**Un esposo en juego **
Los jardines grandes de aquella casa solo la hacían ver más sombría de lo que ya de por sí era, los arboles danzando con la melodía del viento solo le daban un aspecto lúgubre a la morada; había recorrido todo el camino y con cada paso la piel se le erizaba de una manera casi continua, no solo era que el frío comenzaba a hacerse presente si no también que las luces estaban totalmente apagadas y que la casona estaba abandonada desde que su antigua dueña falleció sola y sin nadie más que la servidumbre.
De todas maneras nadie deseaba que la vieja siguiera viviendo, era una bruja amargada y sin hijos, a los cuales heredarles todo lo que poseía, solo tenía como veinte gatos y dos perros a los cuales termino por pasarles su herencia, pero a los gatos y a los perros ¿De que demonios les servía tantisimos millones de wons?
--Maldita sea, si que está alto -- balbuceo después de encontrarse justo debajo del balconcito por donde entraría a hurtar algo de aquella anciana, al fin y al cabo a ella ya no le servían de nada todos esos objetos y joyas.
Onew le había dado esa opción hacía ya un mes, sin embargo él no podía aceptar hacer tal cosa por que tenía decencia aun, sin embargo las cosas se complicaron, a su hermanita le habían diagnosticado una leucemia linfoblastica aguda y justo en ese momento estaba en el hospital luchando por su vida en un cuarto pestilente a cloro y secreciones, ya no tenía un maldito cabello gracias a las quimioterapias a las que era sometida y por si eso fuera poco ya mostraba una apariencia de un muerto en vida mientras que su madre se la pasaba metida en ese mismo cuarto suplicándole a todos los dioses por que su pequeña se salvara aunque supiera que las esperanzas eran nulas y tarde o temprano caería en el descanso eterno para no ser interrumpida.
Después de un par de saltos logro subir hasta el pequeño balconcito y su sorpresa fue mucha cuando encontró el gran ventanal abierto y las cortinas dándole la bienvenida; se adentró hasta que choco con algo que parecía ser una silla, quizá era el cuarto de la vieja, las luces estaban apagadas y no lograba distinguir mucho de lo que había ahí dentro.
--¿Quieres venir conmigo a comer pastel y tomar té? -- preguntó la voz de un chico y de repente la luz se encendió en el pasillo.
¡Demonios me han descubierto! Pensó y como reacción quiso correr antes de ver al dueño de esa voz, si bien era un sonido varonil pero el tono que había usado en su pedido le parecía muy dulce, bastante empalagoso.
Contrario a lo que su cerebro le dijo su cuerpo se giro para vislumbrar la silueta.
Si, era un chico de estilizada figura, sus piernas delgadas estaban cubiertas por tela fina a rayas rosadas y blancas, short también rosa y una polera blanca de manga corta. Sus ojos fueron testigos de lo más sublime y perfecto que jamás vio por un momento olvido a su novia todo por un niño vestido infantilmente a pesar de toda esa estatura que se cargaba encima.
--¿Cuál es tu nombre? -- preguntó el chico alto tras ladear la cabeza y mirarlo de manera atenta y aterradora, sin parpadear siquiera.
--Jonghyun -- contestó él con las piernas flaqueándole, tenía miedo de que lo arrestaran bajo los cargos de allanamiento de morada más hurto. Sin embargo; el chico solo sonrió dejando que sus ojos parecieran un par de líneas dibujadas finamente en su rostro.
Su mano delgada se situó alrededor de la de Jonghyun y caminó por el pasillo iluminado en luz blanca dejando que las paredes repletas de rosas brillaran, los sillones tapizados en rosa y blanco seguían maravillándolo; parecía la casa de alguna muñeca.
Llegaron hasta un habitación igual de iluminada que el corredor, en el centro había una mesa de cristal y pasteles de muchos colores y frutas tazas con adornos de rosas y una tetera que hacía conjunto con todo.
--¿De fresa o de mango? -- dijo el chiquillo de gran estatura y atuendo infantil.
--De mango… --habló Jonghyun y para antes de terminar la frase ya tenía un gran pedazo de pastel de fresa enfrente.
