La noche estaba por caer. El frío comenzaba a sentirse hasta los huesos. Las nuves se acomodaban para dar el efecto de una próxima lluvia. El cabello negro se revolvía danzante con el viento mientras acariciaba su rostro. Sus ojos contemplaban impasivos el horizonte. Sin embargo, algo a lo lejos llamó su atención. Del cielo surgió un gran destello de luz e hizo un camino hasta la tierra. Era algo increíble, zuko se quedó asombrado al igual que su tío que estaba detrás suyo.
- Tío, ¿has visto eso?- - Si ¿Qué pudo haber sido?- - Algo así solo es comparable al momento en que el avatar regresó.- - Oh, Zuko… -
Iroh contemplaba a su sobrino con semblante serio y preocupado. De pronto, una gran sacudida ocasiona que el barco comience a mecerse. Una gran ola se eleba de manera descomunal. Zuko observa la gran masa líquida y Iroh queda estático. La tripulación corría de un lado a otro trantando de resguardarse. Cuando la ola estuvo a punto de tocar el barco y llevarse a una gran mayoria de la tripulación con Zuko y Iroh incluído.
Entre el terror que causó aquel acercamiento y levantando sus brazos a modo de protegerse de lo inevitable, algo increñible sucedió. El agua pasó sobre encima de Zuko y su tío. Iroh abrió sus ojos de pronto para poder ver lo que sucedía y lo que sus ojos captaron fue increíble. Zuko no sabía lo que su cuerpo comenzaba a sentir, pero no fue algo que gustara, era algo que lo confundía, así que cuando retiró sus brazos, unos segundos después de que su tío lo viera y claro, notar lo que ocurría, trató de retirar sus brazos ocacionando con la sorpresa que eso implicó, que la marea que pudo haberselos llevado por la borda, lograra mojarlos, afortunadamente ya solo era el final y el agua sobrante quedó esparcida por toda la cubierta.
Iroh no supo que pensar o qué hacer, pero cuando escuchó los sonidos de los tripulantes, optó por tratar de conocer los daños.
- ¿Están todos bien?-
Todos respondieron a la pregunta hecha. No habían pasado solo del susto. Pero Zuko, no estaba muy bien emocionalmente. Se sentía extraño. Iroh se acercó para comprobar el estado de su sobrino.
- ¿Cómo te encuentras?- - Nada bien.-
Iroh condujo a zuko hasta su camarote para que el chico descanzara. Cuando lleegaron al lugar, ambos se sentaron en la cama. El mayor miraba con preocupación al prñincipe. Zuko parecia tener un conflicto interno en estos momentos.
- ¿Quieres que me retire y te deje solo?- - Si, por favor.- - Muy bien.-
Así, iroh se retiró, dedicandole una ultima mirada a su sobrino. Cerró la puerta y cuando lo hizo, su semblante preocupado se disparó. Algo no andaba muy bien con su sobrino y no tenía idea de lo que era, o tal vez, mas bien, no podía estar seguro.
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En otro lugar. Dentro de una cueva. El avatar dormitaba cuando algo lo hizo despertar. Una de sus pesadillas. Cuando miró hacia los lugares que debían ocupar sus amigos, descubrió que no estaban ahí. Por un segundo se alarmó hasta que los notó cerca de la salida de la cueva. Parecían estar observando algo con gran asombro, en el cielo. Se levantó de su lugar y caminó hasta sus amigos.
- ¿Qué sucede?-
Zokka se gira para mirarlo aún sosprendido.
- ¿No lo viste? Fue asombroso.-
Aang no sabía que pensar. ¿Qué cosa vieron que era asombroso? Katara sonrió conciliadora a Aang.
- No te preocupes Aang. No era nada realmente importante.-
El chico no estaba muy seguro. Zokka siguió insistiendo.
- ¿Estás broimeando? Eso fue casi como cuando encontramos a Aang en el iceberg.-
ahora si, Aang estaba oficialmente intrigado. Al parecer aquello era en verdad sumamente grande. Katara trató de seguir insistiendo en restarle importancia al suceso. Pero Aang quería saber. No le parecía atractivo quedarse con la incognita.
- Aquello, fue en verdad sorprendente. Un resplandor, que salió desde el cielo y bajó a la tierra. Nunca antes había visto algo parecido, solo aquella vez, como dije, cuando te encontramos.-
No hubo tiempo a decir o hacer nada más, ya que al parecer alguienlos estaba vigilando. Aang se dio cuenta de inmediato y se dirigió a donde sospechaba que se encontraba el polizonte.
- ¿Quién anda ahí? ¿Quién éres?-
Los chicos se mantuvieron en alerta. Aquel sugeto no parecía querer mostrarse, pero justo cuando estaban preparados para atacar, el espia había salido de las sombras. ¡Era de la nación de fuego! Estaban listos para una batalla, pero aquel sujeto solo se dio la vuelta y estaba por marcharse. Eso sorprendió a los tres.
- Lo siento, no fue mi intención molestarlos. Me equivoque.-
Su confusión aumentó con aquel comentario. Aquel sujeto era extraño. Sus ropas, aunque por el color rojo negro y dorado, era claramente de la nación de fuego, era un poco peculiar y diferente. Su cabello negro y recortado, sus ojos ambarinos y su mirada serena. Era un misterio. Zokka no logró procesar aquellas palabras hasta que su mente las conectó y trató de detener al sujeto.
