Capítulo 1
Me siento perturbado, tanto llorar viendo esa fotografía me hace latir el corazón de una forma muy extraña, apenas puedo mantener estas ganas de seguir viendo esta imagen. Eñ dolor y la amargura se apoderan de mí.
He podido sobrellevarlos la mayoría del tiempo, ser feliz y sacar a relucir una gran sonrisa; solo a veces he tenido estos pequeños asaltos de tristeza, llegan y se van así de rápido, son recuerdos. Grandes y trascendentales recuerdos, me consumen durante las noches. A pesar de ser sueños son tan reales que calan mi conciencia y corazón. El recuerdo de Sasuke fresco en mi memoria después de tantos años. Añoro que vuelva, deseo encontrarme con él una vez más, ver a sus a sus ojos y escuchar su voz llamándome como siempre lo hacía.
Sé que no hice nada, permití que se fuera, pero esa situación no podía aguantarla. Sasuke me odiaba… ¿tal vez?...Nunca sabré que cruzaba por su mente en esos momentos. Pero sus acciones me lo decían, no importa como pero siempre desee que volviera conmigo. Lo perseguí durante años, pero la situación me canso… Tan triste como acercarte a alguien y que este desee estar más lejos de ti. No podía soportar más ese dolor que venía cada vez que hablaba con él. El nudo en mi garganta acabo por ahogar mis sentimientos y decidí que era hora de dejarle ir.
Sasuke era uno de mis lazos más importantes, una de mis promesas más valiosas, pero luchar en contra de la marea era inútil. Lo que hice fue dejarle al terminar aquella pelea.
- Veo que sin importar cuanto te lo pida no volverás conmigo…-suspire con cansancio haciéndome el duro…-Buena suerte Sasuke…-Le sonreí por última vez.
- Eres un dobe… ¿Qué paso con tu promesa?
- Yo puedo prometer hacer las cosas por mí mismo y a mi manera teme, sin embargo no puedo pensar por ti ni decidir qué es lo que realmente quieres.
- …
- Luego de esto la Godaime dejara el cargo. Los viejos del consejo están arrestados y se les hará un juicio por los actos cometidos. Claro te lo aviso por tu hermano…
- Entonces tu…
- Si Sasuke. Seré el nuevo Hokague…
- Felicidades…
Termine por dedicarle una cálida sonrisa y me di la vuelta sin verle más. Supongo que Sasuke hizo lo mismo...
***
La mañana llego entre sueño y sueño, tomaba la fotografía al lado de su cama en el marco que traía desde siempre y la veía pensativo, su mirada añil era a la vez fija y perdida, traía el brillo de las lágrimas que salían, mas no su peculiar destello de luz como cuando era más joven y eso lo notaban su amigos. El estrepitoso sonido del despertador lo hizo saltar, no se esperaba que con tan pocas horas de sueño el día hubiese llegado tan rápido. Dejo el marco sobre su almohada y se dirigió a asearse.
- Sakura, ¿el informe secreto de las misiones Ambu no ha llegado?
- Sai sigue aun en el hospital ¿lo olvidaste?
- ¿Eh…? creo que si…-sonrió. Ahora se sentía más relajado, tal vez no había tenido largas horas de sueño pero si de descargo emocional. Esos momentos era lo que le ayudaban a seguir pensando que la decisión que había tomado era al menos adecuada para él y Sasuke.
- Naruto…- Le miro la mujer de arriba abajo, claro de manera no tan obvia.- Eres muy despistado.-Suspiro con cansancio para salir de aquella habitación.
- Sakura-chan… Eres mala.
Cuando la peli rosa salió el rubio subió los pies encima su escritorio. Se sentía cansado, la vida de Hokague lo tenía hastiado, era aburrida y cansada, y si no tendría la ayuda de su amiga el trabajo se le habría puesto peor.
- Papa, ya veo porque dejaste el cargo. –Miro al cielo dejándose dormir en la comodidad de su silla.
***
Abrió los ojos encontrándose encima del sofá de su despacho, cubierto con una manta mientras el viento de la ventana principal entraba sin ser detenido. Su amiga peli rosa se encontraba sentada en la silla en la cual había estado sentado con anterioridad. Se veía ensimismada sacando cálculo tras cálculo, tenía atado el cabello y traía consigo unos lentes que se le resbalan a cada rato por lo que al finalizar con la calculadora se los acomodaba una y otra vez haciéndola ver graciosa.
