Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Esperando a que te conectes... por SeptimaKolera

[Reviews - 181]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

GRACIAS POR LOS REVS :)

 

Alentarte.Estos días han sido muy extraños hum!… creo que las cosas se salen de mi control, y eso es realmente molesto. Hace dos días lo vi con un chico rubio, que no aparentaba más de 17 años, salir de una cafetería. Creo que por fin encontró a otra persona ¿No es así?, esto era lo que yo quería ¿o no?... humm… ¿por qué me siento así?, debería estar bien, lo rechacé mil veces con el fin de que él encontrara a alguien más, a alguien que si pudiera cumplir con sus expectativas… entonces… ¿por qué me duele tanto? ¡Mierda!. Creo que las cosas se han ido complicando en mi mente, me ha dejado muchas llamadas perdidas, pero no tengo el valor de enfrentarlo, no quiero escucharlo decirme “hey, Dei-chan, por fin dejé de amarte, encontré a otra persona…” Tengo miedo, es lo que quería mi mente, pero no es lo que mi corazón quería…. Humm… ¡Aaah! Debo dejar de pensar estupideces con respecto a Itachi y concentrarme en el caso nuevo que me dieron en el orfanato…

Me puse a estudiar, creo que cuando estudio escapo un poco de mi realidad, sé a la perfección que eso es evasión, pero como profesional de la psicología no está en es mi deber necesariamente el psicoanalizarme a mí mismo, sé que estoy yendo en contra de mi naturaleza al negar lo que siento por Itachi… pero reprimir sentimientos… es una condición humana al fin y al cabo… Humm, esto es demasiado, no voy a poder seguir estudiando los casos nuevos de esos niños si sigo pensando en el idiota de Itachi Uchiha.

Fui a la cocina por un café, justo cuando iba devuelta con mi taza a mi habitación sentí que tocaban la puerta. Tuve que haber usado el maldito ojo de la puerta, ahora me arrepiento de haber abierto sin cerciorarme de quién era antes. Ahí estaba parado frente a mí ese endemoniado Uchiha.

— Dei-chan yo…—No lo dejé terminar la frase, mi mano se movió sola y le tiré todo el café recién servido en la camisa—. ¡¡¡Aaaaah!!! ¡¡¿¿Qué mierda pasa contigo??!! ¡Me quemaste!

— ¡Ups!, un ligero impulso, lo siento —Le dije sin ninguna pizca de arrepentimiento—. Pero como ya sabes, los impulsos suelen ser fugaces y evaden la razón, por lo tanto son irreprimibles y la mayoría de las veces irrefrenables hum… creo que castigaré a mi estúpida mano y a sus violentos impulsos en mi cuarto, si me disculpas…

Empecé a cerrar la puerta pero Itachi puso su maldito pie. Abrió la puerta con fuerza y antes de que pudiera reaccionar me agarró las mejillas con ambas manos y me besó en la boca. Me eché hacia atrás apenas reaccioné (bastante tarde), él me miró con una sonrisa socarrona que me estaba por sacar de mis casillas.

—¡Ups!, un ligero impulso, lo siento. Pero como ya sabes, los impulsos suelen ser fugaces y evaden la razón, por lo tanto son irreprimibles…

— Eres un maldito enfermo Uchiha…

— Lo soy, y soy lo peor de la tierra si es que así lo deseas; me convertiré en todo lo que tú quieras que yo sea porque te amo, aunque no lo quieras escuchar me da igual, y si mi amor te atormenta es TU problema no el mío.

— ¿De qué mierda estás hablando Itachi?, hace dos día te vi con un niño que…

— ¡Da igual con quién me hayas visto!, si importara no sería por lo que viste si no por lo que sientes, ¿o me equivoco?, ¿por qué saliste corriendo ese día?, ¿por impulso o por instinto?, ¿o simplemente tu corazón no procesó lo que tu mente le ha intentado imponer todo este tiempo?

—Itachi… —Quedé sorprendido con lo que me decía, es como si de un día para otro Itachi pudiera entender lo que pasa por mi cabeza. Titubeé unos segundos, pero Itachi no me dejó ni pestañear, me agarró de ambas muñecas y me acorraló contra una pared, de manera violenta e inquisidora—. Itachi, me estás lastimando.

— No lo suficiente aparentemente, no lo suficiente como para que te des cuenta, apagues tu cerebro unos 5 segundos y me lo digas.

— ¡¿Decirte qué?!, ¡Itachi me asustas!