--Key… ¿Ya llegaste? -- habló la voz infantil de una chica, quien salía de atrás de una puerta. Y pronto todo quedo en tonos lúgubres y sombríos.
Era casi tan alta como el chico, cabello castaño amarrado en dos coletas que la hacían ver muy bonita y un vestido a blanco y negro de holanes precioso, “gemelos” se dijo Jonghyun una vez que notó el parecido.
--¿Quién es él? -- cuestionó entornando los ojos en una mirada algo extraña.
--Jonghyun… -- habló el chico viendo a su hermana y tomando la mano de Jong -- se va a casar conmigo -- presumió a la muchacha quien hizo un gesto por demás infantil y se fue a situar justo al otro lado de Jonghyun.
--Se va a casar conmigo, ¿verdad que si? -- le sonrió al castaño que aun estaba perplejo, él solo deseaba una pulsera de diamantes o cualquier otra cosa valiosa, no un matrimonio con un chico o una chica más altos que él.
--No Gwiboon, él se va a casar conmigo… además tú estas bien fea --alardeo jalando un brazo de Jong hacia él. Ambos a pesar de ser bastante grandes parecía un par de niños caprichosos y consentidos.
--Maldito Kibum, asqueroso… Le diré a tía Luna para que te castigue. -- amenazó la muchacha alejándose un poco.
--No… Gwiboon a tía Luna no le digas nada. Mira, mejor hay que jugar a algo y el que gane será el que se case con él -- propuso el chico de colorido vestir a su gemela monocromática.
--Esperen… yo ni siquiera deseo casarme aun -- interrumpió Jong y ambos chicos lo voltearon a ver sin embargo a ninguno le importo un poco.
--;El primer juego que tendrás que hacer es llevar a Jonghyun hasta la fabrica de pasteles y también debes llevar al señor tortuga contigo y todo el recorrido deben hacerlo en cinco minutos --habló la chica haciendo señas algo alteradas.
Señor tortuga ¿Qué demonios era eso? Preguntose Jonghyun una y otra vez y Kibum aplaudía de una manera extraña y muy inmadura, en realidad los dos eran muy inmaduros para la edad que aparentaban.
--Debemos correr -- argumentó el chico rosado antes de salir despavorido en busca de el mentado “señor tortuga”.
De un momento a otro ya estaban en un estanque algo extraño y en el medio había una casa llena de moho y plantas acuáticas, una fachada horrible, no era muy grande apenas un metro de altura calculó Jonghyun.
Contemplo la minicasa por un momento y luego un hombrecillo vestido de color verde salió por la puerta principal, ese criatura no llegaba ni a los cuarenta centímetro de altura y bostezaba de manera cansada, como sí el mismo hecho de bostezar lo cansara aun más.
--Yeye… me acompañarías… es que Gwiboon y yo estamos jugando. -- El chico de no más de cuarenta centímetros los vio hacia arriba y se froto los ojos, él siempre era participe en los juegos del par de gemelos extraños que Luna protegía con fervor.
--¿Y yo que gano?
--traeré a Wookie a visitarte -- al pequeño le brillaron los ojos.
Key lo cargo en brazos y emprendió su marcha no sin antes mirar en su reloj cuanto tiempo les faltaba.
Jonghyun en cambio estaba más que aterrado por que esa casa era algo extraña, había gemelos extraños, un estanque, una casa pequeña, un enano y sabrá dios cuantas cosas más.
Justo antes de Kibum comenzara a correr Jonghyun lo detuvo.
--Espera… explícame como es que esta casa es tan grande y por que demonios esa cosa es tan pequeña -- apuntó a Yeyé la pequeña criatura que acababa de conocer.
--Cuando seas mi esposo, te explicare todo y además te cumpliré un deseo -- sonrió de lado antes de arrastrarlo de nuevo.
En menos de cinco minutos ya estaban en la fábrica de pasteles y Gwiboon lo esperaba en la entrada.
Entonces Jonghyun cayo en la cuenta de que probablemente estaba soñando, si debía ser eso, por que la casa de la señora Kim era grande pero no lo suficiente para que cupiera una fabrica de ese tamaño; eso era un sueño o quizá ya había perdido la cordura, el frio le había congelado el cerebro y por eso alucinaba cosas.
