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Amortentia por Saime Rossette

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Notas del capitulo:

Bueno, éste fic era me obsequio del Wonkyu day, pero lo vengo a entregar una semana después dado a que no tuve mucho tiempo de escribirlo. Lo hacía durante mis 15 minutos libres al día D;

Es un Wonkyu ambientado en Hogwarts y puede haber tecnicismos que muy probablemente no se entiendan. Lo siento, pero no tengo tiempo para hacer un glosario :c

Disfruten la lectura.

Eran los primeros días de octubre, el castillo se encontraba sumergido en la penumbra, únicamente iluminado por algunas antorchas colocadas a distancias calculadas para iluminar cada corredor.


 


La temperatura a las afueras del enorme castillo era gélido, sin embargo, dentro de éste se habían hecho los encantamientos necesarios para ofrecer una temperatura agradable a los estudiantes de la Hogwarts, escuela de magia y hechicería.


 


Desafortunadamente, había ciertas áreas en las que los encantamientos mencionados no habían sido aplicados puesto que eran prácticamente inhabitados. Por ejemplo, el baño de niñas del segundo piso, donde se encontraba un joven estudiante rodeado de calderos e ingredientes necesarios para consumar su venganza.


 


El joven de rasgos orientales, coreanas cabe precisar, frotó sus manos una contra la otra, maldiciendo en su idioma natal al encargado de colocar los hechizos calentadores.


 


Una persona pensaría que el joven podría tomar su varita y hechizar la habitación, sin embargo aquello podría causarle problemas. Suficiente había hecho con haberse escapado del toque de queda a media noche como para colocar un hechizo en la habitación dónde seguramente quedarían rastros de su magia.


 


Por ello prefería usar su varita únicamente cuando la poción lo requiriera.


 


Un suspiro aliviado escapó de sus rojos labios. Finalmente la poción estaba terminada. Tomó el vial para verter el líquido nacarado en él. Acercó el recipiente a su nariz y respiró el aroma que éste despedía.


 


Una imperceptible sonrisa bailaba en sus labios al ir reconociendo los aromas en el líquido. Su té favorito, bubble tea, el característico aroma de un abeto en Navidad, el de las páginas amarillentas de un libro, el césped húmedo antes de un partido de Quidditch y un sin fin de aromas más. No obstante, había en aquel juego de esencias una fragancia cuya presencia era más fuerte que la del resto. Sin embargo, no supo identificarlo.


 


Indudablemente, aquel joven oriental había preparado la poción Amortentia. La poción de amor más poderosa en el mundo mágico, y en el mundo en general.


 


Se apresuró a encoger sus pertenencias y meterlas en su mochila antes de salir con toda la precaución posible del baño para dirigirse a las escaleras, asegurándose de que la que hubiese escogido no se moviera antes de llegar a su destino.


 


Respiró aliviado cuando al fin estuvo frente a la entrada de la sala común de Slytherin en las mazmorras. Pronunció la contraseña y observó como las piedras se movían para permitirle entrar.


 


En menos de cinco minutos, ya se encontraba bajó las sábanas de seda en su cama. Su mochila se encontraba tirada en algún lugar junto a su ella y el vial con la poción ya estaba cuidadosamente guardado dentro de un compartimiento especial en su baúl.


 


Corrió las cortinas con su varita y procedió a dejarse vencer por el sueño y el agotamiento.


 


El nombre del joven en cuestión es Cho Kyuhyun. Un joven coreano que había recibido su carta de ingreso a Hogwarts seis años atrás. Era el hijo menor de una reconocida familia mágica en Corea, los Cho.


 


Los Cho eran una familia mágica ancestral cuyos miembros habían pertenecido a la casa Slytherin desde cientos de años atrás. Su hermana, incluso, había vivido la desgarradora batalla de Hogwarts donde venció el famoso Harry Potter, pero esas ya son otras historias.


 


Su ingreso a Hogwarts no había sido sorpresa para ninguno de sus familiares y mucho menos que hubiese sido enviado a la casa de Slytherin. Incluso aunque no hubiese pertenecido a la familia Cho, su personalidad lo delataba como un Slytherin.


 


Debido a la lejanía entre países, Corea no había sido tan devastado por la batalla y aún existían familias que despreciaban a los muggles. Por fortuna, el padre de Kyuhyun había hecho lazos con una mago de padres muggles muchos años atrás y no compartía muchas de las ideas que otras familias de magos en Corea. Como los Lee, por ejemplo.


