.:Capítulo 4:.
.:Punto crítico:.
El rubiecito fue feliz hasta la cocina, vio a Sasuke sentado en una silla peleando con un cuchillo y unas patatas con un mohín de furia y se acercó hasta ese pequeño manojo de ira para saltar a su cuello dándole un abrazo cariñoso.
- Hola Sasu-Sonrió frotando su mejilla contra el azabache que dejo de hacer lo que hacía para tratar de zafarse de aquel molesto rubio.
- Suéltame Usaratonkachi-Dejo el cuchillo de lado para que no ocurriera ningún accidente como le había indicado su madre.
- Nee, neee ¿Y ya averiguaste lo que te dije?
- Yo…etto, pues podría decir que averigüe unas cosas…
- ¿Entonces ya sabes a lo que mi hermano se refería?
- Lo único que logre sacarle a Itachi no me da muchas pistas y deja poco a la imaginación.
- ¿De que hablas?- El pequeño rubio le miro de costado sin entender.
- Mi hermano no le llamo hacerlo, al parecer la palabra que utilizo es “sexo” Tambien averigüe es que es algo para comer muy muy delicioso.
- ¿Comida?-Dijo el rubiecito no muy conforme con la respuesta de su amigo pelinegro.
- Eso me dijo mi ni-san
- ¿Y tú crees que haya para comprar? ¡Si es tan delicioso como dicen debemos probarlo!
- No lo sé Dobe-Murmuro pensativo el morenito dando vueltas por la cocina.
- Entonces hay que averiguarlo nosotros Dattebayou.- ¡Vamos a la tienda!
- Tenemos que preguntarle a mi mama para salir a algún lado
- Mejor digámosle si nos compra ella.
- Bien, vamos a preguntarle.
***
En la habitación de Itachi un pequeño rubio no se creía lo que le decía su torpe pseudo novio.
- ¡Estás loco pedazo de idiota o ya se te zafo un tornillo!
- Cálmate Dei
- ¿Qué me calme?-Dijo enfurecido sacudiendo al moreno por los hombros.- ¡Me estás diciendo que contamino la mente de mi hermanito con perversiones y debo estar tranquilo!
- La verdad no-Se enojó Itachi- Pero yo tampoco he podido. No sé cómo se enteró tu pequeño hermanito de lo que te pedí y tampoco sé porque se lo contó a Sasuke ¡ahora tengo a mi pequeño Ototou hostigándome con preguntas que no sé cómo responder!-lloro en las piernas de un rubio pelilargo que ya entendía por donde iba la perdiz.
- Etto…entonces la otra noche que soñé… ¡lo dije en voz alta!... por eso mi hermanito estaba preguntándome…
- ¿¡Deidara tu que!?
- Sumimasen, Sumimasen, Sumimasen, Sumimasen, Sumimasen-Grito de rodillas el rubio pelilargo mientras Itachi le veía hecho una furia. El moreno lo tomo de las manos y lo arrojo a su cama sentándose encima del rubio y acercándose mucho a su rostro.
- ¡Me llamaste pervertido, me hiciste quedar como un idiota frente a mi hermano, tuve que faltar a clases y hacerme el enfermo ante mi madre y además me dormí en la bañera anoche!
- ¿¡Que no estabas enfermo!?
- Todo fue un show para no tener que encontrarme con mi Ototou- Bufo-¡Si para nuestros padres es tan difícil decirlo siendo adultos para nosotros que!
- Yo…
El pequeño moreno sonrió por un momento recordando un pequeño detalle que se le había ido.
- ¿Y qué fue lo que soñaste?
- ¡¿Yo?! Ah…ah…ehhh ehhh
- Si y luego le siguen la i, o y u… ¡Vamos Dei dime!
- Solo…yo solo…
- Para que gritaras lo que ocurrió ese día no debió haber sido algo muy sano.-Se acomodó mejor sobre el rubio cogiendo sus manos sobre su cabeza.
- Solamente soñé acerca de ese día ¡no soñé nada malo!
- Hum…Mentiroso
El moreno vio más a fondo al pequeño que se hallaba frente a él, sus mejillas sonrojadas, su largo cabello desparramado sobre su almohada, sus ojos llorosos y sus labios apretados por la vergüenza de la situación en la que se encontraban le hizo sentir a Itachi que no quería que esa fuera la única vez que tuviera así a su hermoso rubio. Apretó con fuerza las manos de Dei para que no pudiese evitar lo que estaba por ocurrir. Se acercó aún más a la cara del rubio y su cabello azabache tapo ambos rostros dando así más privacidad a esos dos pequeños enamorados.