- Jajaja –Rio al verla- ¿Tú me trajiste aquí?- Le pregunto levantándose del sofá…
- ¿De qué ríes? ¿Te quedaste dormido o no? Siempre termino haciendo el trabajo yo sola. Y no, no te lleve ahí…Ahí te encontré dormido.
- Sakura-chan, si no fuiste tú... ¡no puede ser! ¿fantasmas?
- Que Hokague más miedoso me ha tocado cuidar. ¡No seas tonto, los fantasmas no existen!
- Como explicas que despertara en este sofá quedándome yo dormido en la silla…
- De seguro entre el sueño te fuiste ahí por más comodidad. No quieras culpar a los fantasmas.
- Te digo Sakura-chan que recuerdo perfectamente…Unos brazos que me cargaban… -Sus ojos quedaron desorbitados - Verdad…he sido yo.- Terminó sonriendo mientras indagaba mentalmente quien le había llevado hasta allá.
- Me gustaría que pasaras más tiempo terminando de asignar las misiones que inventándote cosas Naruto. Ser Hokague es más que usar solo ese atuendo. Hay que trabajar muy duro si quieres encárgate de una nación.
- Lo se Sakura… -Pensaba aun en quien le había cargado como una princesa hasta llegar al sofá. Se sonrojo un poco porque había soñado con Sasuke.
- He querido preguntarte algo desde hace mucho ¿Te aburres Naruto?
- Se ve que a ti no puedo engañarte…Solo a veces. Cuando las misiones son muy interesantes me encantaría estar en el campo de batalla en vez de en mi silla como un inútil.
- Organizas una nación, eres la cabeza y base para que nada falle. Me siento orgullosa de que hallas logrado tu sueño, ahora vívelo. La voluntad de fuego no debe extinguirse en tu corazón Naruto, porque ese es el principio para perderte a ti mismo.
Naruto la miro con una sonrisa cautivado por esas palabras de aliento.
- Gracias Sakura-chan. Eres mi mejor amiga.
- Bueno ahora manos a la obra, si terminamos iremos a ver a Sai al hospital.
- ¿Esta grave?
- No Naruto, pero callo de uno de sus pájaros a más de 150 metros de altura sobre el jutsu de madera del Capitán Yamato. Aun así tiene las costillas fracturadas y el brazo roto.
- Sai es muy fuerte.
- Hiciste bien en nombrarlo Líder Ambu. Ahora que recobro sus sentimientos no deja a nadie de su equipo atrás. Las aldeas vecinas lo han calificado como un líder fuerte y capaz.
- ¿La misión en unión con la aldea Kiragakure acabo bien?
- Por lo que oí del capitán Yamato no, pero sabes que hay muchas bandas formadas que no aceptan la alianza entre las aldeas y se la pasan atacando a gente inocente.
- La alianza fue algo improvisado y se quedó así por el gran avance que tuvo en cuanto a la paz que hemos estado buscando. Pero sé que aún no es suficiente, aunque habrá un día en el que este mundo pueda ser conocido como en el que la paz y el amor rija al mundo…Como quería Ero-senin.
- ¿Es ese tu próximo sueño Naruto?
- Si, entre otros.
- ¿Aun quieres traer a Sasuke de vuelta?
- Nunca dije que dejaría esa promesa atrás Sakura – Dijo sentándose en el sofá cabizbajo con una triste sonrisa adornando su rostro. –Deseaba darle tiempo de pensar a Sasuke, al final solo deseo que si alguna vez vuelve lo haga por su propio deseo. No quiero obligarle a que venga a vivir a una aldea que lo tiene tan atormentado con los recuerdos del pasado. Itachi me conto muchas cosas, hay todavía actos que quedaron impunes en cuanto a los viejos del consejo, pero al dar ellos mismos pruebas de que todo lo hacían con fin de proteger a la aldea Tsunade no bachan no pudo hacer más que quitarles el cargo.
- No lo sabía Naruto. Pensé solamente que lo dabas por perdido.
- Me sentí así hasta ahora Sakura-chan pero, verle de este modo me ayuda a pensar que no me equivoque en el pasado.
- Los extraño… -Susurro la kunoichi dejando caer su cuerpo sobre el espaldar.
- Yo no me he ido Sakura-chan –Rio ante esa evidencia el rubio.
- No precisamente, extraño a Sasuke, pero también al hiperactivo niño que hacia mi vida exasperante y divertida. Además… ¿qué paso con esa muletilla de Dattebayou?
- ¿Muletilla?
- “¡Sakura-chan…Dattebayou!” ¡La decías cada vez que te golpeaba imbécil!