 


Desde pequeño, a Kyuhyun le había llamado mucho la atención la competencia entre casas y, más aún, la famosa rivalidad entre Slytherin y Gryffindor. Siendo él un niño apasionado había desarrollado una fuerte e incomprensible aversión hacia los miembros de la casa del león.


 


Incluido aquel chico Coreano que había entrado el mismo año que él, especialmente él. Choi Siwon.


 


Había sentido cierta rivalidad por el chico desde el primer momento en que lo vio. Todo en él gritaba Gryffindor, además de que había escuchado a su padre decir que los Choi venían de una larga línea de Gryffindors y no cabía duda que el hijo mayor también entraría en aquella casa.


 


Lo que más detestaba de él es que parecía tener esas ganas de competir con él en todo, excepto en Quidditch por que Kyuhyun era realmente malo en los deportes en especial si éste requería de una escoba. Pero en todo lo demás era como una tortura.


 


Competía con él en calificaciones, en vida social, chicas y en puntos para sus casas. Todo eso con aquella sonrisa 'amable', palabras cálidas y preocupación sospechosa. Como si Kyuhyun fuese a creerse toda su farsa.


 


Fue así que, seis años después de tanta tortura, había ideado el plan perfecto para humillarle frente a todas esas mocosas que babeaban por él y sus compañeros de equipo.   La poción Amortentia.


 


Iba a tener a Siwon detrás de si mismo durante toda una semana humillándose por captar su atención. Había ideado mil maneras para rechazarle, así cuando la poción perdiera efecto el joven pudiese recordar todos esos vergonzosos rechazos y de una vez comprendiera que con un Slytherin y Cho Kyuhyun, nunca se competía.


 


***********


 


La mañana siguiente se levantó muy temprano y con prisa, cogió su mochila y colocó el vial cuidadosamente en su bolsillo. Debía llegar a las cocinas antes de que Siwon llegara al gran comedor.


 


Cuando estuvo frente al cuadro del frutero, rascó la pera para que ésta se convirtiera en perilla y pudiese entrar a las cocinas. Se acercó a uno de los elfos domésticos y le pagó cierta cantidad de galeones para que colocara la poción en el jugo de calabaza que llegase al lugar dónde se sentara Siwon.


 


Entró al gran comedor quince minutos después y se dirigió a su lugar en la mesa de Slytherin junto a su mejor amigo Changmin. Pareciera que seis años atrás había llegado una gran horda de coreanos a estudiar a Hogwarts.


 


- ¿Por qué saliste tan temprano del dormitorio?- preguntó el más alto mientras masticaba un trozo de tarta de melaza. Kyuhyun a veces se preguntaba como una persona con los modales de un troll podría haber entrado a la casa de Salazar Slytherin.


 


- Tuve que atender ciertos asuntos importantes.- su voz tenía cierto toque travieso. Tomó una empanada de calabaza y comenzó a degustarla debidamente con sus cubiertos.


 


- ¿Choi de nuevo?- preguntó con una sonrisa cómplice.- ¿Qué harás esta vez?- Con sonrisas como esa Kyuhyun recordaba porque Changmin estaba en Slytherin. Era igual de astuto y malvado que él, de eso no cabía duda.


 


- Pronto verás.-


 


Observó como Choi Siwon entraba al gran comedor y se sentaba junto a sus amigos. Siwon era un joven alto, más que él por unos centímetros para su disgusto, piel bronceada, cabello negro ébano, un cuerpo trabajado por el Quidditch y un rostro que parecía haber sido esculpido por los mismos dioses. Un par de ojos negros como las profundidades del mar y una sonrisa deslumbrante adornada por un par de encantadores hoyuelos. Todo eso para el enorme desagrado de Kyuhyun.


 


Observó extasiado el vaso de jugo de calabaza que acababa de aparecer frente al moreno, como éste lo tomaba, lo dirigía hacia su rostro y aspiraba el aroma. Sin embargo, no bebió del vaso, sino que con su varita hizo una floritura y frente a él apareció otro vaso, esta vez con tapa. Vertió el jugo en éste para después guardarlo en su mochila.


 


Tuvo que reprimirse antes de golpear su pie contra el piso molesto, aún más cuando lo vio disculparse con sus amigos antes de dirigirse a la entrada del gran comedor.