El corto beso fue lo mejor que alguno de los dos a su corta edad hubiese podido sentir, el sentimiento de cariño se saboreó en los labios de ambos, pero como hablamos de niños hablamos de un simple roce y nada más, algo que a esa edad expresa el puro y sencillo amor que se tienen, pero que si se cultiva se vuelve lo más hermoso y duradero que se pueda ver sobre la faz de la tierra.
- ¿Por qué?-Pregunto el rubio más sonrojado de lo común, su primer beso había sido robado.
El moreno dejo caer todo su peso sobre el rubiecito soltando también sus manos y lo abrazo fuertemente mientras lloraba.
- ¡Itachi! ¿estás bien? ¿Por qué lloras?
- Hasta ahora nunca pensé que se pudiese llorar de felicidad –Dijo separándose un poco para verle y sonreírle como si no hubiese nada más importante en el mundo para él.
Dei lloro también y abrazo como pudo al moreno, se quedaron así unos momentos hasta que al rubio comenzaron a adormecérsele las piernas y pidió un poco de espacio para su cuerpo, Itachi giro con él y quedaron los dos de costado mirándose uno al otro, Deidara aprovecho eso y le planto un inexperto beso al moreno, un corto roce también ya que era la primera vez que recibía y daba uno y a Itachi le encanto, devolvió también ese beso y dio otro y otros más en el rostro y boca del rubio, cualquiera que los viera le parecería extraño dar tan cortos besos si es que existían los largos y profundos pero aquellos niños aun descubrían que besar podía ser tan lindo y divertido que ese momento no les importaba tener experiencia o hacerlo bien.
- Ya…ya basta Itachi…
- No quiero parar-El moreno abrazo nuevamente al moreno y el rubio ya no sabía que hacer o responder, se sentía un extraño por lo que ocurría
- Yo…-Recibió nuevamente un beso en la boca-Yo tratare de investigar si es que Naru se lo conto a alguien más, solo cálmate.
- Dei eso ahora no me importa mucho
- Pero Itachi…
- Te amo…
El rubio casi traba los ojos de la sorpresa y se quedó callado varios minutos sin responder y sin poder abrir los ojos, cuando lo hizo el moreno le miraba triste.
- ¿Tú no me amas?
Deidara actuó por inercia y abrazo al moreno a su pecho y con cara de vergüenza le respondió:
- Te amo…
El sonido de la puerta tratando de abrirse interrumpió a ambos enamorados, Itachi dio un salto al pensar que pudiese ser su madre y brinco de la cama hacia la puerta. Por su parte el rubio tomo al enorme peluche que yacía en el suelo y lo abrazo escondiéndose de él.
- ¡Itachi, la puerta de la habitación está cerrada con llave!-Escucho el moreno que se hallaba en el interior del cuarto y reconociendo la voz de su hermanito abrió la puerta para que no lo acusara con su madre de estarse apropiando de la habitación que les pertenecía a ambos.
- Ya te abro espera.
- ¿Ni-san porque estaba cerrado?
- Etto…no hay razón en especial, además si no usamos el seguro alguna vez sería un desperdicio Jajaja…-Rio como demente para agradecer a su supuesta brillante mente Uchiha.
- ¡Hola Ita-chan!-Saludo con una gran sonrisa un pequeño rubio que salió tras Sasuke al entrar en la habitación.
- Hola Naru…
Dei seguía en la cama de Itachi sin decir absolutamente nada y siguió así hasta escuchar la voz de su pequeño hermano.
- ¿Dei-ni porque estas tan rojo?...¿Te sientes mal?
- Es el calor.
- Mi calor- Dijo Itachi mofándose del rubio que le veía con cara de asesino en serie.
- ¿Tu calor hermano?- Pregunto Sasuke confundido al igual que su rubiecito amigo Naru.
- Nada que debas saber Ototou ¿A qué venían?
- Ah, etto…-Respondió el rubio pero al momento Sasu le interrumpió.
- Pues le dijimos a nuestras madres que queríamos comprar algo en la tienda pero no nos dejan ir solos ¿Nos acompañan?
Continuara:…