La chica aplaudió con ánimos y verifico de nueva cuanta el reloj plateado que traía, hizo una mueca al ver que un no habían pasado los cinco minutos, sin embargo al ver que Yeye estaba en brazos de Key lo acuso de tramposo.
--Pero tu dijiste que lo trajera; no mencionaste la forma -- se defendió el rubio ante la acusación de la chica de vestido blanco y negro.
--Eres un tramposo Kim Kibum -- habló la mujer haciendo un puchero, Key solo sujeto más la mano de Jonghyun para mantenerlo a su lado.
Jong miro su rostro y le pareció muy bonito, ella sin duda también era muy bonita; después de todo eran gemelos así que cualquiera que ganara el juego sería muy bonita esposa…. Espera …¿Qué estaba pensando? Definitivamente ya había perdido los estribos.
--Gwiboon, adivina quien esta esperando un beso todavía -- dijo Kibum y la chica puso cara de terror y asco al mismo tiempo.
--olvídalo… no voy a besarlo… es asqueroso y tiene baba.
--Jonghyun serás mi esposo -- habló Kibum regalándole una de las sonrisas más bellas y perfectas que jamás imaginó, definitivamente era parte de un sueño o un universo alterno e inexplorado, lleno de fantasías y locuras.
--Espera… Lo are. -- Gwiboon no era el tipo de niña que se queda conforme, no, ella siempre debía tener todo, siempre debía llamar más la atención que su hermano, por que era la mayor, por que lo merecía todo.
--iré contigo para ver que hagas lo prometido. -- Kibum no se fiaba de su hermana, sabía lo tramposa que era, lo hipócrita, sin embargo aun y con esa personalidad horrible él la quería más que a nadie. Bueno no más que quería a Jonghyun para él.
--Oigan… en cerio, ya no deseo seguir este juego y ambos son muy hermosos por que no se buscan un marido que si los quiera. -- habló Jonghyun algo fastidiado.
--Yo quiero que tu seas mi esposo, y entonces te cumpliré tu deseo -- en ese momento Jonghyun pensó en su hermanita, en su madre metida en el cuarto de la pequeña, en sus manos delgadas, en su fragilidad y entonces aceptó continuar con ese extraño juego, que a él no le parecía nada divertido.
La mano delgada y fina de Key, sosteniéndolo delicadamente era tan cálida que por primera vez no deseo soltarla y al contrario de eso solo lo agarro más fuerte.
Caminaron por entre la niebla espesa, entre el fango asqueroso según Gwiboon que no paraba de quejarse y Key también aunque lo hacía menos que su hermana. Unas horribles escaleras con olor nauseabundo y putrefacto invadió todo el ambiente.
--Te matare -- habló Gwiboon algo molesta y tapándose la nariz gracias a ese olor pestilente.
Key no había soltado a Jonghyun en todo el trayecto y hasta cierto punto Jong sentía ese contacto maravilloso, tan cálido, tan delicado, tan extraño.
Unos escalones más abajo había un asqueroso y horrible pantano con plantas verdes y piedras cubiertas de lodo resbaloso.
--Minho alguien viene a verte -- grito el chico rosita.
Kibum sabía de antemano que Minho tenía tiempo enamorado de Gwiboon, esperaba que ella le diera su primer beso y así volver a su forma original. La muchacha de coletas solo hizo un gesto de asco y volvió a cubrirse la nariz.
De entre toda esa bruma apareció un pequeño animalejo horrible y verde, de ojos grandes y saltones; un sapo abominable, repulsivo, sucio y muchos más adjetivos tenía Gwiboon guardados para ese ser.
La viscosa criatura salto hasta las manos de Key y este lo puso frente a su hermana para que le repartiera el tan ansiado beso a Minho.
--Key, no lo hare -- habló la chica casi a punto de vomitar.
-- iré haciendo los preparativos para mi… -- no terminó la frase por que la niña con tal de quedarse con todo aunque no le importara en lo más mínimo ya había tomado a Minho en brazos y le había plantada un beso muy, muy rápido.
