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NARUTO NO INU por Mirelle

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Notas del capitulo:

Holaaaa :D


Ya estamos a jueves >w< ¿y qué quiere decir esooo? :DDD Ehm... etto... .___.U ¿qué era? ¡¡lo he olvidado!! D: Ah, claro, el fik XD Ok, voy a poner la conti :)


Nos leemos!!

CAPÍTULO 13; ELEMENTOS EN EL TEMPLO

 

-Confiamos en ti. – sonrió Sasuke. – No mueras.

 

Sai les sonrió a los dos, con una sonrisa de verdad.

 

-Hace poco que nos conocemos, pero creo que hemos creado un buen vínculo. – anunció Sai. – Mi hermano solía decirme que los vínculos son muy importantes con las personas que conoces. Espero que nuestro vínculo no se rompa por culpa de una muerte.

 

-Nos veremos después. – sonrió Naruto.

 

Sai asintió y los demás siguieron adelante. El guardián, que era un chico pelirrojo sin cejas, observó a Sai con una mirada vacía.

 

-Te voy a matar.

 

-No lo permitiré. – rió el moreno.

 

-Eso ya lo veremos. – carraspeó. – Mi nombre es Gaara.

 

-Sai.

 

-Lo sé.

 

 

 

 

 

 

 

-Te dije que no tendría ninguna intención de dejarte con vida. – susurró el hombre, observando el cuerpo de la chica tendido en el suelo, lleno de sangre. – Nadie es capaz de soportar mi técnica.

 

-No… no he terminado aún… - susurró, observándole a los ojos.

 

-No te queda mucho. – el hombre pisó su pecho con fuerza y oyó con deleite su grito de dolor.

 

Sakura, con las últimas fuerzas, provocó un pequeño terremoto en el suelo y aprovechando que su atacante se había sorprendido, agarró el pie que tenía encima de su pecho y se lo apretó, torciéndoselo. El hombre gritó de dolor y ella le hizo perder el equilibrio y lo estampó contra el suelo, sentándose encima de él.

 

-Voy a matarte.

 

Apretó el puño con fuerza y empezó a atraer rocas, para protegerle el puño a la hora del impacto y provocar más dolor en el oponente. Atacó y una barrera de agua le impidió llegar hasta su objetivo; la cara del hombre.

 

-Mierda…

 

-¡No te creas tan lista! – el guardián invirtió posiciones y la estampó a ella sobre el suelo, quedándose él encima. Hizo los mismos movimientos que Sakura y creó un puño de agua. Atacó y ella se defendió de la misma manera, creando un escudo de piedras.

 

-Tú tampoco te creas especial. – escupió, sonriéndole. Por los labios le caía un hilillo de sangre, que se perdía en su camiseta manchada y sucia.

 

-¿Por qué has decidido quedarte tú? – preguntó el hombre. Ella sonrió.

 

-Por qué soy la que menos lazos comparte con ellos.

 

-¿Y morirás para dar tiempo a alguien que ni siquiera te tiene en cuenta? – rió irónico el guardián. Ella asintió.

 

-Sí, porqué he nacido con el poder de la tierra, que defiende a sus compañeros.

 

La frase pareció volverla más poderosa. Entonces, intercambió posiciones de nuevo. Cuando el guardián se protegió la cara para defenderse de un futuro puño, ella tocó el suelo y susurró un hechizo. Millones de piedras punzantes se clavaron en la espada de su oponente.

 

-¿Sorprendido?

 

El hombre la observó unos instantes con una sonrisa sincera y después murió.

 

Sakura se dejó caer encima de la roca, cansada.

 

 

 

 

 

 

-No lo haces nada más. – aseguró Gaara, corriendo en círculos alrededor del moreno. Sai estaba ya lleno de magulladuras, apoyándose en su espada clavada en el suelo para poder resistir. La velocidad de ese hombre era terrible y algo le dijo que su elemento era también en del viento.

 

-¿Por qué te has quedado? – preguntó el pelirrojo.

 

-Ya te lo he dicho. Voy a protegerles. – susurró.

 

-Bien, entonces morirás protegiéndoles.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Kakashi, Arada, Sasuke y Naruto seguían caminando, pero estaban intranquilos.