- ¿En verdad ya no la digo? No lo había notado… ¿Es solo por eso? -Miro a la peli rosa confundido, y al encontrarse con esos ojos noto que le miraba con lastima…
- No es solo eso Naruto. Pero ya hablaremos más tarde, es mejor acabar rápido.
***
Su mirada estaba aún aturdida, abría los ojos con dificultad y caía dormido antes de siquiera ver donde se hallaba.
Pasó así más tiempo, entre la conciencia e inconciencia ya no sabía cuál era la realidad. Recordaba a su supuesto hermano, se veía a si mismo llorando, recuperando sentimientos que nunca creyó poseer de nuevo, todo gracias al rubio que creía ver en esos momentos. Era casi como tocar a una sombra que se iba y desaparecía de entre sus dedos.
- Na…ruto… - Susurro creyendo ver al rubio a su lado.- ¿acaso es otro sueño?- Se preguntó.
- Es el mundo real Sai. –Sonrió tiernamente ayudando al ojinegro a sentarse sobre su cama.
- Es verdad… ¿Y porque tengo el honor de recibir la visita del Hokague? –Sonrió al ver el mohín de rabia que había puesto por esa pregunta su querido Rokudaime.
- Que malo Sai ¿se supone que somos amigos o no?
- Oí por Sakura que estabas algo ocupado.
- Yo también y eso que aún me doy el tiempo de atenderte…
- Sakura –Dijo con sorpresa Sai al ver a la peli rosa entrar a la habitación.
- ¿Cómo te encuentras Sai? - Le pregunto la mujer con una sonrisa
- Ya mejor, aunque he dormido demasiado y he tenido también sueños extraños.
- Tus huesos están rotos, si no tuvieras esos calmantes el dolor seria insoportable.
- ¿Y los sueños?
- Eso es algo subconsciente ¿te ayudaría hablar de ellos? –Respondió la kunoichi.
- Eso depende de a quien se los cuente. Y ya que el Hokague se ha brindado a visitarme desearía que me escuche.
- Los dejo –Dijo Sakura dejando el lugar, aunque se moría de curiosidad pensando de que podían hablar aquellos dos ninjas.
El ambiente se tensó un poco, al pensar Sai que iba a decirle exactamente al rubio se colgó en sus pensamientos dejando solo a su acompañante. El nuevo Hokague solo tosió un poco tratando de recuperar la charla que se había perdido al irse la Haruno.
- Se supone que tienes algo que decirme Sai. Es algo además de tu sueño.
- Si – Susurro… - Bueno prométame Rokudaime que esta charla solo quedara entre nosotros.
- Es una promesa. – Dijo mirándole con su característica sonrisa, solo para tratar de sosegar el dolor que se veía en el rostro de su amigo albino.
- ¿Recuerdas a mí ni-san?
- ¿Hablas de Shin?
- Humm… -Asintió con la cabeza.
- Me he leído los expedientes que dejo Danzou y sé lo que paso; tú lo mataste.- Enfrento así la terrible duda que tenía ante ese acontecimiento en la vida de Sai.
- Shin tenía una enfermedad terminal que no tenía cura. La última condición que imponía Danzou como sabrás para entrar en la raíz era matar al compañero con el que habíamos vivido durante casi toda nuestra vida.
- Entonces no le mataste…
Los ojos de Sai comenzaron a brillar de una peculiar manera, estaba llorando.
- Ja, esto otra vez - Sonrió mirando las lágrimas que veía caer sobre la sabana. Mi hermano me dijo en ese momento que reprimiera mis sentimientos, pero últimamente no he sido capaz de dejar de llorar. Lo siento Naruto…
- Estoy aquí para ti, no solo como Hokague sino como amigo.
- Gracias Naruto. Aunque no era particularmente mi hermano de sangre era mi lazo más querido. Por eso me prometí ayudarte en todo lo que pudiera con Sasuke.
- Sasuke… - Ese nombre le caía mal en esos momentos.
- La unión que he tenido contigo es muy especial, casi al igual que mi hermano. Tú me devolviste mis sentimientos y esa parte mi vida que tanto añoraba.
- Si, bueno yo… la verdad solo estaba enfadado contigo por no poder captar cuán importante era Sasuke para mí.
- Lo logre al final. Sé cuánto se puede llegar a amar a una persona para hacer todo por ella.
- ¡¡¡Yo…yo no estoy enamorado de Sasuke!!! –Grito Naruto sonrojándose tiernamente, era algo que sabía no podía responder totalmente seguro.
- Hablo de mi sueño Naruto…estoy enamorándome de ti.