Tan rápido como dio aquel beso así de rápido comenzó a escupir y limpiarse la boca, como una maldita desquiciada. Después todos se marcharon y Gwiboon ni siquiera volteo a ver a Minho en su naturalidad.
--Ya es tarde, Luna se enojara si no llegamos -- habló la chica extraña y escandalosa para luego emprender su marcha sujetando a Kibum de la mano y este a Jonghyun del mismo modo.
--Adiós Minho. -- se despidió de su amigo.
*~*~*~*
La casa de “tía Luna” era un fachada de lo más extraña compuesta de triángulos y círculos, todos acomodados de distintas maneras, y de todos los tamaños habidos. Cuando Jonghyun entro se dio cuenta que no solo la arquitectura tenía esas formas, pues todos los muebles eran circulares y triangulares. “Extraño”, pensó Jonghyun y entonces se sintió “Alicia en el país de las maravillas”, se imaginó con un vestido azul pintando rosas blancas de color rojo y se burlo de si mismo, solo que ahí no había ni una mísera rosa, y los arboles que adornaban el panorama estaban muertos y todos vuelto hacia un lado, como si miles de ráfagas de viento los hubiese volteado en una sola dirección.
La casa estaba pintada en horrible color gris, tan sin vida, tan muerto, tan anestesiado y monocromo, no había objeto de otro color, todo a escala de grises, y lo único que lucía con vida era Key además de él por supuesto.
Las escaleras se dividían en dos, igual que muchas cosas los escalones eran de redondeada figura, Gwiboon fue por un lado y Kibum fue por el otro aun con Jonghyun sujeto por una mano.
--espero que te guste mi habitación, no es como el resto de la casa es un poco más colorida -- le informó para que no lo tomara por sorpresa que él fuera diferente de su hermana gemela o de cualquier otro ser viviente en ese extraño mundo paralelo lejos de la realidad.
Jonghyun no dijo palabra alguna solo se limito a seguir a la extraña criatura de bonito aspecto y colorida vestimenta que caminaba por delante suyo.
Kibum no se había equivocado, si era de otro color, un llamativo rosa salmón, al parecer todo con ese niño debía ser rosado, una cosa que parecía ser una cama se extendía en medio de la habitación, redonda, acolchonada y en medio un conejo blanco de moño rosa.
--Ya vine Honey -- habló para el muñeco de felpa que estaba sentadito muy obediente en una de las almohadas.
--Hola Key -- habló el conejo parándose de un salto y caminando sobre la superficie de la cama; ahora si Jonghyun ya había visto lo que jamás creyó ver, ni en sus sueños más enfermos… un momento… ese era su sueño más loco, más enfermo, más inusual. --;ya me voy, tengo hambre y Luna debe estar algo molesta por que te llevaste a Gwiboon todo el día -- y así el conejo se marchó, no sin antes voltear a ver a Jonghyun de reojo.
--Puedes dormir en ese lado de la cama -- le dijo Kibum cuando estuvieron solos.
Jonghyun asintió no muy convencido, que tal que si esa cama no era un cama y era un atrampa hecha para mantenerlo atado a su sueño por demás extraño, prefirió no pensarlo mucho y mirar a Key quien con una sonrisa hechizante lo guió hasta donde esta la cama y lo aventó haciendo que el cuerpo de Jong saltara, posterior a ello se puso de rodilla quedando encima del recién llegado.
Jong cerro los ojos y lo abrió encontrándose con al cara de Kibum sumamente cerca, demasiado, tanto que podía ver su reflejo en los ojos del rubio bonito, ese rubio que le estaba sonriendo de manera muy coqueta, muy diferente a como lo había hecho en todo el día.
Su vista se fue a donde esos labios acorazonados imaginando que tan suaves podrían llegar a ser, si eran tan húmedos como aparentaban, si estaban fríos o serían cálidos, una extraña sensación que nunca había sentido lo invadió como un tsunami lo consumió todo, nunca había sentido ese impulso ni siquiera con victoria su actual novia.
El rubio estampo sus labios contra los de Jonghyun sin dejarlo objetar o apartarse, y este los recibió totalmente gustoso, si eran tal y como los había imaginado, tan cálidos, tan húmedos y suaves que no deseaba cambiarlos, por inercia cerro los ojos disfrutando del contacto que ese rubio singular le estaba regalando.