 

-Tengo miedo por Sai. – confesó el rubio.

 

-No tiene demasiadas posibilidades de ganar. – se lamentó Sasuke, observando triste a su espalda.

 

-Sai no lo conseguirá. – sentenció Kakashi. – Estoy seguro de que no.

 

-¿Por qué le habéis dejado si sabíais eso? – preguntó el enfermero.

 

-Él quería…

 

-Pero no es justo que le dejéis morir solo. – explicó Arada, un poco preocupado. – Creo que alguien debería ir a ayudarle. Si como habéis dicho es imposible que gane, alguien debería ir allí a…

 

-Está bien. – gruñó Kakashi. – Tú ganas.

 

-¿Yo?

 

-Iré con Sai. – exclamó el de pelo blanco. – Arada, quiero que cuides bien de estos dos chicos, ¿de acuerdo? – el moreno asintió. – Si se os aparece el enemigo, quiero que corráis hasta donde me encuentro yo.

 

-Pero Kakashi…

 

-Nada de peros, Naruto. Arada tiene razón. No soportaría ver morir a mi alumno. – dijo, por fin, sacándose un gran peso de encima. – Seguid y con suerte llegaréis antes de que lo haga Madara.

 

-Confiamos en ti. – aseguró Sasuke. – Cuando acabes, venid los tres con nosotros. – con “los tres” se refería a Sakura, a Sai y al mismo Kakashi. El profesor asintió confiado y se marchó corriendo por el lugar en el que habían estado caminando. Esperaba poder llegar a tiempo.

 

Naruto por su parte, no tardó en reprocharle a Sasuke su respuesta.

 

-¡Eres estúpido! – gritó. – Sai nos dijo que Kakashi era como un as en la manga. Una buena carta para usar en un momento difícil. ¿¡Qué haremos ahora si se nos aparece en enemigo, eh!? ¿¡Has pensado acaso en eso!?

 

-Pero Sai…

 

-¡Sai nada! ¡Ahora lo más importante eres tú! – gritó a pleno pulmón. Sasuke se sonrojó levemente.

 

-Pero él…

 

-Cállate.

 

Naruto siguió andando sin decir nada más. Sasuke le siguió en silencio y con la mirada gacha. Detrás de éstos iba Arada, observándoles un poco confuso. Adivinó que lo más sensato sería guardar silencio y eso fue lo que hizo.

 

Los tres siguieron adelante hasta llegar a la última puerta del templo. Era la más grande y era de metal pero aún así brillaba un poco. El último guardián les esperaba en la entrada. Naruto observó a Sasuke y observó a Arada con una mirada demasiado seria para ser suya.

 

-Esta vez me quedo yo. – anunció.

 

-Pero Naruto, Madara…

 

-¡No me arriesgo a que Madara llegue aquí y te encuentre en la entrada! – gritó, sin dar tiempo a quejas. – Prefiero luchar con Madara cuando llegue a dejarte a ti aquí, expuesto.

 

-Yo podría…

 

-¡Tú nada, Sasuke! ¡Vas a entrar en el maldito templo, vas a recuperar la esfera y vas a salir a buscarnos a todos nosotros! ¡Y Arada contigo!

 

-Naruto…

 

-Sasuke… - interrumpió el mayor. – Naruto tiene razón. Vamos a ser rápidos cogiendo la esfera y vamos a salir a buscarle, ¿vale? – el moreno seguía negando, así que Arada le tuvo que agarrar de los hombros para intentar que caminase.

 

Sasuke se cogió al brazo de Naruto y no se quería separar.

 

-Es hora de que el perro camine sin su amo, Sasuke. – dijo sonriendo. – Te espero aquí mismo.

 

Arada finalmente pudo separar a Sasuke de su agarre con el rubio y se lo llevó hasta la última sala del templo. Sasuke seguía observando atrás, observando a Naruto que ahora se acercaba a su nuevo enemigo.

 

-Mi nombre es Yamato, y mi poder el de la madera. – explicó el hombre.

 

-Encantado. Yo soy Naruto y mi poder es el del viento.

 

 

 

 

 

 

 

-Ahora volveremos a por él. – le susurraba Arada a Sasuke. –Ya verás como no le pasa nada.