—Dime en mi cara que no me amas —Mi mente no procesaba las palabras de Itachi, tuve miedo, quería salir corriendo, pero no porque Itachi me diera miedo, tenía miedo de mí mismo, de lo que sentía cuando Itachi me miraba con esos ojos—. ¡Vamos dilo!, nunca lo has dicho, siempre me pides que no te diga que te amo, pero nunca me dices el por qué. Siempre dices “no sé que responder”, pues bueno, será mejor que empieces a traerme una respuesta porque ya no aguanto más, ¡dímelo! Quiero escucharlo de tu propia boca, dime “Itachi, no te amo”, te juro que si me lo dices desaparezco de tu vida. ¡¡¡¡¡Dímelo!!!!! 

— Itachi yo…

— ¡Vamos dilo fuerte y claro para que mi estúpido corazón lo entienda de una buena vez! —Itachi cerró los ojos con fuerza, noté enseguida que estaba reteniendo las lágrimas—. ¡¡Dilo!! ¡Dime que no me amas! 

— Yo… no…—Al escuchar las primeras dos palabras Itachi aflojó el agarre y agachó la mirada, aproveché la instancia para acercar mi mano a su mejilla y levantarle el rostro—. Itachi yo no quiero hacerte daño, ¿lo entiendes?

— ¿Y qué es lo que tu corazón quiere?

—Yo… yo…quiero… que me beses y no me dejes ir de tu lado nunca —Se puede ir a la mierda mi maldito raciocinio. Sus ojos me miraron sorprendidos—. ¿Es tan difícil para ti obligarme a estar contigo Uchiha?, no tengo las agallas… no tengo las agallas suficientes como para arriesgarme a ser rechazado como tú, no tengo las agallas para arriesgar todo por un sueño, no tengo las agallas suficientes como para permitirme amarte…

— Si las tienes, crees no tenerlas pero sí las tienes, te he visto en ocasiones hacer cosas de las cuales yo no sería capaz de hacer ni en mis sueños. No entiendo a qué le temes, ¡eres el gran Deidara!, el mejor de su clase, el que no le tuvo miedo a entrar en un mundo de gente muy diferente a él y aún así triunfar, el que a pesar de su pasado logró cosas que nadie pudo prever, el que no le tiene miedo a nada…

— ¡Te equivocas! Tengo miedo… tengo miedo de que no poder satisfacerte, tengo miedo a no estar a la altura de tus… sueños…
— Es imposible que no estés a la altura de mis sueños.

—¿Imposible? ¿Cómo estás tan seguro?

— Porque mi más grande sueño… eres tú.

Creo que en ése segundo me volví blando como gelatina… ya no puedo más, no soy el tipo de hombre que deja caer sus defensas tan fácilmente, cada vez que rechazaba a Itachi sentía que ganaba una batalla en contra de mis propios sentimientos, pero indudablemente Itachi acaba de ganar la guerra. ¿Cómo pasó esto?,  ¿cómo llegué hasta los brazos de Itachi?, se suponía que esto no debía pasar, no al menos hasta haber solucionado todos mis problemas, no hasta que pudiese haber gritado a los cuatro vientos que tengo todo bajo control. 

— Itachi… tengo miedo… humm… me da miedo que  no puedas soportar mi horrible estilo de vida, sin tiempo de nada, sin suficiente espacio en la cabeza para dedicarte mis pensamientos, sin espacio en la cabeza para amarte…


—Ese es tu error Dei-chan, piensas que “amar” se hace con la cabeza, pero en realidad se hace con el alma.

— Pensé que dirías “con el corazón”

— ¿Ah? El corazón es músculo Dei-chan, no seas cursi.

—¿¿Queeeé?? , ¡¿A quién le dices cursi hum?!

— Jajajaja, ya habías pasado mucho tiempo serio, no te queda, es mejor cuando te enfadas y luego sonríes, como ahora.

Me sonrojé, pero dejé escapar una pequeña sonrisa, ya no hay vuelta atrás, todos los muros entre Itachi y yo han caído. Él me acarició la mejilla mientras me miraba con una sonrisa apacible adornándole el rostro. Es realmente hermoso humm… De apoco la distancia entre nuestros labios empezó a acortarse lentamente, acorde a nuestros pulsos, que no estaban alborotados, antes, cada vez que intimaba con Itachi mi corazón se aceleraba al punto de enloquecerme y asustarme, sin embargo llama mi atención lo calmo que está mi pulso en este momento, siento la emoción que otorga la felicidad, pero no estoy ansioso, siento como si hubiese salido del mar después de haber pasado años ahogándome… no quiero que esta sensación termine.