Entonces esa calidez se marcho dejándolo con la sensación de que algo le faltaba, algo importante, algo que no se podía remplazar.
-- cásate conmigo y cumpliré tu deseo -- habló en tono serio Key.
--¿Cómo vas a hacerlo si estas en mi imaginación? -- preguntó el castaño, Kibum solo lo vio espectral, Jonghyun no era poseedor de nada, solo de una familia a la que trataba de complacer, lo había observado durante días, cuando pasaba por delante de la casa, escondido entre los arbustos, cuando platicaba con su amigo risueño, y Gwiboon se había dado cuenta de que le interesaba ese humano así que decidió que ella debía tenerlo y no su querido gemelo extraño y fuera de la realidad en su mundo invisible e intangible, inexistente.
Kibum sintió como si una espina se le hubiese clavado en el corazón al recibir esa contestación, si era una espina muy grande.
Si es cierto, el mundo “Goul” era inexistente sin embargo aunque él fuera solo energía lo amaba.
--;Descansa, --pidió en tono quedo antes de depositar un beso casto en su mejilla derecha, dejó una sensación muy conocida en Jonghyun, una sensación que solo percibía cuan pasaba por enfrente des casona.
--Key, ¿ya me habías dado este beso antes?-- cuestionó desconcertado, llevando su mano a la zona, él no lo recordaba sin embargo era posible, bueno después de presenciar que un muñeco hablara todo era posible ¿no?
Todos los días cuando Jong pasaba enfrente de esa casa Key se daba una escapadita sin que Gwiboon o Tía luna lo supieran solo para depositar un beso que Jonghyun se suponía no debía sentir en esa parte de la cara. Jonghyun no obtuvo respuesta a su interrogatorio solo un tierno color melón se sujeto a la piel del rostro de Kibum, así que lo tomó como un silencioso “si”
--Duérmete ya -- habló por fin Key dándole un ligero golpe en la nariz.
Si, para Jonghyun Key era el ser más extraño que jamás había conocido, y se preguntó desde cuando tenía tanta imaginación para crearlo a él, Gwiboon era un poco más fácil de imaginar, pero Kibum, con toda esa amabilidad y sutileza realmente le resultaba un poco trinchado poder siquiera pensar en eso.
*~*~*~*
--Jonghyun, ya es hora de despertar -- habló el chico de rosa.
--Pero aun no amanece.
--No te preocupes por eso, aquí nunca amanece. -- habló monótono agregando una pequeña mueca al final.
Jonghyun se levanto de la reconfortante cama y estiro un poco los brazos, ese día sería el tercer y cuarto juego. Miró a Kibum y lo encontró vestido de distinta manera pero del mismo color rosado en diferentes tonalidades.
Gwiboon los esperaba al final de la escalera con una sonrisa enorme en el rostro, su vestido no había cambiado ni siquiera un poco, continuaba tan muerto como el día anterior.
Jonghyun por su parte no podía dejar de admirar esos labios bonitos que tenía Kibum y que extrañamente también compartía con Gwiboon aunque solo en apariencia. Deseaba volver a probar su gentileza y vitalidad.
--Ya vámonos -- habló la chica estirando le la otra mano a Jonghyun; su toque no era tan cálido como el de su gemelo, muy por el contrario, lo sentía frio, áspero, seco, sin un maldito sentimiento.
Llegaron a un inmenso pastizal de color oscuro opaco, las nubes grises hacían sombra, y el frió reinante gobernaba todo.
--¿Por qué estamos aquí? -- preguntó de pronto Gwiboon.
--por el tercer juego -- dijo Kibum tomando a Jong de la mano con mayor intensidad de lo que lo hacía Gwiboon.
Densos copos de nieve comenzaron a caer tan finos, tan fríos, tan silencioso como la persona responsable.
--Hola Bummie -- saludó un delgado chico a la espaldas de todos, ocasionó que todos los presentes dieran media vuelta para poder observarlo, era tan pálido como Key y Gwiboon, vestido en negro y de cabello castaño.
--Taemin…
continuara~