 


********


 


Entrada la tarde de ese mismo día, se dejó caer en uno de los sillones de la sala común de Slytherin. Había esperado toda la tarde por algún asalto vergonzoso por parte del moreno, pero éste no había dado señales de vida en todo el día.


 


Quizás no había bebido la poción, quizá se había dado cuenta de que era la poción Amortentia. Quizá se la había entregado a alguien más. Deseaba y rogaba a Salazar porque esa última opción en verdad no sucediera.


 


Decidió pasar el resto de la tarde adelantando tareas y saltarse la hora del té y la cena. Ya podría pedirle a algún elfo que le trajese algo de comida si sentía hambre más tarde.


 


Suspiró satisfecho al observar los 70cm de pergamino que había escrito para Runas antiguas. Había trabajado en esa materia durante toda la tarde y su cuerpo y mente estaban tan agotados que apenas pudo llegar a su cama y cambiarse para dormir.


 


*******


 


La mañana siguiente se dirigió al gran comedor con pasos desganados, se sentó junto a Changmin quien le miró extrañado ante su inusual comportamiento.


 


A la mitad del desayuno, observó como las lechuzas y aves mensajeras traían correspondencia a sus dueños. Se sorprendió al ver a su águila filipina, un ave no tan bonita pero cuyo gran valor se debía a que se encuentra en peligro de extinción (regalo de su madre), detenerse frente a él con una pequeña caja.


 


La tomó entre sus manos y le entregó a su águila un poco de su comida para que pudiese irse contenta a la lechucera a descansar. Abrió la caja con curiosidad y se sorprendió al ver una gran variedad de ranas de chocolate de la más alta calidad en ella. Tomó el sobre que se encontraba pegado al área interior de la tapa. Lo abrió y procedió a desenvolver la hoja dentro.


 


Su rostro enrojeció furiosamente al leer lo que estaba escrito en aquel pergamino. Miró hacia la mesa de Gryffindor en busca del moreno quien estaba del otro lado del comedor junto a sus amigos.


 


Sus miradas se encontraron, sin embargo, Kyuhyun no pudo evitar desviar la mirada. La sonrisa que Siwon le había regalado era tan extraña. Tan boba y enamorada que no cabía duda de que el moreno hubiese tomado la poción Amortentia.


 


Nada le había preparado para lo que había ocurrido a lo largo del día. Choi Siwon se había encargado de escoltarle a cada una de sus clases, había insistido en cargar su mochila tanto que Kyuhyun había terminado accediendo.


 


Se sentía tan ridículo pues todos aquellos rechazos ideados se le iban de la cabeza cada vez que el moreno comenzaba con su sarta de cursilerías. Kyuhyun se hubiese alegrado de que su plan estaba dando frutos, Siwon se estaba humillando a si mismo, sin embargo, estaba demasiado ocupado lidiando con su propia vergüenza.


 


Así fue a lo largo de la semana. El moreno se aparecía por dónde fuera. Cada mañana su pobre águila llegaba con un nuevo obsequio por parte del moreno, cada vez más caro y en ocasiones más pesado. Pobre águila, hubiese pensado Kyuhyun, pero la mirada burla que le dirigía Changmin era más que suficiente para distraer su atención de la agotada ave.


 


*********


 


Miró de un lado hacia el otro asegurándose de que nadie le estuviese siguiendo, en especial cierto moreno que llevaba acosándole desde hacía una semana. Sonrió ligeramente y comenzó su caminata por el jardín del castillo.


 


El clima de octubre era fresco y agradable a esas horas de la tarde. Disfrutó como el viento golpeaba su rostro y sonrojaba sus mejillas. El sol comenzaba a ponerse y los rayos de sol le daban cierto brillo dorado a sus cabellos.


 


Después de diez minutos ya había llegado hacia las afueras del campo de Quidditch. Suspiró desganado, sabía cuando le hubiese gustado a su padre que estuviese en el equipo de Quidditch de su casa.


 


Para decepción de su padre, Cho Kyuhyun simplemente NO volaba. No y punto. Sacudió la cabeza y dio media vuelta para regresar al castillo. No obstante, la voz de alguien llamando su nombre atrajo su atención.


 


- ¡Kyuuuu~!- Se le erizaron los cabellos de la nuca al escuchar la voz del moreno. - Kyu, ¿has venido a verme practicar? ¡Ah, no puedo ser más feliz!- y se acercó a él para acariciar sus mejillas con cariño.


