido a causa de su esposo, lo sabía de solo ver la cara del rubio que demostrada profundo dolor algo de lo que estaba consciente de que el esposo de este sabía que lo estaba sufriendo.
-Naruto-kun- murmuro la mujer acercándose al rubio mientras se ponía a su altura y se acercaba a su oído-sé que puedes escucharme perfectamente…No tengas miedo estoy aquí para ayudarte a salir de la profundidad en la que estas metido, quiero ayudarte a salir hacia adelante- dijo cogiéndole una mano al rubio- si puedes escucharme claramente y sabes lo que digo por favor trata de mover tu mano un poco, aunque sea un poco me basta para saber que estas entendiendo.
Pasaron algunos segundos eternos para la mujer que esperaba aunque fuera un pequeño apretón de manos pero este parecía no llegar por parte del rubio, cuando iba a soltar la mano de este sintió un leve apretón haciendo que abriera los ojos y sonriera sinceramente.
-Gracias Naruto-kun por confiar en mi- dijo mientras se levantaba y se acercaba a la frente del rubio y le besaba la frente para salir de allí.
Ella misma no se explicaba cómo le había cogido tanto cariño y amor al rubio en solo dos días de trabajo, a lo mejor era porque este destilaba una aura de confianza y pureza que hacía que ella se acercara a el inconscientemente.
En una elegante oficina se encontraba un Moreno de ojos azules de unos quince años de edad sentado en una gran silla ejecutiva mientras veía el hermoso paisaje que contemplaba por las grandes ventanas que tenía alrededor.
Escucho como la puerta de la oficina era abierta haciendo que este se diera la vuelta encontrándose con una persona muy parecida a él entrando a la oficina mientras se quitaba el saco y lo tiraba a uno de los muebles del lugar
-¿Que haces aquí?- pregunto el hombre mirando fijamente a la persona que tenía delante suyo
-No puedo venir a visitarte Oto-san- dijo el ojiazul mirando fijamente al hombre que tenía frente suyo.
-Nunca lo haces… ¿Porque ahora?
-Fácil…Por lo mismo que vengo siempre- dijo el ojiazul con una sonrisa de lado
-sabes que por mi boca nunca lo sabrás- dijo el Moreno enojado mientras veía a su hijo.
-¿porque no?…siempre es lo mismo- dijo este levantándose de la mesa dando un fuerte golpe con sus manos en esta.
-y siempre va a ser igual, nunca cambiara Nenma Uchiha
-!Porque! ¿Porque nunca me dices nada de mi otro padre?…!Sasuke!- gritaba este haciendo que su padre lo mirara- lo único que se dé él es que es un Doncel, no te das cuenta que siempre he tenido ganas de conocerlo, de saber del pero hasta ahora nunca en mi vida lo he visto y los pocos recuerdos que tengo de el no puedo recordar su cara.
-Él no tiene que ver nada contigo por eso es que no lo has conocido-
-Claro que si Sasuke…Es mi padre quien me dio a Luz quien me llevo en su vientre nueve meses-
-Alguien que nos abandonó- fue lo único que dijo el uchiha.
-siempre me has dicho lo mismo, pero sabes que no te creo porque mi oto-chan no sería capaz de algo así-
-¿como sabes eso? si nunca lo has visto ni sabes cómo es-
-…-
-no sabes que decir porque sabes que digo la verdad Nenma, así que te pido que salgas de mi oficina tengo que trabajar-
-¿Trabajar? O revolcarte con tu secretaria Ino porque es lo único que haces siempre…me decepcionas Sasuke, pero esta es la última vez que te preguntare de Oto-chan porque tengo a otra persona que si me puede decir como era Oto-chan y donde esta- dijo hacienda que Sasuke lo mirara con curiosidad.
-Suerte con esa persona- dijo el Moreno tratando de ocultar su curiosidad
-Claro que tendré suerte Oto-san- dijo caminando hacia la puerta para abrirla lentamente pero antes de salir se dio vuelta para mirar a Sasuke quien ya estaba sentado en su silla ejecutiva mirando unos papeles
-Sí que eres rápido, solo te preocupa el dinero y las zorras como tu secretaria por eso nunca has tenido
una relación seria en diez años, aunque yo sé que es por otra razón- dijo sonriente mientras miraba a su padre firmemente- Sé que todavía no lo has olvidado…que todavía amas a Naruto- murmuró hacienda que su padre lo mirara con los ojos abiertos esta vez sin ocultar su sorpresa
- ¿que creías que no sabía el nombre de mi padre?, lastima si lo sé y eso se lo debo a Tío Itachi quien hoy llega a Japón de su viaje y él es la persona que me dirá donde encontrar a oto-chan- dijo azotando la puerta saliendo de allí rápidamente para ir al aeropuerto a recoger a su tío.
Quería saber de su otro padre, desde que tiene uso de razón tenía curiosidad por saber quién es el, por un beso y abrazo paternal porque sabía que su padre no era como Sasuke quien apenas lo había criado cuando pequeño, sabía que su padre era cálido y amable con todo el mundo según le había dicho su tío Itachi y estaba seguro que lo conocería tarde o temprano y sabría que paso realmente entre ellos para que su padre fuera así.
Mientras tanto en la oficina el Moreno tenía una foto de su rubio, mientras la miraba tranquilamente la foto antes de que sus ojos se bañaran en finas lagrimas
-¿porque Naruto?…Porque si yo te di todo…porque me tuviste que hacer eso si todavía te amo.