Nuestros labios se encontraron, pero antes de besarme, Itachi dejó sus labios posados encima de los míos, apenas rosándolos, restregándolos casi imperceptiblemente, como disfrutando de poco el más ligero de los contactos antes de devorarme, se detuvo un segundo, retuvo el aliento y me dijo: “Te amo Dei-chan”, se quedó quieto unos segundos hasta que yo dije “yo también te amo Itachi.” Sentí como una nueva energía se apoderaba de su cuerpo, sonrió ligeramente para luego besarme, desde ese momento no pudimos detenernos. Nuestras respiraciones se armonizaron, nos abrazamos como si no hubiese nada más en la vida, como si no pudiésemos vivir si no lo hiciéramos. Él posó sus manos en mi espalda, de poco fue bajando hasta llegar al final de mi camisa, levantándola ligeramente para meter las manos debajo. Al hacer contacto con mi piel sentí que fuera la primera vez que lo hacía, tocó mi cintura, mi estómago, llevó una mano hasta mi pecho y cuando llegó hasta ahí mordió ligeramente mis labios, luego derivó el beso hasta el resto de mi mejilla izquierda, para ir descendiendo cuello abajo en pequeños besos y mordidas. Sus manos empezaron a desabrochar mi camisa cuando me habló al oído con su voz ronca: “¿vamos al sofá?”, me quedé un rato pensando, no sabía si estaba preparado para articular palabra alguna en este mar de pasión, cuando por fin salieron las palabras, aunque entre cortadas, pude decir: “No, mejor… vamos… a… mi cama”. Itachi paró en seco, me miró a los ojos para ver si no estaba hablando en broma, nunca he permitido a Itachi llegar hasta mi cuarto, tanto así que creo que ya está acostumbrado a hacerlo en un sillón. 

Lo llevé de la mano hasta mi habitación, pude sentir el nerviosismo de Itachi, lo llevé hasta la cama y lo senté en ella, me paré frente a él para empezar a sacarme la ropa, pero me detuve, me incliné hasta su labios y tomé sus manos llevándoles a mi camisa aún puesta: “esta vez lo harás tú… mi amor”. En ese instante fui presencia del acontecimiento más satisfactorio de mi vida: la sonrisa más sincera que le he visto a Itachi desde que lo conozco.

Me siento tan extraño, él me toca, recorre mi cuerpo desnudo con su mirada, sus manos, y siento como si fuese la primera vez que realmente estoy desnudo frente a él. Hemos tenido sexo durante los últimos 4 años, pero ahora siento como si no lo conociera. Me siento en su regazo, y empiezo a morder su cuello mientras lo desnudo. Me siento tan extraño, ¿estoy temblando?, ¿tan ansioso estoy?... humm… pero ahora que lo pienso Itachi también está nervioso, creo que este sentimiento es nuevo para ambos. Veo su cuerpo desnudo y me parece una verdadera obra de arte, siento hasta celos de que su perfección no haya sido obra mía. El ver a alguien tan perfecto, me hace replantear mi existencia entera, mis creencias, ¡todo!, siento que para que exista alguien tan bello y hermoso tiene que existir un dios en alguna parte, que sea responsable de tanta divinidad, definitivamente sólo un dios sería capaz de hacer una obra tan exquisita como lo es el cuerpo de Itachi Uchiha… o creo… que estoy más enamorado de él de lo que imaginé hum.

Me dejé tumbar en la cama debajo de Itachi, él me preguntó si estaba seguro de esto, siento que es la pregunta más tonta que alguien me haya formulado jamás: obviamente no estoy seguro, pero ¿qué puedo hacer?, estoy enamorado después de todo, y estar enamorado y ser racional al respecto es química y biológicamente imposible. Besó cada rincón de mi cuerpo, cerré los ojos y sostuve sus cabellos entre mis manos. Él bajaba por mi cuerpo deteniéndose en cada espacio que gustase besar. Llegó hasta mi pene, ya erecto, y lo besó un par de veces antes de meterlo en su boca. Esto es tan extraño, ¿por qué me siento como la primera vez?, ¿acaso el amor tiene la facultad de hacer el tiempo retroceder?, ¿hacer como si todo el daño que le he hecho a Itachi nunca hubiese existido? No puedo contener los gemidos al sentir la lengua de mi amado recorrer mi pene como si besase mi boca, pero no importa ya la compostura, ya no hay nada que perder, no hay por qué fingir, amo a Itachi, eso es lo importante, me da igual subyugarme ante él y caer presa del placer que me ofrece, ahora todo es válido, mientras sea él quién lo hace, ya nada más importa.