- Espera un momento. ¿éres de la nación de fuego? ¿No piensas atacarnos?- - No, como he dicho me he equivocado, y mi proposito no era hostil.-
Zokka estaba más confuso.
- ¿Acaso no andas tras el Avatar como todos?- - Si, pero aquí no está la persona que busco.- - ¡Alto! Alto. Yo ya no entiendo nada. ¿Acaso no sabes quien es el?-
Dijo señalando a Aang para incomodidad de éste.
- Si, lo se. Es el Avatar. Pero aquñi no esta la persona que busco.-
La confusión era a tal extremo que no sabían que pensar. Claro, solo Sokka se le ocurriría expresar su duda a tan viva voz.
- Espera. Haber si entendí. Dices que buscas al Avatar, sabes que Aang es el Avatar, pero dices que no es la persona que buscas. ¿Cierto?- - Así es.-
Dijo con simpleza. Sokka se llevó las manos a la cabeza con irritación. Eso no lo entendía, no le cabía en la cabeza aquellas razones tan incoherentes y contradictorias. Katara, trató de terminar con aquel asunto tan confuso.
- Disculpa. Pero, si eres de la nación de fuego… ¿puedes explicarnos por favor? ¿no vas a atacarnos, cierto?-
Se apresuró a preguntar. El otro sujeto sonrió con timidéz. No parecía peligroso. Estaba armado, eso era notable, pero no parecía querer atacarlos realmente. Justo en eso, salió Toph.
- ¿Pero qué sucede aquí? ¿por qué tanto alboroto?- - Será mejor que me vaya.- Espera. Necesitramos saber algunas cosas. Por favor. Entra con nosotros.-
Pidió el pequeño monje. El chico no estaba muy seguro pero al final accedió.
- Muy bien. Supongo que no habrá problema.-
Así, una vez dentro de la cueva. El sujeto se presentó.
- Disculpen mi descortezía. Mi nombre es kamui.- - Yo soy Katara, el es mi hermano Sokka.-
Se presentó la chica mientras Sokka se cruzaba de brazos y hacia berrince.
- Yo soy Toph.- - Y yo Aaang, pero creo que eso ya lo sabías.-
Dijo con cierta timidéz. El chico asintió. Aanga no pudo guardar silencio por mucho rato, así que preguntó antes de que se le fuera la idea de la cabeza.
- Entonces… dices que buscas a alguien que es Avatar y ¿que no soy yo?- - Así es.-
Sokka interrumpió.
- Eso no es posible, por que Aang es el único avatar y dudo que pueda haber dos Avatar.- Así es… sin embargo… cuando, hace más de cien años, el Avatar desapareció y se creyó muerto… era obvio que hubiera un lazo incompleto. Por lo tanto… ese lazo faltante debía correguirse. Digamos que era algó así como un plan b.- - Si, pero…-
Interrumpió de nuevo Sokka.
- Aang sigue vivo. Así que, eso no tiene sentido.- - Si, esta vivo. Pero… es el último monje del aire. Y si es el último…- - El equilibrio se rompe.-
Terminó Katara.
- Exacto. En tal caso, el equilibrio debe recuperarse. Ante un elemento faltante, el siclo debe “reiniciarse” sin embargo, no seguirá el seguimiento que debía. Al romperse el siclo, y crearse uno nuevo, debe haber un orden diferente. Y cuando el Avatar desapareció por bastante tiempo, y siendo el ultimo, el desequilibrió debía ajustarse. Así que un nuevo Avatar nació… aunque aún no lo sabe.-
Katara intentó aclarar una duda que seguro todos se preguntaban.
- Pero… al nacer un nuevo Avatar… ¿no debía dar señales de que existe otra vez?- - En cierta forma no. Aang aún estaba vivo, eso significa que no podia hacerse notar uno nuevo cuando aún existia otro. Sin embargo… con la creencia de que nunca más surguiría otro Avatar y en tal caso de que pensaran que había posibilidad de que naciera otra vez, pensarían en un Avatar de la tribu agua. Pero como ya dije, el orde ha cambiado. Por lo tanto, el Avatar nuevo nadie lo notaria simplemente por que no se esperarían a que naciera en tal lugar.-
Todos quedaron perplejos ante aquella narración. Entonces, Katara intentó cuestionar.
- El otro Avatar, que dices que existe… si no es de la tribu agua… ¿es entonces del reino tierra?-
Kamui negó lentamente. Entonces todos se quedaron con los ojos abiertos. Si no era de agua o tierra… solo quedaba… fuego. Sokka nuevamente chilló.
- Esperen… ¿Es de la nación de fuego?- - Así es.-
Aang pensó.
- Dices que no sabe que lo es… y si es el nuevo Avatar… ¿Quién podría ser?-
Kamui los miró atentamente.
- Es alguien que ustedes conocen muy bien. Como dije, el ignora que es un Avatar. Como Aang está aquí, el no es necesario, pero si descubren que es un Avatar corre un gran peligro.-
Aang preguntó un poco alterado.
- Dices que lo conocemos, pero ¿Quién es? Si lo sabes dinos.- - No es necesario. Como dije. Ustedes lo conocen bastante bien. Lo conocen desde que Aang regresó.-
Todos se quedaron pensando. Era de la nación de fuego, ellos lo conocian… ¿acaso…? ¡No! No podía ser verdad. Todos miraron sin poder creer lo que sus mentes razonaron. Aagn habló por todos.
- ¿Zuko?- - Así es… el también es un Avatar.-