 


El castaño sintió algo extraño en la boca del estómago al sentir las grandes y callosas manos del Siwon en su rostro. Sin embargo, lo que más le aturdió fue el aroma que percibió ante la cercanía.


 


Podía sentir el característico aroma del pasto y aquello que no había podido reconocer en el baño de niñas del segundo piso. Transpiración y aquel aroma que despedía la piel de Choi Siwon, su peor enemigo.


 


Asustado, golpeó ambas manos para alejarlas de su rostro provocando que el moreno le mirara confuso. Estudió con los ojos al mayor, como si fuese la primera vez que lo veía. Entonces comprendió la verdadera causa detrás de su odio irracional hacia el chico atractivo frente a él. Se había enamorado.


 


Los sentimientos recién descubiertos fueron demasiado para él, sus pies se movieron por si solos y corrió y corrió hasta llegar al castillo. Ignoró los gritos preocupados del hombre que tanto le había atormentado por seis años y quiso llorar.


 


Llegó a la sala común de Slytherin y se encerró en su habitación. Cerró la puerta con su varita y se dejó caer sobre el colchón hundiendo su rostro en la almohada. Su respiración estaba demasiado agitada y en menos de cinco minutos las lágrimas comenzaron a mojar la suave tela del cojín.


 


No sabía exactamente porque lloraba. Si era por frustración, impotencia, tristeza o miedo. O quizás eran todas esas emociones juntas las que causaban tantos estragos en su mente.


 


No tardó mucho tiempo para que Changmin llegara y golpeara su puño contra la puerta con fuerza. Una y otra vez.


 


- ¡Kyu! ¿Qué sucede?- decía mientras intentaba forzar la puerta- Kyu, abre la puerta. ¿Qué sucedió? Me dijeron que estás llorando. - El castaño se mordió los labios irritado, malditas serpientes. - Por favor, no me obligues a abrir la puerta.


 


Changmin soltó un suspiro de alivio al escuchar que retiraba el hechizo de la puerta, ajeno a que Kyuhyun únicamente temía que su amigo rompiese la puerta. El muy imbécil no sabía utilizar un alohomora.


 


Kyuhyun escuchó como el más alto se acercaba a la cama y se sentaba junto a él. Su aliento tembló ligeramente al sentir la mano de su amigo acariciar su nuca cariñosamente. Ninguno solía ser demostrativo, pero Kyuhyun debía admitir que le hacía falta un poco de apoyo y cariño.


 


Escuchó el crujir de la cama y sintió como los brazos de Changmin rodeaban su cintura y le acercaban a él y al calor de su abrazo.


 


- Puedes decirme que es Kyuhyun. Prometo que esta vez seré serio- Kyuhyun se movió ligeramente para encarar a Changmin quien se sorprendió al ver su rostro enrojecido. En verdad había estado llorando.


 


- Choi- murmuró.


 


- ¿Choi Siwon?- murmuró confundido. Changmin sabía que el moreno sería incapaz de hacer algo que molestara a Kyuhyun. Desde un principio siempre había sido amable y atento a pesar de las travesuras que Kyuhyun hacía. Incluso, estaba más seguro de que sería Siwon quien debería estar sollozando por los tratos de su amigo y más aún por los rechazos que recibía ahora que el moreno había decidido cortejarle.- ¿te hizo algo?


 


Kyuhyun negó con la cabeza antes de responder - No, fui yo. Soy un idiota.- Changmin observó nervioso como los ojos de su amigo se humedecían. - yo... Le di a beber la poción Amortentia- El más alto dejó escapar un sonido exaltado de su boca.- Creí que sería buena idea humillarlo y así cuando terminara el efecto y recordara todo lo que hizo. Por fin obtendría mi venganza.- Changmin tuvo que morderse la lengua para no decir algo como 'que venganza'. Como había pensado, Siwon jamás había dicho ni hecho nada malo que pudiese afectar al chico entre sus brazos.


 


Por unos segundos ninguno supo que decir, Changmin había apoyado a Kyuhyun en cualquier mala jugada que le había hecho a Siwon, pero simplemente por diversión. Realmente nunca había comprendido la razón de aquel odio y mucho menos entendía que tenía que ver la travesura de Kyuhyun con su llanto en esos momentos. Hasta que algo hizo clic en su cabeza.