 

-Pero… Naruto…

 

-En serio, no te preocupes. Vamos a coger la esfera, venga.

 

La sala a la que acababan de acceder era redonda, y tenía un pequeño altar en el centro. Allí estaba el cofre donde supuestamente debía estar la esfera. En las paredes había muchos grabados en color sobre una gente que cogía la esfera de la madera y la escondía en este templo, dejando a unos guardianes capaces de protegerla durante generaciones.

 

Sasuke se acercó al altar, seguido por el mayor.

 

-¿Está en el cofre? – preguntó el mayor.

 

-Supongo.

 

El moreno se acercó al cofre y lo abrió, observando dentro de él la esfera marrón brillante que contenía.

 

-Todo este dolor… ¿por algo como esto? – se preguntó Sasuke.

 

-Es preciosa…

 

-Ahora debemos cogerla y lle… ¡¡¡¡!!!!

 

 

 

 

 

 

 

 

Tras una hora de pelea, Naruto lo estaba comprendiendo; de nada servía el poder del viento contra el poder de la madera. Por más golpes que le daba el hombre no parecía inmutarse. La madera a él le causaba heridas o rozaduras pero los golpes de viento eran ineficaces contra Yamato. Era auténticamente frustrante.

 

-¿No te vas a rendir? – preguntó el guardián.

 

-¡No hasta vencerte!

 

Yamato envió una lanza de madera hasta su oponente, empujando a Naruto y apartándole de él. Ante la frustración, a Naruto se le estaban acabando las ideas. Finalmente, recordó algo capaz de poder dañar a su oponente.

 

Se apartó del campo de batalla y se sacó la mochila, rebuscando en ella el arma que se había comprando junto a Sai, la espada. La sacó y la empuñó con fuerza. De ésa fuera sí podía fiarse.

 

-Voy a acabar contigo. – a continuación, corrió hacia el guardián preparado para cortar la madera cuando fuese necesario.

 

-¡No podrás conmigo! – gritó el hombre, alargando su propio brazo y conviertiéndolo en madera. – Mi cuerpo entero está compuesto de madera. – Y por eso sus ataques no le habían hecho ni cosquillas. ¡Maldito monstruo! -  ¡No tengo puntos débiles!

 

-¡Kiah! – y con ese grito, cortó el cuerpo de Yamato en dos.

 

-¡Naruto! – Kakashi acababa de llegar con una muy herida Sakura en brazos y un muy herido Sai agarrado en la espalda. Kakashi también parecía estar bastante herido.

 

-Maestro Kakashi… - susurró, más alegre.

 

-¿Dónde están Sasuke y Arada? – preguntó, confuso.

 

-Están en la sala… principal… están buscando la esfera. – dijo, con una sonrisa confiada. Estaba seguro de que su profesor le felicitaría, pero en vez de eso le abofeteó.

 

-¿Qué…?

 

Kakashi acababa de abofetearlo y Naruto no pudo más que mirarle sin comprender y acariciar su mejilla, roja por el golpe. Oyó unos pasos acercándosele. Centró la mirada detrás del mayor y pudo ver a dos figuras acercándoseles. Se trataba de Minato y de Kushina, sus padres. Detrás de ellos venían un grupo más de magos poderosos y de maestros.

 

-¿Qué ocurre…? – preguntó, un tanto asustado por la presencia de tanta gente.

 

-Arada es…

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Y hasta aquí :)


Waw, creo que por fin he aprendido a hacer capis largos, no?? XD


Sí, soy muy dramática. Creo que este capi me ha quedado un poco dramático, pero... ¿les ha gustado? :D ¿Y qué creen que pasará ahora? >w<


Recordad que el próximo capi será el penúltimo del fik. ÓwÒ


Nos leemos el próximo domingo!! >w< (que aunque sea fiesta, yo estaré aquí, dándolo todo por vosotros ;P)


Próximo Capítulo: Capítulo 14: Madara en el templo


Y finalmente decir que normalmente suelo hacer un fik de navidad a pesar de no sentir nada por esta fiesta... Creo que este año no haré ningún fik. Dicho esto...


¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD Y NOS LEEMOS EL DOMINGO!!!!


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