No sé cuánto tiempo lleva haciéndome la felación, pero ya no aguanto, necesito que me penetre, no quiero tener una eyaculación en su boca, no quiero tener un orgasmo hasta sentir su semen dentro de mí. ¡Ya no lo aguanto!,¿ me está torturando?, ¿quiere acaso que se lo pida?.

— I…Ita…chi… m-métemelo.

—¿Qué?, no te escuché.

—¡Itachi métemelo por favor!

— Esas sí que son las palabras correctas.

Maldito, llenó su boca de una sonrisa socarrona que me hizo sonrojar, con que esto es sentirse a completa merced del hombre a quien amas… se lo debo, después de todos estos años, está bien que me lleve a mi limite y se burle de mí, definitivamente se lo debo. Lamió mi entrada, yo estaba demasiado ansioso como para esperar, él notó mi impaciencia y se llevó mis piernas a sus hombros, una a cada lado. Se acercó a mí y me dio un beso mientras metía lentamente su pene.

—No soy un niño Itachi, mételo de una buena vez… necesito de ti más que nunca.

Desde ese momento Itachi dejó las contemplaciones de lado, me besó fuertemente y empezó a embestirme con fuerza. Siento como si fuera a morir de placer, el calor de su cuerpo llenándome, las puntas de las hebras de su cabello colándose  entre mi cuello, su sudor cayéndome encima… ¿sudor?... no es sólo sudor… son lágrimas…

*****************************************

 
— ¿Cuántos años tienes?

— 15, el próximo mes cumplo los 16.

— Excelente, pero ¿desde cuándo tienes los episodios?

— Creo que el primero fue a los… 11… pero empecé a desarrollar la otra personalidad a los 9.

— ¿Tomas algún fármaco?

—No.

—Muy bien, no te preocupes, soy psicólogo, no psiquiatra, no te recetaré ninguna droga. — Sentí un ligero alivio en su rostro tenso. Ahora que lo veo, realmente tenemos rasgos en común, ése Itachi es un enfermo. — Eres aún muy joven para ser fármaco-dependiente. Dices que desde que conociste al chico de internet y desde que estás teniendo relaciones a distancia con él descargando tus energías sexuales, la frecuencia de los episodios ha disminuido considerablemente, ¿no es así?

— Así es.

— Sin embargo, el último de los episodios casi acaba con tu vida… ¿tuviste problemas con el chico de internet?

—No… todo iba bien con él.

—¿Problemas con los compañeros de tu escuela?

—Nada fuera de lo común.

—¿Problemas quizás de ACOSO por parte de cierto estúpido profesor de música? Jaja — Dejó escapar una pequeña risa, acabo de cortar el hielo, lo miré divertido, se nota que el chico tiene una personalidad en esencia extrovertida, pero la reprime. — poniéndonos serios de nuevo, necesito que hagas memoria y veas un punto de quiebre que provocara ese último episodio.

— Yo… yo… me sentí… sexualmente atraído por mi padre, minutos antes del episodio.

—No me mires así, tranquilízate, eso es más común de lo que crees, ósea no me refiero a lo del episodio, si no a sentirte atraído por alguno de tus progenitores, complejo de Edipo y Electra, ¿te suena?

—Sí pero…

—Tranquilo, sé que es diferente, pero en realidad es la magnificación de un instinto primario. Vamos a tener que recapitular todos los recuerdos de la muerte de tu madre ¿okay?, lo primero es definir de forma exacta cada rol de las personas en tu vida, ¿okay?, luego nos podremos concentrar en aislar el problema. Necesitamos hacer que tu verdadera personalidad salga a flote, sé que está ahí en alguna parte, intacta, esperando a ser rescatada. Yo sé que lograrás salir adelante, tienes que confiar en mí, en las personas que te aman y más que nadie… en ti mismo, ¿okay?

—O…o-okay.

Lo pronunció inseguro, pero fue sorprendente ver en sus ojos… la flama de la determinación. Creo que este caso, ¡va a ser el más interesante de analizar que he tenido hasta ahora hum!



Continuará…

 

NIÑAS Y NIÑOS! REKUERDEN PARTICIPAR DEL KONKURSO PARA BUSKARLE NOMBRE A MI NUEVO FIK ^^

Resumen y bases:

 http://sphotos-b.ak.fbcdn.net/hphotos-ak-prn1/s480x480/529127_129472433889245_1952156638_n.jpg

Para entrar al concurso:

http://www.facebook.com/groups/fanfic.sin.nombre/

Notas finales:

Bye bee


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).