 


Siwon no estaba cortejando realmente a Kyuhyun, sino que sólo estaba bajo los efectos de la poción. La poción de amor más fuerte del mundo, pero que, desafortunadamente, no provocaba amor verdadero, sino únicamente un encaprichamiento y obsesión enfermiza.


 


- Cuando preparé la poción, ¿sabes que aromas percibí en ella?- Changmin suponía hacia donde iba todo ello y no sabía si le agradaría o no.- Sentí los aromas de las cosas que tanto me gustan. El té, la navidad, libros y a él. No lo había notado hasta esta tarde cuando nos encontramos fuera del campo de Quidditch donde estaba entrenando.- con cada palabra su tono de voz iba bajando y quebrándose. Cada palabra sonaba más miserable que la anterior- Estoy enamorado de él, Changmin, y ahora el me odiará.


 


Hundió su rostro en el pecho de su amigo y comenzó a sollozar más fuerte, el mas alto no sabía que hacer así que sólo lo apretujo más contra su pecho.


 


***************


 


Durante los siguientes días había evitado a Siwon a toda costa y con ayuda de Changmin, aunque éste no sabía si era una buena idea.


 


Trataba de no coincidir con él a la hora de las comidas y se había saltado la hora del té desde que había descubierto sus sentimientos hacia el moreno. En las clases evitaba a toda costa su mirada que estaba seguro buscaba la suya.


 


Hacían ya un par de días que no recibía ningún obsequio, la poción ya debería haber perdido su efecto sobre el moreno y Kyuhyun temía cualquier cosa que éste pudiese decirle y que, estaba seguro, sólo le haría sentir más miserable.


 


***********


 


 Changmin caminaba por los pasillos del séptimo piso con un poco de prisa pues debía ir a la clase su siguiente clase en el aula de Adivinación. Acababa de escoltar a Kyuhyun al aula de Aritmancia cómo lo había estado haciendo los últimos días por miedo a encontrarse con Siwon.


 


Llegó a área norte del castillo y se dirigió a la trampilla que le llevaría al aula. Estaba a punto de jalarla cuando alguien le tomó del hombro y le obligó a mirarle.


 


- Changmin, necesito tu ayuda- Su voz se escuchaba ligeramente nerviosa, pero lo demandante de su mirada le intimidaba lo suficiente para pasarlo por alto.


 


-¿Qué deseas?- preguntó receloso, sabía que eso probablemente tenía que ver con Kyuhyun, pero necesitaba asegurarse de que Siwon no fuese a lastimar gravemente el corazón de su mejor amigo.


 


- Necesito a hablar con Kyuhyun- pidió aunque su tono de voz le aseguraba que no aceptaría un no por respuesta.


 


- ¿Qué deseas hablar con él?- insistió.


 


- Eso sólo me incumbe a mi y es urgente- Changmin sostuvo su mirada unos momentos antes de negar la cabeza.


 


- Es mi amigo y si lo que vas a tratar con él puede perjudicarle de alguna manera, entonces si me incumbe.- De repente los ojos de Siwon perdieron toda señal de amenaza y miró hacia el piso. Changmin se sorprendió al observar como unos hombros tan anchos podían lucir tan caídos y desganados.


 


- Está bien, te diré...


 


*********


 


Kyuhyun se sorprendió al ver a la lechuza parda de Changmin picoteando una de las ventanas del pasillo en el que se encontraba caminando. Abrió la ventana con toda la fuerza que tenía. Eso de los castillos centenarios no era muy agradable cuando se debía mover algo de lugar.


 


El ave le entregó un sobre con la firma del mencionado. Acarició al ave como disculpa por no tener golosinas para entregarle. Ésta casi le muerte y tuvo que darle un ligero manotazo, lo había olvidado... Era el ave de Changmin.


 


Abrió el sobre y leyó lo que tenía escrito. Con cada línea su ceño se iba frunciendo más y más en señal de preocupación. Se tocó la barbilla nervioso, Changmin parecía estar en problemas. Meditó unos segundos y se decidió.


 


Bajó casi corriendo los pisos del enorme castillo. Ya en la planta baja, salió del castillo, dónde el gélido viento golpeó su rostro. Caminó precavidamente hacia el lago, donde Changmin le dijo que le esperara.


 


- ¿Qué habrás hecho esta vez, Changmin?- se jaló la túnica de modo que ésta le cubriera el rostro hasta las orejas.


 


- Realmente, él no ha hecho nada- Kyuhyun sintió que se congelaba en su lugar y también se sintió traicionado por su mejor amigo. Su cuerpo comenzó a temblar tanto del frío como del miedo.- Kyu, tranquilízate y permíteme hablar por favor.


 


Kyuhyun negó con la cabeza una y otra vez, no podía quedarse y escuchar. Estaba a punto de emprender su escape cuando un par de brazos le rodearon para evitar que se fuese de ahí.


 


- Kyu, por favor. Sólo quiero hablar.- El castaño lucho contra él durante largos minutos hasta que se agotó por tanto esfuerzo y tuvo que rendirse en los brazos del moreno, quien afianzó el agarre de su cintura.- Lo siento, Kyu.- El aludido se sintió confundido.- Debí haberte confrontado cuando descubrí la poción en lugar de haberte hecho creer que estaba bajo su efecto.


 


Kyuhyun no tuvo tiempo para nada, ¿Siwon ya sabía de la poción?


 


- ¿Cómo?- preguntó.


 


- Creo que es muy inusual que el jugo de calabaza tenga aroma a café, ¿no crees?- Kyuhyun se sonrojó ante su torpeza. Siendo Siwon uno de los chicos más atractivos en Hogwarts, o el más atractivo, era normal que revisara todo lo que estuviese a punto de comer. No le sorprendería que más de una vez alguna chica hubiese intentado embrujarle.- No sé porque pero supuse que había algo extraño en esa poción, olía diferente a otras así que quise verificar con los elfos quien la había mandado. Muy grande fue mi sorpresa cuando me dijeron que fuiste tú. No sabía que pensar y lo único que pude hacer fue seguirte la corriente. Saber porque habías hecho esto, pero tus reacciones fueron tan confusas. Perdóname, nunca quise hacerte daño.


 


La mirada que Kyuhyun le dedicaba era tan extraña. Sus ojos estaban humedecidos pero también lucían confundidos. ¿Por qué se disculparía Siwon? Fue el quien intentó hechizarlo y humillarlo.


 


- No, yo lo siento. No debí haber hecho eso.- intentó liberarse del agarre, pero el moreno sólo le atrajo más hacia él, si era posible.


 


- Hay algo más que quiero preguntarte- Kyuhyun se tensó inmediatamente al oír aquello.- Kyu, yo... ¿Yo te gusto?- Siwon sintió como la tensión en el menor aumentó.- ¿quieres saber que aroma sentí en mi jugo de calabaza, además de café?- Kyuhyun negó de nuevo con la cabeza y si hubiese tenido la fuerza suficiente, hubiese peleado por soltarse del agarre. Siwon se acercó más y olfateó su cabello y su cuello, causándole escalofríos. - A ti. La esencia a vainilla de tus cabellos, ese que me dice que estás cerca para hacerme alguna treta. El suave aroma de tu piel que parece ser jazmín.- Kyuhyun no podía dar crédito a lo que escuchaba. ¿Siwon también sentía algo por él? Su corazón latía de prisa contra su pecho y su rostro se había enrojecido. Estaba seguro que Siwon podía ver sus orejas rojizas.- Supuse que había algo de especial en esa poción pues eso es lo que siento en una poción normal, pero en la tuya sentí más. Sentí el aroma que desprendes después de tu caminata vespertina cuando las flores dejan salir sus perfumes. El aroma a abeto que se impregna en tu piel en Navidad, como si hubieses abrazado el árbol- Kyuhyun se avergonzó aún más pues en verdad disfrutaba abrazar abetos en Navidad.


 


Ambos se mantuvieron en silencio por unos minutos, cada uno inmerso en sus propios pensamientos, pensando que hacer o decir después. Aquello realmente no se lo había esperado el más joven. Siwon debería odiarle, sin embargo, parecía sentir lo mismo que él.


 


- Kyu, no he podido apartar mis ojos de ti desde el primer momento en el que te vi. Me sentí tan feliz cuando me elegiste como el objeto de tus travesuras. Soy un tonto ¿no es así?- Hundió su rostro en el cuello de Kyuhyun inhalando su aroma antes de soltarle. Ahora si, puedes hacer lo que quieras de mi.


 


Inmediatamente, Kyuhyun se lanzó a sus labios. No había pensado con total claridad al hacer eso, pero Siwon había dado permiso y él sólo podía pensar en lo hermoso que se veía con esos ojos de perrito pateado.


 


Colocó sus manos en la nuca de Siwon intentando profundizar el beso, rozando sus labios con ternura y pasión contenida. Se sorprendió cuando el más alto presionó su cintura entre sus manos y acercó sus cuerpos, amoldándolos a la perfección.


 


Siwon no tardó en intentar colar su lengua entre los labios de Kyuhyun, quien no tardó en permitirle el acceso.


 


Después de unos minutos, cuando ambos se sentían ligeramente mareados, se separaron y sostuvieron la mirada unos segundos antes de que Kyuhyun sintiera vergüenza y hundiera su rostro al pecho de Siwon.


 


- Hermoso- susurró el moreno con una sonrisa maravillada.- Vamos adentro. Debes estar muriéndote de frío.- Se quitó su bufanda y la enredo en el cuello de Kyuhyun, ayudándole a cubrir sus orejas y su roja nariz.


 


Tomó su mano y le guió hacia la entrada del castillo.


 


Aquel bello día era 13 de Octubre.


 


***********


 


- Vamos, no es tan difícil. Sólo debes inclinar tu torso ligeramente hacia adelante y golpear el piso.- Explicó, por enésima vez, el moreno a su testarudo novio quien se negaba a aprender a volar una escoba.


 


- Te dije que no lo haré- mientras decía esto negaba con su cabeza.- Ya sabes porque no me gusta volar.


 


-  ¡Kyu! Así podrías entrar al equipo de Quidditch de tu casa. Eso haría a tu padre feliz, ¿no quieres hacerle sentir orgulloso?- sonrió lo más encantadoramente posible.


 


- Siwon, mi padre está orgulloso de mi. No necesito volar.- siguió terco.


 


- Bueno, entonces vuela conmigo.- golpeó con suavidad la parte trasera de su escoba.- Vamos Kyu, por favor.


 


Kyuhyun pareció pensarlo mucho hasta que finalmente accedió. Se sentó en la detrás de Siwon y se sujetó a su cintura con fuerza. Escuchó como el moreno reía y tomaba una de sus manos para dirigirla a sus labios y besar una a una las yemas de sus dedos.


 


Se escuchó como el más alto golpeaban el piso y el sonido de sus cuerpos al cortar el viento. Kyuhyun afianzó el agarre en la cintura de Siwon y encogió las piernas temeroso.


 


- Confía en mí- escuchó a Siwon decir y trató de relajarse. Siwon comenzó a desplazarse en el aire con suma lentitud hasta que sintió que Kyuhyun estaba un poco más relajado y comenzó a aumentar la velocidad.


 


Minutos después Kyuhyun se encontraba disfrutando del hermoso paisaje que le ofrecían las alturas. En un principio había luchado por no mirar el suelo, pero las palabras tranquilizantes de Siwon habían aminorado su temor y permitido disfrutar del atardecer.


 


Quizás nunca pudiese aprender a volar, o perdiese su fobia a las alturas (cortesía de Ahra, su hermana), pero siempre tendría a su caballero para que le llevase a lugares inimaginables y le otorgara el valor de un Gryffindor que quizás él nunca podría poseer.


 


- Siwon- le llamó, cuando estuvo seguro que tenía su atención continuó- Gracias.


 


- Lo que sea por mi BabyKyu- sintió como el más joven se retorcía detrás de él como si deseara decir algo más.


 


- Won, te... Te amo.- Por un momento Siwon perdió control sobre la escoba que descendió bruscamente.- ¡Yah! Idiota.


 


- Lo siento- soltó un risa nerviosa y emocionada. Era la primera vez que Kyuhyun se atrevía a decirle aquello sin que él le obligara y eso le hacia inmensamente feliz.- Yo también te amo Kyu, mucha más de lo que puedas imaginar.- susurró mientras acariciaba las delicadas manos que se encontraban entrelazadas en su estómago.


 


Permanecieron así hasta que los últimos rayos del sol desaparecieron dejando tras de si un manto negro y estrellado. Un vista hermosa, no cabía duda y ambos estaban más que felices de poder compartir aquella experiencia juntos.

Notas finales:

Espero les haya gustado, yo disfruté mucho escribiéndolo porque el mundo de Harry Potter es uno que llama mucho mi atención además de que es mi saga favorita.


Espero haya sido de su agrado. Saludos, les quiero mucho. :D


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